Capitulo #33
Soy Lisa Manoban, la psicóloga encargada de su terapia, es un honor para mí, el tenerlos aquí, por favor tomen asiento - Estaba nerviosa no lo iba a negar, cuando supo que los Jeon, eran sus nuevos pacientes no lo podía creer.
Casi nadie les había conocido en persona, y ahora ella tenía ese privilegio, de todas las ideas que le pasaron por su cabeza y sus teorías acerca de ellos no había podido acertar en ninguna.
Wow, pero es que era increíble aún no se le creía, eran tan parecidos que si no fuera por el color de su cabello, pensaría que simplemente era una tan sola persona, reflejándose en muchos espejos.
Gracias por atendernos, doctora - Y sobre todo eran unos chicos humildes muy educados, pensó que por tener dinero, serían altaneros pero no eran nada por el estilo.
Es mi trabajo, además ya tenían una cita programada es un placer para mí atenderlos - Se sonrojó.
Empezaremos de poco a poco, también ya he firmado el contrato de confidencialidad no tienen porque preocuparse por mí, no diré nada - Se cruzó de piernas, con su rostro serio, aunque por dentro estuviera muy inquieta, había algo en el menor de los cuatro que la hacía desconcentrarse de una manera increíble.
Desde que lo vió entrar a su consultorio, todo en su ser se alteró al verlo tan apenado detrás del rubio, como un pequeño niño asustado. Talvez estaba siendo muy poco profesional en esos momentos pero no lo podía evitar.
Eran tan precioso, lo más precioso que había observado.
Bueno... Comencemos - Se vió obligada a salir de su ensoñación y concentrarse en su trabajo.
¿Jimin ya haz encontrado algo de información acerca de los Jeon? - El rubio negó.
Ya no seguiré con eso Hoseok, dejaré que las cosas se aclaren por si solas - Jin se levantó de golpe de su cama, aplaudiendo.
POR FIN!! entraste en razón, ya me tenías preocupado con ese tema - Jimin bufó divertido, acomodándose mejor en el piso.
Pero yo estoy, muy preocupado - Hoseok dejo de ver su celular y dió un giró en la silla donde estaba sentado, para prestarle a atención al pelirosa.
Qué es lo que te preocupa Jin- El pelirosa volvió a acostarse en la cama de golpe, con un puchero.
Namu, me llamó hace unos minutos, para invitarme mañana a salir con él - Jimin rodó los ojos no le veía el problema.
¿Y? Eso no tiene nada de malo Jin, son pareja ¿No? - Hoseok volvió a ponerle atención a su celular.
Es que dijo, que tenía que contarme algo muy importante, y muy serio para él - abulto sus labios - ¿Y si ya no quiere ser mi pareja?
Hoseok volvió a dejar su celular en el escritorio, suspirando.
No creó que sea eso, talvez te quiera pedir matrimonio, no te adelantes en los hechos espera mañana y habla con él - A Jin le brillaron los ojitos de la emoción, sonriendo.
Jimin también estaba de acuerdo con el castaño, Hoseok era el más sensato de los tres.
Tiempo después.......
Sulli manejaba por las calles de Seúl tranquilamente, admirando el bello paisaje nocturno.
Ya hacía un mes atrás que habían comenzado con las terapias psicólogicas junto a sus hermanos, y las cosas parecían cada vez mejor.
Notaba en la doctora Lisa, tenía un cierto interés por Chen.
Y al parecer Chen, aún no lo notaba, siempre era lo mismo con su hermanito era muy inteligente pero en temas del amor, era demasiado distraído como para darse cuenta.
Además de que Namjoon le había revelado toda la verdad a su Omega, y esté solo le había recordado que lo amaba, a pesar de que no fuera un niño de papás adinerados, que no le importaba nada si estaban juntos, su primo estaba tan feliz que ahora solamente planeaba con toda algarabía, su propuesta de matrimonio.
En estos momentos se preguntaba cuando volvería a encontrarse con su Omega, ya había pasado bastante tiempo y aún no lo podía encontrar.
El sería igual de feliz que su primo, si lo tuviera juntó a él.
Un impulso sin razón, lo hizo frenar su auto de inmediato, su instinto le dictaba que bajará de él vehículo
¿pero porque?
Observó por las ventanas, y observó que la calle donde se encontraba en completa soledad no había gente por ningún lado, y estaba oscuro, en que momento había llegado ahí.
Salió del auto, obedeciendo a su parte animal, ya en la calle buscaba el motivo del porque su lobo gruñía en su interior.
Un gritó de auxilio se escuchó, que provenía de uno de los callejones de aquel lugar, sin pensarlo dos veces comenzó a correr en su dirección.
A lo lejos pudo observar dos siluetas apenas iluminadas por la luz de la luna, una de ellas intentaba tomar por la fuerza a la otra.
Mientras que está intentaba a toda costa quitárselo de encima, mientras gritaba por ayuda.
Sulli corrió a toda prisa, llegando en instantes junto a ellos que ni siquiera habían notado su presencia.
Tomo por el cuello al hombre, liberando de inmediato a la chica, estampando al desgraciado en una de las paredes con mucha fuerza.
Lo soltó, lanzandolo al suelo, se subió sobre él, comenzando a golpearlo, haciendo que sus nudillos dolieran.
Pero se estaba tan colérico que no estaba muy consciente de que se estaba pasando, y el tipo yacia casi inconsciente.
Por..por..favor, suéltalo - La chica intentaba detenerlo, pero Sulli no quería hacerlo.
MALDITO, BASURA DEBES MORIR !!! - Sulli apretó el cuello del individuo, prohibiendole a éste respirar, aquella situación le había traído consigo tantos recuerdos, de la muerte de su madre.
Qué de un momento para otro empezó a derramar lágrimas, pero no sé detenía.
No te manches las manos, por favor, no vale la pena - Sollozó la Omega con voz suplicante y solo en ese momento, se apartó rápidamente.
El alfa en el suelo, comenzó a toser de una manera desesperada, buscando recuperar el aliento, escupiendo sangre por la boca.
El rubio se dió vuelta aún llorando viendo a la chica que también estaba llorando, semidesnuda frente a él.
Se quitó su chaqueta y se la colocó en los hombros, cubriéndola.
¿Estás bien? No llegó a abusar de tí ¿verdad? - Ella no respondió, solo se quedó ahí en un estado de trance.
Sulli se acercó y la envolvió en un cálido abrazo, no sabía porque pero ella le daba cierta intriga y se tranquilizaba al saber que había llegado a tiempo.
Se separó de ella mirándola detenidamente, lo tomó de la mano y está no lo apartó, él la llevo afuera de aquel oscuro lugar, hasta su auto.
Ya llamaría a la policía y a una ambulancia para el imbécil ese.
El rubio sentó a la Omega en el asiento del copiloto, cerró la puerta, rodeó el vehículo para subir a su lugar.
Al entrar le colocó el cinturón de seguridad a la omega, que no había omitido palabra alguna, para después el hacer lo mismo.
Al levantar el rostro, se topo con la mirada desconcertada de la chica, acompañada de una pequeña sonrisa en sus labios, era muy linda.
Jo... Jo- Joven Jungkook - El rubio elevó una ceja desconcertado.
¿Conocía a su hermano?
So- soy Nayeon, nos conocimos en la mansión Park - Sulli formó una 0 con su boca, entonces era ella la chica de la cuál el pelinegro les había hablado.
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