Anán estaba siendo golpeado como la mayoría de días. Estaba rodeado de un grupo de chicos, entre ellos Julio, que lo estaban golpeando a puñetazo limpio.

El delegado trataba de defenderse y esquivar los golpes pero evitar a mas de cinco personas era complicado.
En un momento dado trató de huir por un hueco entre los chicos pero uno de ellos lo agarró del cuello del uniforme y lo arrojó contra Julio, el cual lo pateó en el estómago.

Anán estaba harto, tan harto que cerró el puño con fuerza y golpeó a Julio en la cara.

—¡Me cago en todo Anán! ¡¿Qué mierda haces?! ¡Duele!—se llevó la mano a la nariz la cual sangraba mucho.

El de cabello negro retrocedió un poco, se estaba convirtiendo en lo que más odiaba.

—¡Le has roto la nariz, imbécil!—dijo otro chico del grupo acercándose a él.

Anán vió un hueco entre dos de los chicos y aprovechó y salió huyendo.

—¡Tras él!—gritó Julio tambaleándose.

Todo el grupo obedeció y fueron corriendo tras el delegado. El de pelo negro tenía algunos pasillos de distancia respecto a sus atacantes, los cuales daban grandes zancadas tratando de alcanzarlo.

Anán desesperadamente iba por los pasillos con la esperanza de no encontrar uno sin salida cuando chocó con alguien, haciendo que los dos cayeran al suelo.

—¿Anán? ¿Pasa algo?—preguntó t/n. Iba saliendo de clases cuando se chocaron. Se levantó del suelo y le tendió la mano para ayudarlo a levantarse.

—Yo, eh, ah...—Anán estaba hiperventilando, mirando a la chica cuando sus atacantes aparecieron por el pasillo gritando.

—¡Ahí está!—gritó uno acercándose rápido.

El chico de pelo negro se arrastró temblando hacia t/n y se le agarró a la pierna, desesperado por encontrar ayuda.

La gente miraba desde los pasillos son hacer nada, las chicas murmuraban cosas entre risas y los chicos animaban al grupo de bullys.

T/n estaba algo confundida y angustiada.

—¿Anán que pasa? ¿Quienes son ellos?—preguntó atropellando las palabras y mirando al grupo de atacantes y luego a la víctima.

Uno de los amigos de Julio se acercó a Anán y lo agarró del cuello de la camisa, t/n de manera rápida lo empujó hacia atrás.

—¿Que te pasa enana?¿Buscas pelea?—le amenazó.

—No... Yo...—colocó a Anán detrás suyo para protegerlo—N-no-no no le ha-haréis daño.

—Miradla que bonita, tartamudea—se rió otro chico.

—Cállate Juan—bufó otro chico.

—No iba en serio, era una burla—dijo el tal Juan.

T/n alzó los puños y se colocó en posición de ataque, estaba aterrada. Con la chicas se metían con ella, esparcían rumores y alguna vez la golpeaban pero nunca se había metido en una pelea que no fuera pokémon.

—Ayuda...—murmuró Anán cerrando los ojos.

Uno de los chicos lanzó un golpe a t/n, ella trató de esquivar y le dió en el hombro.

—¡Vamos Angelo, tu puedes!—decía alguien de público.

El tal Angelo sonrió con superioridad y empujó a la chica. Ella lo empujó de vuelta.

—¿Cómo te atreves? ¡Déjate golpear!—gruñó otro más.

Entre dos la agarraron de los brazos y comenzaron a golpearla, t/n atinó a darle una patada a Juan en sus partes íntimas, provocando su cólera.

—¡Me las vas a pagar!—bramó lanzando un golpe que iba al rostro de ella. Golpe que recibió alguien más.

Anán se había puesto enmedio de ellos dos para detener al bully. De otro puñetazo limpio le dejó un ojo morado, otro de los chicos lo pateó en la corva, haciendo que se tambalease pero le devolvió la patada, esta vez en las costillas, tirándolo hacia un grupo de chicas.

—¡No la toquéis! ¡Sois todos unos cerdos!—gritó Anán.

—¡Silencio, solo eres un cagarro!—uno de los que estaba agarrando a t/n la soltó y se lanzó contra él, tirándolo al suelo y golpeándolo muchas veces en la cara. Anán trataba de defenderse como podía, lanzando golpes al aire.

