12

El amor reciproco de Dick opera cambios tan evidentes en Damián que solo basta un día para los demás puedan notar las señales.

Jason lo nota cuando al bajar a desayunar, ambos comparten el mismo olor a champú y jabón.

Tim lo nota porque cuando se acaba el café que ha hecho Alfred y Damián le reclama, Dick conciliador le ofrece su taza, endulzada y con un chorro de leche. Al menor solo le gusta el café negro, pero susurra gracias avergonzado y bebe de la taza hasta terminarla sin poner reparos.

Para Alfred es evidente el incremento de sabanas sucias y la frecuencia con que parecen cambiarlas en la habitación de los jóvenes amos, no comenta nada, pero añade una dotación de sabanas nuevas al closet de la joven pareja.

Bruce en cambio es el único con el que ambos acuden, tocan la puerta de su despacho como si fueran niños pequeños pidiendo permiso y entran juntos sentándose frente a él.

El ceño de Damián esta fruncido y su actitud es desafiante mientras Dick balbucea una explicación larga y llena de rodeos sobre que han decidido estar juntos.

Bruce los atraviesa con la mirada, sus manos se unen bajo su mentón y puede notar el desasosiego que produce su silencio.

-Si es lo que desean, me parece bien, sin embargo, creo que ambos deberían tener precaución en cuanto a su salud reproductiva, dado que han demostrado ser descuidados-les dice haciendo referencia a la forma en que fue marcado Dick.

El Omega se sonroja y desvía la mirada, ha omitido informar que su relación es sexualmente activa, pero decirle a Bruce que ha inducido a su hijo de catorce años a las artes amatorias no es algo que se atrevería a confesar jamás.

-Seremos cuidadosos padre-le promete Damián lleno de seriedad, sus ojos verdes no dicen mentiras, lleva el reloj que le ha regalado Dick en la muñeca sin deseos de quitárselo aunque le quede flojo, para él es la muestra tangible y fehaciente del amor del Omega.

-Sé que lo serán, ahora tienen que apoyarse juntos –menciona el Alfa mayor, para Bruce son demasiado jóvenes y estúpidos aún, pero desea que sean felices.

Con la velada bendición de Bruce la joven pareja se vuelve oficial, hay todo un escándalo a su alrededor cuando los demás miembros de la Liga y héroes se enteran.

Dick quien está acostumbrado a ser el centro de atención ni se inmuta, no parece importarle los comentarios sarcásticos e incluso hirientes por haber sido marcado por un menor de edad. Ellos no conocen sus circunstancias por ende, no les permite ingresar al pequeño círculo privado que es vida en pareja.

Damián en cambio parece dispuesto a cortar las gargantas de quien sea que se atreva a perturbar su felicidad, el joven Alfa es celoso y protector con Dick y parece demasiado satisfecho de sí mismo cuando besa profundamente a su Omega frente a aquellos que osan criticarlos.

Con el paso de los meses Damián gana peso y altura, su voz termina de cambiar en un suave tono grave que eriza los vellos de la nuca de Dick cuando susurra su nombre.

El adolescente crece a pasos agigantados, los huesos le duelen un poco en las noches pero lo atribuye al entrenamiento como Robin, su apetito se vuelve voraz y no lo llena solo con comida.

El vigor de la juventud le llena y es un amante apasionado que no da tregua alguna a Dick en la cama, puede seguir una ronda y otra hasta el amanecer hasta dejar exhausto a su Omega.

Pasar el celo juntos se vuelve una costumbre, unos cuantos días donde pueden dedicarse únicamente a amarse, Dick nunca ha tenido una pareja para el celo, pero estar con Damián es tan natural y tan satisfactorio que cualquier amante anterior se borra de su mente y cuerpo.

La vida juntos se vuelve tan sencilla pese a los villanos y el trabajo de héroe, que Dick no se da cuenta de cuanto ha crecido Damián hasta que un día, el reloj que siempre usa en su muñeca comienza a quedarle perfecto y Dick tiene que alzarse de puntillas para besarlo pues se ha estirado hasta ser el más alto de la casa, incluso más que Bruce.

Es la madrugada de su décimo octavo cumpleaños, cuando todos duermen, ellos se besan y se aman, los brazos de Dick envuelven el cuello de su Alfa y su cuerpo se presiona contra el pecho amplio de Damián, sus caderas llevan un ritmo sinuoso mientras lo monta acelerando hasta llevarlos al orgasmo.

Cuando todo termina, jadea en busca de aire, Damián se ha corrido por tercera vez y puede sentir el semen caliente llenándolo, dejandolo sin espacio para nada más.

-Te encanta rellenarme hasta el fondo ¿cierto?- le pregunta sin respiración abrazado a él.

-Quizás si lo intento suficiente pueda poner un bebé dentro de ti-le susurra al oído sorprendiéndolo, dejándolo sin palabras y haciéndolo ruborizar.

El nudo tras el sexo los mantiene conectados, desde el inicio de su relación han sido muy cuidadosos con los métodos anticonceptivos, la diferencia de edad y las responsabilidades no dejan tiempo para una familia.

Pero Damián luce tan sincero y feliz cuando le confiesa sus intenciones, que Dick no puede evitar imaginar, es una nueva posibilidad que parecía lejana y fuera de su alcance, pero ahora su Alfa ha crecido, es un hombre, ciertamente aún les falta mucho para ser completamente adultos, pero juntos pueden hacerlo.

- Tendremos que seguir intentándolo cuando nos mudemos a nuestra nueva casa –le respondió Dick al final haciendo sonreír a Damián quien con un "te amo" le beso sellando aquella promesa, satisfecho de celebrar un cumpleaños más al lado de su Omega.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top