Capítulo 59.- Hospital.
Bianca
No aguantaba más ahí adentro, todo estaba empezado a ser insoportable, necesitaba que me diera el aire. Desde que nos dimos el beso, estuvimos tonteando, puedo decir que desde que me dio aquella rosa no me ha quitado ojo, y yo soy más liberal, necesito mi espacio, no aguanto tanto amorío, ver la vida color de rosa, yo soy más negativa, de estás que prefieren llenar el pañuelo de mocos, que la almohada de sueños incumplidos, no quiero depender de un tío y mucho menos, que un simio unineuronal esté pendiente de mí como si no supiese hacer las cosas... no necesito que ningún príncipe azul me salve de estar encerada en una torre, yo me intentaré escapar y me enfrentaré al dragón si es preciso ¿tan difícil es de entender? puedo ser muy rara, no lo niego, pero soy yo, y así he conseguido todos mis éxitos, y me he levantado de caer muchas veces contra las piedras en el camino que te pone la vida. Pero ahora tampoco es que esté mucho mejor, al decir que salía, el cansino de mi ídolo decidió acompañarme, no fuera a ser que me perdiese, me pasase algo, o a saber que imaginaria... escusas. Necesitaba estar sola ¿Tan difícil es de comprender? Ahora va justo a mi lado, callado, y a decir la verdad lo prefiero, cada vez que abre la boca terminamos peleando, y la verdad que estoy un poco cansada de eso.
-Bianca ¿Te puedo hacer una pregunta?- Dani rompió el hielo, la verdad que estaba siendo una situación bastante incómoda, pero yo no iba a dar el primer paso ¿no? prefiero morir de aburrimiento a quedar como una desesperada delante de este simio asqueroso y ostiable- ¿y tú? Nunca... - comenzó a dudar, su voz se quebraba, y cerró sus ojos- no déjalo, no quiero que me des un guantazo, todavía me acuerdo del último y....
-No mono pulgoso, ahora terminas lo que has empezado - le insté poniendo cara de furia- joder tengo una fama de monstruo que ni el increíble Hulk, con lo buena y dulce que soy - tras ese comentario Daniel respondió por lo bajini y lo miré fijamente, me encanta cuando se hace pequeñito- ¿Qué pasa que dejas a medias todo? - cuestioné riendo y alzando las cejas, no puedo pasar un segundo sin picarlo.
-¿Nunca te has enamorado? ¿a parte de Christian no has tenido más novios? - interrogó directo, apartó la mirada nervioso, supongo por miedo y me quedé impactada.
-Qué pasa ¿te has convertido en paparazzi? - le espeté sin pensarlo- joder, madre mía, ahora te paso la lista de todos mis novios, es más ¿te paso mi diario y lo lees? - comenté borde, joder, nunca me gustó que me preguntaran por mi vida, si estaba triste, alegre, si había comido, y sí agradecía que se preocuparan por mí, pero...
-Lo siento - respondió ante mi bordería con la boca pequeña- yo solo quería sacar un tema de conversación - vale, quizás me haya pasado, no sé, en esa extraña relación que tenemos nunca nos hemos comunicado más de cinco minutos, bueno y eso es contando los insultos.
-No - finalmente opté por contestar- y si ahora vas a decir, normal, no hay nadie que te aguante - imité su voz- puedes ahorrártelo - apreté el paso viendo a mi derecha un puesto de perritos calientes- ¿quieres uno? - le señalé, y este negó con la cabeza- pues yo sí...
Me dirigí hasta el espacio donde vendían los perritos, miré a mi lado y a decir verdad me pareció interpretar como que estaba Dani triste, ¿sería posible? Suspiré mientras empezaba a guardar la cola, afortunadamente solo había dos personas por delante de mí, pero en ese tiempo mi corazoncito pareció indicarme algo, miré mi bolso y contemplé la flor que anteriormente me había regalado, sí tiene el cielo ganado, después de todas nuestras disputas, insultos, peleas... se ha dignado a comprarme ese detalle, sorprendiéndome con su frase "una flor para otra flor" y eso hasta mí me enternece, no, si en el fondo tengo mis sentimientos, y sí, lo afirmo ahora me está empezando a dar pena como lo trato, un poquito eh, solo un poco, hace escasos segundos le acabo de soltar una bordería, la verdad que hoy no tengo mi día, y ahora empiezo a sentirme levemente culpable, sí, levemente, pero con comida se me pasará, o eso supongo...
