Me quieres?







Pov Chifuyu...

Todo a mi alrededor eran voces lejanas que se intercalaban entre lo alto y bajo, perdí la sensibilidad del lado derecho de mi rostro, lado donde mi Baji-San arremetió sin miramientos contra mi...

De verdad Baji-San lo había golpeado y herido a tal punto o todo era un mal sueño?

Le conozco desde hace poco mas de un año, eh estado a su lado por tantos días y como su vicecapitan lo eh visto aplastar sin piedad a múltiples sujetos, pandilleros y busca pleitos, le gusta la adrenalina que recorre su cuerpo cuando pelea, es una persona ruda e intimidante por naturaleza, incluso puedo llegar a afirmar que le causa satisfacción ver rostros desfigurados y narices sangrantes gracias a el...

Sin embargo Baji-San es la perfecta descripción de dualidad, pues ese rasgo de personalidad tan impulsivo y salvaje se contrasta a la perfección con su lado cuidador, protector y amoroso con los suyos.

Esas mismas manos que tantas veces fueron usadas como armas en múltiples peleas eran las mismas que mimaban a Peke J, un hermoso gatito de pelaje negro, que es nuestra mascota en común, casi nuestro propio hijo adoptivo el cual ama pasar tiempo con el pelilargo, acurrucarse en su regazo y disfrutar de la calma que Baji le brinda. Baji-San es amante de los animales, no solo de los gatos pero parece tener un don especial para estos pues siempre esa rodeado de múltiples mininos.

Los animales no son los únicos seres privilegiados de las atenciones de Baji-San, también estaba su dulce madre, una señora severa pero justa y cariñosa, Baji-San parecía esforzarse mucho en los estudios para no decepcionarla, incluso pasar las tardes encerrados en su habitación repasando las materias parece ser una de nuestras rutinas que su madre mas aprecia y admira; incluso me ah llamado el Milagro de Baji necesitaba.

Sus amigos, los cuales son casi sus hermanos son personas tan importantes para Baji-San que incluso creo que mataría por ellos, aunque tengan una dinámica entre pasiva-agresiva, con comentarios filosos, empujones amigables y burlas constantes se que el sentimiento de compañerismo y hermandad es mutuo para Drake, Mikey, Mitsuya y Pachin.

Finalmente estoy yo, Chifuyu... Aunque el normalmente me llama Sol o Fuyu, hasta hace unos pocos minutos creía que Baji-San jamás me levantaría la mano, siempre fue tan paciente cuando le doy tutorías, siempre se ah mostrado atento cuando hablo, hablo y hablo de los mangas que tanto me gusta leer aunque se que el no es fanático de ellos. 
Baji-San incluso parecía ser otra persona según sus amigos cuando estaba conmigo, su voz era mas suave, calmada y amigable, hasta evitaba meterse en peleas innecesarias a mi lado para no ponerme en riesgo.
Su madre ah dicho que incluso Baji-San se baña mas seguido y cocina con mas frecuencia desde que estamos juntos, esta tan sorprendida que incluso me ah felicitado por el cambio de Baji, aunque en mi opinión Baji-San a madurado por cuenta propia.

Nuestra relacion es prácticamente la de mejores amigos pero mucho menos violenta que la que tiene con el resto de la pandilla, siempre fue muy respetuoso con mi cuerpo y mi espacio, incluso en el pasado ah intentado y fracasado abruptamente en recrear algunas escenas típicas de mis mangas favoritos... Baji-San era para mi el novio perfecto, atento y muy amoroso rayando en lo que Mikey podía llamar como ñoño.

Siempre me sentí escuchado, respetado y querido a su lado, sin embargo ahora con uno de mis ojos totalmente dañado y mi cuerpo desnudo y con múltiples hematomas me pregunto: Baji-San, aun me quiere?

Estoy tan confundido y herido física y mentalmente, me siento desesperanzado, con temor, tengo tanto miedo que incluso estoy temblando... jamás pensé que Baji-San me hiciera sentir de esta forma tan fatal.

...

_Quien va primero?_ Pregunto Kazutora impaciente pues si miembro le dolía mucho. _Ey! perra_ El de mechas intento llamar la atención de Chifuyu palmeando sus rodillas con fuerza. _Quien quieres que te folle primero?_ Al no recibir respuesta araño con la mayor fuerza que pudo el tobillo de su victima. _Responde!_ 

_Yo lo hare_ Antes de que Kazutora volviera a hablar,  Baji camino hasta quedar entre las piernas del rubio, quien ya no opuso resistencia, aun así  Keisuke podía sentir  un tenue temblor en ambas piernas y una baja temperatura en las mismas. _Ustedes decidan quien se queda con su boca_

Su semblante estoico camuflageaba a la perfección su propio malestar, con tristeza observo como de la tierna entrada de su sol salía unos leves ríos de sangre, se veía maltratada e incluso sucia, como si Kazutora se concentrara mas en herirlo que en su propio placer o mas enfermo aun como, si el sufrimiento de Fuyu le diera placer a Tora. 

