AVA. 

El profesor explica algo, no presto atención, como habitualmente lo hago desde hace dos meses, miro con tristeza el exterior, giro mi cabeza Caleb, él presta atención al profesor y hace algunos apuntes, el apunta en su cuaderno y en el mio, el siempre trataba de ayudarme, el pensaba que había tenido un accidente en auto y que eso generó una especia de trauma.

Caleb vivía en completa ignorancia, y prefería que fuera así, que el se encontrara protegido en su burbuja de mentiras, el no sabía lo que Elliot me hacía, el no sabía lo que había ocurrido verdaderamente hace dos meses.

Aprieto mis manos en puños sobre mis piernas, intento controlarme, giro mi rostro nuevamente hacia la ventana, escucho mi móvil vibrar en mi mochila, con cuidado de que el profesor no lo note lo tomo, mi cuerpo se tensa al ver que es un mensaje de Elliot, dudo en abrirlo, pero rechazarlo no era algo que pudiera hacer, deslizo mi dedo en la pantalla.

Te quiero en mi casa esta noche princesa. E.

Las ganas de gritar me invaden, trago con dificultad y reprimo mis emociones, mis manos comienza a temblar ligeramente, cierro mis ojos unos segundos y tomo una respiración profunda calmandome, bloqueo mi móvil, no quería contestarle pensaría en alguna excusa para darle.

....

Revuelvo mi comida con el tenedor, no tenía apetito, Caleb sentado frente a mi había terminado su almuerzo, el eleva su ceja mirándome.

-Debes comer, he notado que has bajado mucho de peso- Dice con seriedad, hago un gesto y dejo el tenedor.

Me parecía ironico que se preocupara por mi salud, cuando el tenia un aspecto un poco deteriorado, se veía cansado y pálido, oscuro bajo sus ojos como si no durmiera, eso en Caleb me preocupabs. 

Me tenso cuando escucho esa conocida risa, mi vientre se revuelve, tensa dirijo mi mirada hacia esa mesa, Elliot se encuentra con otros miembros del equipo de fútbol, Elliot se encontra con esa gran sonrisa que tanto odio mientras hablan entre ellos, mi cuerpo se congela cuando su mirada se dirige a la mía, este la mantiene, aprieto mis manos en puños en mi regazo, el de forma descarada lame su labio inferior lentamente y luego sonríe de medio lado, contengo mi respiración y aparto mi mirada.

Elliot nunca quizo que nadie del instituto se enterara que habíamos estado en una relación, fui tan estúpida, tan incrédula, una niña enamorada que lo seguía y hacía lo que el me pedía, sin saber que el solo quería tener sexo conmigo, ese dolor profundo en mi pecho. 

No me gustaba que ahora Elliot hacia demostraciones en público, ¿Porque?, antes nunca me había hablado en el instituto cuando habían más personas, no me miraba, ¿Porque le gustaba hacerme daño?.

-¿Sabes porque Damian estuvo en un psiquiátrico?- Pregunto suavemente, Caleb frunce su ceño el eleva su ceja y mientras me mira, al ver mi seriedad el suspira.

-En realidad es algo que sus padres quisieron mantener la confidencialidad, pero mi madre fue al psiquiátrico en el que estuvo y averiguó que se encontraba en el piso de los más inestables, aun así no logró que le dijeran su diagnóstico- Explica cuidadosamente, el miedo es evidente en su mirada, guardo silencio 

-¿Porque siento que estas interesada en el?- Pregunta frunciendo levemente su ceño, lo miro, la incomodidad es evidente en su rostro, Caleb era muy fácil de leer, humedezco mis labios.

-No lo sé, es solo curiosidad- respondo, suspiro y miro por la ventana de la cafetería.

¿Acaso no quieres que el te suplique piedad?, que sea el quien llora mientras tu ríes, ¿No te gustaría verlo sufrir?. 

Sus palabras se retipen en mi mente, claro que quería todo eso, quería verlo arrastrase, arrepentirse, sufrir. 

-Hay algo que me ha estado incomodando- Murmura Caleb, parpadeo saliendo d emi trance y le presto atención.

Su rostro preocupado y un destello de temor en su mirada, elevo mi ceja, el humedece sus labios y se inclina más sobre la mesa. 

-¿No te parece extraño que hace un mes llego Damian a este pueblo y hace un mes que comenzaron las muertes?- Pregunta en un susurro, el miedo y nerviosismo en su mirada.

Humedezco mis labios, mi corazón comienza a acelerarse, entre abro mis labios para decir algo, pero guardo silencio y me enfoco en la persona que entra a la cafetería, como si todos en el instituto supieran quien es Damian y de donde viene se forma un silencio, las miradas puestas en el, mi mirada baja a su mano con la cual sostiene una rosa.