-Un hot dog y una Coca-Cola, por favor -le indiqué al vendedor, justo antes de darle el dinero.
Rápidamente el señor me entregó el dinero sobrante, y mi pedido, y como si estuviese varios años sin comer me puse a devorar esto que tenía delante, muchas veces creo que parezco un monstruo comiendo, me voy a manchar de ketchup hasta el alma.... Cuando miré hacia arriba pude contemplar como Dani reía viéndome comer, si a esto se le puede llamar comer, me mordí el labio y di de nuevo un gran mordisco a la comida.
-¿Tengo monos en la cara? - pregunté con la boca llena, sí sé que es de mala educación, pero me fastidia que el cavernícola esté feliz.
-No, pero me fascina verte engullir - soltó una leve risita, aún a sabiendas que podía ser lo último que haría en su vida- nunca había visto comer así a una chica... bueno creo que a nadie - explicó con satisfacción- solo tú puedes hacer eso y verte sexy - joder, ¿quiere que le rocíe toda su cara peluda de kétchup?- tienes manchado aquí -se hizo un gesto limpiándose el labio, repetí el gesto, pero creo que no quedó contento, se acercó a mí y unió su boca y la mía besándose.
-¿Qué haces guarro? - me aparté- podrías haber cogido una servilleta y haberme limpiado, guarro, cavernícola, unireunal, borderline - lo insulté, y él sonrió pícaro- se me ha quitado hasta el hambre - pronuncié deprisa- bueno eso no, ¡Pero que sea la última vez que me besas a traición! - le advertí.
-Y avisándote ¿puedo? - inquirió mientras comenzaba a caminar de nuevo, la que me ha tocado con este, suspiré, me intenté tranquilizar, pero cuando me pude dar cuenta ya estaba a varios pasos de mí.
-¡Oye, espera! Que no he terminado de comer - le grité llamando su atención, se giró, y se quedó parado contemplándome, madre mía esto debe ser como una escena de película.
Una vez terminado de devorar el perrito, corrí hasta él, madre mía yo corriendo detrás de un chico, esto debería pasar a la posterioridad, y no ha podido ser ni más ni menos que con el imbécil de Oviedo. Llegué a su altura, y volvimos a andar a un paso más apaciguado, el silencio volvió a ser una tónica entre nosotros, escuchábamos la música de las atracciones, el griterío de la gente, pero nosotros íbamos callados, como creo que nunca pudiésemos imaginar.
De repente vimos un puesto de estos de la tómbola, consistía en dar varias veces en la diana con una escopeta. El imbécil de mi acompañante vio un oso y se quedó embodado mirandolo, madre mía, ¿Qué le pasa a este?
-Bianca, voy a probar suerte - dijo colándose entre el barullo, madre mía, me parece perfecto, me gusta verlo hacer el ridículo- quiero al padre de Teddy - me señalo hasta un gigante oso, colgado del techo de la garita, una pequeña risita vino hasta mí, y a este pareció no gustarle.- Vete a la mierda - habló enfadado- cuando lo consiga no reirás tanto - estaba convencido, y a la vez eso le hacía tener un tono de chulería y prepotencia que me encantaba.
Primer intento, Dani no logró los puntos suficientes para conseguir el oso, segunda tirada, en esta se quedó un poco más cerca de su objetivo, estaba nervioso lo podía escuchar como murmuraba "tengo que conseguir al padre de Teddy, voy a reunir al niño con su papi" ¿estaba mal? ¿Había bebido y le estaba afectando a la cabeza? Suspiré, no lo iba a conseguir, íbamos a perder el tiempo... concentrado lo intentó una vez más, puso su vista de frente y... LO CONSIGUIÓ, 60 puntos, se giró alegre, me señaló e hizo gesto de victoria.
