Capítulo 13

Diana

Carlos está dormido como un bebé. Su respiración, pausada y suave, me hace recordar esos días en lo que dormimos juntos y me despertaba sólo para verle dormir.

La luz del sol se filtra por el ventanal indicándome que es el bastante temprano tal vez las ocho o las nueve. Todavía demasiado temprano para querer o poder despertarle. Carlos se mueve un poco soltando mi cintura.

Me levanto de la cama con cuidado de no despertarle y me pongo la camisa de Carlos encima del camisón, hace frío. Cojo su móvil, su contraseña sigue siendo mi fecha cumpleaños, y me siento encima de Carlos para hacerle una foto que luego le pediré que me pase.

Más tarde, cuando llegue a casa, quiero hacer un retrato de este instante. Inmortalizarlo para siempre. Ojalá congelar el tiempo y poder vivir siempre aquí. Carlos abre los ojos y sonríe.

-¿Dónde tengo que firmar para despertarme siempre así?

- No lo sé. Vuelve a dormir, es temprano todavía.

- Tengo a una chica preciosa sentada encima, ya no creo que pueda soñar nada mejor.

Rio. Por primera vez desde que Jace aterrizó en España y rio de verdad. Carlos hace que me caiga en la cama y se pone sobre mí para hacerme cosquillas. Entre risas le suplico que pare. Él se aparta de mí y se tumba a mi lado en la cama.

- Me encanta tú risa, ¿te lo he dicho alguna vez?

Niego aun recuperando el aliento.

- Carlos, –Empiezo a hablar aprovechando que el ambiente está tranquilo.– deberíamos hablar.

- Lo sé. –Se tumba a mi lado mirando el techo.– ¿Quién empieza?

- Me da lo mismo.

- ¿Te acuerdas cuando nos conocimos que hacíamos cada uno preguntas al otro? ¿Lo volvemos a hacer?

- Vale, empieza tú.

- ¿Por qué no rompes con Jace?

- Esa pregunta no tiene nada que ver con lo nuestro.

- Sí lo tiene cuando te hace lo que te hace y no le dejas.

- Negocios. Mi padre y el suyo hacen negocios. Si rompemos, los negocios se irán a la mierda y mi padre tendrá que volverse a España. Me toca preguntar. ¿Qué hiciste cuando me fui?

- Llorar como si no hubiera un mañana y componer.

- Ya estás mejor, ¿no? ¿Lo has superado ya?

- Me toca preguntar. ¿Has olvidado ya lo que sentías por mí?

- ¿Eso que tiene que ver con lo nuestro?

- Responde, yo te he respondido. –Insiste.

Suspiro. Me llevo haciendo la misma pregunta desde que llegué.

- Antes de volver creía que sí, que había dejado de quererte pero después de verte en el aeropuerto y de que nos besamos, no estoy tan segura. Me toca preguntar. Escuché nuestra canción en la radio. Está en vuestro nuevo disco, ¿verdad? ¿Por qué la metiste?

- Pensé que ibas a preguntarte si había dejado de quererte. Aunque se me nota demasiado que no. –No sé por qué se me escapa una sonrisa.– ¿Por qué metí They don't know? En realidad yo no quería, por mí se hubiera quedado metida en un cajón sólo entre tú y yo. Pero Blas la escuchó un día y no paró hasta que accedí a meterla en el disco, cuando quiere es demasiado insistente. Mi turno. ¿Tendrías una cita conmigo?

Carlos

Diana se queda muda. La cagué. No me podía haber callado, no. Tenía que coger y soltarle eso.

- Mejor cambio la pregunta. ¿Por qué te pusiste ayer como te pusiste por hacerlo sin protección?

- Porque no quiero ser madre.

- ¿Por qué?

- Ya has preguntado. ¿Por qué me has pedido una cita?

- Porque tengo la sensación de que lo nuestro no funciono por eso, nunca fuimos al cine juntos, ni paseamos de la mano, ni fuimos a cenar los dos solos. –Veo a Diana cerrar los ojos y acaricio su pelo.– Ya sé que son choradas, no me hagas mucho caso.

- Es un bonito detalle.

- Sí, supongo, ¿por qué no quieres ser madre?

- No es que no quiera y me niegue completamente sino que no quiero que el padre de mis hijos sea Jace.

- Deberías dejarle.

- Lo sé, Carlos, lo sé. Si no estuviera el maldito contrato de por medio, ya lo habría dejado hace mucho.

Alguien llama a la puerta. Me levanto de la cama y abro. Al otro lado están Miguel y Blas. Abrazados como de costumbre.

- ¿Venís Carla y tú a desayunar?

Creo que no están al tanto de lo que pasó la noche anterior.

- ¿No es muy temprano para ya ir dando la brasa? –Pregunta Diana sin levantarse de la cama.

- Son las diez, marmota, y pensaba que estarías durmiendo con Jace. Anoche me pareció oíros y como os fuisteis tan corriendo, pensé que estaríais haciendo cosas para mayores de 18.

Diana cierra los ojos.

- No, no estuve con él, dormí con Carlos. –Finge una sonrisa que a Miguel no parece convencerle mucho.– Vamos a desayunar, anda.

Se levanta de la cama pero le detengo con el brazo antes de que salga de la habitación.

- Tienes una conversación pendiente con tu mejor amigo. –Le digo lo suficientemente alto para que sólo ella me oiga. En respuesta, me mira unos segundos sin decir nada.– Lo digo en serio, Diana, debes contárselo.

- ¿Contarme qué? ¿Pasa algo? –Pregunta Miguel.

- Que te diga Diana.

