Capítulo 76.- Stand by me.

Emily

Yo es que juro que los mato, ¿Cómo se les ocurre aparecer en este momento? Me lo estaba pasando genial, nunca imaginé que Jesús podría ser tan bueno, tan gracioso, tan entretenido... de vez en cuando un poco insoportable pero hoy he conocido al Jesús del que siempre he estado enamorada, al Jesús que siempre pensé que sería.

Ahora mismo está pagando la cuenta, ciento cincuenta euros y me parece poco para todo lo que se han comido los dos salvajes, de vez en cuando pienso que mi amiga es un pozo sin fondo y ya si unimos a Dani eso es como el bolsillo de Doraemon. Hace un rato le dije a Jesús que podria poner algo de dinero, poco ya que no me ha dado tiempo a coger mucho, pero algo es algo, yo no soy de la virgen del puño cerrado, si tengo que pagar algo lo hago, aunque no estamos para derrochar, también es verdad.

-Vaya sablazo me acaban de pegar- habla acercandose a mi despues de haber pagado- encima se han ido de rositas, encuanto llegue a casa me hago una transferencia de la tarjeta de mi hermano a la mía, me han arruinado la comida- sigue hablando con indignación.

-Cuando llegue a casa espero que los vecinos tengan tapones para los oidos porque los gritos que le voy a pegar a Bianca van a ser tremendos- es que es una marrana, aunque estuviera enfadada con Jesús, pero debería de habernos dejado solos, con lo bien que íbamos.

-Estoy pensando en dar de adopción a mi hermano, podríamos meter a Bianca en el paquete- me dice divertido.

-No es mala idea- digo pensativa.

Ya casi estamos cerca del coche, que por cierto, vaya coche, me ha enamorado, el exterior es precioso, moderno y deportivo pero el interior más aún, los asientos estan forrados de cuero y tiene unas terminaciones que enamorarian a cualquiera.

-Con todo esto que ha pasado se me ha olvidado hasta de lo que estabamos hablando, es que me ponen de los nervios- seguí quejandome, uuff que amargada estoy últimamente.

-Yo si me acuerdo- me dice abriendo el coche y metiendonos en él- estabamos intentando hablar de todo lo que ha pasado entre nosotros... Yo no me quiero llevar mal contigo, eres una buena chica y no quiero estar todo el día peleando- solo quiere amistad, que bonito todo, yo haciendome mis maravillosos cuentos de hadas y el solo piensa que soy una buena chica...

-¿Amigos entonces?- le contesto. Está más que claro que no le voy a decir que siento algo por él, y también está claro que el no siente lo mismo por mí, con esto creo que las cosas quedan zanjadas.

-¿Amigos? Eehh... Sí, claro, amigos ¿Por qué no?- me dice y tras esto nos quedamos en completo silencio. Desvio mi mirada hacia la ventana para ver Madrid con todas sus luces.

Es una bella ciudad para conseguir tus propositos, para cumplir tus sueños y junto a alguien sería más bella aún, pero no todo lo que reluce es oro ¿No?

Una vez que salgo de mis pensamientos veo que aún queda un poco para llegar al piso y la situación se esta volviendo un poco incomoda con tanto silencio así que decido poner la radio. Miro todos los botoncitos que esto tiene, veras como le de al que no es y salgamos despedidos como en el coche de Batman.
Pulso el que creo que es y empieza a sonar una canción que fue mi infancia.

-¡Esta canción me encanta! Me acuerdo que cogia un peine, un boli, o lo que fuese, lo usaba de micrófono y le cantaba a mis padres a pleno pulmón- le dije entusiasmada y tras esto el rió.

-Pareces una niña pequeña- me contesto mirandome de reojo y parando el coche por el semáforo.