El señor rápidamente le descolgó el oso, se lo entregó, y en un abrir y cerrar de ojos estaba pegado a mí, sentí su respiración con la mía, en estos momentos estábamos a milímetros y podría aseguraros que no me molestaba lo más mínimo.
-Te dije que lo conseguiría - susurró en mi oído, rápidamente me entregó el oso, y sonrió, pasó su mano por mi cachete, entre nosotros había una tensión latente, su nariz cada vez estaba más cerca de la mía, relamí los labios intuyendo lo que venía después, pero al parecer no iba a ser así.
-Dani, oh no creo que seas mi Dani- alguien se acercó a nosotros interrumpiendo este momento, y por como lo había llamado debía ser una fan- oh, los rumores eran ciertos no os habéis ido - comentó emocionada mientras daba saltitos- os he hecho la foto y salís muy guapos - reveló enseñándole el móvil, este levantó una ceja, y se separó de mí.
-Súbela a Instagram y etiquétame - le indicó dándole un beso- sí, estoy aquí, con ella, mi hermano, Emily... - explicó, madre mía este chico es de lo que no hay, no me acordaba que éramos "novios" y ahora tendré que fingir algo que no soy con este simio.
-¿Y ese oso? - cuestionó la fan- ¿lo has conseguido en el puesto? - interrogó señalándolo, Dani asintió con la cabeza y la chica se mostró feliz- que romántico eres...
-Un momento - interrumpió Dani sin entender nada, pero creo que ahora podría hacer una trastada de las mías, soy un genio, desde luego mi mente es privilegiada, a veces me impresiono a mí misma de estos planes maquiavélicos que se me ocurren, y en dos segundos. Si desde luego debería ser estudiada por la NASA, soy perfecta.
-Sí me lo ha regalado - alcé con mi mano mi pelo al vuelo- mi niño es tan romántico, él tiene uno de estos en pequeñito, y quería conseguirme este - mi chico puso cara de fastidio, y la fan se fue porque su madre la llamó dándole un último beso.
-Devuélveme al papá de Teddy - me pidió y yo negué- venga Bianca, se lo iba a regalar a Deborah - oh no, oh no, ese era justo el dato que me faltaba para no entregárselo.
-Danielito - lo nombré por ese nombre que tampoco le gustaba- recuerda... lo que se da no se quita - comenté y me fui hacia adelante superior, no pensaría que se lo iba a devolver, y menos para que se lo quede esa bruja, ¿no?
Pero al intentar fugarme un gran dolor inundó mi barriga acompañado de una arcada, me doblé en señal que no podía más, y el simio que está a mi lado, pareció no creérselo...
-Bianca, venga ya, no creerás que... - comenzó a decirme, pero seguramente al darse cuenta de mi cara de vampiro, se cortó- te voy a llevar al médico, he visto una consulta cerca de aquí...
Me cogió al estilo princesita y inició una carrera hasta el centro de salud, ahora mismo debíamos estar preciosos, una chica y un oso, en brazos de un chico famoso, vamos esto da para una película de Hollywood.
En un instante llegamos, Dani no había parado de susurrarme cosas, y la verdad que el dolor de barriga, ni las arcadas habían cesado. Una enfermera me llevó hasta una sala y rápidamente un médico salió, me hicieron varias pruebas, sacándome incluso sangre, me dieron una pastilla que al tragármela me hizo vomitar todo lo que tenía en el estomago, y posteriormente me devolvieron a la sala donde se encontraba Dani, al cual no dejaron pasar. Me senté y puse la cabeza encima del simio asqueroso que... bueno, que aunque parezca mentira le estoy empezando a coger cariño, pero un poquito nada más.
-Gracias - le susurré al oído y sonrió, a su lado tenía al gran Teddy, que también nos había acompañado a la consulta, ahora mismo debíamos parecer un cuadro- y perdón por hablarte antes mal...
