Resumen:

Cuando Ichimatsu, sin saberlo, ayuda a una chica a salir de una mala situación, no espera enamorarse de ella tan rápido. A medida que aprende más sobre ella, ella comienza a tener un extraño parecido con cierto ídolo felino por el que su hermano está loco ...

"¿Van a un callejón? ¡¿Para una cita ?!" "¿Qué carajo?"

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De alguna manera Ichimatsu se encontró en el gimnasio, y peor aún, no estaba solo. Había estado mirando de reojo a Karamatsu durante los últimos cinco minutos, mirando mientras hacía sus "estiramientos de calentamiento". Ichimatsu debería haberse ido tan pronto como vio lo que estaba usando, esa maldita camiseta sin mangas con estampado de caras y pantalones cortos de entrenamiento que no dejaban mucho a la imaginación, pero Karamatsu lo había sobornado con un viaje al café de gatos de al lado. y aquí estaba él. Sin embargo, se negó rotundamente a entrar si Karamatsu usaba sus lentes de sol; qué tipo de imbécil llevaba gafas de sol en el interior del gimnasio. Karamatsu se había visto decepcionado, doblando sus gafas de sol y dejándolas colgar de la parte delantera de su camisa. Ugh. Ichimatsu tomó nota mental de tirarlo a la basura más tarde como venganza.

"¡Hermano!" Karamatsu hizo un gesto hacia la cinta de correr junto a él tan pronto como se abrió, la chica le lanzó una mirada a Karamatsu antes de irse. Lo que Karamatsu estaba haciendo difícilmente podría llamarse ejercicio, más como pavonearse y lucirse. Seguía mirando alrededor cada pocos segundos como si quisiera ver a otros mirándolo. Por supuesto, nadie lo estaba.

Ichimatsu se sintió dolorosamente fuera de lugar con sus pantalones deportivos y su sencilla sudadera. El gimnasio no era tan bueno; no entendía por qué Totty había comenzado a ir. No había venido a sudar, pero supuso que hacer un esfuerzo a medias era mejor que pararse torpemente en la esquina. Se acercó a la máquina, se subió con cautela y miró fijamente el panel que tenía delante.

"Hermano, ese es para la velocidad"

"No necesitas decírmelo, Shittymatsu," gruñó Ichimatsu, lanzando a Karamatsu una mirada de odio cuando se inclinó hacia su espacio. Sus ojos volvieron a los botones y números; eligió el ajuste más bajo y la cinta comenzó a avanzar lentamente.

No quería estar asociado con esa vergüenza más de lo necesario, cinco minutos como máximo. Sin embargo, en la marca de los cuatro minutos, Karamatsu se movió solo con una respiración exagerada como si realmente hubiera estado haciendo ejercicio tan duro y se puso la toalla alrededor del cuello. Señaló con el pulgar las pesas donde un par de chicas estaban probando pesas.

"Hmph, hermano, me uniré a mis chicas Karamatsu".

Ichimatsu resopló y no se dignó responder, ni siquiera se molestó en mirarlo. Oyó que Karamatsu se iba después de otro momento y alguien más ocupaba su lugar. A pesar de querer que su hermano se fuera, Ichimatsu de repente se sintió mucho más inquieto y ansioso. A la mierda Shittymatsu. De todos modos, no había querido ir al gimnasio. Todos los demás estaban en forma y hermosos, y él estaba allí . Su dedo apretó el botón de velocidad nerviosamente como si correr fuera la respuesta a sus inseguridades, y acababa de empezar a trotar tranquilamente cuando escuchó a Karamatsu llamarlo de nuevo.

"¡Ichimatsu! He terminado; vámonos." Giró y se detuvo. "No olvides tu toalla de gato".

"¿Eh?" Ichimatsu inclinó la cabeza hacia un lado. Tuvo su toalla agarrada en su mano derecha todo el tiempo. Justo cuando estaba a punto de preguntar si Karamatsu se había vuelto estúpido, sus ojos se posaron en otrotoalla colocada sobre una barra de la máquina a su izquierda. Era una réplica exacta de la suya hasta las puntadas de gato atigrado y el borde morado. Se resistió por un momento y se dio cuenta de que debía pertenecer a la chica que estaba usando la caminadora antes que él. Giró la cabeza y vio que Karamatsu ya se había retirado al vestuario. Solo quedaba un puñado de personas; parecía que la hora punta había terminado. Agarró la toalla en contra de su mejor juicio, la voz en la parte de atrás de su cabeza que decía que era una molestia y que no tenía ninguna obligación de encontrar al dueño. Pero era una buena toalla; perderlo sería un desperdicio.

