Epílogo

Diana

- McGonagall, estate quieto. –Regaño al gato que por tercera vez está recolgándose de la guirnalda de la parte baja del árbol.

Suspiro exasperada y sigo colocando los últimos adornos de navidad. Estoy muy nerviosa, nos hemos mudado a un ático en el centro de Madrid y hemos organizado nosotros la cena de nochebuena de este año.

- Carlos, ríñele tú que a ti te hace caso.

Llaman al timbre y voy corriendo a vestirme mientras Carlos abre la puerta. La voz de Luca me hace sonreír.

- McDonald. –Grita llamando al gatito.

Tras ponerme un vestido de encaje rojo con manga corta y unos tacones negros, salgo de mi habitación. Tal como abro la puerta de mi habitación, McGonagall entra corriendo y se mete debajo de mi cama. Pobre, no le gusta ser el juguete de mis sobrinos. Lucas intenta entrar detrás de él pero le cojo en brazos antes.

- ¿No le vas a dar un beso a la tita? –Pregunto haciéndole cosquillas.

Le dejo en el suelo pero se olvida del gato al oír la voz de David e Isa entrando. Sonrío y voy al salón donde Claudia está en brazos de su madre jugando con el collar de Andrea. Álvaro habla con Carlos sobre los planes de gira próxima. Parece mentira que se haya pasado ya dos años de descanso. Bueno, en realidad cuando yo volví con Carlos, ya llevaban unos meses de parón. Sólo hace dieciocho meses de que nos volviéramos a ver y poco más de un año desde que volviera de... de Ámsterdam. Por suerte, conseguimos reunir pruebas suficientes para denunciar a Jace tan sólo una semana después y el juicio será en febrero de este año que va a entrar.

Sigo hablando con Hari, no todo loa días pero sí al menos una vez a la semana. Incluso les invité a ella y a Michael a la cena de hoy, pero ha preferido no venir.

Llaman al timbre otra vez, ahora voy yo a abrir. Sara, con su alegría constante, me abraza nada más abrir.

- Por fin te veo, ¿qué tal las cosas con la familia de Carlos?

- La verdad es que muy bien. ¿Y mis sobrinos cómo están?

- Genial, ya dan pasos solos.

Sonrío y cojo a Daniel en brazos. Sé que es él básicamente porque lleva un jersey con una gran D en el pecho. Sigo confundiéndole con su hermano gemelo. Por mucho que Sara diga que son distintos. Son. Exactamente. Iguales.

Dani llega cargando con Alex en brazos. Me da dos besos y entra en casa. Tras ellos llegan Blas y Miguel. Ya solo falta el team lady, o lo que es lo mismo, Kenya y Carla. Carlos me abraza por la cintura mientras sigo jugando con Daniel.

- ¿Te imaginas un futuro así? Tú, yo y un bebé. –Yo sonrío por sus palabras.

- Carlos, eso es algo que tenemos que hablar y reflexionar mucho. No se puede decidir ser padres sólo por verme con un bebé en brazos.

- Lo sé, vuelvo a la cocina antes de que se queme la cena.

Carlos se va y yo voy al salón. Claudia está en la alfombra en el salón jugando con Alex, más bien quitándole su juguete. Dejo a Daniel para que juegue con ellos, la única niña le quita su chupete y se lo pone ella.

- Creo que ya sé a quién ha salido Claudia. –Dice Miguel entre risas.

Andrea mira de mala gana a Miguel.

- No me mires así, sabes de sobra que Claudia es como una fotocopia tuya. Pobre Álvaro que tiene dos como tú en casa.

Todos reímos menos la aludida que le da una colleja al rubio, quien se queja porque dice que Andrea pega muy fuerte.

La noche pasa entre risas a bromas. Pueden pasar los años y podemos cambiar físicamente y formar una familia pero la esencia permanece. Sólo hay que mirar los ojos de Carlos cuando canta, siguen brillando como la primera vez que se subió a un escenario.

Tras una agradable noche, todos se van yendo a casa sólo quedamos las dos parejas gays del grupo y nosotros dos. Todos los niños, menos Lucas que está entusiasmado con el Tiranosaurio que Carlos y yo hemos "pedido" a Papá Noel, estaban ya dormido cuando sus padres se marcharon con ellos en brazos.

Entre los seis quedamos recogemos todo el salón y la cocina del caos de platos, vasos, copas y cubiertos que hay. Dejamos el lavavajillas haciendo su función y nos sentamos en los grandes sofás del salón.

- Parece mentira, los únicos que quedamos sin hijos somos nosotros. Hasta David se ha atrevido a la locura de ser padre. –Suspira Miguel.

- Sabes de sobra que Andrea le hubiera matado si no se hubiera hecho cargo de Martín. –Le respondo apoyándome en el pecho de Carlos.

