Diana

Carlos cierra la puerta dejándonos solos. Miguel no aparta su mirada de mí.

- ¿Me vas a contar ya que líos te traes con Carlos?

- ¿Con Carlos? –El asiente.– No me traigo nada con él. Sólo... Somos amigos

- No puedes ser amigo de un ex, Diana, sobre todo teniendo en cuenta como acabasteis. Le darás ilusiones cuando tú estás con Jace. Volverás a romperle el corazón. –Miro la venda de mi brazo y juego con un hilo que se le ha salido.– ¿Te hiciste eso tú sola?

Le miro. No puedo mentirle. Sé lo preocupado que esta por mí.

- Fue Jace.

- ¿Por qué no me has dicho nada? Hablamos prácticamente todos los días. ¿Lo ha hecho más veces?

Asiento. Cojo aire y entre lágrimas le cuento todo. El contrato, los celos de Jace, el compromiso y todo lo que ha pasado desde el momento en el que aterricé en España hasta las preguntas con Carlos de esta mañana. Miguel escucha todas mis palabras con atención. Hasta que termino de hablar.

- ¿Me dejas darte un consejo? Bueno, soy tu mejor amigo y el encargado de decirte cuando estás haciendo la idiota, y como ahora lo estás haciendo sólo te digo: Deja de creerte la protectora de la felicidad de todo el mundo y empieza a pensar en la tuya. –Me acaricia la mejilla limpiándome las lágrimas.– Mereces ser feliz, Diana. Te lo mereces más que nadie.

Me da uno de esos abrazos que sólo él sabe darme y que me hacen sentirme protegida.

- Una última cosa, Carlos está loco por ti y tú sigues enamorada de él. Tienes diecinueve, arriésgate y disfruta la vida.

Cierro los ojos con fuerza. No quiero llorar más.

- ¿Cambiamos de tema, por favor?

- Está bien. Adivina que me dijo Blas anoche.

Le miro sin entenderle. ¿Cómo voy yo a saber qué le dijo su novio?

- Que te quiere. –Respondo dudosa.

- Mejor. –Se separa de mí y me enseña su mano izquierda.

Un anillo de plata, que no llevaba ayer en la boda, adorna su dedo anular.

- Me ha pedido que me case con él.

Suelto un gritito agudo.

- ¿Qué os casáis? ¿Cuando? ¿Cómo te lo ha pedido?

- Anoche en la cena. No fue demasiado romántico pero después nos fuimos al jardín los dos, me estuvo cantando y luego...

- No quiero saber si lo hicisteis. No. Quiero. Traumas. –Le interrumpo tapándome los oídos.

Miguel me quita las manos.

- Luego nos dormimos abrazados. No somos como Carlos y tú que a la mínima estáis "intimando".

Le miro mal. No es necesario que meta el dedo en la llaga.

- Me voy a desayunar, ¿vienes o te quedas?

- Me voy mejor, no quiero que llegue tu amorcito y me confunda contigo. No me van los rubios.

- Deja de llamarle mi amorcito. Además, anoche no intentó nada conmigo. Sólo me consoló y estuvo intentando que no pensara en lo que acababa de pasar con Jace.

- Deberías mandarlo a la mierda. A Carlos no, al intento de ser humano que tienes como prometido.

Salgo de la habitación y el sonido de voces me lleva hasta la planta baja donde están todos desayunando. Carlos me indica que me siente encima de él y así hago. Él abraza mi cintura y apoya su barbilla en mi hombro.

Carlos

Huelo el perfume de Diana. No es el mismo que cuando salíamos, pero me gusta. En realidad me encanta todo de ella , hasta su malo humor cuando la despiertan.

Todo el mundo está hablando. Ni tengo ni idea de que o quien. Cierro los ojos y disfruto de la voz de Diana vibran en su pecho. No necesito nada más.

- ¿Carlos te apuntas? –Me pregunta Kenya.

- ¿Qué si me apunto a qué? –Pregunto desorientado.

- Vamos a dar una vuelta por el pueblo de aquí al lado, si te vienes.

- Vamos todos, Diana también. –Me dice Carla con doble intención.

Sabe mejor que yo que todavía sigo pillado por mi lunita.

- Iré, no me apetece quedarme sólo.

David entra en el salón cogido de la mano de una chica que parece bastante más joven que él. Lleva una camiseta de David. La pobre chica se sonroja al ver a tanta gente allí mirándola fijamente.

- Chicos, –Dice David.– ella es...

- Isabel. –Le interrumpe Andrea.

- No sabía que os conocierais.

- ¿Qué si conocemos? Es mi hermana pequeña. Isa, no me puedo creer lo que has hecho. ¡Qué tienes diecisiete años! David te saca más de diez.

- ¿Tienes diecisiete? ¿Por qué me dijiste que tenías veinte? –Pregunta David.