-Muero por tus besos, por tu ingrata sonrisa, por tus bellas caricias eres tu mi alegría. Pido que no me falles, que nunca te me vayas y que nunca te olvides, que soy yo quien te ama, que soy yo quien te espera, que soy yo quien te llora, que soy yo quien te anhela los minutos y horas.- comienzo a cantar haciendo como si tubiera un microfono en la mano y realizando muchos aspavientos.- Me muero por besarte, dormirme en tu boca, me muero por decirte que el mundo se equivoca, me muero por besarte dormirme en tu boca, me muero por decirte que el mundo se equivoca, que se equivoca, que se equivoca.- seguimos parados en el semaforo y yo sigo haciendo el tonto, de reojo puedo ver como Jesús intenta no reirse pero cada vez le es más imposible disimular.

De un momento a otro, el coche de atrás nos pita e interrumpe mi maravillosa actuación, así que decido bajar la bentanilla y arreglar esto.

-¡Imbécil que estoy dando un concierto privando!- grito asomando casi todo mi cuerpo. La gente que camina por la acera se para asombrada y el señor de atrás abre la boca en señal de sorpresa.

-¡Emily, por Dios, entra al coche!- me grita Jesús tirando de mi y consiguiendo que me vuelva a sentar en mi sitio.

-Que me ha interrumpido.

-Es que el semáforo ya se había puesto en verde- dice el divertido.

-Pues me da igual, ya me he perdido mi canción- le contesto haciéndole reir aún más y estallando en risas yo también.

Al momento llegamos a la puerta del piso, Jesús aparca el coche y tras unos segundos casi en silencio, despues de las risas, decido volver a romper el hielo.

—Jesús...- digo con intenciones de despedirme pero él habla a la misma vez que yo, diciendo, por el contrario, mi nombre. Nos volvemos a reir y dejo que hable él.

—Pues... a ver, me lo he pasado muy bien contigo, aunque los cabras locas de mi hermano y tu amiga nos hayan interrumpido y... en serio, no sabia que estabas tan loca- me contesta con media sonria, y vaya sonrisa, lo que le haria yo ahora mismo.

—Yo también me lo he pasado muy bien- y tras mis simples palabras de palurda retrasada me bajo del coche y él hace lo mismo.

Cierro la puerta del vehículo para subir a mi casa pero Jesús rodea el coche y no sé porqué yo me quedo parada esperandolo. Cada vez esta mas cerca, se mete una mano en el bolsillo de su pantalos y sigue andando hacia mi, me esta poniendo nerviosa.

—¿Cuando será la próxima vez que quedaremos? Y por cierto no se lo podemos decir a estos dos que ya sabes lo que pasa- ¿Quiere quedar otra vez conmigo? ¿Enserio? Por mi que se suba y se quede a dormir y otras cosas...

—Pues cuando tu quieras, pero en secreto máximo, no quiero aguantar sus peleas, bastante tengo ya en casa cuando se juntan- digo rodando los ojos y soltando un pequeña risilla.

—Bueno, ya me voy, que estaras cansada, hasta la próxima, "amiga"- esto último lo dice con una pizca de retintin, o al menos ha sonado así pero no le hago caso y me despido de él con un simple adiós.

Parece que esto no le convence y cada vez lo tengo mas cerca, la fuerza de voluntad se me esta acabando y como no termine rápido me voy a lanzar a él.
Cuando termina de acercarse junta su cara con la mía y deposita un dulce veso en mi mejilla. Joder, lo que yo daría por poder besarlo como Dios manda. Hecho de menos sus labios, su cuerpo, sus caricias... pero eso solo fue una fantasía que hace días acabó.

—Hasta la próxima- me dice separandose de mi e introduciendose en el coche.

—¿Y ahora que hago yo?- digo en un suspiro- si me ha dejado peor de lo que estaba. Que calor tengo, voy a subir a darme una buena ducha.

Abro el portal y llamo al ascensor, me monto en él y le doy al piso correspondiente. Una vez allí, meto las llaves en la cerradura abro la puerta y parece que no hay nadie pero conforme voy avanzando voy escuchando el ruido de la tele. Entro en el salón y me encuentro a la puerca de mi amiga espatarrada en el sofá, con un pie sobre el reposa cabezas y el otro sobre el reposa brazos.

