AVA. 

-No soy igual a ti- Respondo levantandome, el eleva sus cejas y sonríe de medio lado.

-¿Negación?, Eso es un mecanismo de defensa el cual tu inconsciente lo crea para evitar la realidad, evitar que la verdad salga a la luz- Murmura, la seguridad en sus palabras y su mirada siniestra analizandome cada movimiento o gesto de mi rostro -Creeme, creo que ya sabes de donde vengo ¿No?, se aprende bastante sobre la locura en ese lugar- Murmura, hace un gesto y aparte su mirada.

-Me voy- Murmuro ignorando sus palabras, paso por su lado, pero sus palabras me congelan.

-Ambos queremos lo mismo Ava- Dice elevando su voz, detengo mis pasos al escuchar sus palabras -Tenemos más en común de lo que piensas- Añade el tono de su voz duro, lleno de odio, trago con dificultad y mis manos se forman en puños, me giro y lo miro.

-¿Porque decidiste volver a este pueblo?, quiero la verdad- Digo mirándolo. 

Damian curva una sonrisa de medio lado, le da una calada a su cigarro y expulsa el humo, luego lo apaga contra la roca y tira la colilla lejos, humedece sus labios lentamente y ladea un poco su cabeza mirándome.

-Tu sabes porque- Es lo único que responde, su mirada no deja la mía, aprieto mis labios y bajo mi mirada, suspiro con tristeza.

-Siento mucho lo que ocurrió con Helen- Susurro con sinceridad, el no dice nada, simplemente permanece en silencio, elevo mi mirada a la suya, el se encuentra mirando hacia otro lado, su mirada se ve un poco perdida.

Helen era su hermana, ella se suicidó hace un poco más de un mes, mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas ante el recuerdo del porque ella hizo eso.

Elliot tomaba mi brazo con fuerza mientras me hacía caminar hacia los camerinos, mis ojos inundados de lágrimas, miro alrededor por ayuda pero no veo a nadie, Elliot acerca su rostro cerca de mi oído, cierro mis ojos con fuerza.

-Deja de llorar de una vez- Dice entre dientes, una vez que llegamos a los camerinos, me cuerpo se congela al escuchar un llanto, sollozos de una chica, frunzo mi ceño.

El me empuja para que entre a los camerinos, me paralizo al observar la escena, Helen esta siendo atacada por tres chicos del equipo, ellos son Wilmer, Ian y Charly, todos son partes del equipo y son amigos de Elliot, mi respiración comienza a fallar.

Elliot toma mi pelo de forma brusca y me hace girar para verlo, lo miro aturdida, esas personas están abusando de Helen, Elliot sonríe de medio lado.

-Si dices una sola palabra de esto sabes lo que pasa ¿no?, o ¿debo repetirlo?, yo mismo te mato y nadie va a encontrarte- Amenaza elevando sus cejas. 

Mi garganta se cierra, no puedo respirar, otro ataque de pánico esta viniendo, voy a morir en este lugar.

Elliot me lleva a una de las duchas y nos encierra dentro de ella, los sollozos se Helen llegan a mis oídos, los gemidos de ellos me martirizan, me alteran, llevo mi mano a mi pecho, no puedo respirar, mi garganta está hecha un nudo.

Elliot comienza a desnudarse, el frunce su ceño al mirar mi rostro, respiro con rapidez, el aire no llega a mis pulmones, Elliot se acerca a mi y sin importarle que estoy en medio de un ataque de pánico el comienza a besar mi cuello, intento empujarlo, coloco mis manos en su pecho pero no tengo fuerza, el las apresa con una de las suya, y con agilidad sube la falta que llevo, mi visión se torna borrosa al no poder respirar, sin poder evitarlo mi cuerpo se desvanece.

Caigo en la inconsciencia. 

Abro lentamente mis ojos, hago un gesto de dolor, Elliot gime en mi oído, el se aleja un poco y toma con fuerza mi barbilla me hace mirarlo.

-Ya era hora de que despertaras- Murmura con voz ronca, sudor en su frente, hago otro gesto con dolor, mi cuerpo totalmente débil siendo tomado por el de forma brusca, acerca su rostro al mio para besarme, giro mi rostro, escucho su risa burlista.

