-Dame el libro leeré yo- digo molesta, Claxton me da una sonrisa torcida, se acomoda en su silla de forma relaja y abre el libro en sus manos.

Aprieto mis manos en puños en mi regazo, en que momento el profesor de historia me asigno a Claxton Stein como pareja.

-Lo leeré yo, tengo más conocimientos sobre la mitología griega que tu- dice pasando las hojas del viejo libro.

Muerdo el interior de mi mejilla, suspiro y asiento. Claxton eleva su ceja para meditar algo en su interior, luego eleva su mirada hasta enfocar la mía.

-Y bien? puedes leer entonces- digo tratando desimular el nerviosismo que produce su mirada sobre mi.

Claxton parpadea, aclara su garganta y asiente, miro hacia otro punto en el aula para evitar que mi mirada se pierda en él.

-Hay algo interesante- dice, sin persarlo lo miro, él mantiene su mirada fija en las hojas del libro -Existio un ángel y un demonio que se enamoraron, el cielo y el infierno se opusieron a ello, no creyeron que su amor fuera puro o que tal cosa pudiera pasar...su final fue trágico, el ángel se desvaneció en pequeños petalos y el demonio fue encadenado en lo más profundo del infierno- susurra Claxton con un tono de voz melancólico.

Trago con dificultad, sin ser conciente mis ojos se llenan de lagrimas y un profundo dolor se instala en mi pecho, elevo mi mano hasta mi pecho sintiendo el agudo dolor, cierro mis ojos por unos segundos y los vuelvo a abrir.

Claxton aparta su mirada del libro y la enfoca en la mía, trato de disimular el dolor, poco a poco disminuye, humedezco mis labios y frunzo mi ceño.

-Ese no es nuestro tema- digo cuando mi respiración se estabiliza, una sonrisa torcida se curva en los labios de Claxton.

Me mira fijamente sin decir nada, aprovecho el momento para arrebatar el libro de sus manos, miro las hojas donde el leía, no dice nada de ángeles y demonios, me quedo quieta unos segundos.

-Inventaste esa historia?- digo confundida, aparto mi mirada para enfocar los de Claxton, el ladea su cabeza y sonríe.

-No invento historias Emery- dice con un toque de diversión, aprieto mis labios, tomo mi bolso y me levanto para irme.

-Espera, esta bien nena prometo no decir ninguna otra historia- dice tomando mi muñeca.

Un escalofrio recorre mi cuerpo de inmediato, aparto  mi mano de la suya y doy un paso hacia atrás confundida.

-Bien- susurro, frunzo mi ceño y evito su mirada.

-No estas triste por la historia del ángel y el demonio cierto?- pregunta luego de un silencio.

 Muerdo el interior de mi mejilla y lo miro quedando atrapada al instante por su penetrante mirada.

 -Después de todo ya sabes lo que dicen...todo demonio sale del infierno para buscar a su ángel- murmura con voz suave.

Parpadeo mirandolo y escuchando con detenimiento sus palabras, él sonrie y toma el libro de mis manos trayéndome de vuelta a la realidad.