- ¿Enserio Andrea? ¿Tú me vienes a dar clases de moral? Cuando tú fuiste la que se quedó embarazada con mi edad. Yo por lo menos tengo la cabeza de hacer las cosas bien.

- Isabel, calla. –Le grita Andrea.

- ¿Qué? ¿Acaso lo que estoy diciendo es mentira? ¿Quizás llevabas mucho tiempo con Álvaro cuando te dejó preñada o lo planeasteis? Vamos, Andrea, no es la primera vez que hablamos de esto.

- ¿Pero sabes la diferencia? Que Álvaro me hace muy feliz y aunque no planeamos tener a Lucas, se hizo responsable de él.

El ambiente está muy tenso. No salgo huyendo en la dirección que sea porque estoy demasiado lejos de la puerta y sería muy cantoso. Miro a Álvaro y está acariciando la mano de su chica para que se calme. Nos ha dicho que con este bebé, que aún no sabemos si es niño o niña, está más afectada con las hormonas que con el embarazo de Lucas.

- Que me da igual lo que me digas. Lo hecho, hecho está.

Sale de la sala bastante enfadada. David le sigue pero Andrea corre detrás de su hermana y detiene al chico.

- Necesitamos hablarlo a solas, David. –Pronuncia el nombre en inglés.

Nos quedamos todos en absoluto silencio. Parece un velatorio.

- Deberíamos irnos a vestir ya. Si no, se nos hará muy tarde. –Dice Kenya.

- Yo no tengo mi maleta.

- Diana, la bajamos Blas y yo del coche y la dejé en la que iba a ser tu habitación. –Responde Miguel.

- Está bien, vamos a vestirnos.

- ¿No desayunas nada? –Me dice mi mejor amigo.

- No me apetece. Iré a vestirme.

- Está bien.

Diana

Me detengo frente a la puerta de mi habitación. Las piernas me fallan, no quiero entrar. Apoyo mi mano en el pomo de la puerta pero los recuerdos de anoche vuelven a mí. Las lágrimas se me escapan. No puedo hacerlo.

Me sobresalto al sentir una mano en mi cintura. Me giro y es Carlos.

- ¿Quieres que entre contigo?

Asiento nerviosa. Carlos pone su mano encima de la mía y entre los dos abrimos la puerta.

La habitación está vacía y la cama sigue como estaba anoche. La puerta del baño, astillada, deja ver un cuarto de baño con varios azulejos rotos por el suelo. Estoy segura de que cuando... cuando escapé anoche no estaban así.

Cojo mi maleta y le digo a Carlos que cierre la puerta desde dentro. Voy a cambiarme y no pienso quedarme sola. Prefiero veinte veces que él me vea sin ropa a que entre Jace y no pueda defenderme.

Carlos se tumba en la cama. Yo me giro y busco en la maleta hasta dar con la ropa de hoy. Saco un sujetador sin tirantes.

- ¿Te importaría ponérmelo? –Pregunto tímida.

Carlos asiente y se acerca a mí. Me quito el camisón. Carlos deja un beso en mi hombro y coge el sujetador de mi mano. Lo pone en su sitio y lo abrocha apartando el pelo de mi espalda.

Deja un beso en mi nuca y se aleja de mí. Mi vello está erizado en cada centímetro de piel que su aliento, sus manos o sus labios han tocado. Tardo un par de minutos en conseguir calmar mi respiración.

Cojo el vestido de hoy, un vestido gris palabra de honor con un cinturón gris oscuro. Miro mi imagen en el espejo de la habitación.

- Estás muy guapa.

Sonrío al reflejo de Carlos.

- ¿No tienes que cambiarte?

- Luego, ahora me apetece contemplar las vistas.

Se apoya sobre un codo y pone su mejilla en la mano. Me siento en el borde de la cama. Los recuerdos de anoche desfilan ante mis ojos una y otra vez. Una mano en mi cintura hace que me sobresalte.

- Tranquila, lunita, solo soy yo.

- ¿Por qué me sigues llamando "lunita? –Le pregunto dejándome caer en la cama.

- Porque para mí siempre serás mi pequeña Luna Lovegood, aunque no seas mía ni estemos juntos.

Mi cabeza está apoyada en sus abdominales.

- Carlos, tú sabes que estoy con Jace, no puede pasar nada entre nosotros.

- Yo no he dicho nada de estar juntos. Prefiero que seas feliz con otro, a ser posible que no sea Jace, a que estés conmigo pero no seas tan feliz.

- Tú me haces feliz, Carlos, muy feliz.

- ¿Hacemos una locura? Vámonos tú y yo solos, a la cita menos romántica del mundo.

- Perfecto.

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Hola, hola. ¿Os gusta el capítulo? La ganadora del concurso fue @xcarlosftmex (pasaros por su perfil, tiene varias historias de Carlos y están genial).

Pd: Voy a empezar unq nueva historia, ¿quienes la leeríais?

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