—Bianca, ¡Cómo se te ocurre presentarte en el restaurante! ¡Y sin avisar! Te voy a matar- esto último lo digo con voz de psicópata.

Viendo que pasa de mi y de todo lo que le estoy diciendo me giro hacia donde ella mira embobada y veo que está viendo un programa de estos que tanto le gustan, ahora mismo está apareciendo un tio en bañador, muy sexy por cierto, pero me tengo que controlar. Me hacerco hacia la televisión y la apago, tras esto me doy la vuelta para volver a hablarle.

—Bianca ¿Me quieres hacer caso?- le digo indignada.

—No, estoy viendo Supervivientes, dejame ver a mi bollito de chocolate- y tras esto vuelve a encender la televisión con el mando.

—¿Qué? ¡Tu no me has dejado tener mi comida tranquila así que tu no vas a ver nada!- tras gritarle y ver que no reacciona decido volver a la tele y desconectar todos los cables que veo, tras esto comienzo a oir las quejas de Bianca pero sinceramente me dan igual, que se aguante.- ahora te jodes, así a la próxima te piensas mejor donde hacer tus teatritos con Dani- una vez dicho esto le tiro un beso dejandola con la boca abierta y por primera vez con la palabra en la boca ya que me voy a mi cuarto con los cables en la mano.

Una vez en mis aposentos, me tiro en la cama, ha sido un día un poco largo e intenso y mis parpados se van cerrando poco a poco, casi sin darme cuenta, aún sujetando los cables de la televisión.

[…]

Ayer parece ser que se me olvidó bajar la persiana y los rayos de sol chocan con gran intesidad en mi cara.

Abro los ojos poco a poco viendo como sigo tendida en mi cama con una fina manta por encima, los cables de ayer ya no estan en mi mano y me imagino que la loca de mi amiga habrá entrado y me los habrá robado.

Sin vestirme aún, salgo de mi cuarto en dirección a la cocina pasando por el salón viendo como Bianca esta tumbada en el sofá, como siempre, entretenida con uno de sus realitys grabados.

—Bianca, ¿Por qué has cogido los cables? Que sepas que sigo enfadada por lo que me hicisteis ayer...- hablo con voz de momia resucitada- os la tengo jurada, el día que menos lo esperes Emily aparecerá y os jodera la vida- le digo señalandola con el dedo índice.

Tras esto salgo del salón entrando a la cocina para prepararme mi tan querido desayuno, un vaso de leche con Cola-Cao y mis bollitos con chocolate.

Una vez listo todo sobre la mesa, me siento en uno de los taburetes y empiezo a engullir. De un momento a otro veo una mano conocida meter mano en mis bollitos, levanto la cabeza y diviso a Jesús sentandose frente a mi... un momento ¿Como ha entrado este aquí? El timbre no ha sonado...

—¿Por qué coges uno de mis bollitos? ¿Y que haces aquí?- le pregunto viendo como Dani entra por la puerta con un modelito blanco por completo y que le queda de lujo, cuando Bianca lo vea no se como se va a resistir.

—Tengo hambre y las llaves de repuesto se esconden en otro sitio que no sea el felpudo- tras esto me guiña el ojo y muerde el bollito.

Dani intenta coger otro bollito pero va a ser que no, son míos y de nadie más así que le doy un manotazo para que no meta sus manazas en mi comida.

—¡Auch! Eso ha dolido, bruta- me responde Dani.

—Pues te jodes- le digo y al momento entra Nana por la puerta intentado morder los zapatos de Dani pero al ver los bollitos viene hacia mi e intenta subirse sobre mi así que le doy un trocito pequeño.

—¿A ella si y a mi no?- dice Dani molesto y yo le hago una mueca.

—Termina de desayunar, ponte esas mallas del otro día y vamos, tenemos que llevar a Nana a pasear- me dice Jesús levantándose de su taburete y buscando algo en las taquillas de la cocina.

