—¿Entonces quieres que yo sea tu primera recluta de un escuadrón?—preguntó t/n ligeramente confundida balanceándose en el banco.

—Si—respondió Anán.

—¿Para qué?—se extrañó.

—¿No quieres devolverle a Marilyn todo el daño que te ha hecho?

T/n acarició las hojas de una planta que había crecido entre los tablones del banco en el que estaban sentados. Estaban en el parque al que no iba nadie nunca, el parque de las miles de plantas.

—La verdad es que si—apretó los puños.

—Pues ven conmigo, se mi primera recluta—le extendió la mano hacia ella.

Ella lo miró por un momento pero finalmente le tomo con cuidado de la mano y se la acarició con el pulgar, erizándo la piel de Anán.

—Te seguiría hasta el fin del mundo.

Anán cada vez que ella lo tocaba, lo miraba o le hablaba sentía mariposas, aunque trataba de ocultarlas. Tenía miedo de salir herido si se atrevía a decir lo que sentía.

El dejó escapar una tímida sonrisa que suprimió al instante, también soltó la mano de la chica.

—Bueno eh... Solo necesitas una cosa para estar en el escuadrón.

—¿Hay condiciones?

—Necesitas un pokémon tipo siniestro.

—¿Siniestro? Bueno... Debería capturar alguno o... ¿Por intercambio?—se llevó la mano al mentón mientras pensaba—No, no, no quiero intercambiar a Lily.

—Podemos ir a comprar pokeballs para ir a capturar algún pokémon para intercambio mágico—sugirió el chico.

—¡Buena idea!

—¿Qué pokémon te gustaría tener?—preguntó Anán con curiosidad mientras se levantaban e iban hacia el centro pokémon.

—Déjame pensar...—bajó la mirada al suelo y pateó una lata de refresco que alguien había tirado al suelo. Tras unos segundos habló—Me gustaría un meowscarada, es siniestro planta. O mejor, una de las leyendas funestas, Wo-Chien que también es planta y siniestro. Por soñar...

—Tener un legendario sería increíble, pero un poco complicado—miró a t/n, la mano de ella estaba a unos pocos centímetros y ella no lo sabía. Él quería tomarle la mano pero se contentó con rozarla por accidente.

—Si, sería genial, ojalá tener un siniestro planta. Creo que es más fácil conseguir un meowscarada, pero... No se dónde se capturan—admitió.

—Yo tampoco, voy a ver en la app pokedex—se detuvo y sacó su teléfono, abrió la app y miró la entrada de meowscarada—Vaya.

—¿Pasa algo?

—Pone que su hábitat es desconocido.

—Oh...—se quedó en silencio—¿Y cómo puedo conseguir uno?

—Puedes preguntarle a algún alumno si te intercambia su sprigatito y le das un chorro de caramelos raros—sugirió él.

—Sabes que soy algo mal vista en la academia... Cómo tú. Sería más fácil robarle el sprigatito a la directora—se le abrieron mucho los ojos al darse cuenta de lo que había dicho—, puedo intentar hacer eso.

—¿Qué?

—Robarle el pokémon a la directora, tiene varios iniciales para entregarlos a los alumnos nuevos.

—Pero t/n, si lo haces y te pillan te podrían expulsar par siempre, te mirarían peor, hablarían más pestes de ti...—estaba bastante preocupado por la idea loca que había dicho la chica.

—Si de todas maneras no voy a ir más por unirme al Team Star...

—Pero.

—Anán, solo necesito planificarme bien.

El chico se puso delante suyo y la tomó por los hombros, temblando un poco por el contacto.

—A ver, no, no nos rebajemos a ese nivel, no somos delincuentes.

—Tu no tienes por qué hacerlo, solo lo haré yo—miró al suelo de nuevo.

—¡T/n, no!—la zarandeó con cuidado—¡Quítate esas ideas!

T/n lo miró a los ojos, dudando.

—Pero Anán...

Anán sintió un escalofrío al oír su nombre.

—Pero Anán nada. ¡No t/n!

—Bueno...—apartó las manos del chico de sus hombros. Él sintió una pequeña punzada de dolor sentimental cuando ella rompió el contacto.

La chica siguió caminando y el de cabello negro solo miró como se alejaba.
Decidió alejarse de ella por un momento, quizá distanciarse un poco les vendría bien...

O no.

Se dió la vuelta y comenzó a caminar hacia la academia.

T/n por su parte ahora con su nuevo plan de robar un pokémon pasó de largo del centro pokémon después de comprar unas pokeball por si salía a capturar algún pokémon y entró a una tienda de plantas. Por alguna razón casi todas eran de plástico pero había algunas reales. Había una maceta con una dalia naranja en un rincón.

Se acordó del tulipán que le había dado Anán tiempo atrás y quiso devolverle el gesto. Eligió la dalia por una sola razón.

—La dalia naranja, su significado es declaración de amor...—murmuró.

Tomó la planta y la compró. Quizá era el momento de demostrar su amor a Anán con esa planta después de que él le diese una planta que significaba «amor».

Lo más seguro es que Anán no supiera el significado del tulipán, pero ella si lo sabía.

Pensó en la declaración de amor perfecta. ¿Quizá dedicarle una canción? ¿O escribirle una carta? ¿O las dos a la vez?

Sería bueno declararse con una canción ya que a él le gustaba mucho la música.

Entonces escuchó un aullido a varias calles de allí, un aullido desgarrador.

La gente y pokémons se asustaron.

—¡Lo he visto, es mal augurio!—dijo un hombre yendo nervioso en dirección contraria a de donde vino el aullido.

—¡Pero aquí no hay de esos pokémon! ¿Que hace en Paldea? ¡Viene a traer el desastre!—decía una mujer.

Un bebé lloraba y unos niños gritaban.

T/n se preguntaba que podría ser tan malo para alterar a la gente de esa manera así que fue a donde el aullido. Estuvo a punto de dejarse llevar por la multitud pero a después de pensar decidió no hacerlo.

—¿Que haces niña? ¡No vayas allí, trae mala suerte!—le dijo una anciana alejándose.

La chica solo se quedó con la maceta bajo el brazo mientras caminaba al lado del que huía todo el mundo.

Y al girar una esquina lo vió.

♬ ♪ ♫

Alola estoy de vuelta un día más.

¿Que creen que será eso que está asustado a la gente?

Aaaa yo si lo sé xd

Pero bueno hoy no tengo que decir nada importante solo que espero que tengáis suerte con vuestras teorías 🍀

En fin toma te regalo unas uvas 🍇

Ahora no te olvides de votar y comentar.

Nos vemos en otro momento.

¡Astro la vista!