Capítulo 34.- El baño...

Emily

Menos mal que el camarero esta bueno y nos podemos alegrar las vistas porque como gire la cabeza y los vea ahí sentados como pasmarotes pasando de todo la lio-. Como se nota que los dos malibús van haciendo su efecto- pienso e intento no reirme sola. Mi amiga pide la tercera copa y como si fuera agua, entra directa.

A los poco minutos de estar escuchando la música y pensando en mis cosas me empiezo a sentir mal y a la vez tengo ganas de ir al baño, así que decido levantarme del taburete en el que estamos sentadas en la barra y me dirijo hacia los baños tambaleandome de un lado hacia otro.

Una vez estoy en la puerta, me fijo en los tipicos dibujos que distingue el baño de mujer al de los hombres. Intento fijar la vista pero no logro ver bien el dibujo así que entro en uno de los dos, total, es para ir al baño, los dos sirven para lo mismo.

Una vez que salgo del baño me dispongo a lavarme las manos y al mirar por el espejo veo a un chico pegado a la pared de espaldas a mi. Fijo la mirada en él y achino los ojos para poder verlo con claridad, es ahí cuando me doy cuenta que estoy en el baño de chicos.

-¡Hostias!- hablo con un tono de voz más elevado de lo que quería y el chico que estaba en los orinales se da la vuelta sobresaltado.

-Joder Emily, me has asustado- dice el chico, que por una extraña razón sabe mi nombre- por cierto, ¿qué haces en este baño?- tras decir esto, consigo identificarle la voz de Jesús.

-Uuii, me he equivocado, lo siento- digo a duras penas por la vergüenza y por la borrachera que tengo encima- no veo nada, y creo que una lentilla se me ha caido o son los efectos del alcohol, ya no lo sé- Jesús se hacerca al lavabo y se lava las manos.

-Yo la verdad que también voy contentillo, pero no tanto como tú y Bianca ya ni te cuento...- ¿Ya la ha liado?

-¿Qué ha hecho?- hablo intentando no soltar una carcajada.

-Se ha subido a la barra y se ha puesto a bailar como una loca.

-Madre mía, lo que me he perdido...

-Nos ha alegrado las vistas a todos, la verdad- dice recordando el momento y soltando una leve risa.

-Que asqueroso eres...- le digo haciéndole una mueca de asco- voy a ver como está- digo para no tener que hablar más con él.

-No hace falta, Dani la ha bajado de la barra y se la ha llevado, tipo "princesa", del bar- este rueda los ojos y niega con la cabeza.

-¿Enserio?- madre mía, cuando mañana se despierte, entre la resaca y esto, va a tener bastante.

-Y tan enserio, aunque Dani también iba contentillo.

-Estos terminan juntos esta noche, lo estoy viendo- digo pensando en como tiene que estar Bianca ahora.

De fondo empieza a sonar una de las canciones que va a estar sonando todo el verano y gran parte del año y la verdad que no esta mal y es muy pegadiza.

Sí, sabes que ya llevo un rato mirándote. Tengo que bailar contigo hoy.
Vi que tu mirada ya estaba llamándome. Muéstrame el camino que yo voy.
Tú, tú eres el imán y yo soy el metal, me voy acercando y voy armando el plan, solo con pensarlo se acelera el pulso.

-No sé tu, pero yo me voy a bailar, esta canción me encanta- antes de que diera el primer paso Jesús me para en seco.

-¿Tú sola vas a bailar? Te iba a decir de irnos al hotel ya.

-Que aburrido eres, si no son ni la una.

-Y no querías venir- empieza a levantar las cejas seguidas veces.

-Ahora que estoy así no me saca nadie de aquí, ¡fiesta!- levanto mis manos y grito esto último.

Cuando pongo rumbo a la pista de baile, mis pies hacen un movimiento raro y se enredan entre sí, no aguanto el equilibrio y voy directa al suelo, pero antes de chocar contra este unas manos me sujetan de la cintura.
Alzo la vista y veo que estoy completamente pegada a Jesús.