-Oh vaya, Bianca pidiendo perdón - ironizó con una sonrisa, y se echó a reír- yo algunas veces también soy un imbécil...
-Hacéis una bonita pareja - una señora que estaba cerca nos interrumpió- creo que durareis mucho tiempo juntos - bueno y esta señora que era ¿bruja?
-Gracias señora - le respondió Dani cortés.
-Tu cara me suena de algo - le dijo a mi supuesto "chico" este enarcó sus hombros- ¿Por qué estáis aquí? ¿os puedo ayudar? - preguntó interesándose por nosotros.
-Ella, que le dolía la barriga y vómitos - respondió por mí.
-Uy - murmuró la señora- la última vez que me puse con vómitos y dolor de barriga a los nueve meses nació mi niña - explicó alertándonos, miré a Dani que rápidamente abrió los ojos de par en par y yo empecé a negar, es imposible, no puede ser... o sea, sí podría pasar... pero no a mí, un niño ¿a mí? ¿y con el unireunal esté? No.
-No, a nosotros no puede pasarnos eso - hablé poco convencida- o sea no - las ganas de llorar me iban a poder, espero que esto no sea eso, Dani también estaba abatido, me cogió mi mano y se echó hacia atrás apoyándose en la pared, su madre nos mata, mi padre también y no... no puede pasar.
Los minutos pasaban como horas, cerré mis ojos pero no podía dormir, y Daniel no estaba mucho mejor, la señora que antes nos habló se fue y nos quedamos mirándonos pero sin decir nada...
-Aquí están los resultados de las pruebas - la enfermera cortó todos nuestros pensamientos, bendita la hora, necesito saber ya que me pasa.
-¿Está embarazada? - preguntó Daniel nervioso- si lo está dígalo, vaya sin rodeos, no estoy preparado, mi madre me dará en el culo con la zapatilla pero... no sé, hable estoy nervioso - cada vez movía con más rapidez la pierna, la señorita se rió, lo que hizo que me enfadara más.
-No - habló dejándonos con ganas de montar una fiesta- solo es una pequeña indigestión - me pasó un papel con una receta- tómese estas pastillas mañana y pasado, y se le pasará...- Ambos suspiramos, Daniel ayudó a levantarme primero a mí, y justo después cogió a mi Teddy gigante, estábamos muy cerca, me miró y pude contemplar en sus labios un menos mal, pero no sé si por la tensión del momento, por la bajada de defensas que me ha producido el vomito pero me besó, y lo peor es que le seguí el beso...
-Para, para que no me controló - intenté decir mientras me separaba, pero no, este se resistió y volvió a pegar sus labios a los míos.
-Me da igual, vamos al baño a celebrarlo - me indicó señalando la puerta, le di una leve cachetada en el culo, y me metí justo detrás de él para no llamar la atención.
Con paso firme nos metimos dentro del de chicas, cerramos una de las compuertas que separan cada baño, y comenzamos a besarnos, subió mi vestido con fuerza, dejó a Teddy a un lado y se desabrochó el cinturón, la pasión había ganado otra vez la partida, somos unos irresponsables, después del casi embarazo estamos haciéndolo, parecemos conejos... pero así es nuestra relación, extraña, lo quiero, lo odio y me incita a hacer locuras que me encantan. Cogí sus mofletes y empecé a jugar con ellos, espero que aquí no haya cámaras, porque si no la hemos liado...
-Me pones mucho - susurró entre beso y beso mientras dejábamos fluir la lujuria que había entre nosotros.
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Hola holaaaa, sentimos no haber subido en todo este tiempo, jdcuore no tiene la culpa, soy yo (como la canción)
He estado liada, entre banda de música en semana santa y luego he estado de viaje y pues no he tenido apenas tiempo pero no os preocupeis hemos vuelto.
Esperemos que os guste el capítulo hecho por la increible jdcuore , próximamente más.
Att: jdcuore & jdomsogni
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