¿Te casarás? - Era obvio que así era, pero en su corazón todavía estaba la esperanza de escuchar al ahora peliplata, negar aquello.

Pero al contrario Jimin solo asintió con una pequeña sonrisa, sonrojándose violentamente.

¿Con quién? - No lo iba a negar, quería llorar.

Se llama Taemin, es mi jefe - Jungkook recordó aquella ocasión dónde, vió a Jimin llegar a casa de Taehyung con alguien.

¿Es él de aquella ocasión? - Jimin lo pensó unos momentos, y luego asintió recordando también la discusión que habían tenido, gracias a eso.

¿Y lo..... amas? Nunca pensó que le costaría tanto formular una pregunta  tan corta, y menos que le partiría el alma de esa manera.

Pero al ver los ojitos de ilusión de Jimin fue peor, juraría que nunca había visto al peliplata tan feliz, a excepción del día del nacimiento de su hijo.

Qué te puedo decir - Soltó una risita - Creo que más que eso - Se tapó la cara con sus manitos, cubriendo sus mejillas rojas.

Jungkook solo bajo la cabeza, disimulando que está leyendo detenidamente la tarjeta de invitación, pero solo estaba intentando contener su dolor.

Pero todo fue en vano, pues una necia y silenciosa lágrima bajo por su mejilla, Jungkook la limpió de inmediato, percantandose de que el Omega ni siquiera lo notó, no quería verse vulnerable enfrente de Jimin.

Pero no podía aceptar que Jimin se casará.

A la mierda todo

No quiero que te cases - Dijo firme y serio, Jimin lo vio desconcertado.

¿Qué dices? - Quizás había escuchado mal o ¿no?

Lo que oíste, no toleró imaginarte al lado de alguien más - Jimin abrió tanto sus ojitos, como su boca sorprendido - Jimin todo lo que he hecho, lo he hecho por tí y por nuestro hijo, tome terapia estos dos años, para que cuando regresará, poder darles el trato y el amor que se merecen - tomó las manos del pequeño omega, pero este se soltó bruscamente, levantándose de dónde estaba.

Jungkook no sé quedó atrás y también se levantó, acercándose a Jimin.

¿Haz perdido la cabeza Jungkook? me alegra mucho que hayas tratado tus problemas de irá, pero yo no quiero nada contigo - Jungkook se acercó más ignorando él filo de esas palabras - Detente, no te me acerques más - El castaño se detuvo, contra su fuerza de voluntad, no quería volver a molestar a Jimin - Jungkook puedes rehacer tu vida, así como yo lo he hecho, quiero que seamos amigos por el bien de nuestro hijo, y de nosotros mismos.

¿Amigos?

Jungkook dió unos pasos hacia atrás, Jimin soltó un suspiro, pensando que el castaño ya no seguiría insistiendo, pero Jungkook se tiró de rodillas al frío concreto, justo enfrente de él.

Jimin por favor, perdóname -  El omega  no sabía que hacer ante lo que veía.

Jungkook por favor, levántate - trato de ayudarlo a ponerse de pie, pero esté no se lo permitió.

Perdoname te lo su-suplico - Sollozó con sus ojos brillosos por las lágrimas.

Te perdonó, hace mucho lo hice - Dijo con sinceridad, y Jungkook se sintió aliviado .

Jimin yo.... Te amo - Volvió a tomar las manos del nombrado, y besándolas tiernamente.

Pero yo no - Jimin no quería sonar tan brusco, pero no pudo evitarlo.

Jungkook levantó su mirada, tomándose con los ojos avellanas de Jimin, ambos se observaron sin decir nada por unos minutos, en ese momento Jungkook se dió cuenta que Jimin no mentía, su Jimin ya no lo amaba.

Con sus manos temblorosas y su labio tireteando, soltó las manos contrarias suavemente, no queriendo alejarse de su tacto, se limpio las lágrimas de manera rápida, reuniendo sus fuerzas, logrando ponerse en pie.

Su lobo chillaba por el rechazó, al igual que él.

Jimin tu y yo somos destinados, no puedes solo dejar de amarme, además tenemos un hijo - Se acercó demasiado al omega con su rostro totalmente serio, justo cara a cara.

Una vez me dijiste, que los destinados no siempre están juntos, ahora puedo comprobar que tenías toda la razón,y nuestro hijo, siempre será de los dos, no te preocupes no lo alejaré de tí, Jungkook he encontrado a un hombre que me ama me respeta, y me valora, y me siento tan bien cuando estoy a su lado, déjame ser feliz- Jungkook volvió a retroceder, maldito sea ese día, aunque el único culpable solo era él mismo.

Jimin.... - no quería aceptar que perdería a lo más importante en su vida, lo único que tenía, pero fue interrumpido por otra voz

Disculpé señor, pero Moobin quería verlo - Jungkook se giró, observando a una chica de cabello negro, la conocía por un videollamada que había tenido con Jimin meses atrás era la niñera de su hijo, ella era quien lo había interrumpido.

Y de su mano se sujetaba un pequeño pelicastaño que lo observaba con curiosidad, para después abrir sus ojitos brillosos, con total emoción.

Pa- papá - Jungkook se agachó extendiendo sus brazos, al pequeño que no dudó, en soltarse de la chica y correr a lanzarse en ellos.

Lo apretó contra su cuerpo, y el pequeño se aferró al cuello de su papá, colocando su cabecita en este, tal y como él día en que nació.

Jungkook volvió a llorar pero ahora de felicidad, cuando él se fue su hijo era un bebé de meses, y ahora era todo un hombrecito de dos años, pronto tres, se perdió tanto pero se encargaría de reponer esos momentos toda la vida.

Moobin era una copia exacta de él, se sentía tan feliz de tener la oportunidad de abrazarlo de nuevo.

Jimin salió de la sala, hacía la cocina a hacerle de comer a su hijo, solo pedía que Jungkook ya no insistiera más con el tema de su boda, la chica salió tras de él.

Dándoles privacidad a padre e hijo.