Parte sin título 8


No pude evitar observar, que algunas personitas quieren que continué con esta historia, la verdad ya no la recordaba, pero me comprometa a concretarla en la medida que mi ya defectuosa computadora me lo permita.



El rubio de grandes ojos azules y tendencia a llorar con facilidad, volteo a ver a los presentes, la mayoría ya tenia su miembro fuera de sus pantalones y otros mas discretos se acariciaban sobre sus pantalones o en su defecto tenían la mano dentro de estos. No pudo evitar lo repulsivo que eran al excitarse en tal situación.

El lugar estaba lleno de jadeos, gemidos y un tenue llanto que iba en descenso, como si el único dueño de aquel lloriqueo estuviese perdiendo las ganas de luchar, la esperanza de ser salvado y la conciencia... siendo arrastrado al mundo de Morfeo. Tal ves así es mejor para él . Penso Takemichi y Baji a la par.

_Que poco aguante tiene_ Kazutora escupió con veneno aquellas palabras al notar como su victima estaba completamente inerte, con la respiración lenta y pausada. _Tal ves este muerto_ Se levanto y libero por completo su semilla en el maltratado rostro de Matsuno, mirando con sus hermosos ojos dorados como finalmente había logrado mancillar y ultrajar al solecito que Baji tanto le describía en sus cartas. 

Hanma también se alejo del menor acomodanose los pantalones. _Con que así se siente follar a un ángel?_ Pregunto retoricamente al compartir una sonrisa complicse y soberbia con Kazu. _Celestial_ Sentencio al escuchar los jadeos frustrados y celosos de sus subordinados. 

Baji también se levanto y arreglo los pocos mechones que se le escaparon de la coleta, intento no ver el estado actual de su solecito, sabia que si le diera una misera mirada, aunque sea de reojo, vomitaría. _No estuvo tan mal_

...

Después de dar por terminada la prueba de fe, Tora tomo a Takemichi de una de las solapas de su chaqueta y lo llevo al centro, al lado un inconsciente y desnudo Chifuyu. _Llévate lo que queda de la perra de Baji y asegúrate que Mikey y el resto de los Capitanes lo miren... de pies a cabeza_ Sentencio alejándose junto a Baji y Shuji. _El resto, vayámonos de aquí antes de que llegue la policía.

Molestos, decepcionados y frustrados sexualmente el resto de Valhalla los siguió, ellos también querían tener la oportunidad de tocar el pequeño y deleitable cuerpo del joven Matsuno. 

Hanagaki trago grueso, preocupado de como se supone que cargaría a un niño desnudo por las calles de la ciudad, despertarlo no era una opción pues su evidente y lamentable estado actual, le indicaba que no rocobraria el sentido, hasta después de recibir ayuda medica. Suspiro se quito su propia chaqueta e intento cubrir lo mejor que pudo a Chifuyu intentando no lastimarlo.

Llamo a la ambulancia con agonía en su voz, objetivamente no sabia que tan probable es que un ser humano pudiera sobrevivir después de recibir tal tortura. Pero esperaba que ese pequeño e indefenso niño se salvara. Después llamo a Mikey y Draken para notificarle de la traición definitivamente de Baji Keisuke.

...

Las horas pasaron, Baji llego a su hogar portando ahora una chaqueta blanca, se veía tan orgulloso, intimidante y peligroso por fuera, pero por dentro era un completo manojo de nervios, su tristeza y decepción propia lo consumían esa fría y solitaria noche, sin nadie que le preguntase si ya había terminado con su tarea, sin nadie que lo envolviera en un abrazo seguro y tierno, sin nadie que deje su embriagador olor a frutos rojos en sus chaquetas... Sin su sol.

Al lado de la ventana, miro como de pronto un conocido gato negro llego hasta su persona, lo dejo pasar como siempre intentando acariciar ese negro pelaje pero el minino le rehuyo y araño gruñendole por primera vez... Como si Peke J supiera que había dañado a su dueño. _También estas enojado conmigo Peke J?_ Pregunto al intentar acariciarle la cabeza, pero nuevamente el gato lo araño. _No te culpo_ 

De pronto escucho como la lluvia empezaba a aparecer en la ciudad, ese clima frió, fúnebre y gris combinaba perfectamente con sus sentimientos. Seguro de que los potentes truenos cubrirían sus alaridos, se dio la libertad de llorar abiertamente, de liberar un poco de su dolor y culpa en forma de un lastimero llanto, que sabia esta vez nadie intentaría consolar. 

