Capítulo 70.- Paradas.
Emily
Nos fuimos hace unas cuatro horas a dar una vuelta por Valencia. Estaba aburrida en el hotel, no había visto la luz del sol en todo el día por culpa de mi gran amigo Dani.
Anoche hizo parcus por las escaleras del hotel y claro, ahí las consecuencias, un esguince leve pero que nos impide volver a Madrid hasta mañana y yo no me voy a quedar encerrada en el hotel porque él no pueda salir, así que le dije a Jesús de ir a dar una vuelta y que él o Andres nos enseñara la ciudad, pero Andres tenía otros planes así que decidimos ir solos, porque Bianca se quiso quedar cuidando a Dani...
Recorrimos gran parte de sus monumento y de sus calles, vimos la plaza del ayuntamiento, la plaza de toros y como no el Palau de la Música entre otras cosas. Valencia es preciosa y su gente igual.
En el largo paseo muchas niñas nos fueron parando para hablar con Jesús y hecharse alguna que otra foto en la que de vez en cuando me decían de salir. Sobre las ocho de la tarde/noche nos encontrabamos cerca del paseo marítimo y decidimos acercarnos y ver las maravillosas vistas del atardecer y las esculturas de arena que muchos artistas habían hecho.
Al principio, cuando salimos del hotel el ambiente que nos envolvía a ambos era un tanto cortante e incomodo pero poco a poco y creo que gracias a Jesús y a sus bromas y payasadas nos fuimos relajando. Él se dedicaba a picarme y yo pues no podía estarme callada y le contestaba. Hubo un momento en el que me enfade con él y me fui por otro lado pero a base de bromas se me fue olvidando todo.
-Es bonito ver estas vistas ¿No?- me dice detrás de mí, mirando las esculturas de arena y como el sol se va poco a poco.
-La verdad que sí, en Almería solía ver bastantes así...
-Iguales que este seguro que no- me dice con tono ofendido.
-¿A no? ¿Por qué?- le digo intrigada y coloco mí mano en mí cintura.
-Porque lo más bonito soy yo y no estaba- cierto.
-Uuii, claro que si guapi, lo que tú digas. Baja de las nubes nene...
-Eso es dificil... ¿Tienes hambre?- me pregunta y tras asentir nos vamos a un chino que había cerca y como no, pedimos shu-shi.
Mientras cenamos una de las preguntas que rondan por mi cabeza desde lo de Murcia aparece, así que decido preguntarle.
-Jesús...- le digo algo temerosa por si al realizar la cuestión me contesta algo como que no me importan sus vidas o algo por el estilo- ¿Por qué Dani trajo a Deborah?- al preguntarle tal cosa, cambió su cara y subio sus hombros como si no le importara.
-No lo sé, aún no hemos hablado de eso, pero se lo preguntaré si estás tan interesada- me dice con ritintín.
-No es que me interese, es que me insinuó que está empezando a sentir cosas por Bianca y no quiero que sufra, porque ella también se hace sus ilusiones y si no va enserio pues... lo podria decir- le digo un poco seria.
-Lo sé, aún que no esté enamorado, pero sé que uno se pilla rápido y tampoco quiero que lo pasen mal.
-Es que no os entiendo a los hombres, si quiere a Deborah ¿Por qué no formalizan su relación? Decir que estan saliendo no es nada malo, las fans les darán importancia los primeros días pero despues se olvidarán y si la quieren para algo sera para los videos con él, las fotos, saber mas de él pero no será nada comparado con ahora.- le digo indignada por no entender nada.
-Sinceramente no creo que Dani quiera nada con Deborah y menos algo serio como una relación. Somos jóvenes, tenemos tiempo de buscar a nuestra chica ideal, que nos de caña, que nos rete, que con solo mirarla se nos quiten las ganas de hacer otra cosa que no sea con ella... una chica que nos haga hacer locuras impensables y que con ella podamos volar, que nos acompañe al fin del mundo mil veces, que nos apoye en lo que sea, que nos regañe cuando algo no lo hacemos bien pero que a la vez nos aconseje y nos ayude... no sé, creo que Bianca le daria todo eso y más pero se tiene que dar cuenta él.- me dice mirandome fijamente y yo ahora mismo estoy embobada, ojalá pudiera darle todo lo que busca y todo lo que quiere pero esa chica ideal quizás no haya llegado para él aún.
