—¡Podremos pasar por pan! ¡Oh! ¿También Por pizza? ¿Podremos ir a los juegos? ¿Chimuelo puede ir?—. Me decía Axel con emoción. Hipo nos dijo que quería estar un fin de semana con nosotros. No pude negarme, supongo que podemos ser amigos después de todo.

—¡Por dios Axel! Quieres calmarte.—Axel me mira con mucha felicidad—.

—No, algo me dice que a mi papi le hubiera agradado mucho Hipo, es genial—. Mi sonrisa es borrada por aquel comentario. Si tu padre estuviera vivo...no estaríamos aquí.

Tocan la puerta y me sobresalto un poco, volteo y abren la puerta con delicadeza, pero es empujada por chimuelo. Mi hijo se levanta y lo abraza con ternura.

—¿Están listos?—. Axel se baja de la casa y sale corriendo, detrás de él un perro que era lo doble de su tamaño.

—Créeme Axel lo está—. Lo miro con curiosidad—¿Que tienes en mente?—. Él se recarga del marco de la puerta.

—Ya lo verás.

*~*

Nos subimos al carro de Hipo y Axel veía por la ventana.

—Wow, es muy diferente ver el paisaje en tu carro—. Menciona Axel—. En el carro de mi papá, podía ver el mar con mucha claridad, en los taxis de aquí, veía edificios enormes y casas pequeñas como la de la abuela, pero en el tuyo, se ve todo más opaco y con casas más grandes, con jardines enormes.—Hipo lo ve con una sonrisa—. ¿Por que no pudo venir chimuelo?—.

—Tiene que cuidar la casa, es su trabajo de todos los días, pero mañana me acompañarás temprano a sacarlo. Él sonríe y un Yess de su boca se hizo presente.

Tardamos unos minutos y nos bajamos de su auto.

—Nos toca llevar un poco de pan y algunas otras cosas. Iremos a una pequeña reunión nada grande, es un poco íntima, familiar, pero necesitamos comprarlo de una vez porque más tarde no abra.

—Bien iré a comprarlo, ¿crees que puedes cuidarlo? Si, sin problema.

Pov Hipo.

Este pequeño pueblo se encontraba lejos de la ciudad. Precia un poco europeo por el tipo de viviendas que había. Me quede cuidando de Axel un momento.

Cuando veo que seguia afuera viendo los panes tomo Axel en mis brazos, para acercarme a ella.

—¿Pensé que ya habías entrado?—. Ella voltea y señala unos pastelitos con mermelada en medio **(como el de su película) **.

—Hace mucho no como uno de esos, pero también se me antojo una cartera, no sé cuál escoger—. Los veo y le doy a Axel, ella lo carga y lo baja lentamente y solo me observa entrar a la panadería.

Pov Mery, me encontraba sentada con Axel y escuchó posadas detrás de nosotros, volteamos, y le da a Axel y ps que pequeño de queso y a mi una cartera.

—¿Compraste?...—me interrumpe de manera sutil.

—¿Los pastelitos dé zarzamoras, si—. Pongo una sonrisa en mi rostro y le doy una mordida—¿Cómo descubriste este pueblito?—. Él se sienta a lado de Axel.

—No lo hice yo, en un rato verás quien lo hizo...su casa no está muy lejos—. Acierto ligeramente—. Por cierto Mery hay algo que tengo que decirte—. Volteo—. Tenemos que viajar a la ciudad de La Haya, está en Europa, por cuestiones de mi otra compañía— sonrió y me tapo la boca con delicadeza, debido a que aún tenía comida.

—¿Pero cuantas tienes?—. Ve al pequeño lago que estaba enfrente.

—Unas más, amplíe la empresa de mis padres un poco más abarcando nuevos mercados. Así que tendremos que ir, puedes llevar a Axel sin problema.

—No creo que lo pueda dejar, vengo con dos incluidos—. Sonríe