Capítulo 13- Libres.

Bianca

Ya habíamos llegado a casa. Emily estaba triste, normal, se había dado cuenta que su novio y sus ídolos eran tres delincuentes en potencia, ¿a quién se le ocurre pegarse con alguien en la calle? Y lo que es peor, ¿desafiar a un agente de la ley? Normal que hayan terminado, detenidos, esposados y durmiendo una nochecita a la sombra...

Al ver mi casa se sorprendió, no es muy grande ni lujosa, pero es lo suficiente como para hacerme una fiestecita de vez en cuando, la pena que no tenga amigos aquí... pero ahora con Emily cambiará, espero, mañana iremos al hotel a recoger sus cosas, estoy segura que mandará a Manolo a por ellas, no la veo cargando cajas de nuevo.
En mi casa debe poner algo así como "asilo de refugiados con ídolos imbéciles" debería montar una asociación, quizás la haga, no se puede tener unos ídolos más unireunales, cavernícolas, pero que a la vez me tengan tan enganchada, increíblemente pese a todo lo que me han dicho y me he enterado de ellos los sigo queriendo, en el fondo los veo frágiles, se quieren hacer los chulos y los prepotentes, pero no son así, quizás serán cosas mías y me esté volviendo un poco loca, pero es un sentimiento muy extraño, y quizás ni yo lo entienda.

-Me arrepiento de haber llamado al policía – comentó Emily antes entrar en el baño.

Habíamos decidido que se acostara en la cama libre que hay en mi habitación, cuando entré en la casa, me gustó este cuarto, pese a tener uno muchísimo más grande a mi lado decidí instalarme aquí, quizás todavía tengo añoranza del reality, en un sitio bastante pequeño dormíamos 7 personas.

-Pues yo hubiese dado dinero por ver la ficha policíal- contesté firme- ¿estarían guapos en la foto? – bromeé mientras Emily terminaba de vestirse en el baño, le había dejado un pijama, supongo que tendremos la misma talla- si me hubiesen dejado a mí, le hubiera dado un buen castigo a los simios, sobre todo a Dani, será malnacido, que lo hubiesen dejado maniatado en la celda a mi disposición...

-Serás cerda – escuché a Emily tras la puerta- seguro que en vez de un castigo le hubieses dado una alegría, seguro que está necesitado – en ese momento salió y se tendió- si no tienes sueño no te preocupes por mí, no creo que pueda dormir todavía... es tu casa, no quiero incomodarte, yo podría haber dormido en el sofá, o en otro cuarto, en serio.

-Tranquila, si no me duermo suelo ponerme con el móvil – comenté mientras sonreía. La verdad no me daba vergüenza dormir con una casi desconocida, ya que millones de personas me han visto dormir.

-Mañana quiero ir a comisaría, ya sabes, a verlos – confesó algo triste- me da pena todo lo que ha ocurrido, solo espero que no sean tan cafres y no la sigan liando, bueno eso y que les sirva de experiencia y como castigo – se tocó su pelo y se recostó del otro lado.

-¿Sabes? También son mis ídolos – hablé provocando que volviese a la posición de antes- para mí también es muy doloroso todo esto que está pasando, una de las razones por las que entré en ese reality fue por ellos, en un momento de mi vida creí que estaba enamorada de ellos – confesé para su asombro- pero... ¿cómo iba a estar enamorada de dos desconocidos? Tampoco quería que nadie lo tomase a coña, no quería escuchar esos comentarios de "ni siquiera los conoces" "estarás enamorada del personaje, no de las personas" e iban a llevar razón, no era como esperaba, y me siento como una gilipollas por haber hecho todo eso por nada... - terminé de hablar dejándome incluso a mi fría, nunca creí que pudiese decir estas palabras- buenas noches – pronuncié y me recosté del otro lado.

Cerré los ojos, necesitaba mantener mi mente en blanco, en estos momentos no podía pensar, si lo hacía, todo esto me atormentaría demasiado. Puse mis manos en mi oreja e intenté dormir, mañana todo sería mejor...

[...]

Un ruido me despertó, Emily estaba haciendo la cama, me reí ante tal hecho, yo no la hago desde que mi madre me amenazaba que si no la hacía no salía de casa, y había días que hasta me escapaba antes... esta chica ¿era de verdad?

-Siento haberte despertado – comentó con una sonrisa en la cara ¿en serio? ¿alguien se puede levantar de buen humor?- son las 8 de la mañana, y bueno me iba ya a comisaría, por si a los... Unai lo dejan libre pronto- ¿Las 8 de la mañana? ¿Pero a esas horas las calles están puestas? Creo que no estoy despierta a esa hora desde un día que vine de fiesta, y me acosté

-Espera que voy contigo – dije desganada, y le tiré la almohada a su cara- eso por despertarme.