Nota mental, cambiar la cerradura, el lugar de la llave de repuesto y no dejar que toquen mis bollitos.

—¿Qué haces?

—¿No teneis Nesquik?- yo niego con la cabeza y se sienta esta vez a mi lado- hazme el desayuno, por favor- me dice con un puchero y acercandose a mí. Este me quiere matar.

—¿No has desayunado?

—Sí, pero tengo hambre- me responde con ojos de perrito.

—Pues te lo haces tú, yo no soy tu chacha.

—Pero eres mi amiga ¿No? Y los amigos se cuidan los unos a los otros ¿No?

—No- contesto rotundamente y tras esto me levanto dejando el vaso en el fregadero y los bollitos en la taquilla, tras esto salgo de la cocina con Jesús detrás y me meto en el salón, me tumbo en uno de los sofás y una vez allí Nana se coloca sobre mí.

Justo cuando Jesús entra a la sala unos gritos inundan mis oidos haciendo que éste pegue un respingo.

—¡Daniel Oviedo Morilla no toques mis cosas!- gritaba Bianca.

—Ya estan peleando, despues ya sabes lo que toca ¿No?- me dice Jesús poniendose frente a mi.

—Sí... ¡Ay cállate! Que imagen se me acaba de venir- tras esto Jesús ríe a más no poder.

—Anda, vamos, levantate y vamos a pasear a Nana que estais muy gordas- me dice con diversión y tras esto me da una palmada en el culo. ¿Pero que hace? ¿Qué me acaba de decir? ¿¡Qué acaba de hacer?!

Ahora mismo estoy más roja que un tomate, me acaba de tocar to' lo que viene siendo el culo, o sea, me da igual que me haya llamado gorda, me acabo de meter entre pecho y espalda casi una bolsita de bollitos con chocolate pero creo que me estoy poniendo tonti y no lo puedo permitir.

—¿Qué me acabas de llamar? Ahora por eso Nana y yo nos vamos a quedar aquí tumbaditas y tú te vas a ir a pasear- le digo chulesca y la perra comienza a ladrarle y gruñirle.

—Sí, claro, pues no te queda nada, venga levanta ese culo hermoso que tienes y vamosnos ya- cada vez que hablaba Nana más le ladraba.

—Perdona pero tengo un culo muy bonito y si no te gusta no lo mires- al decir esto empezó a observarlo descaradamente y yo me tuve que dar la vuelta, hoy no ibamos a terminar bien.

—Sí, es verdad, tienes un culo muy bonito- me afirmó.

—¡Jesús! ¡ Eres un cerdo!

—¿Yo? Pero si estamos hablando de tu culo ¿No?

—No. Voy a ir a vestirme porque si no, vamos a terminar como Dani y Bianca- al decir esto Jesús abrió los ojos mucho y le salio una sonrisa pícara, creo que ha entendido mal- ¡No! Jesús no malpienses, me refería a que vamos a acabar peleados... mira, déjalo- tras esto me voy a mi habitación dejando a Nana mordiendo los tenis de Jesús, esta perra tiene una gran obsesión por morder cosas.

[…]

Hace como un cuarto de hora que salimos de mi piso. Hemos dejado a Dani y Bianca en la puerta del parque, decian que iban a no sé que sitio, se han empeñado en venir, cuando les dijimos que ibamos a pasear dejaron de pelear de repente y se acoplaron a nosotros.

Ahora vamos caminando por El Retiro, Jesús coge la correa de Nana mientras ésta anda al lado nuestra, la verdad que es una perra bastante tranquila, aún que cuando le dan los venazos de locura no hay quien la entienda.

Llevamos un rato hablando, al final no le ha pedido el dinero a su hermano, total lo de Dani es de Jesús y viceversa.