Los dos nos miramos fijamente e intento incorporarme, una vez que estoy totalmente de pie, me fijo que Jesús no me quita ojo y seguimos demasiado cerca. Comienza a caminar hacia mi y yo retrocedo pero choco con la pared. Este no se detiene y sigue avanzando hasta colocar una mano en mi cintura. Nos quedamos un rato callados y mirandonos fijamente, hasta que Jesús desliza su mirada hacia mis labios y al segundo se lanza hacia ellos sin ningún pudor.

Yo no hago ningun intento de apartarme, al contrario, se lo sigo. Una vez que no tenemos más aire, nos separamos y junta su frente con la mía.

-Quiero ver bailar tu pelo, quiero ser tu ritmo, que le enseñes a mi boca tus lugares favoritos- canta susurrando la estrofa de la canción y tras esto vuelve a besarme apasionadamente.

Mañana puede que me arrepienta, pero ahora mismo me da un poco igual todo.
Nos separamos costosamente, nuestra respiración es rápida, se nota que está excitado y no para de mirar de mis ojos a mis labios y viceversa.

-No sabes la de ganas que tenía de hacer esto desde la otra noche.... no pregunte el porqué, ni yo lo sé- habla por primera vez despues del beso.

Me quedo callada, asimilando lo que me acaba de decir- yo también...- le digo en un leve susurro.

Se vuelve a acercar pero esta vez ambos nos controlamos y apoyamos las frentes en ambas cabezas. Por un momento cierro los ojos pero al instante los vuelvo a abrir encontrandome como se muerde el labio y tras esto se los humedece.

-¿Nos vamos?- me pregunta en un susurro desesperado, mientras su mano busca la mía.

Yo me limito a asentir y tras esto salimos del baño de chicos, pasamos por toda la pista de baile y cuando ibamos a llegar a la entrada nos cruzamos con sus queridísimo amigos, Zipi y Zape.

-¿Ya os vais? Si la fiesta acaba de empezar- pregunta uno de ellos.

-Yo la fiesta la sigo en el hotel- Dice Jesús con decisión y tras dejarlos con la boca abierta tira de mi mano hacia él para que lo siga.

-¡Ponganse condon chicos!- oímos a lo lejos, como el mismo chico de antes nos grita con acento latino.

Salimos del bar y menos mal que no hay que andar mucho y el hotel se encuentra al girar la esquina.
Vamos con paso ligero para no encontrarnos con nadie y porque estamos ansiosos de llegar al hotel.

Justo cuando llegamos y entramos a recepción vemos que hay dos personas, un chico y una chica como recepcionistas, les damos las buenas noches e inmediatamente subimos en el ascensor. Jesús vuelve a acercarse a mi y otra vez me besa.

El ascensor abre las puertas y por las horas que son no nos encontramos a nadie en el pasillo. Buscamos nuestra habitación y abrimos la puerta.

Una vez dentro, la fiesta sigue. Me empuja contra la pared pero esta vez soy yo la que da el paso de besarlo y me lanzo.

Cada vez me gusta más esta sensación, pero sé que mañana, o no me acordaré de nada o no lo podre ni mirar a los ojos, pero como dice mi abuela, una vez al año no hace daño y quien sabe lo que puede pasar.

Coloca sus manos en mi cintura y poco a poco baja por mis piernas hasta llegar al muslo, del cual coge y me impulsa hacia arriba para que yo quede sobre sus caderas. No paramos de besarnos y el ambiente cada vez se calienta más.

Él comienza a andar hasta llegar a la cama y caernos en esta.

Poco a poco y beso tras beso, la ropa va callendo al suelo. Acaricia todo mi cuerpo con suavidad y delicadeza y yo hago lo mismo.
Susurra palabras en mi oido que hace que sonria y deseo que esto no acabe nunca aunque mañana sera otro día.

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Hola hola holaaaaa!!!! La cosa se pone intensa...

¿Os lo esperabais?

Esperamos que osnguste mucho mucho.

Att: jdcuore & jdomsogni

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