Sin embargo, probablemente ya se fue, se dijo a sí mismo, e incluso si no lo hubiera hecho, probablemente se desanimaría si un tipo como él lo hubiera tocado. En serio, solo se estaba creando problemas. Casi se había convencido a sí mismo de no hacerlo, acababa de comenzar a girar hacia la recepción para dárselo a la recepcionista, cuando sus ojos se encontraron con un rostro familiar en el pasillo vacío hacia el baño. Bueno, no tan vacío. Estaba rodeada por dos chicos, uno inclinando un brazo sobre su cabeza y el otro apiñándola contra la pared con una sonrisa menos que inocente.

"Oye, te veías lindo en la caminadora con esos pantalones cortos".

"¿De Verdad? Gracias —respondió ella, sonando aburrida aunque tenía un brazo cruzado de manera protectora sobre su pecho. El otro se ocupó de un iPhone con temática de gatos.

"Sí, sí. ¿Qué tal tú, eh, ven conmigo y con mi amigo aquí y nos divertimos un poco en el barrio rojo?

Ella no parecía molesta; Ichimatsu incluso había considerado dejarla sola, pero ahora notó el leve temblor en su mano, la forma en que ella evitaba encontrarse con cualquiera de sus miradas.

"Aprecio la oferta, pero no eres mi tipo", replicó ella, moviendo el cabello con indiferencia sobre su hombro y volviéndose para irse. "Si me disculpas ..."

"Escucha, pequeña perra..." Él la agarró del antebrazo; Ella hizo una mueca, e Ichimatsu finalmente se puso en movimiento.

"Oi."

Los tres miraron hacia arriba simultáneamente, la chica todavía estaba haciendo todo lo posible por ocultar su aprensión, e Ichimatsu podía apreciar eso. Parecía que podría manejarse sola si realmente se redujera a eso, pero tal vez dos a la vez era un poco demasiado. Se aclaró la garganta. "Solo la escoria obligaría a una chica a ir al barrio rojo en contra de su voluntad".

"¿Qué dirías?"

"¿Quién diablos eres tú?" La más alta con una mano sujeta alrededor de su muñeca la soltó, burlándose y avanzando en la dirección de Ichimatsu. Malo. Esta era una mala idea, pero Ichimatsu solo metió las manos en los bolsillos de sus pantalones deportivos y comenzó a devolverle la mirada.

"Me escuchas. Dije que eres una escoria ".

"Estás buscando pelea, ¿eh? ¿Conoces a esta chica?

"En realidad no, pero reconozco la basura cuando la veo". Los labios de Ichimatsu se curvaron en una sonrisa desconcertante. "Basura como tú debería ser quemada viva. O mejor-"

La expresión de Ichimatsu se oscureció aún más, y dio lo que esperaba que fuera un paso amenazante hacia adelante. En el mejor de los casos, era un farol y, durante una fracción de segundo, no parecía funcionar. Entonces el tipo dio un paso atrás, y algo parecido al alivio se apoderó de él. Bueno, joder. Parecía que podía lograrlo.

"Deberías abrirte lentamente y arrancarte las entrañas mientras aún estás consciente para que puedas ver cómo tus tripas se acumulan en el suelo, y cuando la orina corre por tu pierna por puro terror, puedes darle..." Ichimatsu asintió. hacia la chica. "... una disculpa adecuada". Dio otro paso hacia adelante, y esta vez el tipo se veía debidamente asustado, tanto él como su compañero.

"¿Qué carajo?"

"Este tipo está loco. Ella no vale la pena; vámonos de aqui."