—Y bueno... ¿Cómo lleváis eso de los novios?- dice cambiando de tema- las dos habréis tenido lo vuestro ¿No?- me pregunta y creo que es por sacar un tema de conversación, la verdad que estar callada con él se vuelve una situación incómoda a veces, pero otras siento como si estubiera en casa. Tengo un caos en la cabeza...

—Pues... la verdad que a Bianca no le gusta hablar de estos temas, es un poco cerrada en esos casos, no le gusta contar mucho sus amoríos y eso...- le digo, obviamente no le voy a contar cuantos novios ha tenido mi amiga, si lo quiere saber que se lo cuente ella, de todos modos no he dicho ninguna mentira, no le gusta hablar de estos temas, es como si tuviera un caparazón de hormigón en estos casos.

—¿Y tú? ¿Cuántos?- habla mirandome y levantando seguidas veces las cejas.

—¿Yo?- le digo levantando los hombros y poniendo una mueca- ¿Y tú? Seguro que un centenar o más.

—¿Tan guapo me ves como para que todas vengan tras de mi?- ya se lo está creyendo demasiado.

—No, tan mujeriego que vas tú tras ellas- y despues de mi maravilloso zasca le guiño el ojo para mirar hacia delante.

—Soy mujeriego pero ellas también viene a mí- me dice dandome un codazo, ¿Qué hace?

—¿Qué pasa?- le digo divertida mirandolo por encima del hombro.

—Nada...

—¿Y ese codazo a qué ha venido?- sí, soy una de esas que van detrás de él pero yo lo intento disimular...- ¿Piensas que voy detrás de ti?

—Que va, solo que no te puedes resistir a mis encantos.- ¿Eh? Ya veras.

—El que no se resiste a mis encantos eres tú, que no puedes estar un día sin verme- le contesto creida.

—¿Yo? Eso es mentira- dice intentando no reirse para seguir hablando pero justo en ese momento su teléfono suena y Jesús lo coge sin mirar quien es- ¿Si?- pregunta haciendome un gesto para que me espere- Hola Chantal...- ya estamos todos... ruedo los ojos y éste parece darse cuenta, pues una pequeña sonrisa divertida sale de su boca mientras me mira- ahora no puedo hablar, estoy ocupado... sí, estoy con una amiga... ¿Chantal no puede ser más tarde?- le dice pero de un momento a otro Nana empieza a tirar de la correa, Jesús la sujeta más fuerte pero en un descuido la perra se escapa y yo, como acto reflejo, salgo tras ella- ¡Nana! Chantal hablamos luego- tras esto le cuelga y sale tras de mi.

—¡Nana ven aquí!- grito mientras corro por medio parque tras una perra que es un pelín cabroncita.

—¡Nana hazme caso, soy tu dueño, no corras!- le grita Jesús que va casi a mi lado.

Cuando veo la oportunidad y la perra ha aflojado el ritmo, cojo la correa que va arrastrando por el suelo y una vez que la tengo me doy la vuelta para divisar a Jesús pero el muy invecil en vez de frenar se choca conmigo y caemos los dos al suelo, uno sobre otro.

—¡Auch!- grito por el tremendo golpe que acabo de pegarme, ya podía haber estado el debajo- ¡A ver si miras por donde vas!- le digo tocandome el lateral de la espalda.

—Ups, perdón- habla haciendo una mueca con la boca.

Voy a quejarme otra vez, total, es gratis ¿No? Pero antes de que vuelva a abrir mi boquita la perra viene a nosotros y empieza a lamernos todo lo que viene siendo la cara.

—Ugh Nana eres una cerda- hablo con un poco de asco pero al abrir los ojos no puedo evitar reirme por ver la cara que tiene Jesús cuando le hace lo mismo.

—No te rías, no tiene gracia- dice girando su cara y limpiandose con la manga de su chaqueta.

Hago el mismo movimiento viendo como Nana se tumba a nuestro lado, es una cabroncilla, primero corre y ahora se tumba.

—Oye, ya te puedes levantar eh, que pesas lo tuyo, a demás, me has hecho daño, mañana tendre medio cuerpo con moratones- le digo intentando moverlo de encima de mi.