Me vestí en un segundo con lo primero que vi en el armario, y arreglé mis pelos de loca, en estos momentos estoy como para que algunas fans me vean, pero yo siempre he sido así, con lo cómoda que se está en chándal o en pijama ¿para qué vestirse?

Emily, ya estaba abajo, esta chica es una polvorilla, de verdad, creo que me cae demasiado bien, es muy como yo. Afortunadamente no me había vuelto a nombrar el tema de anoche, no quiero que lo haga, fue una confesión muy intima, quizás ni tuve que hacerla, no por ella, es por no hablar de ello.

Al bajar la escalera la vi sonriente, ¿era bipolar? ¿Sonreír por la mañana se podía? Una de dos, o es de una secta rara, o se ha fumado algo, cosa que no creo porque en la casa no me olía mal.

- Madre mía que buenorro tienes como vecino – expresó asombrada, ¿vecino? ¿Qué vecino? ¿El viejecillo del tercer? o ¿el adolescente prepuber, que vivía con su madre y un perro en el cuarto? Aquí no hay más vecinos chicos, todas son viejas amargadas, de las que a la mitad pillé criticando mi concurso a mis espaldas un día en las escaleras.

-Creo que te has fumado algo ¿eh? Algo de la comida te ha debido sentar mal – opiné mientras ella negaba con la cabeza- Aquí no viven chicos guapos – expliqué intentándola hacerla razonar- es más, excepto yo, y un pipiolo, no vive nadie que haya nacido después del 1980...

-El del primero – aclaró babeando, genial, y ahora tendré que subir a por una fregona para recoger la piscina que acaba de hacer en el rellano - rubin, esta buenísimo, si no lo quieres me lo pido...

-¿No estabas ligándote al millonario? Ese sí que me lo deberías pasar, guapo y con dinero no se encuentran todos los días – empecé a divagar y a soñar con lo que yo haría con tanto dinero, no es que sea interesada, solo que algunas veces me da por recordar los hijos de pu** que son los tíos, y solo le saco bueno su dinero- pero oye, no te vayas, no corras, que es por la mañana y no he desayunado – chillé intentando seguirle el paso, en lo que pensaba, la tía había salido y recorrido media calle, y también hace maratones, lo que me faltaba.

En un santiamén llegamos hasta la comisaría, primera razón porque estábamos muy cerca, y la segunda y no menos importante, porque ahora mismo estaba con la lengua fuera y rogando porque un policía me trajera una bombona de oxigeno, si podía ser el buenorro de ayer mejor.

Miramos a nuestro lado, y allí se encontraba Eva y su marido, los podía reconocer, tantas veces soñando con que fuera mi suegros, y ahora los tenía rozando y ni me atrevía a mirarlos a la cara. Del padre o la madre de Unai, no estaba, en esta sala solo estaban algunos policías, los familiares de los gemelos y ahora nosotras.

-Tienen que estar al llegar – anunció Emily acalorada, y antes que terminase de decirlo, ya estaban allí- Varios policías entraron en la sala donde nos encontrábamos, acompañados por los gemelos y Unai, que volvían a venir esposados con las manos en sus espaldas, me quedé embobada con Daniel, así marcaba pectorales, se notaba que iba al gimnasio.

Eva los miraba firmes, me daba miedo hasta a mí, en el fondo quería darles un enorme abrazo, pero se contenían. Estos al ver así a su madre, supongo que ya se habrían hecho caquita.
Emily, rápidamente, se tiró a darle un beso a Unai, los policías rápidamente lo apartaron y los sentaron en unas sillas cada uno apartado del otro y justo enfrente de las presentes, unas alejados de otros, un señor mayor vino hasta nosotras y se quedó mirando la escena.

-Parecéis dos delincuentes, ¿estaréis contentos? - habló contenido el padre de los gemelos, y su madre asintió con la cabeza- nunca pensé que os vería así, me habéis decepcionado –  rápidamente este negó con la cabeza y los miró con pena.

- Juan Carlos, déjamelos a mí – esta vez fue la madre- cuando lleguemos a casa tendremos una conversación profunda – los gemelos se miraron aterrorizados al decir esas palabras- y no descarto que vuelva a aparecer la zapatilla, porque no se comportan como mayores....- Hizo un gesto con la mano, y los policías levantaron a los tres, los pusieron contra la pared y le empezaron a quitar las esposas...

- Ya creía que me iba así a casa –dijo Jesús a su hermano- ya verás mamá el cabreo que tiene. De esta no nos libramos.

- Pues a mí no me hubiese importado que me las regalasen, ya sabes- Daniel puso una mirada picara y comenzaron a reír, justo hasta que se dieron la vuelta y vieron a Emily y Unai, besándose.

Otro capítulo más chicxs.

Este esta hecho por jdcuore y queríamos saber que os va pareciendo la novela, si le cambiaríais algo, que os gustaría que pasara... ya sabéis todo.

Esperamos que os guste mucho.

Att: jdcuore & jdomsogni

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