Era una mañana tranquila en la época feudal, los aldeanos hacían sus deberes de cada día, un mitad demonio cortaba leña mientras le contaba a su fiel amigo una experiencia muy alegre.

-Entonces tu y la señorita Kagome desean tener un bebe.- lo decía, estaba recostado en un árbol y con los brazos cruzados.

-Si- puso fuerza y corto el pedazo de tronco con un hacha y seguía con los demás- le confesé que quería formar una familia con ella...y ella también quería lo mismo.

-Pero he escuchado que los mitad demonio no podían tener hijos.

-Lo se, no va a ser fácil tener un bebe.

-Aunque- Inuyasha dejo de cortar leña para escuchar a su amigo- También he escuchado que pocos mitad demonio lograban tener hijos, aunque sea uno.

-Significa que...

-Inuyasha, si eres afortunado muy pronto lograran tener un bebe.

-Lo anhelo, pero no se como ser padre.

-Tranquilo, yo al principio no sabia nada, ni siquiera en cambiar los pañales de Kin'u y Gyokuto, ahora tenga mas experiencia con Hisui.

-Necesito prepararme.

...

-¡Entonces Inuyasha te pidió eso!

La ex exterminadora casi grito a los cuatro vientos.

-Sango no grites que nos van a escuchar.

-Perdóname pero wow, no sabia que Inuyasha te pidiera eso.

-Yo tampoco me lo esperaba- limpiaba unas hierbas y las ponía en una canasta- a decir verdad, fue un momento...que nunca voy a olvidar.

-Pero Inuyasha debe saber que algunos mitad demonio no pueden tener hijos.

-Lo sabemos, pero no nos vamos a rendir.

-Kagome- agarra las manos de su amiga- cuando llegue el día, Inuyasha sera el hombre mas feliz.

-Lo se.

...

La noche se hizo presente en la época feudal, la luna era hermosa, la sacerdotisa se quedo viendo la luna.

-Kagome- escucho su nombre y vio a un joven de la misma edad que ella- mi nombre es Riku, es un placer conocerla.

-¿Riku? ¿Te conozco?

-No, he escuchado historias de una joven que viajo desde el futuro para derrotar a un demonio llamado Naraku.

-No sabia que era popular en toda la región de Japón.

-Lo es, quería avisarle que tengo un mensaje de Hoshenki.

-¿Hoshenki?

-Quiere que usted y el señor Inuyasha vayan a verlo urgentemente, dice que es muy importante.

-Esta bien, le diré a mi esposo- Kagome ya se iba a retirar pero Riku hablo.

-Espere señorita Kagome, hay algo que quiero decirle.

-¿Que pasa?

-Necesito decirle esto, para que estén preparados, usted, el señor Inuyasha y el señor Sesshomaru.

-¿Conoces a Sesshomaru?

-Si, dentro unos años...caerá un meteorito a la tierra, y un gran ser sera despertado, para acabar con todos los mitad demonio.

-¿Que?- lo dijo muy preocupada.

-Necesito que el señor Inuyasha y el señor Sesshomaru estén preparados.

-¿Y usted como sabe eso?

-Solo es una profecía, puede que no sea verdad- Riku toca una perla que estaba en su ojera y aparece una carrosa, Riku se sube en ella- Bueno nos vemos- la carrosa se va alejando.

-¿Quien era esa persona?- No le dio importancia y fue directo a la cabaña que compartía con Inuyasha.

En el transcurso del camino se puso a pensar en lo que dijo Riku, ¿Una catástrofe? ¿En unos años? ella recordó que cuando estudiaba en la secundaria, le explicaron que un meteorito cayo en Japón en la era antigua, sumergida en sus pensamientos no se dio cuenta de que había llegado a la cabaña y encontró a su esposo metiendo los últimos troncos a la cabaña.

-Kagome, llegaste.

-Hola- se acerco a el y le dio un pequeño beso en los labios.

-¿Que pasa?- pregunto al ver a su esposa preocupada.

-Nada es solo que...un hombre estaba charlando conmigo.

-¿Un hombre?- lo dice un poco celoso.