Se bajo un poco mas los pantalones junto con la ropa interior, posiciono la punta de su erecto pene en la entrada ya lastimada del rubio, acción que pareció sacarlo de su momentáneo estado de hipnosis.

_No! por-porfavor no_ Grito lo mas alto que su lastimada garganta le permitiera, Baji pudo casi palmear y saborear el olor a terror que Fuyu desprendía. 

No respondió, solo se adentro sin bacilar en aquella entrada empezando a embestirla con fuerza y constancia, su pene se sentía apretado deliciosamente, un calor muy placentero lo embrujaba de apoco.

Físicamente el orificio de Fuyu le producía demasiado placer, sin embargo la culpa, miedo, incluso asco por la situación le impedían disfrutar el momento del todo.

_Baji- San me duele_

Baji ya había perdido la cuenta de cuantas veces había escuchado esa lastimera frase salir de los lastimados labios de Fuyu, cada ves con menos esperanza en su voz, pero cada vez con mas dolor y miedo en la misma. 

_Me duele_ Susurraba constantemente distrayendo al pelinegro de su tarea, quería, deseaba, incluso necesitaba tratar a Fuyu con el mayor respeto, cuidado y amor como su persona se lo permitiera, quería salir de ese apestoso lugar con Fuyu en brazos, luego ir a su apartamento y currarlo, desinfectarlo, cuidarlo, consentirlo preparando un enorme plato de Peyoung Yakisoba y leyéndole uno de esos románticos mangas que su rubio tanto amaba.

En su mente repaso esas idílicas escenas para poder sobrellevar la situación, solo llevando su mente al mundo de las ideas y desasociando la realidad de sus pensamientos fue como pudo penetrar al rubio con un ritmo seguro y apasionado.

Por otro lado antes de que Hanma hablara, Kazutora se coloco frente a la ensangrentada carita del rubio, le miro con superioridad desde arriba y le esculpió sin importarle que estuviese pidiendo piedad. _Cállate perra_ 

El de mechas se coloco en cuclillas sacando enteramente su goteante miembro. _Te daré lo que tanto ama una perra como tu_ Con furia tomo el rostro del rubio para llamar su atención. Le miro con fascinación, admiraba cada moretón, cada hilo de sangre, cada mueca de dolor y miedo que le regalaba Chifuyu, esa admiración se transformaba en morbo, en lujuria, en placer. _Abre el hocico_ Sin esperar respuesta con ambas manos el mismo le separo los heridos labios dañando y jalando incluso los blancos dientes por la acción. _Si muerdes te juro que te empalo con una katana. _Como pudo, metido el pene en la estrecha garganta de Fuyu y así como lo metió también lo  saco pues el rubio empezó a toser con desespero. _Maldito maricon virgen_ Grito frustrado y regalándole un bofetón. 

Fuyu solo quería desaparecer, jamás se imagino siquiera que alguien fuese tan malo y cruel como para aplicar una tortura digna de la Santa adquisición, pagaría por ser noqueado en estos instantes, ya no sabia ni que parte de su cuerpo le dolía mas...

Nuevamente sintió como el de mechas tomo su cabello y le abrió la boca  con fuerza, hizo su mejor esfuerzo para no hacerlo enojar mas y tomo como pudo el pene ajeno, cosa que pareció calmar al menos un poco al de mechas. 

_Sabia que te gustaría, perra virgen_ El rubio ya estaba arto de escuchar tanto insulto hacia su persona, para empesgar, como podía ser perra y virgen al mismo tiempo?

Al no saber que mas hacer fue Kazutora quien marco el ritmo de la felación con mas velocidad de la que Fuyu podía soportar. El rubio sentía un punzante dolor en la cabeza a la par que sentía como era ahogado por el falo ajeno sin piedad. 

El sabor y textura le asqueaban, ni siquiera sabia que un pene se pudiese meter a la boca, no chupaba ni movía su lengua por el miedo, lo que si intentaba era no morder por la evidente amenaza que el de mechas le dio.

...

Paralelamente Takemechi miraba la escena con una mezcla de emociones, por un lado estaba preocupado por el chico rubito y por otro sentía sus pantalones apretar, se regaño mentalmente e intentaba convencerse de que eso estaba mal.

No se podía exitar por ver la violencia ejercida en un pequeño adolescente, para eso tenia que estar tan enfermo como esos tres agresores. 









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