Pero, yo me quiero levantar - Se quejó por milésima vez.

Nana, no seas necia, el doctor dijo que debías de guardar reposo - Recordó el rubio pacientemente a su Nana, ya que está no quería estar en cama, Sulli le volvió a acostarla nuevamente -Nana, por favor entiende - Pidió con una carita de perrito regañado.

Ahs, está bien - se rindió antes los encantos de su hijo - No se supone que ahora es su primera cita con la psicóloga, ¿porque aún no sean ido? - frunció el ceño, esperando su respuesta.

Porque me están esperando a mí - Otra voz se escuchó, por la habitación, y un alfa de tez morena y musculoso, ingresó.

Hola Nam ¿como estás mi niño? - El alfa sonrió dejando ver, sus preciosos oyuelos.

Estoy bien Nana, ¿y tú cómo te encuentras? - Abrazo a la alfa sin apretarla mucho, luego se sentó una silla a la orilla de la cama.

Ya estoy perfecta - Respondió con mucha euforia - Pero cierta persona no me deja hacer nada - Sulli soltó una risa, sabiendo que él era la persona de la cual hablaba su Nana.

Sulli, lo hace porque te quiere Nana, y él me ha llamó para que viniera a cuidarte - La alfa vió a Sulli como preguntándole si era verdad, y esté asintió.

Lo hice porque se que eres tan necia, que solo cruzariamos esa puerta y te levantarias a ayudar en la cocina - La apuntó con su dedo índice, de manera recriminatoria.

Además Nana, quiero pasar este tiempo contigo, para que me des un consejo - Habló Nam, en un tono suave, con ojos suplicantes.

¿Qué tipo de consejo Nam? - Acarició la mejilla del alfa, que tenía sus ojos cristalizados

Y.. yo.. le mentí a mi..mi Omega - Sollozó y cubrió su cara con ambas manos.

Pero a qué te refieres de qué manera le mentiste, a caso le fuiste infiel - El alfa negó rápidamente y se limpió el rostro con el dorso de su mano.

¿Entonces? si no fue eso, en que le mentiste primo - Sulli palmeo, la espalda de Namjoon dándole ánimos.

Yo le dije a Jin, que mi familia provenía de Japón, y que mis padres eran dueños de una empresa de modelos, y que se la pasan viajando y por eso aún no se los he presentado - La alfa y el rubio lo veían llorar, pero no sabían cómo ayudarlo así que esperaron a que esté siguiera hablando- Ahora que he regresado de mi viaje, quiero pedirle que se casé conmigo, pero también quiero que él sepa la verdad, tengo miedo de que él me rechacé.

Namjoon, ¿porque no le dijiste que eres un Jeon? - Namjoon volvió a negar, mirando fijamente a el rubio.

Yo no soy un Jeon, y lo saben perfectamente bien - Dijo, mientras negaba con la cabeza.

Claro que lo eres, eres hijo de mi tía Hwasa y eres nuestro primo - Namjoon sonrió, si bien era cierto, que no tenía la sangre de los Jeon, era parte de la familia.

Tienes razón primo, siempre agradeceré a mi mamá por haberme sacado de ese orfanato, y haberme adoptado, por darme una familia con la que contar - Sulli abrazo al moreno y este lo acepto.

Quiero contarle a Jin, toda la verdad, desde el abandonó de mis padres biológicos, mi vida en el orfanato, la adopción, y todo las cosas que he vivido, decirle que no soy de sangre azul, que yo no nací en una cuna de oro, como él, solo esperó que me perdone por haberle ocultado todo ésto, y que me siga queriendo a pesar de no haber tenido desde niño un vida de lujos, porque era pobre.

Sí el en verdad, te ama no le va a importar tu pasado, te aceptará tal y cual eres, y te brindará su apoyo incondicional, si el no es capaz de aceptarte así, no es el indicado -  Sin duda alguna Sulli tenía razón, y Namjoon lo sabía, solo esperaba que Jin si supiera comprenderlo.

SULLI SE NOS HACE TARDE, MUÉVETE RATA! - Namjoon empezó a reír a carcajadas, olvidando un momento su tristeza, gracias a las ocurrencias de Taehyang.

Me voy Nana, pórtate bien - le dió un beso en la mejilla - Adiós primo te encargó a Nana, y no olvides lo que te dije - Namjoon asintió y Sulli salió de la habitación.

Ahora tomó nota, pequeño te diré cómo hacer que tú Omega te de el SI -  Dijo la alfa acomodándose en la cama como toda una profesional, mientras Namjoon sacaba de su mochila una libreta y un bolígrafo para anotar.

El rubio tecleaba una y otra vez, sin parar en su computadora, sin obtener ningún tipo de éxito en su búsqueda.

Parecía que los Jeon no existieran, no había ninguna foto de los cuatro hijos, herederos del gran imperio Jeon.

Solo había información, de sus inversiones, de todos los negocios de los cuales eran dueños, y casi se le salen los ojos al ver que más de la mitad de Corea era dominado por ellos.

Pero no había nada de su vida privada, solo sus nombres, no aparecían ni sus edades, ni las fechas de sus nacimientos, ni nada.

Porque tanto misterio, que era lo que tanto escondían.

Cansado cerró de golpe la computadora, y se levantó de su silla muy molesto, le jodia no poder encontrar ni una tan sola foto.

Ya llevaba una semana buscando información, sobre ellos pero no había nada que al le interesará.
No podía conciliar el sueño, incluso le había preguntado a su padre acerca del tema.

Pero esté solo le apretó las mejillas, diciéndole que no fuera curioso, y lo dejo ahí en medio de la sala, sin decirle nada más.

Talvez sus amigos y su lobo tenían razón, solo estaba exagerando y llevando ese tema a una obsesión.

Mejor dejaría el tema por la paz, ya no buscaría más al respecto.

simplemente estaba en una equivocación.