El final del juego llegó, tomen un respiro y lean con cuidado, el epílogo será subido pronto. 

                                                              AVA. 

Damian abre la cajuela del auto, miro el interior, una risilla inestable se escapa de mis labios, observo todos los elementos de tortura que contiene, el se inclina y toma un traje y luego un vestido, ambos cubiertos con una bolsa transparente como si se hubiera tomado la molestia de prepararlos con cuidado, lo miro unos segundos. 

-¿Y piensas que por estar bien vestidos no nos reconocerán?- Pregunto con algo de burla elevando mi ceja, Damian se inclina y de una bolsa saca una peluca de mujer. 

-Tu serás la que entrará y acabarás con Caleb, yo te esperare en el auto y ambos nos iremos apenas acabes, después de todo es cuestión de minutos para que patrullas con oficiales lleguen a buscarnos, tenemos solo minutos con segundos de tiempo- Murmura mirándome de forma fija, con esos peculiares ojos siniestros. 

Lo miro unos segundos, trago con dificultad y tomo el vestido y la peluca, Damian sonríe de medio lado, un escalofrío recorrió mi cuerpo, algo dentro de mi no podía detenerse, ansiaba muerte. 

...... 

Me miro a través del reflejo de una de las ventanas, sonrío levemente, había imaginado la noche del baile distinta, hace un tiempo atrás, luego esa ilusión murió, mis ganas de vivir habían acabado, luego tuve una razón para seguir viviendo y esta noche había llegado el momento de terminar de resolver todo. 

-Estaré a unas cuadras alejado del instituto, terminas de hacerlo y vienes a mi, nos iremos a las afueras de la ciudad, luego a otro Estado, tengo todo listo- Intruye Damian tomando mis mejillas, lo miro con atención. 

No había nada en su mirada, la misma pregunta pasaba por mi mente, ¿El podía sentir algo o lo simulaba?, el se veía en ocasiones como una persona normal, pero no lo era, y comenzába a estar más convencida de que él era capaz de figir para lograr sus objetivos. 

Cierro mis ojos ante su tacto en mis mejillas, extrañamente sentía paz, abro mis ojos y lo miro, no sabía como terminaría esta persecución a Caleb, podía ser que los oficiales llegarán antes y me llevarán, tomo una respiración y me animo a abrazar a Damian, recargo mi rostro en su pecho y cierro mis ojos. 

-Has hecho mucho por mi- Susurro, el cuerpo de Damian tenso, como si no se esperara el abrazo, o tal vez nadie lo había abrazado antes, eso me causó un poco de dolor, elevo mi mirada, su expresión neutra, el suspira y corresponde a mi abrazo. 

-Solo vuelve- Murmura con voz ronca, sonrío levemente y asiento. 

Me elejo de Damian, observo el traje de vestir que lleva puesto, le queda muy bien, tomo una respiración profunda y me giro, mi mirada se centra en el instituto, debía llegar hasta donde se encontraban haciendo el baile. 

Mientras más avanzo un sentimiento extraño se apodera de mi, algunas lágrimas inundan mis ojos, recorro los pasillos vacíos del instituto, puedo verme a mi misma en algunos sitios, sonriendo con Caleb, todo siempre fue una ilusión, él nunca fue mi amigo, humedezco mis labios. 

Detengo mis pasos al escuchar algo, un quejido, un quejido, como de un bebé, parpadeo busco con mi mirada, todo se encuentra oscuro, solo iluminado con la luz del exterior, de la luna, parpadeo al escuchar el sollozo de un bebé en una de las aulas. 

Mi cuerpo se tensa, miro con duda el aula, parpadeo y comienzo a dar pasos lentos, mi cuerpo entero comienza a temblar, la angustia se apodera de mi, una vez que entro al aula mi mirada se centra en lugar que siempre me siento, hay una canasta sobre mi mesa, de ahí vienen los quejidos y los sollosos débiles del bebé. 

Mi labio inferior comienza a temblar, me acerco y algunas lágrimas se deslizan por mis mejillas, me acerco a la canazta, abro mis ojos al no encontrar nada dentro de ella, ¿Y mi bebé?, no, no podía perderlo de nuevo, sollozo y busco entre las pequeñas mantas dentro de la canasta, no hay nada, comienzo a negar. 