Le doy un beso en la frente y salgo de la habitación tirando del brazo de Blas. La planta baja de la torre donde hemos dormido todos está colocada como un salón acogedor con una chimenea y varios sofás puestos junto a la chimenea. Las parejas formadas por Kenya y Carla, y Álvaro y Andrea están cada una en un sofá abrazadas y todavía en pijama. Demasiado amor para mí.

Cojo un croissant relleno de chocolate y un café y me pongo a ver el programa de cotilleos que hay puesto en la televisión. No soy muy fan de ellos, pero es lo que hay. Están hablando de la boda de ayer. De la bonita pareja que hacen Dani y Sara y de lo felices que se le ve a Álvaro y Andrea. Haciendo un repaso de las veces que han visto a Lucas con ellos.

- Pero eso no es todo, –Dice la presentadora.–, parece que el amor por fin sorprende a uno de los integrantes de Auryn más codiciados. Carlos apareció ayer junto a una chica rubia, aunque no es la primera vez que el cantante es visto con dicha chica.

La pantalla se apaga.

- Definitivamente, me ponen mala los programas estilo a este. –Protesta Carla. – ¿Yo con Carlos? ¿Enserio? Es como mi hermano, además en mi vida he besado a ningún chico.

Sara

- Dani, suéltame. –Grito intentando soltarme.

Mi marido, que bien suena decir marido, me tiene cogida sobre un hombro y avanza directo hacia la piscina.

- Como te tires a la piscina te juro que te dejo.

- No puedes, ya estamos casados. –Responde entre risas.

- Pues me divorcio.

Dani me deja en el suelo.

- ¿Estás de broma? –Me pregunta serio.– ¿Me vas a dejar por cogerte en brazos?

Asiento intentando parecer segura pero acabo estallando en carcajadas.

- No puedo ser mala contigo, no vale. –Protesto haciendo pucheros

- Soy irresistible, baby. –Responde en tono de broma.

- Pues búscate alguien que se te resista para irse contigo de Luna de miel.

- Vamos, no te enfades, sabes de sobra que sólo tengo y tendré siempre ojos para ti.

- No lo parece. –Intenta besarme pero me aparto. No estoy de humor.

- ¿Qué te pasa, princesa?

- ¿Ya no te gusto? ¿Tan poco ha durado la magia? –Miro al otro lado de la piscina para no ver sus ojos azules.

- Ey, –Se sienta en una de las tumbonas y tira de mi mano para que acabe sobre sus rodillas.– no me gustas, me encantas, princesa. Es más, estoy completamente loco por ti, desde tus ojos marrones, tu pelo desordenado por las mañanas, tu cara de recién despertada, como te brillan los ojos cada vez que ves Cisne negro, tu ropa "para estar por casa", que uses mis camisetas como pijama hasta besarte. No hay nada en el universo que me guste más que besarte. Tal vez que sonrías en mitad del beso, eso también me encanta. –Las últimas palabras las susurra sobre mi boca para a continuación besarme.

Enreda un mano en mi pelo y la otra la baja acariciando mi costado hasta llegar a mi cadera. Se echa para atrás quedando los dos acostados sobre la tumbona. Dani me deja cuidadosamente a su lado.

- Juntos para siempre. –Susurra peinando mi desordenado pelo.– Que bonito suena, ¿verdad?

- Precioso, mi príncipe.

Nos quedamos un rato en silencio. Cierro los ojos dejando que sus caricias me relajen. Anoche estaba demasiado nerviosa pensando cómo decirle que no íbamos a tener una noche de bodas en condiciones. Pero Dani fue comprensible y pasamos toda la noche abrazados.

Vuelvo abrir los ojos y estoy sola en la tumbona. Debo haberme dormido. Dani está nadando en la piscina. Se ha levantado un poco de aire. Cojo una de las toallas que hay en la tumbona de al lado y me envuelvo con ella mientras miro a Dani. No se ha dado cuenta de que estoy despierta.

Sale de la piscina de espaldas a mí y le veo hacer flexiones. ¿La obsesión de este niño con estar cuadrado no va a para nunca?

- Dani, ya estás genial. Estamos de luna de miel, deja las flexiones, ¿quieres?

Deja de hacer ejercicio y se acerca a mí. Aun no estamos de luna de miel, lo estaremos esta tarde cuando cojamos el avión.

- ¿Avión? ¿Vamos en avión?

Dani se ha empeñado en no decirme donde vamos a ir si no le enseñaba el vestido de novia y, como no he querido, sigo sin sabes dónde vamos.

- Si, vamos a un sitio que está un poco lejos.

- ¿Cómo de lejos? ¿Cómo de aquí a Madrid? –Nos separaban dos horas en coche de nuestro céntrico piso en la cuidad del oso y el madroño.

- Un poco más. Si me dieras un beso, te lo diría. –Pone morritos.

Para chincharle, le doy un beso en la frente.

- Dímelo.

- No quería ese beso –Hace pucheros.–, pero te lo diré. Nos vamos a Hawái.

- ¿Qué? ¿En serio? –Me tiro a sus brazos y le beso lento.

- En serio, princesa.

________
Hola, hola, Lunaitc@s. He pensado en hacer un pequeño concurso en los conmentarios, ¿que os parece la idea? Consitirá en cinco preguntas sobre Snapchat y Pillow Talk, más o menos de dificultad media. La primera persona en contestar recibiría por MD un adelanto (que nadie más tendrá) y le dedicaré el siguiente capítulo.

1- ¿Cual son los DOS nombre del hijo de Alvaro y Andrea?
2- ¿Qué cancion compuso Carlos a Diana? (que ella supiera que era sobre Diarlos)
3- ¿Por cuales redes sociales han hablado Carlos y Diana?
4- ¿Qué dos parejas homosexuales hay?
5-  ¿Donde se conocieron Jace y Diana?

Vota

Comenta

EAT KISSES

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top