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~•••~

-

¡Rufflet, baja de ahí!

T/n trataba de alcanzar a su pokémon, el cual estaba encima de una estantería a la que la entrenadora no alcanzaba.

Daba pequeños saltos tratando de alcanzar a su pokémon. Era hora de salir de las clases y Rufflet le había quitado su bolígrafo y se había ido volando sobre la estantería.

Toda la gente de la clase se fueron yendo de la clase, cada uno a su casa.

Liam se quedó mirándola por unos instantes pero luego se fue.

~•••~

El chico de cabello rosa salió de la clase y caminó por los pasillos, acompañado de su Smeargle.

Saludó a algunos chicos con los que a veces hablaba y ellos le devolvieron el saludo.

Le hubiera gustado que ellos fueran amigos suyos, pero los chicos se sentián intimidados por su popularidad.

-¡Liam!-dijo una voz femenina detrás de él.

Se giró y vio a una chica de varios cursos menores y una trenza.

-Buenas, ¿Qué puedo hacer por ti?-preguntó amable.

La chica se sonrojó y se revolvió sobre su misma. Liam se percató de que tenía sus manos tras ella.

-Verás Liam... Yo...-lo miraba a los ojos con cierto aire coqueto.

Liam se hacía una idea de lo que quería, y no le hacía ni pizca de gracia.

-Adelante, dime-se ajustó el tirante de su bandolera donde llevaba sus útiles escolares y cruzó mirada con su Smeargle.

-¡Toma Liam! ¡Espero aceptes mis sentimientos!-le dijo ella entregándole un sobre con un dibujo de un corazón, el cual había guardado tras ella.

Liam se quedó mirándola.

-...

-...-ella comenzó a temblar.

-¡Eh tú!-gritó otra chica de coletas-¡Como te atreves!

La chica de la trenza soltó la carta y se giró a la otra chica.

-¡Tina! Liam tiene derecho a decidir si acepta mis sentimientos, los tuyos, o cualquiera de cualquier chica-dijo la de la trenza.

-¡Desagradecida!-le dijo la chica de las coletas acercándose y agarrando de la trenza a la chica.

-¡Ay!

Liam se quedó muy sorprendido mirando la escena.

Las chicas comenzaron a pelear, una diciendo sus argumentos del estilo de «Te unes a nuestro club de fans y luego nos traicionas» y la otra diciendo «Él puede aceptar mis sentimientos».

Liam se quedó con la carta en las manos, tieso sin saber que hacer.

Miró a su pokémon, el cual se encogió de hombros.

-Smeargle.

-Debería hacer algo...

Se acercó y separó a las dos chicas, las cuales de inmediato callaron.

-Hey chicas, ya está bien-dijo tratando de parar la situación. Se dirigió a la de coletas-. No está bien tratar de sesgar los sentimientos de los demás por mucho que te duelan. Cada uno puede sentir lo que quiera.

La chica de coletas se ruborizó avergonzada y agachó la mirada. Se sentía torpe y el bochorno se la comía por ser reprendida por su ídolo.

A la de trenza se le iluminó la mirada.

-¿Eso significa que aceptas mis sentimientos?-preguntó la menor.

Liam la miró y ella se sintió diminuta.

El chico le extendió la carta que ella mima le había dado, sin siquiera haberla abierto.

-Lo lamento, no te conozco siquiera..

A la de la trenza se le llenaron los ojos de lágrimas.

-¿Eso significa que aceptas los míos?-preguntó la de coletas, que por alguna razón seguía allí.

Liam la miró y negó.

-No sois mi tipo, lo siento. Ya hay alguien más en mi mente.

Ella se puso colorada de vergüenza y se fue del lugar con la cabeza alta.

La menor tenía una pequeña lágrima recorriendo su mejilla.

-Lamento... Lamento las molestias Liam...-dijo dándose la vuelta y yéndose de allí.

Cuando estuvo casi fuera de alcance del chico, él la llamó.

-Chica-dijo él. Ella lo miró, con los ojos lloroso-, no llores por amor, no merece la pena.

~•••~

-Que sepas que no tienes malasada.

Rufflet le puso ojitos mientras volaba frente a ella.

T/n trató de apartarlo, para poder ver por donde caminaba.

-No, tampoco tienes bayas. Vas a vivir hoy a base de cereales, hasta que se me pase el enfado-caminaba por la calle. Acababa de salir de la escuela y tomó el camino a casa-¡En serio, Rufflet, deja de robarme las cosas!

El Pokémon hizo un sonido de tristeza y se posó en su hombro.

T/n se detuvo en una tienda a comprar una bolsa de fresas.

Cuando salió de la tienda y trató de comer una fresa, Rufflet la cogió con sus pequeñas patitas y se fue volando por una calle.