—No, la verdad que estoy muy cómodo aquí encima- dice tumbandose sobre mi completamente- eres como un osito amoros.

—¿Qué? Yo no soy el Teddy de tu hermano, para eso te compras uno- intento moverlo pero no hay manera- Jesús, venga, levantate, me vas a aplastar.

—Que no- dice incorporandose y sentandose sobre mi vientre- ¿Has visto las dos chicas que hay en el banco de tu derecha?- me pregunta mirandome fijamente, supongo que para disimular pero a mi eso no se me da nada bien así que niego con la cabeza y tras esto la giro divisandolas. Se están riendo y tienen sus móviles en la mano- a ti eso de disimular se te da muy bien ¿No?

—La verdad es que sí, ¿Qué les pasa a esas dos? Son dos niñas normales, ¿Te han gustado? Yo te las presento- le digo de carrerilla con la mirada aún puesta en ellas.

—No, gracias, soy tan mujeriego que si quiero ya iré yo a por ellas- dice guiñandome el ojo y tras esto se hacerca a mi oido poniendome muy nerviosa, estos acercamientos se avisan.- son dos fans, o por lo menos nos han reconocido, así que disimula un poquito- me susurra y deposita un beso en la comisura de mi labio.

—A ver, tu no sabes si son fans, no tienes pruevas- le contesto.

—Han puesto el flash, eso es que o nos han hechado fotos o nos han grabado y no se han dado cuenta.

—Puede que se hayan equivocado y tuvieran la cámara trasera en vez de la delantera- le contesto haciendo que me mire con el ceño fruncido.

—Te aseguro que no, un selfie no se han hecho- habla apoyando sus brazos a cada lado de mi cabeza y bajando un poco quedando más cerca de mi- dentro de unas horas el fandom estará hablando de esto.

—Eso tu no lo sabes- le digo mirandolo fijamente.

Él las mira de reojo y vuelve a posar sus ojos color café en mi.

—¿Te apuestas algo?- ¿Qué? No pienso apostarme nada con él que seguro que gana. Niego con la cabeza y vuelve a hablar- lo suponía- cada vez pega su cuerpo más al mío- ¿Les damos un buen reportaje de fotos para que se entretengan esta tarde?- me dice en el oido con la voz más ronca que de costumbre y empieza a besarme el lóbulo dejando poco a poco un rio de besos hasta el cuello y de ahí vuelve hasta la comisura del labio, se separa de mi y me mira con esos ojos intensos, en ellos veo un brillo que no se lo he visto nunca y no sabría diferenciar si es lujuria, desesperación u otro sentimiento que no sé cual es.

Llevo un rato intentando controlar mi agitada respiración, intentando que no se noten mis nervios de tenerlo tan cerca.

Su mano derecha baja hasta mi muslo y de ahí va subiendo poco a poco hasta mi cintura pero antes de llegar a ese punto, no sé si por los nervios, por las ganas o por entretenerme pero me lanzo a sus labios con ganas y él me sigue el juego.

Cientos de parejas, cada día se besan en los parques, se acarician y pasean juntos pero lo nuestro está llegando a un momento que en cuestión de minutos va a ser un poco difícil parar así que decido intentar separarme de él y parar este fuego que poco a poco esta empezando a quemar.

—Jesús, ya ¿No?- le digo separandome de él como puedo, ya que sigue encima de mi.

—No les ha dado tienpo ha hechar una foto en condiciones- me dice y vuelve a besarme pero esta vez la mano que tenia en mi cintura la mete por debajo de la blusa.

Madre mía, vaya espectaculo que vamos a hacer como sigamos así, como esto llegue a oidos de mis padres vienen a Madrid y se la cortan a Jesús y a mi me meten en un sótano de por vida.

—Jesús, que no, ¿Tú eres consciente de que estamos en un parque? De verdad, eres un cerdo asqueroso...