Frunzo mi ceño, los latidos de en mi pecho aumentan al ver que su mirada siniestra se enfoca en la mía, me congelo al ver que camina hacia mi, su cabello negro un poco alborotado como si hubiera pasado su mano, sus labios rojizos y su piel pálida, Damian era muy guapo, demasiado, y las chicas parecían estar conscientes de eso, ya que algunas mordian su labio inferior mientras lo veían.

El se detiene al llegar a la mesa en la que me encuentro, me sorprendo al ver que extiende la rosa en su mano hacia mi, lo observo sin comprender su juego, porque sabía que algo tramaba, dudosa tomo la rosa que me extiende y busco su mirada, hay un misterio en ella, el sonríe de medio lado y luego se gira para irse, extrañada observo como se aleja, miro la rosa en mis manos, noto que hay un papel enrollado, elevo mi mirada a Caleb, el se encuentra mirándome confundido y alarmado.

Humedezco mis labios, trago con dificultad, dejo la rosa en mi regazo, sin que Caleb pueda verme saco el pequeño papel y lo abro, frunzo mi ceño al ver que dice algo.

"una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa", ¿Haz escuchado eso?, porque a mi me parece muy interesante.

Leo con detenimiento las palabras en el papel, ¿A que se refería?, aprieto mis labios y miro a Damian en la lejanía, Damian sabía muchas cosas, muchos secretos de eso estaba segura, tal vez lo mejor sería estar del lado de él. 

-¿No me vas a decir que demonios fue eso?- Pregunta Caleb con su mirada fija en mi, aparto mi vista del papel, lo arrugo y lo aprieto en mi mano, miro a Caleb con seriedad.

-No se que fue todo eso, estoy igual de sorprendida que tú- Murmuro tratando de sonar convincente, Caleb suspira, no parece muy convencido.

Bajo mi mirada a la rosa, ¿Que estaba planeado Damian?, ¿porque sentia que el tomaba esto como un juego?, aprieto mis labios, frunzo mi ceño al sentir una mirada sobre mí, busco con mi mirada y encuentro al responsable, Elliot me mira con seriedad, el nudo se forma en mi vientre, noto ese odio en su mirada, aparto mi mirada de inmediato intimidada.

¿Damian había hecho esto a propósito?, ¿Para qué?. 

.....

Mordisqueo mi labio inferior nerviosa, Elliot no había dejado de enviarme mensajes exigiendome hablar con él pero no le había respondido, el al no recibir respuesta comenzó con sus palabras violentas, mis manos temblaban ligeramente, no sabía que hacer, tenía miedo de encontrarme con Elliot, el se encontraba más que furioso por la escena que Damian hizo.

Me miro en el espejo frente a mi, estaba en los baños de mujeres y para alivio mío se encontraba vacíos, noto algunas ojeras bajo mis ojos, estaba más pálida de lo normal, me veía un poco enferma, y era lógico que lo estuviera.

La puerta cerrándose con fuerza llama mi atención, me giro de inmediato y toda la sangre en mi cuerpo se congela, es Elliot, su mirada llena de frialdad me mira, trago con dificultad y retrocedo, observo con pánico como Elliot coloca el seguro de la puerta para que nadie entre

-¿Porque no respondes mis mensajes, princesa?- Pregunta suavemente, el tono de su voz advierte peligro, guardo silencio, mi respiración comienza a agitarse.

Cuando menos me lo espero chillo asustada cuando llega hasta mi y toma mis brazos con fuerza, Elliot me empuja contra la pared con fuerza, el aire abandonan mis pulmones, su mano toma mi mandíbula con fuerza, sus dedos se hunden en mis mejillas, el acerca más su cuerpo al mio, las náuseas me invaden.

-¿Que demonios hacías con el psicótico, Ava?- Pregunta entre dientes, cierro mis ojos y comienzo a sollozar. 

-Te lo advierto princesa, puedo hacerte mucho más daño del que piensas si me provocas de esa forma, haré que tu y tu familia se mueran de hambre sin que puedan conseguir un empleo, aléjate de ese maldito loco- Gruñe en mi oído, mi labio inferior tiembla.

-Déjame, no quiero tenerte cerca- Susurro con dificultad, el baja su mano hasta mi cintura, me tenso cuando su mano se coloca sobre mi vientre.

-Sabes, creo que ahora si estoy preparado para ser padre- Susurra, sus palabras me congelan y todo dentro de mi se desmorona, mi mente entra en un estado de shock, me pierdo entre susurrros y recuerdos. 

-Creo que ya es hora de que todos sepan que eres mía- Murmura con malicia, su mano acariciando mi vientre.

Los susurro aumentan en mi mente, y todos me dicen lo mismo, matar, sangre, verlo sufrir, pedirle ayuda a Damian, solo él me puede ayudar a terminar con esto de una vez por todas. 

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