-¡Rufflet, ven aquí!-le gritó la chica mientras corría tras su Pokémon.

Entonces se chocó con alguien.

-¡Ouch!

Cayó al suelo y se frotó la frente, adolorida.

-¿Estás bien?-dijo una voz conocida.

T/n abrió los ojos y vio a Liam, ligeramente encorvado hacia ella y con una mano extendida mientras con la otra sujetaba si bandolera.

Ella aceptó su mano y el la ayudó a levantarse.

-Gracias Liam, si, estoy bien,-miró a Rufflet el cual estaba comiendo la fresa. T/n soltó al chico y guardó la bolsita de fresas en su propia bolsa.

-¿Qué haces por aquí? ¿No vas a tu casa?-le preguntó el chico.

-Oh no hago nada importante... Perseguir a este engendro gremling volador nada más-dijo con una risa mirando a su pokémon.

-Oh está bien-dijo Liam mirándola con amabilidad-, se que es un poco improvisado pero ya que estamos...

-¿Si, que pasa?-preguntó t/n metiendo la mano en su bolsa y sacando una fresa que se comió.

-Si quieres... ¿Te apetece venir a comer?

T/n hizo una cara de sorpresa.

-¿No acordamos no vernos? En primer lugar, no deberíamos estar hablando.

-Bueno... ¿Recuerdas que dijiste ayer tenía que poner un alto? Lo hice. Así que arreglado-dijo sonriendo.

T/n miró aquella sonrisa y sintió algo revolverse dentro de ella, así que desvío la mirada y sonrió también.

La chica pensó un momento. Seguramente su madre ese día no habría hecho comida, como siempre, sumida en la depresión en la que estaba.

T/n suspiró y sacó su teléfono.

-Deja que le envío un mensaje a mi madre de que no iré hasta más tarde-dijo ella. Liam asintió y la chica le mandó un mensaje a su madre. Ella le respondió con un pulga arriba-. Ya está.

Comenzaron a caminar hacia la casa del chico.

~•••~

Liam abrió la puerta de su casa y los dos entraron.

-¡Ya estoy en casa!-dijo Liam.

-Con permiso...-dijo t/n en tono bajo.

Comenzaron a subir las escaleras hacia el cuarto de Liam cuando escucharon un «Oh» detrás de ellos.

Se giraron y vieron al padre mirándolo fijamente.

-Hola papá, he traído a t/n.

-Buenas tardes-saludó t/n con timidez.

-Buenas tardes-el padre parecía sorprendido de ver de nuevo a la chica por ahí-A las tres tendremos la comida, ¿Tienes alguna alergia o intolerancia?-preguntó el padre a la amiga de su hijo.

-No señor, yo como de todo-dijo ella con una sonrisa.

El señor asintió con un gesto de cabeza y desapareció por el pasillo.

Los dos chicos subieron la escalera y fueron al cuarto de Liam. Dejaron sus bolsas y t/n curioseó un poco la habitación.

-La verdad, me da algo de corte ver a tus padres-dijo t/n ojeando un libro que hablaba de los movimientos Z.

Liam dejó escapar una sonrisa.

-Pueden ser un pico estirados a veces, pero son buenos.

-Ya, pero tu madre es una gran actriz, ¡Super reconocida! Quiero decir, hasta yo la he visto en películas. Y tú padre... Tu padre no se en qué trabaja-miró de reojo al chico y lo captó mirándola. Él desvió la mirada.

-Es empresario.

-Ah bueno, bien entonces. Por cierto, ¿Soléis comer cosas estilo... «Aire de naranja con caviar y finas hierbas»?-t/n claramente no sabía que comían los ricos, solo inventaba sobre la marcha. El chico soltó una risa-¿He dicho algo gracioso?

T/n sonreía mientras lo veía divertida.

-Comemos cosas normales. A veces comemos macarrones con atún, tendremos dinero, pero también podemos ser humildes.

T/n dejó el libro y sacó su bolsa de fresas de su mochila. Comió una. Liam la miraba.

-¿Quieres una?-dijo t/n extendiéndole la mano con un par de fresas.

Liam asintió y las cogió. El chico al sentir la piel de ella sintió un escalofrío.

T/n no le dio más importancia, solo estaba compartiendo fresas con un amigo.

Rufflet revoloteaba por la habitación y se quedó sobre una estantería.

T/n se percató de que el Pokémon estaba picoteando algo que no debería.

-Rufflet, baja aquí-le ordenó-¿Qué estás picoteando? Recuerda que estamos de visita así que compórtate.

Rufflet la ignoró.

-Ruff

T/n trató de alcanzar al Pokémon dando saltitos pero la estantería era demasiado alta.