- Por mucho que lo nieguen, Andrea e Isa se parecen más de lo que creen. Ambas madres jóvenes y con un chico mucho mayor que ellas.

- La diferencia es que lo que hay entre Andrea y Álvaro es duradera y entre David e Isa fue una noche que se les fue de las manos y sólo siguen siendo amigos porque tienen un hijo en común.

Miro de reojo a Kenya y Carla que ignoran nuestra conversación y se dedican a darse cortos besos.

Sonrío. En este año Kenya ha cambiado un montón, ha confesado a sus padres y a todo el mundo que está con Carla y se ve que la rubia no puede hacerle más feliz. Me alegro tantísimo por ellas.

A Blas y Miguel no les va tan mal, se tomaron en serio la idea de la boda en Las Vegas. Allí que nos fuimos todos, menos Sara y Dani que acababan de ser padres unas semanas antes, y celebramos que el amor triunfa siempre. Quieren ser padres, pero el hecho de ser dos chicos dificulta mucho el proceso.

Ambas parejas no tardan en irse al ver que son ya las dos de la madrugada y mañana tocará comidas familiares. Carlos y yo nos quedamos solos.

- ¿Cuándo te dijiste antes que pensara en nosotros con un bebé iba a en serio? –Le pregunto poniéndome el pijama y metiéndome en la cama, la cena de hoy me ha dejado bastante cansada.

- Sí, aunque no ahora, como una idea futura. Sabes que vamos en volver a cantar, en cuestión de meses. Tal vez en un tiempo, cuando tú te veas preparada.

Carlos me abraza por detrás como todas las noches y me giro para mirarle.

- No sé, nunca habíamos hablado se ser padres, pensé que con K y McGonagall era suficiente para ti.

- Sólo lo he dicho como una posibilidad. Somos los únicos que no somos padres o tenemos planes de serlo pronto.

- ¿Por qué todos sean padres nosotros también debemos serlo? –Le pregunto un poco desilusionada.– Un bebé no es unos zapatos que se compran porque ahora se lleven. Es una responsabilidad enorme.

- No me refería a eso, lunita. –Se esconde en mi cuello.– Te quiero y lo sabes, Diana.

- Quererse no consiste en tener un hijo, Carlos. ¿Tú sabes las responsabilidades que significa un bebé o te recuerdo lo que pasó el último aniversario de Sara y Dani?

- No fue mi culpa de que K arañara a Alex. Si le cogió de la oreja, normal que el gato se defendiera.

- ¿En serio te comportarías así si alguna vez tenemos un hijo? –Le digo molesta.

- ¿Eso es que te lo estás pensando? –Me pregunta con una sonrisa.

- No lo estoy pensando como algo ya inmediato pero en un futuro, no estaría mal. –Confieso.

- Cuando ocurra, intentaré estar todo el tiempo que puedo contigo, con vosotros. Verás tú, será un niño tan guapo como tú.

- ¿Y cómo le llamaríamos?

- No sé, si es una niña, me gustaría llamarla como tú, Diana, y si es niño... No sé, tal vez Ares, me gusta ese nombre.

- Pensé que dirías tú nombre.

- Carlos Marco sólo puede haber uno. –Dice con (fingido) tono egocéntrico.

Río y le acabo contagiando la risa.

- Eres absolutamente imposible, Carlos.

- Aun así me quieres o por lo menos eso parece teniendo en cuenta que llevamos más de un año casados.

- ¿Cómo no te voy a querer? Si eres... –Carlos me besa en los labios callándome.

Sonrío y me dejo llevar por sus besos que se cuelan en cuestión de minutos por debajo de mi pijama rosa que él me quita con sus caricias.

Mira mi cámara, que está sobre mi mesilla de revisar las fotos de hoy antes de meterme en la cama, la coge y nos hace una fotografía besándonos. No sé cómo ha salido ni me importa mucho ahora. Solamente me importa Carlos y estar tan cerca el uno de otro, y no sólo físicamente.

- Te amo. –Susurra Carlos antes de unirnos.

Y así, esta noche de Navidad, termina con el mejor de los regalos, amarnos como sólo nosotros sabemos. Porque, las charlas de almohada nunca nos van a faltar.

Bueno, lunatic@s esto es to... esto es to... esto es todo amigos.

Bueno, vaaaaale, no lo es. Va a haber un pequeño spin-off (va a ser relativamente corto) donde resolveré algunos cabos sueltos como el repentino instinto paterno de Carlos🌚. La estoy escribiendo ya y todavía no tengo una fecha decidida para empezarla a publicar. ¿Me dejáis dudas en los comentarios sobre algo que queráis saber (no tiene por qué ser sólo de Diarlos).

Pd: Os dejo la portada aqui abajo y vosotr@s ya sacais conclusiones.

Pd2: Es una obra de arte de xcarlosftmex

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