Con eso, estaban retrocediendo, dando media vuelta y corriendo. Ichimatsu lo encontró gracioso; incluso dejó escapar una pequeña sonrisa antes de recordar cuál era su objetivo original. Sin embargo, cuando volvió a enfocar su atención, la chica tenía una expresión de disgusto en su rostro. No es de extrañar, probablemente él también la había asustado. Oh bien.

"Uh, dejaste esto". Su mirada cayó al suelo; su mano con su toalla salió disparada mecánicamente mientras la otra apretó la suya. Esperó solo medio segundo antes de que casi se lo arrojara y se girara para irse. "Adiós-"

"Uf, esos jodidos pervertidos". Su mirada de disgusto se había suavizado a una de disgusto, con los brazos cruzados sobre el pecho mientras sacaba la lengua en la dirección en la que los otros dos habían desaparecido. La sorpresa cruzó por el rostro de Ichimatsu, tanto porque se dio cuenta de que ella no se estaba refiriendo a él como porque era mucho menos recatada de lo que parecía. Cabello castaño, ojos castaños, nariz de botón, ella no era nada especial, entonces, ¿por qué su corazón latía a una milla por minuto de todos modos?

"Gracias." Ella agarró su toalla y le dedicó una sonrisa ganadora, de esas que las chicas como ella nunca le dan a la basura inútil como él. Y gracias por ahuyentarlos. No pensé que me coquetearían así ".

¿Me gusta esto? Esa era una forma extraña de decirlo, pero Ichimatsu no la cuestionó. Estaba más concentrado en cambiarse de ropa ligeramente húmeda y llegar a casa. De todos modos, no había forma de que una chica como ella quisiera hablar con él. Ella solo estaba siendo educada.

"Uh, sí, no lo menciones", murmuró, dando un paso por donde vino.

"Tú también tienes uno".

Ichimatsu se detuvo y miró hacia donde estaba señalando. Su toalla todavía estaba agarrada ligeramente en su mano derecha. Una sonrisa genuina iluminó su rostro, una que hizo que su corazón latiera más rápido y más fuerte en su pecho. Sentía que se iba a cagar en los pantalones por los nervios, joder.

"Esos eran de edición limitada. ¿También te gustan mucho los gatos? Ella parpadeó. "¿Cuál es tu nombre? Otra vez? Soy Hashimoto ". Ella le tendió la mano e Ichimatsu solo la miró. Se le había secado la boca y apenas se dio cuenta de lo que estaba diciendo. Hashimoto? ¿No era ese un apellido?

"Yo-soy Matsuno," tartamudeó, y cuando esperó demasiado para tomar su mano, ella simplemente la retiró en lugar de abofetearlo o llamarlo un pedazo de mierda.

"Matsuno-kun," entonó ella, el tenor tranquilo de su voz le recordó el ronroneo de un gato. Ella sonrió una vez más; joder, ella estaba tratando de matarlo?

"Aquí. Déjame devolver el favor ". Ella había sacado un bolígrafo de algún lugar cuando él no estaba mirando y le había tomado la mano. Cuando se dio cuenta, casi lo tiró hacia atrás, pero no antes de que ella terminara de escribir. Ella, Hashimoto, había garabateado un par de números en su piel con tinta negra, y le tomó un tiempo darse cuenta de que era un número de teléfono. "Avísame si alguna vez quieres ir a observar gatos en algún momento. Conozco algunos buenos lugares ".

Ni siquiera tenía nada que decir a cambio, demasiado abrumado por la incredulidad.

"Bueno tengo que irme. Nos vemos, Matsuno-kun ". Hashimoto se despidió con un saludo, e Ichimatsu se quedó solo para contemplar lo imposible: ¿lo acaban de recoger?

"¡De ninguna manera!"

"Eso tiene que ser falso; Déjame ver." Osomatsu agarró la mano de Ichimatsu y tiró de ella como si no estuviera unida a él.

"Tch, Osomatsu—"

"Hermanos, no es falso. Vi a mi querida Ichimatsu ganar el corazón de esta doncella con mis propios ojos ". Karamatsu se quitó las gafas de sol para el efecto adicional, los contactos de color brillaban, pero nadie le prestó atención. Solo Ichimatsu reaccionó, retorciéndose con el ardiente impulso de estrangularlo si tan solo tuviera las manos libres.