Siento como alguien toca mi hombro, me giro con miedo, no hay nadie, frunzo mi ceño y vuelvo a mirar la canasta, pero ya no hay nada, esta la mesa vacía, me quedo quieta varios segundos, entre abro mis labios temblorosos, un jadeo abandona mis labios, trago con dificultad. 

Trago con dificultad, paso mi mano por mi rostro limpiando las lágrimas, miro a mis alrededores con temor, no hay nadie, con rapidez salgo del lugar para dirigirme al salón de baile. 

Con un sentimiento intenso de persecución llego con el ritmo cardíaco acelerado al baile, habían muchas personas, todas vestidas de forma formal, unos vestidos más bonitos que otros, bajo mi mirada evitando que miren mi rostro, de forma discreta observó entre la multitud. 

Me detengo al lograr ubicar a lo lejos a Caleb, observo como el habla de forma discreta con un chico del equipo, este sonríe y muerde su labios inferior, así que Damian no mentía, en una de esas Caleb enfoca su mirada en la mía, puedo ver como su cuerpo se tensa, como si lo que viera no fuera real, le sonrío y elevo mi mano en un gesto de saludo, el profundiza su ceño y entre abre sus labios. 

Observo como comienza a acercarse donde estoy, slmrio de medio lado y comienzo a alejarme, volteo mi mirada, puedo ver a Caleb apartando a las personas y tratando de llegar a mi, mi sonrisa se amplía. 

Llegó hasta los pasillos, comienzo a caminar para llevarlo a los vestidores, solo esperaba que no hubiera alguien ahí. 

-¡Ava!- Grita el cuando entra al pasillo, me giro con diversión y lo llamo con mi mano, el ladea su cabeza, la confusion plasmada en su rostro, eso es maldita rata, solo sigueme, Caleb comienza a trotar para llegar a mi. 

Entro a los vestidores, me siento en una de las bancas y cruzo mis piernas, Caleb entra segundos después, se ve agitado, el me mira con asombro. 

-Ava, ¿Que haces aquí?, tu, ¿Es mentira lo que hiciste cierto?- Pregunta pálido, el se queda a un par de metros lejos. 

Sonrío en mi interior, que comience el maldito show, pienso con diversión, llevo mis manos a mi rostro y comienzo simular que sollozo, me aplaudo a mi misma en mi interior, hasta lágrimas salieron, elevo mi mirada hasta Caleb, su mirada se transforma con pena. 

-E-l el m-me amenazó, me dijo que sí no decía que yo lo hice me iba a matar- Finjo estar asustada, mi voz entre cortada, me levanto, Caleb se acerca a mi con preocupación, lo abrazo -T-tenias razón, él es el asesino- Digo con voz ahogada. 

-Esta bien Ava, voy a ayudarte, vamos a resolverlo- Murmura, elevo mi mirada, el me observa y su mano va a mi mejilla acariciando, asco es lo que siento, maldito mentiroso. 

Me elevo en puntilla y junto mis labios con los suyos, el se tensa, pero luego sigue mis movimientos, mi mano baja y se introduce bajo la falta de mi vestido, tomo el cuchillo que se encuentra atado a mi pierna, sin que se lo espere clavo el cuchillo en su abdomen, el jadea con dolor y separa sus labios de los míos, el abre sus ojos mirándome, sonrío con malicia, mostrando mi verdadera cara. 

El gime con dolor y retrocede unos pasos con torpesa, saco el cuchillo y él hace un gesto, lleva su mano a la herida donde sale mucha sangre, miro el cuchillo y la sangre en ella. 

-¿Que demonios?- Murmura el comenzando a temblar. 

-Sé lo que hiciste, eres un pésimo amigo Caleb- Murmuro elevando mis cejas, su rostro pálido, la sangre comienza a gotear en el suelo -Mereces un castigo- Añado, el frunce su ceño, y me mira con miedo. 

Me acerco rápido sin esperar más y corto en su cuello, la sangre salpica mi rostro y mi ropa, observo como el me mira, sus ojos se vuelven vacíos y cae, parpadeo mirando su cuerpo tirado en el suelo, este se comienza a inundar en un charco de sangre, hago un gesto, miro el cuchillo en mi mano, frunzo mi ceño y lo dejo caer, respiro agitada. 