—¡Dejadlo ya! ¡¿Por qué lo odiais tanto?!—t/n estaba casi llorando, esa situación la superaba. Se tiró sobre el chico que estaba atacando al delegado y trató por todos los medios que lo soltase ya.

Entonces llegó la directora y lanzó un grito que hizo que todos se quedasen quietos.

—¡Eh, ya está bien!—gritó la mujer. Apartó a t/n y a Anán—¡¿Qué hacéis provocando peleas?!

—No señora nosotros...—empezó a decir t/n pero fue interrumpida.

—¡Nos atacaron sin razón!—dijo Angelo haciéndose la víctima.

—No ellos...—Anán se limpió la sangre que le salía de la nariz a causa de los golpes del chico.

—¡Silencio!—los mandó a callar la directora—¡Os venís los dos directos a mi despacho!

—Pero...

—¡He dicho silencio!

La directora se dio la vuelta y se fue con la barbilla alta.

T/n y Anán se miraron entre ellos con nervios. Los atacantes reían y se burlaban pero ellos solo podían pensar en lo que podría decirles la directora.

Ya en el despacho, estaban ellos dos sentados frente al escritorio, la directora estaba tecleando algo en su ordenador.

—Me temo que tendré que poneros una amonestación grave a los dos, esto constará en vuestro expediente que lo sepáis—no apartaba la vista de la pantalla.

—¡Pero empezaron ellos, siempre empiezan ellos!—se quejó Anán ante tal injusticia.

—Esos chicos son alumnos ejemplares, ellos nunca empezarían una pelea. No digas babosadas—dijó la mujer fríamente.

Anán se mordió la lengua a propósito para no comenzar a decir cosas que no debía. T/n se sentía mal, nunca se había metido en una pelea, las aborrecía y ahora que por casualidad había acabado en una nadie creía que los chicos habían empezado.

—Pero señora... Fueron ellos los que empezaron, acosan y golpean a Anán siempre y...—comenzó a decir pero fue interrumpida por él.

—¡T/n!—exclamó entre dientes el chico—No digas nada.

—Señorita t/n, por favor deje de decir cosas sin sentido o le pondré otra amonestación—habló la directora.

—Lo siento...

Los dos se quedaron tiesos mientras la mujer dejaba de mirar al ordenador.

—Ahora tendré que imponerles un castigo, que digo, dos. Tendrán que hacer una carta de disculpa a cada uno de los que atacaron y quedarán expulsados por dos semanas. No podrán ir a clase en este tiempo.

T/n se quedó pálida. Quería ir a clase porque esos días tenía exámenes y si no iba suspendería el trimestre seguro.

—¡Pero...!

—¡Silencio señorita, deje de interrumpir!

La chica apretó los puños de rabia, técnicamente cuando ella habló la directora estaba en silencio.

—Lo siento.

Anán miró al suelo frustrado.

—Ahora vayan a la enfermería a curarse las heridas. Fuera de mi vista—hizo un gesto con la mano que significaba que se fueran de allí y ellos obedecieron.

T/n se detuvo frente a la puerta cerrada de la directora, ya fuera del despacho.

—Oye t/n, siento que te hayas visto envuelta en esto por mi culpa—se disculpó Anán mirándola con tristeza.

—No te sientas culpable, yo quise defenderte—dijo la chica.

—Si no me hicieran bullying no te habrían golpeado y no te habían castigado—se llevó las manos a la cabeza y agachó la misma. Se sentía tremendamente culpable.

T/n lo miró y se dio cuenta que algunas lágrimas de frustración caían por sus mejillas. Entonces lo abrazó, no lo pensó, solo lo hizo. Le acarició el cabello con cuidado.

—Tranquilo Anán, todo se terminará pronto.

Él se sorprendió ante el contacto de ella y sus palabras de aliento.

—¿Por qué haces esto? No lo entiendo, ¿Por qué me ayudas?—preguntó, pues tenía la sincera duda.

—Quiero que nos llevemos bien. Es una razón egoísta, yo no tengo más amigos que Lily, no tengo amigos humanos y creo que tú yo no somos tan diferentes.

Anán se aferró a ella y dejó escapar algunas lágrimas más.

—Gracias...

♬ ♪ ♫

Holas, la final ayer no pude publicar capítulo, tuve el día muy liado ^^"

Pero bueno, los compenso con este capítulo

Cada vez Anán y t/n se hacen más cercanos aunque sea poco a poco y no por razones altruistas.

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Ahora sí, nos vemos en la próxima actualización.

¡Astro la vista!