"¡Nii-san, deberías llamarla!" Sugirió Jyushimatsu, agitando sus manos envueltas en mangas con entusiasmo.

Ichimatsu se burló por segunda vez, volviendo su rostro hacia otro lado. "A quien le importa. Osomatsu tiene razón; probablemente sea una falsificación de todos modos ".

"Bueno, el código de área es correcto". Osomatsu le devolvió la mano de Ichimatsu, apoyando los codos contra la mesa mientras su cabeza caía hacia adelante con un suspiro. "Ahhh, primero Jyushimatsu, ahora Ichimatsu. ¿Qué sigue, Choromatsu tiene sexo? "

"¡Oye!"

"Ichimatsu nii-san, llámala". Totty le ofreció su teléfono, pero Ichimatsu solo abrazó sus rodillas más cerca de su pecho y resopló. Si llamaba, probablemente ella lo rechazaría. Cuál era el punto. Solo querían verlo fallar.

"Bueno, si no la vas a llamar". Osomatsu ya había descolgado el auricular y marcado el número antes de que Ichimatsu casi volara a través de la habitación para arrebatárselo.

"Esta es la residencia Hashimoto ..."

—Ah ... Joder, odiaba tanto a sus hermanos. "E-esto es ..."

"No estoy disponible en este momento. ¡Deja tu mensaje en el nyan ~ ! "

Nyan? Ichimatsu no pudo pensar más en eso antes de que sonara el pitido, y estaba luchando por encontrar las palabras. "U-Uh, sí. Este es, eh, Matsuno. Solo llamo porque me lo dijiste ".

Todomatsu estaba cortando un dedo brutalmente a través de su garganta, y Choromatsu estaba agitando sus manos frente a su cara y simultáneamente diciendo no . Ichimatsu volvió la cabeza a un lado y los ignoró. Podemos, eh, pasar el rato en algún momento si quieres. Sin embargo, no es que tengamos que hacerlo, ni nada. Siempre que estés libre. O no."

Todomatsu le dio una palmada en la frente con la palma e Ichimatsu lo miró. "De todos modos, uh sí, llámame si quieres, supongo".

Rápidamente volvió a colgar el auricular, el sudor goteaba de su cuello. Se sentía como si estuviera hiperventilando también, maldita sea. En el silencio que siguió, escuchó a Osomatsu decir: "Uhhh, ¿cómo se supone que te devolverá la llamada si no sabe tu número?"

Mierda .

Un día se convirtió en dos y dos días en tres hasta que había pasado casi una semana desde que él dejó su mensaje y ella no había vuelto a llamar. No es que él esperara que ella lo hiciera, pero por si acaso, había estado holgazaneando cerca del teléfono un poco más de lo habitual. Vio a sus hermanos intercambiar miradas de complicidad aquí y allá, así que tal vez estaba siendo obvio. Lo que sea. No era como si realmente esperara que ella llamara. Pero solo por si acaso.

Cuando finalmente sonó el teléfono el sábado, casi se caga por segunda vez ese mes. Respondió de inmediato a pesar de la insistencia de Todomatsu de esperar hasta el cuarto o quinto timbre para no parecer desesperado. No estaba desesperado; estaba ... inquieto. Sus hermanos se reunieron a su alrededor con la misma rapidez.

"S-Sí, este es Matsuno. Oh hola."

Osomatsu aplastó su cara contra la suya para escuchar mejor mientras Choromatsu y Todomatsu se esforzaban por escuchar al otro lado. Karamatsu y Jyushimatsu flotaban en el fondo, este último saltando de un pie al otro.

"UH Huh. UH Huh."

Asintió mecánicamente, el pecho se hinchó. "UH Huh. UH Huh." Una pausa. "Muy bien, lo siento por perder el tiempo. UH Huh. Adiós."

Colgó y sus hermanos retrocedieron, con expresiones de lástima en sus rostros hasta que inclinó la cabeza hacia arriba y dijo: "Nos reuniremos mañana".

