Sonreí un poco y me limpié las lágrimas con la manga de mi sudadera.

- Pero... Sois 10. - informó Scott algo decaído - No cabemos todos.

- Tranquilo. - me levanté del suelo con cuidado - Llevarles a ellos. - extendí mis alas - Yo os seguiré volando.

Los ojos de los dos por poco se salieron de sus cuencas.

- Pero...¿Qué?... ¿Cómo? - Stiles miró a Scott - ¿Eso es posible?

Él solo levantó los hombros sorprendido y sonrió.

Los Sobrenaturales subieron al coche apilándose uno encima de otro.
Stiles arrancó y yo alcé el vuelo al desplegar mis alas, siguiendo de cerca el Jeep.

A cada rato miraba a Allison. Murmuraba cosas sin sentido y sus latidos iban haciéndose cada vez más débiles.

- ¡Más rápido! - rogué y ellos aceleraron.

3 minutos más tarde pude leer un cartel en el que ponía bien claro:

"Bienvenido a Beacon Hills"

Suspiré aliviado y aterricé en el suelo cuando el Jeep frenó.

- ¿Sabéis de algún médico que no esté contra los Poderosos? - pregunté al aterrizar.

Se miraron entre ellos.

- Sí. - dijeron a la vez.

(...)

- ¿Qué le ha pasado? - preguntó la mujer cuando coloqué a Allison en la camilla.

- No lo sé... - susurré - Tuvimos que escapar de nuestro cuartel, y cuando salimos, esa herida ya estaba allí.

- ¿Por qué tuvisteis que escapar? - preguntó Scott.

- El edificio explotó. - contesté sin perder de vista los procedimientos que hacia la mujer a Allison.

- Wow. - comentó Stiles sorprendido.

Me acerqué a la camilla y me senté al lado de Allison, agarrando su mano buena y admirando su rostro, ahora completamente pálido.

- Es... muy importante para tí ¿verdad? - adivinó Scott colocándose a mi lado.

Asentí levemente y tragué en seco controlando el llanto.

- Es todo lo que tengo. Es mi vida. - afirmé con la voz rota por las lágrimas que iban a empezar a salir.

- ¿Cómo se llama? - preguntó ahora la mujer.

- Allison...

Un silencio sepulcral invadió la sala.
Miré a Scott por el rabillo del ojo. Parecía pensativo.

- ¿Crees que se pondrá bien? - pregunté cuando la mujer se quitó los guantes.

Ella suspiró y me temí lo peor.

- No lo sé. - me miró con pena - Le han administrado occidit potestates.

- Mata poderes. - explicó Stiles cuando observó mi rostro confuso.

Por eso no se regeneraba.

- La cura la tengo, pero la regeneración durará una semana y provocará mucho dolor en su cuerpo.
Si no lo soporta, podría morir.

- ¿Y si no se le da la cura? - preguntó Scott al ver mi estado de terror.

- Moriría. - el aire se atascó en mis pulmones - Tiene muchos poderes, y conseguir matar todos... Sería como matarla a ella.

Cerré los ojos con fuerza, reprimiendo las lágrimas, y asentí.
Haría todo lo posible por salvarla.

(...)

Salí afuera a tomar el aire. No podía seguir dentro de la clínica. No con Allison gritando de dolor.

Los Sobrenaturales se habían ido a descansar a la casa de Scott, pero, aunque no quisiera verla sufrir, yo no me iba a alejar de aquel hospital.

Un grupo de personas se acercó a mí. Pude distinguir a Jack y Selena en él.

- Hola. - saludaron los dos con emoción - ¿Y los demás?

- En la casa de otro hombre lobo. - me senté en el borde de la acera - Allison está en el hospital.

- ¿¡Qué?! - exclamó Selena - ¿Qué le pasa?

- Creo que una de las moscas que destruyó el edificio la picó. - informé en un susurro - Y llevaba mata poderes.

Los dos se quedaron en silencio, procesando la información.
Selena se lanzó a mis brazos a la par de Jack.

- Voy a volver a dentro. - dije y me levanté - Si vienen los demás, avisarles.

Les ofrecí la dirección de la casa de Scott. Él había dicho que podíamos quedarnos el tiempo que quisiéramos y pretendíamos hacerlo.

Entré al hospital y diamvulé por los pasillos. Se podían oír los gritos de Allison desde allí.

Derramé algunas lágrimas que limpié con fiereza y entré dentro de la sala.
Melissa, la médica, me miró con una mueca triste.

- ¿Qué tal está?

- Débil. - susurró - Pero el antídoto ya está empezando a funcionar.

Asentí y me senté al lado de Allison.

Después de media hora, la puerta se abrió de golpe.
Daniel, Calum, Corbyn, Jonah, Marie y Chris, entraron en la habitación con una expresión de preocupación en el rostro.

Daniel fue el primero en acercarse a Allison.

- Era verdad... - susurró con la voz quebrada.

Se sentó a mi lado y tomó su mano.
Los demás se quedaron allí parados, en silencio, menos Marie.
La pequeña se tiró a lo pies de Allison y comenzó a llorar.

Chris abrazó a Melissa.

Aquí había algo que me estaba perdiendo.

Cogí a Marie y la senté en mi regazo, acunándola en mis brazos.

Esto era una mierda.

(...)

- ¿Habéis sacado sangre a Allison últimamente? - preguntó Melissa rompiendo el silencio.

- No. - contesté confuso - ¿Por qué?

- Al lado de la picadura de la mosca, hay otra pequeña perforación en la vena. - explicó y se quitó los guantes para después cruzarse de brazos - Le han sacado sangre.

- ¿Qué? - exclamó Daniel - No, no, no, no.

- ¿Qué pasa? ¿Eso es algo malo? - preguntó Jonah extrañado.

- Si se trata de ella, sí. - suspiró - Pueden hacer mucho con esa muestra de sangre. Cómo descubrir sus poderes. Se darán cuenta de que es ella y la mandarán matar.

¿Algo más vida? ¿Por qué no mandas un asteroide y matas a todos de paso?
Sería mucho mejor que esta mierda.