-Si, me dijo que el señor Hoshenki quieres que lo visitemos, que es urgente lo que nos tiene que decir.

-Vaya, ¿Que querrá Hoshenki? De todos modos mañana partiremos, si es algo urgente tenemos que ir, tardaremos dos días en llegar.

-Esta bien- Kagome sin pensarlo abrazo a Inuyasha y puso su cabeza en el pecho de el escuchando su corazón latir- Te amo.

-Yo también te amo Kagome- Lo dice mientras corresponde el abrazo.

Por un momento estaban abrazados, pero pasaron los minutos y ambos estaban acostados en el futón sin ropa y con una manta cubriendo sus cuerpos. Si, hicieron el amor otra vez. No se dieron cuenta que un hombre estaba viendo a la pareja dormida por la ventana.

-Espero que su felicidad dure, por que se acerca una gran catástrofe- esa persona se va alejando de la cabaña.

...

Nuestros protagonistas habían llegado al pantano donde vivía Hoshenki.

-Hoshenki ¿Estas aquí?

De las profundidades del pantano salio la ostra, se abrió dejando ver a Hoshenki.

-Inuyasha, te estaba esperando.

-¿Para que nos querías ver con tanta urgencia?- lo dice mientras el y Kagome suben a la ostra para estar mas cerca de Hoshenki. Hoshenki extiende la mano hacia Inuyasha entregándole la perla negra- ¿Que es esto?- recibe la perla negra.

-Esta perla negra fue creada por las lagrimas de tu madre, después de que Inu no Taisho muriera, fue suerte de terminar esta perla, normalmente tardo 100 años en hacerla, pero solo la hice en casi cuatro años.

-Esta bien.

-Por cierto, tengo una cosa mas- extiende la mano hacia Kagome entregándole una concha

-¿Ese es el labial de mi madre?- lo dice muy sorprendido.

-Si, lo encontré hace algunos días, sabia que era de tu madre.

-Pensé que ya no existía.

-Ese labial se lo dio tu padre a tu madre como un regalo, y ahora se lo doy a Kagome.

-Muchas gracias- Inuyasha metió la Perla negra en su ojo derecho, fusionándose con su pupila.

-¡Tonto! ¿Por que hiciste eso? No podrás sacarla en caso de una emergencia.

-Tranquilo se lo que hago.

-Ahora retírense, tengo muchas joyas que fabricar.

Inuyasha y Kagome salieron de la ostra y esta misma cerro su caparazón y volvió a sumergirse en el pantano. En el camino Kagome observaba la pequeña concha, la abrió y había un colorante rojo.

-Sabes...-Inuyasha vio a su esposa que estaba viendo el colorante- si nuestro bebe es una niña, quiero entregárselo a ella, sera un regalo para ella.

-Seria una buena idea, pero ¿Y si es niño?.

-Pues entonces me lo quedare, es un recuerdo de tu madre, lo cuidare mucho.

Inuyasha abraza a Kagome por la espalda haciendo que ella se sorprenda un poco.

-Me encanta saber, que cuidaras con mucho cariño el recuerdo de mi madre- Kagome sonrió con esas palabras.

...

-¿¡Que Rin que!?- lo grito haciendo que los aldeanos lo vieran.

-Inuyasha cálmate, estas llamando la atención.

-Perdón pero, nos vamos unos días y nos enteramos que Rin se fue con Sesshomaru.

-Fue su decisión Inuyasha, ella ya cumplió los 13 años y era momento de decidir en donde quería quedarse, y decidió irse con Sesshomaru- le conto a los muchachos la anciana Kaede

-No me lo esperaba de ella.

-Tranquilo Inuyasha, Rin estará bien, ademas Sesshomaru ha cambiado mucho- lo dice mientras trataba de tranquilizar a su esposo.

-Es verdad, después de la batalla con Naraku, Sesshomaru ha cambiado mucho.

-Ves, no tienes que preocuparte por Rin.

-Kagome tiene razón Rin estará bien, prometió visitarnos- lo ultimo que dijo y se metió a la pequeña cabaña.

Ese fue el ultimo día que vieron a Rin, pero en unos años llegara con una gran sorpresa.