6.-Mi Pasado.

En un respiro ya estaban devuelta en Grimmauld Place.

Sirius tenía muchas preguntas que llegó a dudar tuvieran respuesta, la situación lo había superado. Pero haría todo en cuanto fuera posible para proteger al hijo que más que su amigo había sido su hermano... su familia.

Y él le daría esa familia al pequeño Harry Potter. 

Salio de sus pensamientos al oír un débil llamado de Hermione que estaba al lado suyo.

"-Siri..us.....-" Diciendo esto la joven bruja quiso agarrarse de él, pues se estaba desplomando hacia el piso.

Rápidamente con gran susto Kreacher y el animago la tomaron antes de que tocara el suelo de la sala.

Hermione se había desmayado, Sirius la llamaba pero ella no reaccionaba, sintió una punzada en su corazón. Aún estando delgado por su estadía en Azkaban, la tomó entre sus brazos y la cargó hasta la habitación más cercana, viendo que esta estaba llena de polvo con sabanas y en su desesperación optó por llevarla a su cuarto, ahí la recostó sobre la cama. Hermione respiraba. Su respiración hacia ahínco de una garganta muy seca, Sirius estaba asustado, Kreacher estando detrás suyo fue el que primero que actuó poniendo su delgada mano sobre la joven bruja.

-Amo, Hermione tiene fiebre....-  Sirius se preocupo, dudaba que en la casa hubiesen ingredientes para preparar una poción, no habían hechizos para curar una simple fiebre en caso de que eso fuera, se preguntaba qué harían los muggles en ese caso que no conocían la magia, ¿Y si fuera viruela de dragón? aquella chica moriría, no podía salir de ahí para buscarle un curandero en caso de hacerlo no podía llevarlo a Grimmauld Place de una forma ú otra la estaría exponiendo.¡Estaba entre la espada y la pared!.

-¿Crees que sea viruela de Dragón? los padres de James murieron por eso.- Con ansiedad y preocupación preguntaba al elfo como si de un médico se tratase.

-Hermione no está verde Amo, será mejor guarde la calma- Dijo el Elfo señalando la blanca piel de Hermione a excepción de sus mejillas que estaban un poco rosadas.  

Era cierto el animago se encontraba alterado por todo lo vivido. la mente de Sirius daba vueltas, desde su salida de Azkaban no había podido hacer gran cosa cada que una nueva situación se le presentaba solo veía lo incapaz que era para afrontarla como él quisiera, él quería ayudar y proteger pero estaba siendo apoyado por alguien más al final.¡Que horrible impotencia!

Por puro sentido común el elfo había salido por un pañuelo húmedo para ponerselo en la frente a Hermione que permanecía dormida, ardiendo en fiebre. Él elfo hablo.

-Nosotros los Elfos a veces nos enfermamos, por trabajar más de lo que nuestros cuerpos aguantan y nos curamos descansando pero preferimos morir a que nuestros amos nos liberen por no seguir nuestra labor. Hermione no es un elfo amo, ella necesita descansar.-

El animago quiso darse una idea de todo lo que había hecho Hermione antes de rescatarlo de Azkaban y después de eso hasta ese momento, habían sido demasiadas cosas era normal que estuviese agotada, ella era una gran bruja, eso lo tranquilizo. 

-Y usted tambien Amo...- Decía Kreacher saliendo de la habitación.

Sirius se vio las palmas de las manos, estaban delgadas. No se sentía débil, al contrario quería salir tomar su motocicleta ir por un curandero ya fuera muggle o de San Mungo. Pero eso era una acción temeraria que hubiera hecho sin pensar si solo se tratase de él, pero tenía que pensar en el pequeño Harry que lo necesitaba y en aquella chica.

Miró de nuevo a Hermione, seguía dormida tenía las mejillas rosadas, era una bruja muy bonita apenas más joven que él. Tocó el pañuelo de su frente, estaba tibio. Lo tomó para llevarlo al baño y refrescarlo con agua fría, al volver al lado de Hermione tocó su frente parecía que el pañuelo era de ayuda su temperatura había bajado. Habiendo estado más tranquilo las ideas comenzaron a fluir, bajó a la cocina a buscar al elfo doméstico desobedeciendo así la recomendación para que descansará.

-Kreacher...por favor ven...- Llamó Sirius ya más tranquilo 

-Dígame amo Sirius- El elfo había entrado de una habitación contigua, respondiendo al llamado. 

 -Kreacher sabes donde estan los galeones. Necesito que porfavor vayas a comprar la comida que haga falta, unas raíces de sauce son para la garganta de Hermione y una poción para la fiebre,.... y una cosa más, un tónico para retomar mi condición física ahora más que nunca necesito estar al cien por ciento.- Terminando de escuchar la orden el elfo desapareció.

Sirius subió a su habitación para seguir cuidando a Hermione, tenía algo que hacer.

