"Pasa, puedes dejar tus zapatos en la entrada, la alfombra está limpia" Jungkook se apresuró a dejar sus cosas en el sillón para ayudar a Jimin con su maletín y abrigo, el cual dejó en un gracioso perchero de ranita que estaba pegado en la entrada. "¿Quieres algo para tomar? Tengo agua, manzanilla, creo que yogurt..."

"¿Tienes cerveza?" Jimin murmuró, mientras se distraía viendo los cuadros en las paredes y la decoración de la sala. No esperaba que Jeon fuera ordenado. 

"Sí, ¿por?" 

"Quiero una cerveza. ¿Por favor?" Jimin lo miró, encogiéndose de hombros adorablemente. "Me gusta."

"O-Oh, claro, espérame en el sillón" Eso había tomado por sorpresa a Jungkook, ya que Jimin no lucía como alguien que bebiera. Pero bueno, pensaba muchas cosas de Jimin, algunas muy bien podían ser ciertas como incorrectas. Aunque estaba bastante seguro, y en lo cierto, que Jimin era muy tierno y eso era una de las otras razones por las que casi tropieza al momento de ir a la cocina. "Aquí tienes... ¿Qué haces?"

Jimin dejó de humedecer sus labios con su bálsamo de fresa, dándose cuenta de que fue atrapado en el acto mientras usaba su celular como espejo.

"Me... humectaba los labios. Estaban algo resecos" Guardó ambos objetos y sonrió sin más, ladeando su cabeza hacia un lado. "¿Trajiste mi cerveza?"

Jungkook quería convencerse a si mismo de que le estaba mirando los labios (sí, de nuevo) por la mención del humectante de labios, no por otra cosa. No era momento de hacerse líos mentales. Menos por un par de labios rosados, gruesos y carnosos...

El castaño espabila antes de pasar a mayores con sus pensamientos y asiente, entregándole la cerveza ya abierta.

"Disfrútala" Se sienta a su lado, ambos quedando en un silencio que Jungkook no tarda en romper, carraspeando bajo y poniéndose derecho. "Nunca imaginé que uno de los dos vendría a la casa del otro."

"Menos yo" El rubio relame sus labios luego de terminarse la lata en menos de tres sorbidos, luciendo tan tranquilo como si nada hubiera pasado. "Debo admitir que pensé que me traerías a un basurero o algo por el estilo, ya que el escritorio de tu oficina siempre está desordenado."

Jungkook frunció el ceño. Oh, bueno, no era el único que asumía cosas del otro.

"¿Gracias...?"

"Your welcome. ¿Tienes otra cerveza?" Y otra vez puso esa mirada de -sé que soy lindo y que tengo poder-, así que Jungkook no pudo negarse.

Sería una noche larga. Y no solo se refería al trabajo que les tocaba hacer.

"Y yo le dije: ¿Crees que elegí ser chiquito?" Jimin ya iba por su quinta cerveza, al igual que Jungkook. Al final no pudo evitar unirse al mayor cuando este iba por la segunda lata y el ambiente entre los dos se estaba volviendo más natural, sin sonrisas forzadas ni amabilidad fingida. "No era mi culpa que construyeran tan alto el urinario..."

Jungkook soltó una carcajada, echando su cabeza hacia atrás, provocando que un poco de su bebida salpicara al sillón, aunque a esas alturas era lo que menos importaba. Extrañamente, ambos estaban pasando un buen momento en la sala de estar del castaño, olvidándose por unas cuantas horas de que eran enemigos en la escuela donde trabajaban y que debían organizar un grupo de baile, que parecía ser más disparejo que parejo, para la competencia de ese año. Solo que, claro, su conversación pasaba a tener más relevancia que cualquiera de esas dos cosas y ninguno parecía disgustado por ello.

Mucho menos Jungkook, porque Jimin en un momento de la noche decidió subirse en el regazo de este, alegando que le incomodaba el sillón. Porque, vamos, primero iba su comodidad, ¡era el invitado!

"Ningún baño piensa en las personas enanas, profesor Park" Jungkook toma un sorbo de su cerveza y le sonríe burlón, ganándose un pequeño golpe en el pecho por parte de la pequeña manito de Jimin. "Auch, solo digo la verdad."

"Eres un tonto, Jeon Jungkook" Arrastra a duras penas la palabra, antes de abrir sus pequeños ojitos como platos, recordando que ese tonto era con el que supuestamente se iba a casar. "Hablando de eso, ¿ya sabes como haremos con la mentira de que estamos comprometidos?"

"Solo debemos mantenerla hasta que los chicos se olviden de que van a competir juntos" Jungkook se encoge de hombros, restándole importancia. No podía ser tan malo. "Mientras tú estabas distraído mirándome como si quisieras matarme, o comerme, realmente no s- ¡Auch! Ya, ya, no más bromas" Aleja el pequeño puño de Jimin de su pecho y lo posa sobre su hombro, antes de continuar. "Como decía, antes de que me golpearas, les conté que caímos perdidamente enamorados del otro cuando yo te rescaté de caerte de las escaleras."

Jimin rodó los ojos. Bueno, al menos no era nada ridículo como ser salvado por un oso o el cuento barato de amor a primera vista.

"Bien, eso sirve. A la próxima no digas nada sin antes avisarme" Muerde su labio inferior, conteniendo una risita. "No quiero que media escuela sepa que tu cerebro es del tamaño de un maní por las tontas ideas que se te ocurren."

"Sí, sí, muy gracioso" Iba a quejarse, pero el timbre sonó, sacándolos de la burbuja que se había formado alrededor de ellos a medida que se iban acercando más.

"¿Esperas a alguien?" Jimin se bajó del regazo de Jungkook, como si nada, antes de que el menor pudiera detenerlo.

"No, creo" Suspira, dirigiéndose a la puerta para abrirla, solo que no pudo ni abrirla al completo porque fue empujado por un enojado chico rubio, quien era acompañado de ni nada más ni nada menos que el profesor Min Yoongi.

"Jeon Jungkook, Park Jimin, ¿me pueden decir como es posible que se vayan a casar y no me hayan avisado?"

Jin se cruzó de brazos, mientras un adormilado Yoongi bostezaba a su lado.

Sí, definitivamente iba a ser una noche muy larga.

Hola preciosas <33 Les dije que volvería! 

Les tengo buenas noticias!! hice un grupo de whatsapp que podrán encontrar en mi muro si es que quieren unirse<33 el link está para quien quiera formar parte

Espero que les haya gustado el capitulo, vamos viendo como Jungkook y Jimin se van desenvolviendo de a poco jijiji 

Las amo!  Nos vemos en el próximo capítulo!!