Mientras seguimos cenando algo vibra en la mesa y al mirar hacia el lado de Jesús puedo ver que lo están llamando, pero no lo llama alguien cualquiera, sino que es Chantal.
Pego un gran suspiro y retiro mi mirada de la pantalla, metiéndome un trozo de shu-shi en la boca. De verdad que hasta el hambre me quita esa mujer, le escupiria la comida a la cara...
De un momento a otro el móvil deja de vibrar así que miro a ver si lo ha cogido y veo que su dedo esta sobre la pantalla encendida, cosa que me indica que ha colgado.
-Cógelo, no pasa nada- le digo con retintin.
-No me apetece ahora.- yo me decido por hacer una simple mueca y mirar hacía el paseo marítimo, donde la gente pasea junto con la brisa del mar.- ¿Qué te pasa?
-Nada.- le contesto cortante.
-Siempre que no te pasa nada te pasa algo- me dice divertido y yo no le encuentro la gracia por ningún lado.
Decido probar otro trocito de Shu-shi antes de contestarle y él se hecha a reír sin motivos, cosa que me hace ponerme más nerviosa, este niño me saca de quicio.
-¿Nos vamos?- le pregunto pasando de todo lo que antes me había dicho.
-Como quiera la señorita- ¿Qué dice este? ¿El pescado crudo le ha afectado a las neuronas?
Paso de sus palabras y una vez que el camarero nos trae la cuenta saco, de mi pequeño bolso, la mitad del dinero.
-¿Qué haces?- dice él con el ceño fruncido.
-Sacar mi parte del dinero, que tu eres un agarrado y si no pago me montas el pollo- le digo desviando el tema anterior.
-No soy un agarrado ni te monto ningún pollo- dice ofendido tocándose el pecho- hoy invito yo- vaya, esto me sorprende.
-¿Las constelaciones se han alineado? ¿Quien te ha dado el dinero para que pagues? No espera, ¿Me has cogido dinero a mi?- le digo exagerando mi estado de sorpresa.
-¡Calla exagerada! Te voy a invitar de mis ahorros, a los necesitados hay que ayudarles- sera desgraciado...
Tras pagar y renegar por llamarme muerta de hambre nos vamos del restaurante, caminando por el paseo marítimo a ver si la cena se baja un pelín.
-Nacho me ha dicho que hay una discoteca por aquí muy buena y famosa, ¿Podemos ir a ver que tal está?
-Pues vale- le digo un poco borde.
Desde que he visto la llamada de Chantal me he puesto mal, pero no me molesta que hablen, eso ya lo sabía, lo que me molesta es que no lo haya cogido porque yo esté delante y no quiera hablar con ella porque los voy a escuchar, ¿Qué pasa? ¿No se pueden decir lo mucho que se quieren sin que yo esté delante? Que se la traiga también como ha hecho su hermano...
Llegamos a la discoteca y la cola de gente podia darle tres vueltas al edificio perfectamente. Si piensa que voy a esperar toda la cola que coja asiento, yo me voy al hotel a dormir. De verdad, que sosa estas Emily.
-¿No hay mucha cola?- le digo mirando hacia esta con cara de no quedarme ahí.
-Emily, soy Jesús Oviedo, yo nunca hago cola- cuchalo que creido él.
Agarra mi mano y tira de mi, va hacia uno de los guardias que hay a un lado de las puertas haciendo que muchas de las miradas se posaran en nosotros.
-Nos miran raro- le susurro a Jesús.
-Eso se llama envidia y curiosidad- me contesta y tras esto dirige su vista al guardia, al cual le enseña algo y nos deja pasar directamente.- tenemos pase para el reservado, pedimos unas copas y si quieres nos vamos.- aún no ha soltado mi mano y aún que me cueste hacer esto tengo más orgullo, que se la coja a Chantal.