Hermione seguía dormida, la arropo con una manta, cerca de ella Sirius la miraba con ternura aquella chica había sido un sueño para él, alejándose de ella se dirigio al baño donde Hermione se había enfrentado al ministro y al dementor para protegerlo.

Se acercó al espejo para mirarse por fin, después de tanto tiempo de no hacerlo, después de 2 años prisionero en Azkaban.

Estaba sumamente delgado sus huesudas mejillas sobresalían de su rostro, los ojos de igual forma estaban hundidos en su esqueleto obviamente tenía el cabello largo por debajo de los hombros, ¿Donde estaba el Sirius Black que rompía corazones en Hogwarts?.

Era de esperarse esa apariencia pero por un momento se imaginó menos deplorable, por como Hermione lo miraba, él se había dado cuenta de las miradas de la chica, pensó que seguía siendo atractivo a pesar de Azkaban pero ahora se daba cuenta, ¿Aquella chica veía belleza en él aún después de verse así?.

Con esa duda, abrió el espejo en la pared había un hueco donde habían guardados ungüentos mágicos y algunos más convencionales como navaja de afeitar y tijeras que claro podían hechizarse para que hicieran el trabajo de cualquier barbero. 

Tomando las tijeras, cerró el espejo mirándose, y comenzó a cortarse el cabello con cada mechón que caía se perdía más en sus pensamientos.

La noche que el Dementor lo atacó como cada noche desde hace dos años, la noche que Hermione lo salvó, él si la recordaba. Él pensó que había muerto y hermione era un ángel que se apiadó de su alma. La forma en la que lo miro,.... había una profundo y noble sentimiento en aquellos ojos de la chica y luego vio nada, de momentos la veía. Hasta la mañana cuando despertó, lo primero que pensó era que había muerto y que se había ido al cielo.

Cortando el último mechón, regreso en si, su cabello ya estaba tal y como le gustaba, un poco debajo de la mandíbula, estando más corto se le onduló de la forma habitual, ya se sentía un poco más él mismo.

Hermione no había despertado aún, ya era de noche. Sirius habiendo salido del baño miro por la ventana viendo el cielo oscuro lleno de estrellas ¡Que hermoso verlo en otro lugar que no fuera su prisión de azkaban!. 

-No....porfavor no me dejes.....- Era hermione que hablaba entre sueños Sirius se sobre salto pensado que le hablaba a él inmediatamente fue a su lado.

-Aqui estoy Hermione no te dejaré- La voz de Sirius parecía la había tranquilizado.

En sus sueños que eran más bien pesadillas provocadas por la fiebre, se veía en la cámara de la muerte del ministerio. El Sirius de su tiempo estaba enfrente del velo de la muerte, hermione solo podía verlo caer sin poder evitarlo era una sensación horrible volver a revivirlo, no quería eso. Corrió queriendo entrar al velo al lado de su amor, cuando fue detenida siendo jalada del brazo, lo que la hizo voltear a ver quien era. Era el joven y delgado Sirius del pasado. 

Abrio los ojos y cual fue su sorpresa al ver a Sirius de pie frente la cama, ya no estaba delgado y su cabello era corto y ondulado de nuevo, su corazón casi sale de su pecho.

Kreacher estaba al lado de ella con una botella vacía en una mano y en otra una raíz que parecía haber sido exprimida, los dos se veían aliviados de verla despertar. 

-¿Que me pasó?- Preguntaba Hermione con una mano en el pecho, como si quisiera ocultar los fuertes latidos de su corazón que ella hubiera podido jurar sonaban en toda la habitación. No podía dejar de mirar a Sirius quien tenía una botella en una de sus manos.

-Hermione se desmayó el Amo casi pierde la cabeza, Kreacher y Amo cuidaron a Hermione- Sirius tocio el Elfo estaba dando demasiada información, los ojos de Hermione se iluminaron, Mientras Kreacher salía de la habitación.

Sirius se acercó sentándose a su lado en la cama.

-Pero ya estás bien Hermione y eso es lo que importa, parece ser que te desmayaste y te dio fiebre por agotamiento extremo. Por favor deja que yo me encargue de todo ahora, ya has hecho mucho tú sola- Sirius se acerco a Hermione, el corazón de la pobre bruja latia tan fuerte que temía se fuera a acabar deteniendo. Sirius la miró, Hermione era muy obvia no se daba cuenta pero con la mano derecha apretaba el lado izquierdo de su pecho con cada vez más fuerza como él se acercaba a ella.

Para alivio de ella, solo lo hizo para quitarle el pañuelo que tenía en la frente.

-Parece que ya no lo necesitarás- Dijo Sirius con jovial amabilidad.

Hermione no dejaba de mirarlo como si viera un fantasma. Trato de controlarse, debía de hacerlo por el bien de todos. Si estaba de nuevo con Sirius lo aprovecharia volviendo a ser su amiga de nuevo.

