0.9 Sacrificio Cruel

                                                      AVA. 

Era hora de la salida, afortunadamente mi tobillo ya no dolía, camino hasta la salida hasta que una mano toma mi brazo deteniendome, frunzo mi ceño extrañada y me giro, parpadeo al ver a Caleb, el suelta mi brazo lentamente, mantiene su mirada baja, su expresión confundida y avergonzada.

-No debí hacerlo- Susurra sin mirarme, suspiro y coloco mi mano en su mejilla para que me mire, le sonrío levemente. 

-Esta bien Caleb, no importanta, ¿Pero por que lo hiciste?- Pregunto con confusión, es decir, Caleb nunca había demostrado tener sentimientos por mi o algo parecido, el aparta su mirada d ella mía y niega. 

-No lo sé, sólo, pasó- Responde bajo, humedezco mis labios, no sigue presionando más, suqneu siento que hay algo más que oculta. 

-¿Quieres que te acompañe a casa?- Pregunta, el me mira, me detengo al ver su rostro, Caleb se veía angustiado, su rostro pálido y el oscuro bajo sus ojos indica que no ha dormido bien, eso me preocupa, no se que pasa con Caleb. 

-Me sentiría bien si me acompañas- Respondo con sinceridad, el sonríe, pero esa sonrisa no llega a sus ojos y asiente. 

Ambos comenzamos a caminar, en un silencio un poco incomodo, las preguntas no dejan mi mente. 

...... 

Al llegar a casa me detengo, Caleb me da una sonrisa de labios cerrados, doy un suspiro y lo miro, sus ojos se centran en los míos.

-Gracias por acompañarme todos los días Caleb, y perdón por molestarte- Digo con voz suave, Caleb suspira y cruza sus brazos.

-No tienes que agradecerme Ava- Dice dándome una sonrisa de labios cerrados, el egita su mano y se gira para volver a su casa, lo miro alejarse, mi casa queda dos cuadras después que la de Caleb, pero él aún así me acompañaba.

Suspiro y abro el portón para entrar a casa, paso la puerta principal, no escucho a mis padres, camino hasta la cocina.

-¿Mamá?- Pregunto, una vez que llego a la cocina me detengo al ver a mi padre sentado en la silla y sus brazos recargados en la mesa, el pasa sus manos por su rostro con cansancio.

-Hasta que al fin llegaste cariño- Dice mi madre, ella seca sus manos en su delantal y me mira, la tristeza en su mirada.

Trago con dificultad, mi cuerpo se tensa, se lo que ocurre de inmediato, aprieto mis manos en puños.

-¿Porque papá está en casa tan temprano?- Pregunto, mi voz un poco temblorosa esperando lo peor.

-Fue despedido- Dice mi mamá, ella me mira unos segundos, mi garganta se cierra, los latidos en mi pecho comienzan a aumentar, mi madre se gira y comienza a preparar algo en la cocina.

Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas, miro a mi padre, el no me mira, pasa sus manos por su rostro, mi cuerpo rígido.

-No te preocupes nena, haré algo, te prometo que vamos a salir de esta- Susurra mi padre con preocupación, mi labio inferior tiembla.

-Es mi culpa- Susurro, mi madre se gira y me mira, su rostro con un poco de enfado.

-No cariño, no es tu culpa- Dice mi madre de inmediato, lagrimas se deslizan por mis mejillas, mi padre se levanta y camina hasta llegar frente a mi, elevo mi mirada a la suya, noto sus ojos rojizos y eso rompe mi corazón.

-Nada de esto es tu culpa cariño, te prometo que vamos a salir de esto, conseguiré trabajo en algún lugar, tu madre también- Susurra mi padre tomando mis mejillas con sus manos, el nudo en mi garganta.

Tanto mi madre como mi padre fueron despedidos de su trabajo, mi madre desde hace dos meses y mi padre el día de hoy, no puedo evitar dar un sollozo.

-Eso no es verdad, lo sabes, esas personas son dueñas de todo este pueblo, ¿Donde más podrás conseguir empleo papá?- Sollozo angustiada, mi padre suspira y baja su mirada, trago con dificultad y humedezco mis labios.

-¿Porque no nos vamos?, Vámonos lejos, ¿Sí?, por favor, se los suplico, vámonos lejos, donde ellos no sean dueños de nada- Pido con desesperación, abro mis ojos mirando a mi padre y a mi madre, quien ahora limpia con discreción sus lágrimas.

-Cariño, sabes que eso no es posible, aunque quiera que lo hagamos, no tenemos donde ir, ni siquiera dinero- Susurra mi padre con angustia y tristeza, mi labio inferior tiembla, cierro mis ojos y sollozo.

Mi padre me abraza y acaricia mi cabello, el dolor en mi pecho es profundo, mi alma quebrada no puede estar más despedazada.

.....

Salgo en silencio de mi habitación, todo se encuentra oscuro, es casi la media noche, mis padres se encuentran profundamente dormidos, trago con dificultad. Camino tratando de hacer silencio hasta la salida, cuando llego a la puerta principal la abro con cuidado, salgo y la dejo medio cerrada para poder volver.

Tomo una respiración y cierro mis ojos, si quería que mi padre recuperara su trabajo debía ir con Elliot como el lo pidió, esta serán las consecuencias de no haber aceptado hablar con él, miro mi casa, observo la oscuridad del camino nocturno y un escalofrío me recorre, mi cuerpo se tensa recordando los asesinatos, aprieto mis labios y camino decidida y con prisa a la casa de Elliot.