-Vale, pero sueltame, no soy una niña pequeña para perderme- hablo con chuleria y tras esto tiro de mi mano para soltarme y este me hace caso.
-Vale, vale, tranquila fiera... vamos a pedir algo anda.- se da la vuelta para dirigirse hacia una de las barras del reservado y yo voy tras él.
En menos de dos horas que llevamos aquí Jesús está demasiado contento y solo lleva dos copas.
De fondo se escucha la nueva cancion de J Balvin «Ahora» y a Jesús lo tengo cada vez más cerca de mí.
No es que no me guste, al contrario, pero claro yo no soy el segundo plato de nadie, ni el primero ni el postres, ni si quiera estoy en la carta, no soy alguien a quien puedas elegir o me quieres o me odias, pero no me marees.
-¿Bailas?- me dice en un susurro y sin ningún tipo de vergüenza empieza a pegarse más y más a mi, moviendose de arriba hacia abajo, lo que en mi pueblo le dicen perreo monumental.
-Uy como vas...
-Voy perfectamente, venga vamos- me dice empujandome hacia la pista.
-No, no, no, que me tengo que beber la copa antes- le digo poninendo una excusa.- a demás de que no te aguanto cuando estas bien, menos así.
-Eres una aguafiestas, que lo sepas- pone una mueca de enfado y se cruza de brazos, yo simplemente suspiro.
-Y que le vamos a hacer Jesús. A ver ¿Ahora como te piensas ir al hotel? Porque no vamos a llamar a Andrés con las horas que son- le digo pensando algo.
-Cierto...
-Pedimos un taxi ¿Te sabes el nombre del hotel?
-Houston tenemos un problema pero como alternativa podemos quedarnos aquí y bailar conmigo- me dice subiendo seguidas veces las cejas. Este niño no cambiará nunca.
[...]
Un dolor intenso empieza a florecer en mi rostro, la cara me empieza a arder y un grito procedente de mi garganta sale a la luz.
-¡Auch!- grito apartando lo que me acaba de dar una tremenda hostia.
-No grites desde por la mañana, que es muy temprano- me dice la morsa que tengo a mi lado.
Anoche despues de negarme a quedarme a bailar con la cara paloma de Jesús, salí de la discoteca un momento para llamar a Bianca y que me dijera la dirección del hotel, tras contarle un poco la historia por encimilla, ésta se empezó a mofar de mí y odio cuando se pone así.
Volví a meterme en la discoteca, esta vez, y por que es muy, pero que muy pesado, baile una canción von él y si no me llego a controlar quien sabe lo que hubiese pasado, pero una vez más tuve que poner una excusa y fue la de que teniamos que pedir un taxi porque mañana, o sea hoy, madrugabamos, cosa que son cerca de las diez y media y aún no hemos salido del hotel.
En fin, que sobre las dos y media llegamos al hotel y bueno pues Jesús quería más fiesta de la que tuvo y el pobre se quedo a dos velas. Que se vaya a Sevilla con Chantal... vaya nombre de personaje malo de telenovela, la madre se lució cuando le puso eso por nombre...
-Me has dado en toda la cara mandril- me seguí quejando.
-Lo siento mucho- me dice dandose la vuelta hacia mí y tocandome la cara- sana, sanita, culito de rana, si no se te cura hoy, se te curará mañana- y tras tararear la canción que todos aprendemos de niños, me da un leve beso en la zona afectada y me abraza como si fuera el Teddy de Dani para seguir durmiendo a pierna suelta.
-Pero seras... uff, Jesús quítate de encima que pesas lo tuyo.
-Oins Emily, desde anoche estas muy arisca, relájate- me dice alargando la ultima vocal.
Tras un rato más acostados, a mí se me ocurre mirar la hora que es y al verla pego un salto de la cama.
-¡Jesús levanta el culo de la cama que a este ritmo no vamos a llegar nunca a Madrid!- le grito viendo que él duerme tan tranquilamente, claro si anoche me costó sacarlo de la dichosa discoteca lo que no está escrito- ¡Borracho asqueroso mueveté!- Tras hacer este comentario el abre de golpe los ojos y me mira como si quisiera matarme.