Trago con dificultad y corro para salir del lugar, camino por el pasillo hasta llegar a uno de los baños, afortunadamente esta vacío, mi labio inferior tiembla, me acerco hasta el lavado, me miro en el espejo, mi rostro y vestido salpicado con sangre, mis manos comienzan a temblar, abro el tuvo y comienzo a lavar la sangre en mis manos, hago un gesto y quito la peluca que llevo y la tiro en el bote de basura cercano, me inclino y lavo mi rostro. 

Me miro agitada en el espejo, frunzo mi ceño al ver aun mi rostro manchado, no tenía tiempo, debía volver con Damian, cierro el tuvo y camino hasta el exterior. Corro por los pasillos, llego al exterior, recuerdo que Damian había dicho que estaría a unas cuadras. 

Comienzo a caminar a paso rápido, puedo ver el auto de Damian, sonrío al ver a este salir, una ver que estoy cerca correo hasta abrazarlo, Damian toma mi rostro entre sus manos y deja un beso rápido en mis labios. 

-Vamos, debemos irnos cuanto antes- Murmura abriendo la puerta del auto, asiento y entro.

......

-¿A donde vamos?- Pregunto frunciendo mi ceño al ver que el auto toma un camino en medio del bosque, Damian no dice nada, guarda silencio mientras mira el camino, tratando de ver mejor en la oscuridad, el detiene el auto, parpadeo y lo miro. 

-Llegamos- Murmura, el me mira, esa mirada siniestra sin un toque de emociones, mi cuerpo se tensa, observo como baja del auto, así que hago lo mismo. 

Damian llega hasta mi y camina unos pasos de más, cierra sus ojos y toma una respiración profunda. 

-¿No es hermoso?- Pregunta, miro el bosque con algo de temor, en realidad no se veía mucho, lo poco era la iluminación de la luna. 

-Damian, estoy comenzando a asustarme- Murmuro con sinceridad, sintiendo los latidos en mi pecho acelerarse cada vez mal. 

Su mirada inespresiva me mira, y doy un salto cuando suelta una risa inestable, un escalofrío recorre mi cuerpo, y comienzo a temblar. 

-¿Que hacemos aquí?, dijiste que iríamos a otro Estado- 

-Ava, Ava, dulce y loca Ava- Murmura con voz ronca, el introduce las manos en su bolsillos y me mira con diversión. 

-Te ayude a completar tu venganza, ahora yo completare la mía- Dice sonriendo ampliamente, parpadeo y lo miro quieta, el suspira y frunce sus labios, su mirada deja la mía y mira el cielo -Mi pequeña hermana, merece que se haga justicia-

Doy un paso hacia atrás temblorosa, y comienzo a negar con angustia. 

-Yo no tengo nada que ver con eso- Digo temblorosa, Damian tensa su sonrisa y me mira, sus labios se curvan y ladea su cabeza. 

-Eres tan culpable como ellos de su muerte, tu sabias lo que ellos hacían y nunca los acusaste-

-Sabes que no podía- Replico con miedo, el eleva su ceja. 

-Te doy cinco minutos de ventaja- Es lo único que dice, frunzo mi ceño y ahogo un jadeo al ver que saca un cuchillo de su abrigo, la hoja del mismo brilla cuando la luz de la luna golpea en ella -Corre- 

Es lo único que dice, su sonrisa se borra y su hermoso rostro queda lleno de frialdad, trago con dificultad, con rapidez me quito los zapatos de tacon que llevo, y le doy una última mirada para comenzar a correr sin rumbo en el bosque, los latidos en mi pecho son incontrolables, el pánico me golpea al escuchar su silbido a lo lejos. 

El vendrá por mi, y me asesinara, en ese momento, me di cuenta que solo era parte de su venganza, de su juego. 

Después de varios minutos corriendo llegó a un acantilado, me detengo de golpe, varias lágrimas se acumulan en mis ojos al ver que no hay salida, me giro y puedo ver como Damian llega, su sonrisa se amplia con diversión. 

-Fin del juego- Es lo único que murmura, lo miro con temor, y varias lágrimas se deslizan por mis mejillas. 

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Dejen sus comentarios y nos vemos en el epílogo, y este juego estará completo. 

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