-¿Piensas que me duele que no me dejes besarte?, puedo tener más que un simple beso de ti princesa, y eso lo estás sintiendo ahora mismo- Gruñe en mi oído, entra  nuevamente de forma brusca en mi, hago un gesto con dolor, el se inclina y comienza a besar mis senos desnudos.

Recuerdo a Helen y varias lágrimas se deslizan por mis mejillas, ellos debieron haber acabado hace rato por que ya no escucho ruido afuera, ¿Cuanto tiempo llevaba inconsciente?, ¿Que porquerias había hecho Elliot conmigo mientras me encontraba inconsciente?.

Vuelvo a la realidad, mi cuerpo entero tiembla con rabia, aprieto mis manos en puños lastimando la palma de mis manos con mis uñas, mi mirada se posa en Damian, entonces el sabía lo que había ocurrido con su hermana, el porque ella tomó esa decisión, humedezco mis labios, me giro para volver a casa, pero su voz nuevamente me detiene.

-Puedo ayudarte a que consigas tu venganza- Murmura en un tono sugerente, trago con dificultad, aprieto mis manos dentro de mi abrigo, cierro mis ojos -¿Acaso no quieres que él te suplique piedad? Que sea el quien llora mientras tu ríes, ¿No te gustaría verlo sufrir?-

-¿De que forma me ayudarías?- Me atrevo a preguntar sin girarme, el guarda silencio unos segundos.

-Sabes a lo que me refiero- Murmura sus palabras peligrosas, parpadeo y ladeo mi cabeza, quiero decir que sí, quiero hacerlo,quiero ver a Elliot llorar, suplicar me, pedirme perdón, sin embargo no digo nada.

-Acaso no has visto la seguridad que lo protege- Es lo único que digo, el ríe bajo, una risa maniática enferma, llena de burla. 

-Eso no es lo de menos- Dice con un toque de diversión, escucho como se levanta y da algunos pasos hacia mi, no me giro, mantengo mi misma posición, evitando mirarlo -Puedo hacer que este a tus pies, pidiendo clemencia- Susurra en una propuesta tentadora. 

Mi cuerpo rígido, parpadeo y mi cuerpo tiembla, esa voz en mi mente grita que diga sí, todo en mi quiere decir que sí. 

-Me recuerdas mucho a ese famoso cuento, Alicia en el país de las maravillas- Murmura Damian con voz ronca y misteriosa, frunzo mi ceño sin entender sus palabras.

-¿Porque?- Me atrevo a preguntar, el sonríe ampliamente y ladea su cabeza.

-Pronto lo sabrás- Es lo único que dice, me giro para mirarlo, el muerde levemente su labio inferior, sus ojos divertidos, entrecierro mis ojos mirándolo con duda y desconfianza, me tenso y me giro para comenzar alejarme. 

......

Al llegar a casa me detengo frente a la puerta, tomo una respiración y entro, paso por la sala y de inmediato mis padres se levantan, detengo mis pasos, mi madre camina hasta mi y me abraza, me quedo inmovil, otra vez mis sentimientos se había congelado, no sabía que sentía o si había sentimiento alguno.

-Nena, lo siento mucho, no quise decir nada de eso, sabes que nada de eso es lo que pensamos de ti, lo siento- Susurra con voz quebrada, ella me abraza con fuera pero no correspondo su abrazo, ella se aleja para mirar mi rostro.

-El enojo es el único sentimiento que impulsa a las personas a decir la verdad de lo que piensan- Digo en un susurro, los ojos de mi madre se llenan de lagrimas, no me atrevo a mirar a mi padre -Siento mucho haber sido una zorra barata- Digo con voz ahogada, mi madre abre sus ojos y comienza a negar.

-No cariño, eso no es así, nosotros no pensamos eso de ti- Susurra, ella intenta tomar mi rostro pero me alejo un par de pasos, mi madre se ve herida, bajo mi mirada y paso por su lado para ir a mi habitación, cuando llego a esta cierro la puerta atrás de mi y camino hasta mi cama.

Recuerdo a Damian, la frialdad en su mirada, en esos profundos ojos grises, y en su tentadora propuesta. 

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Nuevo capítulo ♥️

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