-Yo no soy ningun borracho asqueroso.
-Pues ayer tus actos decian todo lo contrario, ahora levantaté, duchaté y vamos a ver donde están tu hermano y Bianca.
Sorprendentemente Jesús me hizo caso, aún que la cara de perro que tenía era digna de una foto y que todas sus fans lo vieran resacoso. Media hora más tarde ya estabamos los dos en el pasillo del hotel dirigiendonos hacia la habitación del cojo sin cabeza y de su enfermera especial.
Al estar justo en frente de la habitación escuchamos agunos ruidos y la puerta estába entrecerrada así que nos asustemos un poco pero al entrar vimos como el doctor del hotel le quitaba la venta a Dani y éste, como no, protestaba como siempre.
-Podría tener más cuidado ¿Sabe? Aún me duele- dice Dani.
-No se queje tanto que no es nada- le contesta el doctor jocoso.
-¡Anda, pero que tenemos aquí!- grita mi queridísima amiga- La parejita fiestera- ¿Y ésta como se ha enterado?
-¿Cómo sabes que ayer estuvimos de fiesta?- Pregunta Jesús.
-Hay una cosa que se llama redes sociales... y porque ayer tuve que duchar al asqueroso de tu hermano ya que tú en vez de cuidarlo te vas de fiesta y encima se os olvida el nombre del hotel, es que es para mataros...- Se queja ella.
-Dani, a Bianca no le das lo que le tienes que dar eehh, está demasiado estresada, necesita relajarse un poquito- Dice Jesús con diversión y yo le doy una colleja de la cual se acordará un ratito- auch, eso ha dolido- me contesta tocandose la zona afectada.
-Es que no se deja, por mí le quitaba el estres y lo que quisiera pero no quiere...- contesta Dani.
-Dicen que las fotocopias salen con menos tinta y tu has salido con menos neuronas idiota- le dice Bianca.
-Sí pero es que este de aquí- señalo a Jesús- no se queda atrás- contraataco chinchando un poco más.
De repente escuchamos un grito demasiado fuerte y parece salido de una niña de cinco años.
-Ya está Dani, tu pierna perfecta y encima depilda, un dos por uno- dice el doctor tras tirar del ultio esparatrapo que sostenía la venda y el gemelo menor se tocaba y soplaba la zona.
-Eso te pasa por ser un simio asqueroso y salido- habla Bianca dirijiendose a Dani y este la mira con un poco de odio, ¡Pero si en el fondo se quieren con locura, para qué tanto drama!
-Buenos días chicos- dice Andrés entrando por la puerta, que por cierto la habíamos dejado abierta. El doctor se fue despidiendose de todos y Andrés empezó con sus típicos discursos.- Chicos ¿Estais listos? en cinco minutos salimos hacia Madrid y me da igual que esteis listos o no, mi mujer me ha dicho que me hecha de menos y esta es una oportunidad muy grande, a demás de que vosotros últimamente haceis que esté muy estresado y eso es malo para la salud... ya me entendeis- Tras contarnos media vida y decirnos lo solo que se encuentra sale del cuarto metiendonos prisa para ser puntuales.
A los pocos minutos nos encontramos los cuatro, medio aplastados por tanta maleta, metidos en el ascensor y esperando llegar a recepción. Una vez que entregamos las llaves de las habitciones y nos despedimos de casi todo el personal por su hospitalidad y ayuda nos dirijimos hacia la furgoneta que nos ha acompañado en todos los viajes, desde que salimos aquella vez a pricipios de verano hacia el norte del país, hasta llegar al sur y ahora por casi toda la costa mediterranea.
Jesús y Dani nos adelantan con paso firme mientras que Bianca y yo hablamos animadamente. Le cuento un poco todo lo que pasó anoche incluyendo mis celos hacia Chantal y ella hace lo mismo.
-Bianca, las firmas ya han acabado, nos queda dos firmas más para finalizar la promoción y hoy ya volvemos a Madrid, no los volveremos a ver en un tiempo, y eso si quieren ir a las firmas, porque a lo mejor quieren esas vacaciones tan deseadas...
