Capítulo 36.- Despertar.
Emily
Unos ruidos extraños me despiertan. La cabeza me duele como nunca, llevo mi mano hasta esta y al mover mi cuerpo para realizar el movimidnto, noto unas tremendas agujetas por zonas que ni sabia que tenía, ¿qué hice anoche?
Sigo sin abrir los ojos, me pesan los parpados y estoy casi boca abajo. Ocupo casi toda la cama y eso me indica que Jesús, o se ha caido de esta o no ha dormido aquí, comienzo a mover mi mano lentamente por esta y al llegar hasta el otro extremo de la cama sin ningún obstáculo abro los ojos de par en par observando como no hay nadie más en la cama, me asomo al suelo, pero tampoco hay nadie ¿dónde se habrá metido?
De repente, y pillandome por sorpresa, escucho la cisterna del váter y yo me quedo más tranquila al pensar que no se han ido sin mi.
Al volver de mis pensamiento y mirar hacia la puerta del cuarto de baño, veo salir a un Jesús medio dormido, arrascándose el ojo y... ¿Está en pelotas? ¿No lleva nada?
-¡¿Qué haces cerdo?! ¡Tapaté marrano!- le grito desesperada.
Miro a mi alrededor y justamente a mi lado hay un cojín, asi que decido tirarselo.
-Vaya... la fiera se ha despertado- comienza a hablar con voz ronca y empezando a mover sus cejas de arriba abajo.
-¿Qué dices?- respondo viendo como busca con la mirada sus calzoncillos.
Hecho un vistazo rápido a la habitación y observo que está hecha un desastre y que hay ropa hasta en las lamparas. Al ver todo esto, algunas imágenes vienen a mi cabeza como flashes y empiezo a recordar algo de la noche anterior.
-Esta madrugada no me decías lo mismo...- habla de nuevo cuando ha encontrado algo para ponerse.
-¿Cómo?
-Anoche querias que me desnudara y hoy que me tape, a ver si te aclaras porque a este cuerpo serrano no lo puedes marear- habla con superioridad y yo cada vez flipo más.
-¿Qué hicimos Jesús? ¿Por qué no me paraste? Iba borracha y no era consciente de mis actos, te aprovechaste de mi en toda regla...
-No, no y no, yo no me he aprovechado de nadie. Yo también iba borracho como tu pero cada uno sabíamos lo que hacíamos así que no empieces a hechar las culpas. Tu ibas igual de consciente que yo.
-¡Si yo apenas recuerdo las cosas!- me empecé a alterar.
-Bueno, pues te refresco la memoria. Anoche ibamos un poquito subiditos, nos calentamos de más en el baño...
-Y nos acostamos- termino de decir.- madre mía, la que he liado, ¿cómo he podido hacer esto?
-Haciendolo- dice con una mueca de obviedad-. Por cierto... no sabía que te gustaban los streptes...
-¡¿Qué?! Lo que me faltaba por oir...
-Sí, sí... anoche me pediste que te hiciera uno y... pues ya que estaba, lo hice. Recuerdo que te pusiste a cantarme la típica canción y que cuando terminé te avalanzaste sobre mi como una fiera.- dice totalmente serio. Intento hacer memoria pero no consigo recordar tal cosa.
Ahora mismo estoy roja como los tomates, noto como mis mejillas arden por la vergüenza y mis manos empiezan a sudar. Agacho la cabeza y me doy cuenta que lo único que tapa mi cuerpo es una simple sábana blanca así que, si era posible, me pongo aún mas sofocada.
-Eso no puede ser verdad...- digo en un leve susurro- no me acuerdo de nada de eso- vuelvo a mirar a Jesús, el cual está intentando no reirse-. Es mentira ¿no?- el se limita a asentir y tras esto suelta una enorme carcajada.
-Es mentira, aunque no me hubiese importado...- dice aún con diversión en su tono de voz.
-¿Pero tu eres tonto o peinas calvos?- le pregunto muy cabreada, ¿cómo se le ocurre decirme semejante barbaridad? Bastante es que he cometido el error de acostarme con él.
-No, les hago trenzas- habla vacilandome más todavía y yo no lo aguanto más.
Me lio la sábana por todo mi cuerpo, sin que se me vea nada, y me levanto lo más rápido de la cama para avalanzarme sobre Jesús y pegarle la hostia que se merece.
Cuando estoy, casi, encima suya, este me coge, pillandole por sorpresa, y yo ataco sin avisarle.
-¡Emily! ¡¿Qué haces?! ¡Para, me vas a hacer daño!- grita intentando cogerme las manos.
-Pídeme perdon y pararé.
-No te pienso pedir perdón, no he echo nada- dice y en un descuido coge mis manos por la muñeca y se sube a la cama para despues tenderme sobre ella, aún con su agarre.
-Sueltame- protesto, pero es en vano.
-Al final te voy a preferir borracha, estás más receptiva y... sexy- me dice colocándose sobre mi para que no pueda moverme.
-Yo si que te voy a emborrachar a ti, pero de la hostia que te voy a dar- digo esta vez yo, aún más cabreada.
Este niño lo único que hace es ponerme de mal humor, no lo aguanto.
Te pone a secas y punto.
-En definitiva, te voy a llevar borracha a todos lados, prefiero tenerte rendida a mis pies que matandome- dice con una pequeña risa al final.
-Sí, claro, ni que estuviera loca, como para dejarme emborrachar por ti y cometer otra locura-. Digo rodando los ojos.