Por supuesto que lo habían seguido con los estúpidos pañuelos atados a sus cabezas. No había esperado que no lo hicieran después de hacer tanto alboroto por su atuendo. Todomatsu pensó que necesitaba un traje o al menos una bonita camisa de vestir, y Karamatsu le había ofrecido su chaqueta de cuero. Ichimatsu había rechazado silenciosamente al primero y golpeó al segundo. Al final, se fue con su habitual, sandalias golpeando contra el pavimento caliente cuando se detuvo en la esquina de la calle donde habían acordado encontrarse. Algo en él se preguntó si ella aparecería, pero luego la vio al otro lado de la calle y tuvo que contenerse físicamente para no detenerla.

Se había vestido hasta cierto punto, falda negra y un chal colgando de su esbelta figura y botas con cordones haciéndola más alta de lo que realmente era.

"¡Matsuno-kun!" Hashimoto corrió los pocos pasos más entre ellos, y había estado tan distraído que no había notado la bolsa de plástico que colgaba de su muñeca izquierda. Se veía realmente linda , pero no podía decir eso en voz alta, así que solo gruñó en voz baja y metió las manos en el bolsillo de su sudadera. Mejor que dejar que ella lo viera inquieto.

Se puso en fila junto a él, abriendo brevemente la bolsa para mostrar la comida para gatos que había comprado. Ichimatsu sintió que su corazón se saltaba un latido y tosió para cubrirlo como si ella se diera cuenta si él no lo hiciera.

"A dónde vamos", preguntó, y sin una palabra, ella le guiñó un ojo y tomó la iniciativa. Caminaron durante unos cinco minutos, ella haciendo preguntas y él respondiendo ocasionalmente, cuando de repente se detuvo. Espera un minuto. Ésta era la dirección del callejón que solía visitar.

Justo cuando tenía el pensamiento, ella se volvió y señaló un pasillo oscuro entre dos edificios de ladrillo. "Matsuno-kun, aquí es donde van todos los gatos callejeros".

Ichimatsu se congeló, un rubor trepó por su cuello. Joder, ella no solo era linda; ella era perfecta .

Todomatsu miró a su hermano al otro lado de la calle con los ojos entrecerrados. —¿Están... yendo a un callejón? ¡¿Para una fecha?!"

"¿Qué carajo?"

Los días se convirtieron en semanas, y antes de que él se diera cuenta, se habían estado viendo regularmente durante casi un mes, y fue uno de sus meses más felices hasta la fecha. No era de los que andan sonriendo tontamente, pero tal vez había dejado de arremeter contra Karamatsu tanto, tal vez sonreía un poco más de lo que sonreía. No era amor , pero era una especie de afecto extraño como el que tenía por Jyushimatsu, pero diferente. No lo cuestionó demasiado a pesar de todas las burlas de sus hermanos.

Visitaron parques temáticos de gatos, cafés de gatos, exposiciones de gatos, e incluso ella le compró parafernalia y se puso un par de orejas de gato. La hemorragia nasal en su extremo había sido una puta vergüenza, pero al menos había tomado una foto discretamente. Era linda , y quería decirle que disfrutaba de sus salidas más de lo que sugería su apariencia exterior sin entusiasmo. El iba a. Él lo haría. Hoy. Tal vez. No. Mierda.

Se preparó distraídamente, poniéndose los pantalones de chándal y escuchando a sus hermanos discutir sobre algo u otro de fondo. Algo sobre el ídolo felino de Choromatsu que había estado en pausa. Ídolo de gato. ¿Quizás Hashimoto disfrutaría eso?

Salió de la casa tratando de reunir el valor para ... confesar, algo así, no realmente. Solo me gustas o eres lindo estaba bien. No había dicho nada en ese sentido desde que se hicieron amigos. No estaba saliendo. Aún no. Probablemente no lo sería; probablemente ella no sentía lo mismo de todos modos. Casi se había convencido a sí mismo de no decir nada de nuevo cuando una voz familiar apareció en su cabeza.

"Oi, Matsuno-kuuun." Ella agitó una mano frente a su rostro, levantó una ceja y él se sobresaltó.

"Oh. Hashimoto ".

"¿Por qué te estás distrayendo?" preguntó, y cuando él no respondió, ella simplemente se encogió de hombros y se inclinó hacia él. Reflexivamente retrocedió. "Oye." Su voz se había reducido a un susurro. "Escuché que el gato atigrado de la esposa del tendero tenía gatitos. ¿Interesado?"

