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El miércoles, tú y Parrish conducen a los restos de la casa Hale.

"¿Vive aquí?" Parrish pregunta, y luego se encoge de hombros, como si de repente recordara que eso no es lo más loco que sabe sobre Derek Hale.

En realidad, 'saber' podría ser una exageración. Tú y Parrish realmente no lo han discutido.

"Ciudad extraña", había dicho mientras observabas a los chicos de la oficina del forense embolsar los cuerpos en la habitación del motel esa noche.

"Sí", dijiste, y te preguntaste si su renuncia llegaría a tu escritorio a la mañana siguiente.

Todavía no lo ha hecho.

Lo único que sabes es que Derek Hale de alguna manera rastreó a los hombres que lastimaron a Stiles, y los mató. Y probablemente salvó su trabajo, y su libertad, al hacerlo, porque no habría dudado en hacer lo mismo si los hubiera encontrado primero.

Esos monstruos merecían cada jodida cosa que tenían.

Derek Hale está esperando los restos ennegrecidos del porche cuando tú y Parrish salgan del auto.

"¿Vives aquí, Derek?", preguntas.

"Encendido y apagado", dice. "Señor".

"Consigue un lugar decente", le dices. "Y un trabajo".

Sus cejas se unen.

"Eso es todo. Esa es la charla. Aparte de la parte en la que te digo si lo lastimas, te haré arrepentirte de haber nacido".

Se endereza. "Nunca lo lastimaría".

Lo sabes. "Además, guárdalo en tus pantalones hasta que tenga dieciocho años".

"Sí, señor".

De hecho, le crees, aunque una vez que Stiles vuelva a sí mismo, estás bastante seguro de que tendrá una batalla en sus manos. Los adolescentes son lo que son, y Stiles está particularmente motivado por los objetivos.

¿Ese perro que había querido cuando tenía trece años?

Lo había mantenido durante meses. Al final tuviste que negociarlo para una Playstation. Lo que entonces sospechaste que había sido su objetivo todo el tiempo. El niño es un conspirador.

"Te está invitando a cenar el viernes". Apoyas tus manos en tu cinturón de utilidad. "Vas a decir que sí".

"Sí, señor".

"Bien." Te giras para ir.

"¿Sheriff?" Se parece un poco al niño asustado que recuerdas de la noche del incendio. "En el motel. Lo sé ..." Su mirada se desplaza de ti a Parrish y viceversa. "Sé que viste..."

"No sabes lo que vi", le dices, "Porque no estabas allí".

Vuelve a fruncir el ceño. "¿No quieres saberlo?"

Intercambias una mirada con Parrish. "Derek, esto es todo lo que necesito saber. Mi hijo es un puñado. Es nervioso, torpe, ruidoso, y tan jodidamente inteligente que puede correr anillos alrededor de la mayoría de la gente, incluso a mí. Especialmente yo. Pero también sé que Stiles es lo mejor que me ha pasado, y tal vez eso es algo que tenemos en común".

Derek traga y asiente.

"Sé que me está guardando secretos, y sé que me lo dirá cuando esté listo. Sé que lo que sucedió en esa habitación de motel no podría haberle sucedido a personas más amables". Sus voces se enganchan un poco en eso. "¿Y Derek? Sé que a veces cuidar de Stiles es más que un trabajo de una sola persona".

Él asiente de nuevo, flexionando los dedos a los lados.

"Estás en el equipo ahora", le dices. "No lo jodas".

"No lo haré".

De hecho, tú también lo crees.