-¡Chicas aligerando el paso que no estamos en una procesión!
-Me parece que no voy a hechar mucho de menos la parte histerica de Andrés- Dice Bianca resoplando y andamos más rápido hacia el vehiculo.
Una vez dentro de la furgoneta Bianca y yo nos sentamos juntas y los gemelos detras de nosotras, no me fío de estos dos ni un pelo.
La tranquilidas reina de una punta a la otra de la furgoneta, a mi me estaba entrando el sueño, y sí, no sé si seré la única pero aún que me acabe de despertar ir en un coche me entra sueño y más si voy aburrida, suelo ir con música o entretenida con algo pero ya tengo la pereza encima y dudo mucho que algo me la quite. Cojo un cojín que me he traido para los viajes y me apoyo en él con intenciones de dormir hasta que algún ser detestable me despierte pero hoy no es el día de las siestas mañaneras y un móvil empieza a sonar y nadie se digna a cogerlo.
-¡Coger el maldito teléfono!- grita mi compañera de asiento.
-¿Dígamelo?- dice uno de los dos simios que hay detrás y no me pienso dar la vuelta, acabo de pillar la mejor posición y estoy agustisimo.- ¡Hola mamá!- grita como si no lo escuchara.
-Jesús, por más que grites no te va a escuchar mejor- le dice Bianca y este la manda a callar.
-Sí, te escucho... ¿Qué? Pero mamá ellas estarán cansadas... no, no te pongo ninguna pega... ¡claro que quiero que la conozcas!... vale allí estaremos... sí los cuatro, no te preocupes... yo se lo digo a Dani, adios.- madre mía, ¿Qué le pasará ahora a este?
-¿Decirme el qué?- habla esta vez Dani.
-Mamá quiere conocer más a Emily y Bianca... dice que cuando estuvieron en Utrera no le dio tiempo, así que las ha invitado a comer...
-¿Cómo? si quieres le escribo mi biografía pero yo no voy a comer con vosotros dos, me ponéis de los nervios...-contesto tranquilamente.
-Lo siento cariño mío, pero tu querída suegra quiere verte- me dice el estúpido de Jesús.
-Iré solo por Eva... ¡y no me llames cariño!- No hay cosa que más odio me de que las personas que estan todo el rato llamandote por apodos ñoños del tipo "mi amor", "cielo" y cosas así.- Simio asqueroso...- termino murmurando.
-Un momento... ¡mi madre no me puede ver con la matanza que me has hecho en el cuello Emily! ¡Quitame eso!- grita el simio número uno, me está estresando.
-Como no te calmes voy a hacer un mosaico con tu cara en el cristal de la furgonta- le digo dandome la vuelta, a la mierda la siesta mañanera y a la mierda todo.
Tercera persona
Tras buscar soluciones para quitar el moratón que Jesús tenía en el cuello, Emily por fin encontro una solución que pareció convencerla y mientras que la furgoneta seguía en marcha ella sacó una moneda de dos euros y se levantó para posicionarse junto al afectado.
-Vale, se supone que si te pongo la moneda en el cuello y te hago un pequeño masaje con ella en unas horas debería de irse, ya que la sangre dice que se cuagula- explica esta.
-Pues si un chupetón es como un morado, hechale thrombocid y ya se ira- dice Dani- es que eres una agresiva Emily...
-Tú hermanito no se queda atrás, yo también tengo uno en el muslo, lo que pasa que no se ve.
-¿En el muslo? ¿Jesús que hiciste ahí?- habló esta vez Bianca demasiado divertida.
Tras esta conversación Emily puso en practica lo que había leido en Internet. Jesús subio su cuello para que a ella le fuera más fácil hacerlo pero no quitó su mirada de ella en ningún momento.
Tras hacer todo lo que ponía en el blog volvió a su posición anterior pero a los pocos minutos Manolo, el conductor, paró en una gasolinera para repostar y los chicos aprovecharon para salir y estirar las piernas. Emily decidió entrar dentro del establecimiento y comprar algún que otro picoteo para el resto del viaje y Jesús la acompaño. Mientras, Bianca decidió dar un paseo por un sendero que guiaba al interior de un bosque y Dani no estaba dispuesto a quedarse solo así que fue tras ella.