_Perdón_ Fue la única palabra que se pudo identificar en medio de tantos balbuceos y gemidos de dolor emocional. _Perdóname mi sol_ Solo en ese momento Peke J, se acerco al de larga cabellera restregando su cabeza en una de sus piernas, maullando de forma dolorosa, como si ese pequeño minino no fuera un ignorante de la situación actual.

Se sumió en su propio dolor, desdicha y arrepentimiento profundo por esa noche, teniendo como único testigo a aquella leal bola de pelo color negro y enormes ojos quien no se veía mejor que el chico.

....

Al día siguiente, después de no haber poder concebido el sueño ni por un minuto, bajaba del  las escaleras del apartamento, con la intención de ir al colegio y la esperanza de que sus profesores lograran distraerlo de su lamentable situación. 

Grande fue su sorpresa y agonía al toparse de frente con un bien conocido rubio, lleno de vendajes en su preciosa carita, incluso lo vio cojear y tambalearse antes de ser visto.

_Chifuyu_ Susurro, ambos estaban completamente solos en medio de aquel desolado pasillo, portando el uniforme de su colegio, como muchas veces en el pasado... solo que en el presente no se respiraba esa atmósfera coqueta, vainilla, romántica. 

...

Matsuno había salido del hospital por cuenta propia al enterarse de que seria retenido en el lugar por dos semanas como mínimo,  él no tenia tanto tiempo para perder, la soledad del lugar no le sentarían bien. Creyó que al llegar al colegio podría interceptar a su novio, confrontarlo por tal brutalidad ejercida, pero ahora teniéndolo frete a frente no pudo evitar que un temblor recorriera toda su espina dorsal, no pudo evitar retroceder tres pasos al divisarlo, tampoco pudo evitar que sus manos dejaran de temblar ni que su único ojo semi sano dejara de lagrimear.... Simplemente no podía enfrentarse ante Baji sin que un bombardeo de recuerdos de apenas un día lo desarmaran.

Keisuke al notar el lenguaje corporal de su sol se mordió el labio inferior frustrado,  intento acercarse y estirar su mano para revolverle esa sedosa cabellera rubia, como muchas otras veces hizo, sin embargo lo único que obtuvo fue un jadeo lleno de miedo y a su sol mirando el suelo completamente fusionado con la puerta del apartamento. 

Bajo la mano sabiendo que su presencia solo le causaría temor a su novio. El silencio lo estaba atormentando pero entendía que mas atormentado bebía estar el contrario, le dio una fugas mirada y se alejo recobrando su camino, tragándose la disculpa que sabia el otro tanto anhelaba.  

...

Matsuno miro la firme e imponente espalda de su novio alejarse a través del oscuro pasillo, dejandole un nudo en el estomago pues un sentimiento de dolor y traición lo invadió.

Quería tanto a Baji-San, lo que empezó como una admiración profunda hacia su capitán prontamente se transformo en un enamoramiento intenso y pasional que dio inicio a un amor profundo y sincero, se imaginaba ya una vida al lado del moreno, ambos cuidando de Peke J y otros gatitos, compartiendo su plato de fideos favoritos... Ahora parecía un sueño lejano e imposible.

Le dolía el cuerpo, el rostro y sobre todo su desgarrada entrada... pero nada se comparaba con su frágil corazón al recordar al joven de mechas. _Kazutora_ Susurro su nombre con amargura.

Las palabras del joven llegaron profundo a su corazon, el solo pensar que Baji-San, SU Baji-San lo había usado como mera distracción y juguete le era tan doloroso, tan penoso, de verdad era tan fácil de ilusionar?

_De verdad nunca me quisiste?_ Lloro intentando ocultar sus lagrimas, le entrego TODO a su Baji-San, su tiempo, su amor, su ternura, su cuerpo y también sus sueños, en cambio, todo parecía indicar que el moreno solo lo veía como una muñeca sin sentimientos, con la que podía jugar cuando estaba aburrido.

Lloro mas amargamente, tapando sus hipidos con sus manitas, de pronto sintió como era abrazado desde la espalda, se asusto por un momento, pero pronto reconoció el olor de aquella fina y sexy colonia masculina. _No me digas nada Ryusei_ Pidio en medio del llanto, el nombrado solo lo pego mas intentando transmitirle confianza y cariño, teniendo una sospecha de lo ocurrido por los chismes de La ToMan















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