"Mucho", respondió automáticamente porque, por supuesto, lo estaba, pero al mismo tiempo ...

"Genial", sonrió. "Vamonos." Sus dedos se engancharon en la manga de su sudadera, pero cuando tiró, él se negó a moverse. "¿Eh?" Ella miró hacia atrás. "Matsuno-kun. Vamos a gooooo ".

"Hashimoto". El tragó saliva. "Vamos a parar."

"¿Detener?" preguntó, inclinando la cabeza hacia un lado en confusión, pero la expresión de su rostro también exigía respuestas. Joder, no quiso decir eso, pero ahora que estaba ahí fuera, no podía parar.

"¿Por qué estás saliendo conmigo?", Murmuró. "No soy particularmente guapo. No tengo dinero, vivo con mis padres, soy un NEET encerrado. No necesitas pasar el rato conmigo por lástima, ¿sabes? Su tono se había vuelto amargo sin su intención, y si ella no había sentido repulsión antes, estaba seguro de que ahora sí. ¿Quién no lo estaría? Él había vuelto sus ojos hacia la acera, esperando a que ella aceptara, cuando ella suspiró en su lugar.

"¿Eres estúpido?" preguntó, y su voz sonó mucho más feliz de lo que él pensó que sería. Levantó la cabeza de golpe y ahora era su turno de parecer confundido. Ella se encogió de hombros. "Salgo contigo porque es divertido. Porque... Ella desvió la mirada hacia un lado. "- Me gustas ".

Ella se le adelantó. Por supuesto que ella se le adelantaría. Incluso en el principio, que había sido el que había recogido de él , pero se sintió un destello de calor en el pecho.

"Matsuno, no te he contado mucho sobre mí, pero ya sabes, trabajo mucho con gatos en mi trabajo. Como un montón , y supongo que en algún momento me cansé. Pero perseguir gatos contigo ha sido divertido. Me recordó por qué me metí en esa línea de trabajo en primer lugar ". Se acercó de nuevo, atrapando su mirada a pesar de la forma en que él la había estado evitando. "¿Bien?"

De repente se sintió como un idiota, un idiota inseguro , y probablemente había un millón de cosas mejores que decir, pero todo lo que vino a la mente fue: "¿Trabajas con gatos?"

"Sí, todos los días".

"¿Qué eres, un veterinario?"

"No exactamente."

"¿Actriz de Furry AV?"

Ella hizo una mueca y le dio un puñetazo en el hombro. "Cállate."

Pensándolo bien, tal vez no debería haber tomado Choromatsu, pero Choromatsu era el mayor fan de Nyaa-chan hasta donde él sabía. No llevarlo habría sido un crimen contra la humanidad o algo a los ojos de su hermano. El otro probablemente nunca hubiera vuelto a hablar con él. A él, por otro lado, no le importaba un carajo de ninguna manera. Nyaa-chan era linda; Siempre había tenido una cosa para vestir gato, pero ella no era que linda. Cada vez que pensaba que era lindo hoy en día, le venía a la mente otra chica. La había estado buscando inconscientemente tan pronto como entraron al lugar. Estaba lleno de otaku, adultos jóvenes y hombres de mediana edad que lucían palos luminosos. Era un poco asqueroso, pero Choromatsu se estaba divirtiendo, supuso.

"¡Nyaa-chan! ¡Nyaa-chan! " Choromatsu gritó, la voz subió una octava que hizo que Ichimatsu se tapara momentáneamente los oídos.

"Tch, ¿no puedes ...?"

