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Dos días después de que suceda, Stiles regresa a casa. Hay un ramo de globos de colores esperándolo en la puerta, cada uno adornado con "MEJÓRATE PRONTO". Stiles se arrastra directamente más allá de ellos sin mirar.

Sientes un estallido de ira porque la gente no sabe cómo lidiar con esto. Tú no. Pero mejórate pronto de que el infierno no lo cubre. Revisa la tarjeta porque no puedes; es de Allison y Lydia. Te preguntas si ya lo saben. No sabe a quién le ha dicho Stiles, pero ha recuperado su teléfono desde ayer, y lo ha visto enviar algunos mensajes de texto. No puedes imaginar que sea fácil borrar la palabra, pero tal vez no sea más difícil que decirla en voz alta.

O tal vez aún no se lo ha dicho a nadie.

Cualquiera excepto Derek Hale.

Lo sigues escaleras arriba hasta su habitación.

Se acurruca en su cama.

No es el mismo niño que durmió aquí por última vez. Ambos lo saben.

"¿Pizza para cenar?", le preguntas.

"Supongo".

"Tendré, ah, tendré que salir a recogerlo".

Gira la cabeza para mirarte. "Está bien, papá. Estaré bien".

No quieres dejarlo solo. Nunca más.

Comprueba que tiene su teléfono al alcance de la mano, y luego te mueves a su ventana para cerrarla.

"Déjalo, por favor". Se encuentra con tu mirada directamente por primera vez en horas. "Déjalo abierto".

"Llámame si necesitas algo", le dices. "Incluso si son solo palitos de mozzarella adicionales".

Aparta la mirada de la ventana y te muestra una sonrisa débil. "Estaré bien, papá".

No sabes si eso es un sí o un no en los palitos de mozzarella. Los obtendrás por si acaso.