Sirius se adelantó a hablar.

-¿Cómo te sientes Hermione?-

Sirius quería conocerla mejor, necesitaba saber aquella chica era un misterio.

-Mejor, aún un poco cansada pero ya he dormido mucho no tengo sueño.-Hermione no quería seguir soñando pesadillas. 

-Perfecto, hablame de ti hasta que te de sueño Hermione- Hermione se hizo chiquita en la cama no pensó que él le fuera a proponer eso, tenía que tener cuidado en lo que dijera.

-Pues....me llamo Hermione Granger, tengo 19 años.....- Sirius arqueo la ceja y sonrió y amablemente la interrumpió

-Quiero saber cosas de la Hermione que vive y respira, cosas que no conozco de ella , que le gusta, cosas asi, como por ejemplo ¿Que ve en las personas?- Hermione no entendió a qué se refería Sirius él la miraba directo a los ojos.

-Pues en alguien como tú.... veo....- Hermione lo miró de manera diferente como hasta entonces, lo analizo y era cierto a diferencia del Sirius de su tiempo, este joven Sirius a pesar de mirarla con amabilidad, tenía ligeramente endurecidas las facciones de su joven rostro. Como si hubiera sido obligado a ocultar sus sentimientos.

-...veo...tristeza...sentimientos... contenidos.....- Sirius esperaba saber él porque ella lo veía con devoción siendo que él no era nada agradable de ver después de estar en Azkaban, no pensó que fuera a ver parte de él, tal vez sin querer, pero había abierto la caja de pandora.

Sirius agacho la cabeza un aura deprimente lo ensombreció. 

-¿Que te hicieron Sirius...?- la manera en la que lo dijo Hermione le causó confianza, todo aquello estaba tan fresco, era mejor sacarlo de él, y que mejor ahora que podía, que no había un dementor que disfrutaze con su sufrimiento.

Sentado al lado de ella aun teniendo la cabeza agachada, con las palmas de las manos entrelazadas sobre sus piernas, comenzó a hablar.

-Todo comenzó cuando como de costumbre fui a visitar al.....no quiero decir su nombre ¡Maldito de Colagusano! pero no estaba en su escondite todo estaba extrañamente normal, tuve un terrible presentimiento, mi primer pensamiento fueron James y su familia, y con la mayor desesperación que e tenido en mi vida fui por quienes más me importaban en este mundo no supe cómo es que llegue a la casa de mi mejor amigo, todo estaba destruido no te imaginas lo que sentí en ese momento, cuando escuche el llanto del pequeño Harry, entre a la casa, lo primero y lo más horrible que vi fue a James....-La voz de Sirius se entrecortaba-....James estaba muerto pero no quise verlo mas asi y pase de largo hasta donde se encontraba el pequeño harry....en algún momento mi corazón guardo la esperanza de que lily estuviera con vida, pero se desapareció al verla sin vida tendida en el suelo frente a la cuna y ahí estaba Harry ¡Vivo! tenía una herida en la frente. Ver a James y Lily muertos era como si una daga me atravesara el pecho, tome a Harry y sali de ahi en la entrada ya estaba Hagrid me pidió al bebe pero yo no queria darselo era lo ultimo que tenia en esta vida, pero el me convenció, quería lo mejor para él, así que le di mi moto para que mi ahijado fuera puesto a salvo lo antes posible, Hagrid fue amable conmigo. Yo.... yo no podía soportarlo "él" los había entregado eran sus amigos , eran mi familia. Y fui en su búsqueda quería matarlo quería vengarme y porfin! lo encontré! Yo creí que no se resistiria, ¡Estábamos en medio de una calle llena de muggles! pero el muy maldito me hechizo para que me pusiera a reír y me culpo! lo hizo! el sinico! Todo se iluminó, lo siguiente que pude ver fue a todos los muggles muertos y el ya no estaba! aún seguía el hechizo en mí cuando me arrestaron.......Estando en Azkaban,.....solo en la celda, no podia creer aun de lo que se me inculpaba ¡Haber Traicionado a quienes más amaba en el mundo! ¡Primero hubiera muerto! durante el primer año los dementores tuvieron una fijación especial en mi así, que tuve que contenerme por muy doloroso que fu..e...ra....- Sirius no pudo más y comenzó a llorar

 Hermione había escuchado con dolorosa atención, nunca le había contado eso, tal vez el Sirius de su tiempo no quiso decirle todo aquello horrible que había vivido ¡Cuanto había soportado!.

 No aguantando verlo así, lo abrazo, lo abrazo como si con ese abrazo quisiera curar todos esos recuerdos en Sirius, todo el dolor de su vida, y el la abrazo mientras lloraba desconsolado, se aferraba a ella así como lloraba amarga y tendidamente, él necesitaba desahogarse, para poder dejar eso atrás y comenzar de nuevo.

  

           

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