"¡Ichimatsu! ¡Todavía no puedo creer que tu novia haya conseguido entradas en primera fila para el concierto de regreso de Nyaa-chan! Oye." Ichimatsu todavía estaba ardiendo un poco por el comentario de la novia y murmurando que no lo estaba cuando Choromatsu se acercó a él, moviendo las cejas. "Ya que ella es tan cercana a Nyaa-chan, no crees que - ella podría presentarnos, ¿verdad?" Se había emocionado tanto con su propia sugerencia que Ichimatsu prácticamente podía ver los ojos del corazón, el color subiendo al rostro del otro más rápido de lo que Ichimatsu podía resoplar. "Kyaaa, ¿te lo puedes imaginar? ¡Nyaa-chan y yo ~! "

Ichimatsu dejó el lado de Choromatsu en algún momento cuando dijo que Nyaa-chan apareció en el escenario. El otro estaba inmediatamente absorto cantando el nombre del ídolo felino, por lo que no le preocupaba que se diera cuenta. Le pasó a la chica de cabello rosado y ojos verdes en el escenario una breve mirada antes de regresar a su objetivo principal. Hashimoto le había dado las entradas y le había dicho que lo encontraría, así que, ¿dónde estaba? Había esperado que ella estuviera esperando en la entrada principal o, si lograba conseguirle asientos en la primera fila, también debía estar cerca de la parte delantera, ¿verdad?

Sin embargo, se había vuelto oscuro y aún más concurrido.

"Tch". Ichimatsu se rindió unos minutos después de que comenzara el canto, una serie de nyan y letras que no le interesaron del todo. Supuso que tendría que esperar hasta que terminara el concierto. O al menos hasta que llegaran a un interino.

La cola de Nyaa-chan se agitaba en el aire con cada respiración que tomaba, e Ichimatsu no podía evitar preguntarse cómo se vería eso en Hashimoto. Muy lindo, probablemente. Su mente siguió vagando por un territorio menos que decente hasta que una mano grande lo agarró por el hombro y se dio la vuelta para ver a un hombre corpulento que parecía seguridad.

"Uh-"

"Me dijeron que te diera esto".

Ichimatsu arqueó una ceja ante la nueva placa que le habían entregado.

"Ya tengo un boleto", dijo y se dispuso a devolver la placa.

"Ese es VIP. Te da acceso al backstage ".

¿Entre bastidores? Eso sonaba como algo en lo que Choromatsu estaría más interesado, e hizo una mueca de escepticismo. ¿Por qué se lo estaba dando a él de todas las personas? El seguridad se encogió de hombros como si hubiera leído los pensamientos de Ichimatsu. "Oye, no me preguntes; esto es justo lo que me dijeron que hiciera. El backstage es así, para que lo sepas ".

"A-está bien". De todos modos, le vendría bien un descanso de todo el ruido y las luces. "¿Puedo ir ahora?" preguntó vacilante.

"Seguro Por qué no. Se acerca un descanso. Incluso podrías conocer a Nyaa-chan ". Rió sarcásticamente. Ichimatsu realmente no apreció eso, pero siguió al chico de todos modos, más allá de dos guardias más en la puerta y hacia un pasillo oscuro.

La música se volvió más suave hasta que casi se convirtió en un rugido sordo. "Eso es disfraces. Eso es camerino. No entraría allí a menos que quieras que el ídolo te regañe, lo cual, hablando del diablo, parece que ella está aquí ".

Tan pronto como lo dijo, se escabulló fuera de la vista, e Ichimatsu tuvo la sensación de que esta persona Nyaa-chan no era muy agradable. Probablemente un trabajo desagradable en secreto si a sus trabajadores ni siquiera les gustaba interactuar con ella. Hombre, realmente debería haberle dado la insignia a Choromatsu.

Comenzó a caminar más allá del camerino, realmente no le importaba quedarse por ahí si ella iba a ser desagradable, pero una voz familiar lo detuvo.

"¡Matsuno-kun!"

Se detuvo y se volvió, con una sonrisa burlona tirando de los bordes de sus labios. "Me hiciste esperar"

Se detuvo por segunda vez. Este no era Hashimoto. Esto era-

La ídolo felina se había detenido frente a él, el sudor en su frente y el cabello un poco desordenado por todos los saltos y cabriolas que había estado haciendo en el escenario. Era fácil darse cuenta de que los ojos verdes eran lentillas de colores de cerca, y estaba seguro de que había visto su nariz de botón antes. Espere.

"Encantado de conocerte", suspiró, enderezándose y sonando un poco sin aliento, pero ese tono como el ronroneo de un gato era inconfundible. Extendió su mano para que Ichimatsu la tomara con una sonrisa. "Mi nombre es Hashimoto Nyaa"

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