-Voy a mear, quedate aqui Dani- le dice Bianca y tras esto se va tras unos arbustos.
Dani que es un chico muy obediente fue tras ella y mientras que hacía sus necesidades él se fue acercando poco a poco. Bianca se saca un klinex del bolsillo y tras alistarse se levanta.
-Hola moza, tengo tierras y ganado, ¿Te quieres casar con yo?- habla Dani apoyado a un arbol como si fuera un pastor de pueblo, con acento cerrado y basto.
-¿Dani cuanto tiempo llevas ahí? ¿Tú es que el castellano no lo entiendes? ¡que estaba meando!- grita Bianca desquiciada.
-Y tienes muy buen culo así agachada, eso no te lo puedo negar- Dice desabrochandose sus pantalones y poniendose a orinar el también.
-Dani no te pongas a mear delante de mi, es que ya ni te das la vuelta marrano- le dice Bianca
-Tengo confianza, quedaté con eso- Le dice él divertido.
-A veces la confianza da asco, ¿no lo has escuchado nunca?
Una vez que Dani termina de hacer sus cosas se hacerca a Bianca y esta coge una piedra que se encuentra en el suelo.
-Dani no te hacerque que te tiro la piedra- le dice ésta alzando la mano.
-No eres capaz, lo sabemos todos Bianca- Habla él chulesco y cada vez más cerca de ella.
-Dani estate quieto- le dice pero ya es demasiado tarde.
Dani esta a centímetros de ella, le coge las manos porque si dice la verdad no se termina de fiar, aunque sabe que no le haria ningún daño. La piedra cae al suelo al sentir el contacto de él.
-¿Qué haces? ¡Déjame simio!- y tras decir esto Dani le da un corto beso.- ¡No me vuelvas a besar!- y tras volver a hablar otro beso depositó Dani.
Cada vez que Bianca reprochaba algo Dani la hacia callar de esta manera hasta que se rindió y los besos fueron de ambos, la situación cada vez iba más intensa y ninguno de los dos se pudo resistir.
Por otro lado, en el interior de la gasolinera teníamos a Emily y Jesús.
Ella buscaba algo para comer, estaba muerta del hambre, como se suele decir en su tierra, enmalla' y necesitaba azucar para sus células. Por el contrario Jesús también tenía hambre pero no de alimento...
-¿Jesús, te gustan estas patatas?- pregunta Emily mientra las mira.
-Mmm... Sí.- dice éste acercandose por detrás y cogiendola de la cintura haciendo que la chica pegara un respingo y se pusiera nerviosa.
-¿Se puede saber que haces?- dice ella intentando disimular todo lo que tiene por dentro.
-¿Por qué no me haces otro moratón? Así me restriegas otra vez con la monedita.
-¿Qué dices? ¿Te ha gustado que te restriegue con la moneda?- le dice ella divertida y un tanto asombrada.
-No. Me ha gustado tenerte así de cerca- contesta él victorioso por sentir como cada vez se pone más nerviosa.
-Jesús párate, nos van a ver y la vamos a liar- le dice Emily intentando pararlo, aún que no quiera.
-Me da igual...- dice él acercandose a ella más aún y comenzando a besar su cuello, dejando un río hasta su mandíbula.
-Aquí hay cámaras y nos estan grabando, ¿Qué quieres? ¿Qué te pongan en una página de esas para pervertidos?- contraataca ella.
-Vamos al baño...- le susurra. La coge de la mano y le da la vuelta quedando así frente a frente.
-Vamos a llegar tarde, Manolo ya habrá hechado la gasolina...- no le da tiempo a terminar, pues Jesús tira de ella hacia el baño.
-Uno rapidito, que no tardamos nada.
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Este capítulo hecho por mí, mejor ni opino, sobre todo por el final JAJAJAAAJAJA
¿Os gusta la novela o le cambiariais algo?
Una chica pidió un maratón ¿Lo queréis este finde?
Att: jdcuore & jdomsogni
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