-Tsk, no llego-echó una mirada rápida a la habitación y vio una silla giratoria. La cogió y se subió a ella para tratar de alcanzar a su Pokémon-¡Pequeño gremling, ven aquí!-el Pokémon masticaba algo-No se qué narices estás comiendo, pero no deberías. ¡Recuerda que estás castigado!

Liam se acercó a ella, quedando justo detrás.

-Ten cuidado-le advirtió preocupado-, podrías caerte.

T/n se puso de puntillas en la silla giratoria, esta tembló y se giró un poco a la derecha. T/n trató de poner del derecho con sus pies. Ya de puntillas trató de alcanzar a Rufflet.

-¡Rufflet! Deja de comer pelusas, ¡Te ahogarás!

Rufflet la miraba con aire de suficiencia.

Liam se acercó y sujetó la silla en la que estaba subida t/n para que no cayera.

-¡T/n, deja de moverte tanto o caerás!

-¡Yo puedo Liam!-alargó su brazo y casi agarró a Rufflet, pero el pajarito se zafó.

T/n levantó uno de sus pies, tratando de alzarse un poco más, pero desestabilizó la silla, empujando a Liam hacía atrás. El cayó al suelo y la silla se giró completamente a la derecha, haciendo caer a t/n sobre Liam con un gran sonido de golpe que hizo la silla al caer y un grito que t/n soltó por accidente.

Liam quedó recostado en el suelo, apoyado en otra estantería, y t/n cayó sobre él. El hizo lo posible por agarrarla para que no se golpease la cabeza. Así que Liam quedó casi que abrazando a t/n, la cual tenía la cabeza sobre el pecho del chico.

Rufflet reía y Smeargle, el cual había estado sobre la cama hasta el momento se acercó a comprobar que estaban bien.

-¡T/n! ¿Estás bien?-preguntó Liam.

T/n levantó un poco la cabeza y lo miró.

-Si, gracias por atraparme-le sonrió-, por cierto, ¿Por qué estás sonrojado?

Los dos estaban tan cerca, prácticamente abrazados aunque haya sido por accidente que Liam no había podido esconder el sonrojo.

-¡¿Qué ha pasado?!-dijo una voz masculina desde la puerta.

Los dos llevaron su mirada a la puerta y vieron al padre de Liam mirándolos. Había acudido por el ruido, asustado de que hubiera ocurrido un accidente grave.

T/n se separó de Liam rápidamente.

-¡Nada, señor!

-¡Si papá, no pasó nada!

-Solo me caí de la silla y... Liam me atrapó.

El padre los miraba con los ojos muy abiertos.

T/n levantó la silla tirada del suelo y la colocó derecha.

El padre soltó un gruñido y salió de la habitación.

La chica soltó un suspiro.

Liam, que seguía en el suelo se levantó y le dio la espalda.

T/n lo miró con ojos entrecerrados y una sonrisita.

-Liam, ¿Estabas colorado o fue imaginación mía?-dijo.

Liam soltó una débil risa y dejó escapar una sonrisa.

-Lo habrás imaginado.

-Ya, claaaro-t/n alargó la palabra a propósito mientras miraba como el chico evitaba mirarla.

-Si, lo habrás... Imaginado, si eso...

-Anda, mírame.

Liam se volteó un poco hacia ella y t/n pudo ver que la miraba con cierta dulzura y nerviosismo. A demás, aún tenía vestigios de sonrojo en sus mejillas.

-T/n...

-¡Lo sabía!

Liam se tapó la cara con las manos se volteó de nuevo para que t/n no pudiera verlo, pero la chica se colocó rápidamente delan de él y tomó sus manos para apartarlas de su rostro.

Eso solo provocó que Liam se sonrojase todavía más y la mirase nervioso.

T/n rió y el hizo lo mismo.

-Te ves lindo así.

-Ay...

Oyeron como el padre los llamaba para comer así que t/n soltó las manos del chico y se dirigió hacia la puerta.

-Dejemos esto para luego-dijo t/n divertida-, bajemos a comer.

Liam vio como ella salía del cuarto y se quedó unos momentos para calmarse.

Su corazón latía fuerte, en una sensación que hacia poco había conseguido descifrar.

Le gustaba t/n.

~•••~

Ha pasado un tiempo desde que publico algo.

Tenía este capitulo a medias desde agosto y recién consigo terminarlo ahora en octubre.

¿Qué les pareció el cap? La relación entre estos dos ya va avanzando y Liam ya descifró sus sentimientos.

Díganme si hay algo que quieran ver, estoy abierta a sugerencias.

Nos leemos pronto.

⭐¡Astro la vista!⭐

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