—¿Tienes complejo de Bianca? Yo si quieres lo puedo tener de Dani- me dice pícaro y volviendo a hacercarse a mi.

—Ni tu eres Dani ni yo soy Bianca, y ahora hechate para el lado y déjame respirar- le digo librandome de su agarre.

Jesús me hace caso y se posiciona a mi lado, tumbado sobre el cesped de lado y apoyado sobre su codo.

—Ya veo que tu no eres Bianca, ella no hubiera dejado a Dani con todo el calentón- dice y tras esto se levanta sacudiendose la ropa.

—¿Te ha entrado el calentón?- pregunto divertida, mientras me incorporo y cojo la correa de Nana.

—Voy a ir a mi casa a dejar a Nana, si quieres venir y si no pues te quedas donde quieras- me dice mosqueado cambiando de tema.

—¿Te has enfadado?- pregunto sabiendo su respuesta- ¡Venga ya! Tampoco es para tanto...

—Que va...

—Jesús, es de asquerosos hacer eso en el parque, y tu querías, eres un cerdo, un simio sin neuronas que no piensa que nos ve todo el mundo- digo para seguir picandolo.

Lo había visto enfadado pero no por estas cosas, estoy disfrutando de lo lindo.

—Emily, callate, que cada vez que hablas sube el pan.

—Eres un imbécil- le digo picandome sin querer.

—Y tú una niñata consentida de papá- contesta haciendome burlas, como yo ordene a Nana que le muerda se entera.

—Y tú un idiota famosucho creído.

—Dame a mi perro- me ordena así que le paso la correa.

Le tendría que dar un mordisco en sus cataplines, así quizás aprenda a no meterse conmigo sin motivos.

—Nana ¿A qué tu me quieres?- le pregunta a la perra tomandola como si fuera un niño pequeño y esta le da uno de sus lametazos haciendo así que Jesús se quejara y la dejara en el suelo.

—Parece que tienes dos años ahora- sigo quejandome.

—Y tú una recién nacida que no deja de lloriquear- uy que mal vamos a acabar.

—Jesús vete a la mierda más lejana que veas- le digo acelerando el paso, haciendo así que Nana apretara el paso y tirara de la correa que sujeta Jesús.

Con lo bien que podía haber terminado todo... siempre es igual, si no es por el par de mandriles de Bianca y Dani es porque a éste le da por discutir, no puede ser.

Mientras andamos en completo silencio veo al fondo de la calle un corro de gente y conforme nos acercamos se escucha una melodía bastante familiar. Es una cancion muy conocida, la primera vez que la escuche fue en una película, la estaba viendo con mi madre y recuerdo que era muy pequeña pero aun así me emocionó muchísimo, es mi pelicula favorita, tiene unos valores y te enseña tanto sobre la vida que me marco demasiado.

Me hacerco hasta el tumulto de gente y comienzo a escuchar a los señores que la cantan.

So darling, darling, stand by me, oh, stand by me. Oh stand, stand by me
Stand by me.
If the sky that we look upon. Should tumble and fall. Or the mountain should crumble to the sea. I won't cry, I won't cry. No, I won't shed a tear
Just as long as you stand, stand by me
And darling, darling. Stand by me, oh, stand by me. Oh stand now, stand by me. Stand by me.

Tarareo la canción y justo en ese momento Jesús llega a mi lado, lo ignoro y sigo observando el panorama pero él no se corta y me roza la mano, tras esto la coge y se acerca a mi oído.

—No sé porqué te he hablado así antes- me dice apretando más mi mano.

—Calla que no escucho la canción- le digo y apollo mi cabeza en su hombro.

Whenever you're in trouble. Would you stand by me? Oh, stand by me
Oh, just stand now, oh stand, Stand by me.

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No me ha dado tiempo ésta tarde y por eso no he podido subir el capítulo antes pero aquí tenéis ¡¡¡El primero de cuatro!!!

Esperamos que os este gustando.

Att: jdcuore & jdomsogni

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