-De locuras se vive ¿no?- esta vez habla más tranquilo y cuando vuelvo a miralo me doy cuenta que sigue sobre mi, que cada vez está más cerca y que si queremos podemos volver a empezar una guerra de besos.
Nos quedamos en silencio, mirándonos fijamente y sin saber qué hacer, hasta que alguien toca la puerta desesperadamente y los dos, como si estuviéramos compenetrados, miramos a la puerta. En un abrir y cerrar de ojos Jesús se levanta de encima de mí, un poco ruborizado, y salta de la cama al suelo.
Los golpes no cesan y me empiezo a poner de los nervio.
-¿Quién será tan pesado como para insistir tanto?- pregunta Jesús desquiciado y como si lo hubiera escuchado desde el otro lado de la puerta, la voz de Bianca sonó, respondiendo todas nuestras dudas.
-¿Qué le pasará a la loca esta?- digo esta vez yo, levantándome de la cama y buscando algo que ponerme y que no sea la sabana que llevo enrollada al cuerpo.
Jesús se dispone a abrir la puerta, pero antes me tira algo que queda colgado de mi cabeza.
-Ponte esa blusa, creo que te estará bastante larga- habla haciendo que coja la blusa que está sobre mi cabeza y la mire.
Me pongo la blusa por encima de las sabanas y cuando la tengo bien colocada tiro de la sábana desprendiéndome de ella. Tras esto Jesús abre la puerta y Bianca entra desesperada a la habitación viéndome de lleno a mí y después a Jesús.
-¡Cierra que está aquí Deborah!- dice gritando y cerrando la puerta de golpe.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué estas así? Yo no entiendo nada...- hablo descolocada.
Bianca, una vez que se relaja un poco y se sitúa, empieza a mirar la habitación y tras darle la vuelta a toda ella, su mirada llega hasta Jesús y a mi. No deja de observarnos y poco a poco le va saliendo una pequeña sonrisa pícara.
-¿Qué os ha pasado chico?- habla con un tono de retintín.- ¿Habéis tenido una noche movidita también?- mueve sus cejas a la vez que pone una mueca divertida.
-¿Cómo que también?- digo yo captando la atención de Jesús y Bianca.
-Pues... que...- comienza a intentar hablar mi amiga, pero las palabras no le salían- que Dani y yo pues... eso y ha venido Deborah y pues nos ha pillado.- habla dejándome anonadada, o sea con lo mal que se llevan y al final acaban juntos.
-Si ya lo decía mi abuela, que el roce hace el cariño...- digo con diversión.
Bianca iba a hablar pero Jesús le pilla el turno de palabra.
-¡¿Qué tú y mi hermano que?!- dice Jesús bastante sorprendido- sabía que os queríais matar pero... no en ese plan...
-Jesús, no hables, que por la escena que estoy viendo, tú no te has quedado atrás, que por la boca muere el pez eehh-. Dice bastante segura y eso hace que habrá los ojos y me sonroje.
-Eehh...- Jesús se queda callado, sin saber que decir. Me da miedo mirarlo, por si me está mirando y me ve más sonrojada de lo normal. De repente empiezan a aporrear la puerta con mucha más intensidad que cuando mi amiga lo hacía minutos antes.- hui, están tocando a la puerta, voy a ver quién es- dice Jesús cambiando de tema.
-¡No! No abras la puerta, seguro que es Deborah y viene a matarme- dice esta vez Bianca, volviéndose a poner histérica.
-Que no, que seguro que no es nada- y una vez dicho esto se dirige hacia la puerta, la abre y como si de una fuerza sobre natural se tratase, algo lo empuja hacia atrás haciéndose ver.
-¿Dónde está la zorra esa?- habla una voz a la que le tengo mucha tirria.
Mi amiga que se ha escondido en el baño sale muy dispuesta, haciendo gestos con las manos que no logro entender.
-¿Perdona? ¿Qué me has llamado? ¡Zorra tú!- grita a los cuatro vientos, captando la atención de la loca que acaba de entrar a la habitación- bueno, no, esos pobres animales no merecen tal insulto.
Dani que está detrás de Deborah intenta sujetarla como puede pero se suelta de su agarre y se abalanza hacia mi amiga como un lobo hambriento.
-Me ha pegado ya muchas veces y uno de los puñetazos me lo ha dado en la cara, como me salga un moratón no salgo hasta que se me vaya. Yo no cojo más a la loca esa- habla Dani.
Todo pasa muy rápido, veo como mi amiga corre por toda la habitación y todos intentamos parar la pelea pero no hay manera. Unos hombres muy bien trajeados y bastante fuertes entran en la habitación y de un momento a otro vemos a Bianca detrás de Dani intentando esquivar a Deborah que se abalanza hacia ellos, pero antes de esto, los dos hombre la cogen sacándola de la habitación.
-¡Cuando te pille te arrancaré los pelos! ¡Esto no se le hace a Deborah!- la escuchamos gritar de fondo y al asomarnos a la puerta vemos como desaparece y Bianca le hace un corte de mangas bastante gracioso.
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Toma corte de manga JAJAJAJAJAJ
¿Qué pensais sobre la novela? Darnos vuertra opinión.
¿Qué creeis que pasará? ¿Qué opinais sobre Deborah? Y ¿Sobre las noches locas? JAJAJAJA venga desahogaros con nosotras.
Att: jdcuore & jdomsogni
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