El nudo en mi vientre cuando más cerca estoy de su mansión, me detengo, mi deseo de dar marcha atrás, pero el rostro de mi padre pasa por mi memoria, la desesperación, preocupación y tristeza tanto en el rostro de mi padre como el de mi madre, una lagrima baja por mi mejilla, la limpio y camino hasta la entrada principal de la mansión de Elliot, y como si el supiera que vendría las puertas principales se abren.

Mi cuerpo se congela, me detengo sin poder entrar, los recuerdos pasan por mi mente haciendo que el dolor en mi pecho sea más profundo.

Llevaba un mes saliendo con Elliot, nadie sabía nada, el aún no me pedía ser su novia. Sonrío al verlo llegar a mi,  el trota hasta quedar frente a mi, su mirada va a nuestro alrededor al ver que no hay nadie se inclina y junta sus labios con los míos, la emoción en mi vientre, correspondo su beso con esas miles de emociones.

-Te extrañaba mucho princesa- Murmura, una sonrisa se forma en mis labios, el toma mi mano y da una caricia.

-Yo también te extrañe- Redondo sintiendo mis mejillas arder, el muerde su labio inferior, me mira unos segundos y suspira.

-¿No quieres ir a mi casa?- Pregunta, abro mis ojos sorprendida, con nerviosismo bajo mi mirada.

-¿Olvidas que mi madre trabaja en tu casa?, a ella no le gustaría si me ve ahí- Respondo, lo miro, el sonríe levemente, eleva su mano y acaricia mi mejilla.

-Tu madre hoy no trabaja, averigüe eso temprano, quería que pasáramos la tarde juntos- Explica su mirada fija en la mía, muerdo el interior de mi mejilla, dudo unos segundos pero asiento, Elliot se inclina y deja un beso rápido sobre mis labios toma mi mano y mientras caminamos hacia su casa, lo miro de perfil, no podía creer que el correspondiera mis sentimientos.

Habían pasado ya varias horas, río cuando Elliot me hace cosquillas, estabamos en su habitación en su cama, habíamos pasado la tarde viendo una serie juntos y hablando, Elliot se inclina dejando su cuerpo sobre el mio mientras hace más cosquillas, río a carcajadas.

-¡Basta Elliot!, ¡Odio las cosquillas!- Exclamo ahogada con mi risa, el se detiene, mi respiración agitada, mis ojos se centran en los suyos, lentamente mi sonrisa se desvanece al notar la posición en la que nos encontramos, su cuerpo sobre el mio, el se sostiene con sus brazos, siento mis mejillas arder.

-Tienes unos ojos muy lindos Ava- Susurra a centímetros de mi rostro, trago con dificultad, mis ojos se enfocan en los suyos, el lindo color de sus ojos, los marrones míos no se comparaban con los de él.

Elliot se inclina lentamente y sus labios atrapan los míos, un beso suave, lleno de emociones, poco a poco el beso se torna apacionado, Elliot lleva su mano a mi blusa y comienza a desabrochar los botones en ellas, rompo la unión de nuestros labios y tomo su mano de teniéndolo, lo miro agitada, el me mira confundido, humedezco mis labios.

-Nunca lo he hecho antes- Susurro un poco asustada, Elliot me mira, el traga con dificultad.

-Prometo ser suave, te voy a cuidar princesa, te lo juro- Susurra, muerdo el interior de mi mejilla, no respondo nada, el se inclina y deja un par de besos en mi cuello, mi piel se erisa, los latidos en mi pecho aumentan.

-Elliot para- Susurro colocando mi mano en su pecho, él me mira nuevamente, su ceño levemente fruncido -No somos nada, ¿Como voy a hacer el amor contigo, si no somos nada?- Pregunto en un susurro angustiado, el guarda silencio y luego me sorprende cuando sonríe levemente.

-Ava, yo te quiero, pensé que lo nuestro estaba claro- Susurra, entreabro mis labios, mi mente pasa las veces que el no ha querido que nadie se entere que salimos, el parece leer mi expresión. -Si no quiero que nadie se entere es por nuestro bien, mis padres no lo permitirán- Explica, frunzo mi ceño -Pero yo te quiero Ava, te quiero conmigo, quiero que seas mía- Susurra, parpadeo mirándolo, sonrío levemente.

El parece aliviado, se inclina y toma mis labios nuevamente, cada ves más apasionado, cierro mis ojos dejándome llevar por sus movimientos, dejo que el me desvista apesar de no sentirme prepara aún para esto, me sentía incómoda, pero Elliot era el chico que amaba, y estaba bien si lo hacía con el, si le entregaba mi virginidad  porque lo amaba ¿cierto?.

Ese recuerdo hace que más lágrimas se deslicen por mis mejillas, las limpio, una vez que entro miro a Elliot frente a mi, su mirada fija en la mía, una sonrisa se forma en sus labios, y mi alma se destroza aun más.

-Sabía que vendrías, princesa- Murmura, mi cuerpo se tensa, su voz diciéndome te amo se repite en mi mente, mientras que esa otra voz gritaba en mi mente que saliera de ese lugar 


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Nuevo capítulo 

Voten para continuar ♥️

Ahora es cuando conocemos al verdadero Elliot, y estamos entrando en su relación con Ava

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