Tengo miedo a que me guste.
-Pero esta loca te encanta.-le guiño un ojo.
-Eres una creída.-se ríe, pegando un trago a la Coca-Cola.-Por cierto, nos queda toda la tarde. ¿Que quieres hacer?
Sonrío un poco, mientras veo como el camarero trae las hamburguesas.
-Me da igual.-sonrío al camarero y luego miro a Dani.-Me lo estoy pasando bien, así que...
-¿Vamos a la playa?-pregunta, pegando un bocado a la hamburguesa.
-Vale.-hago su mismo gesto.-Estará bien.
...
-¿Puedo conducir otra vez?-me río.
-Tu estas loca, niña.-me tiende el casco.
-Quiero que me enseñes.-me subo a la moto detrás de el.-Quiero aprender.
-Existe la autoescuela.-se ríe, arrancando la moto.
-Ya, pero yo y los profesores no nos llevamos muy bien.-advierto, agarrándome a su cintura.
-Yo seria tu profesor.
-Aja.-sonrío.-Pero no es lo mismo.
-¿A no?-se ríe.
-No.-digo firme.-Ellos son viejos y amargados, y tu eres joven.
-Y estoy bueno.-completa la frase, obvio.
-Nah.-me río.-Tu eres joven y divertido, aunque ay veces que te odio.
-Tonta.-dice, y se que esta sonriendo.
No decimos nada mas hasta que llegamos a la playa.
-Me encantaba esta playa.-admito.-Solía venir con mis padres de pequeña.
-¿Cuanto hace que no vienes?-pregunta, colocándose a mi lado.
-Dos años.-apretó los labios.-Desde que murió mi madre.
Miro al frente, notando como mis ojos se humedecen poco a poco.
Vale Diana para, eres fuerte.
No puedes dejar que Dani te vea débil.
-Lo siento, no lo sabia.-susurra.
-No pasa nada.-parpadeo varias veces y lo miro sonriendo.-Ya lo he superado.
-No seas tonta Diana.-me abraza.-Podemos estar de broma siempre que quieras, pero para estos temas se ser delicado.
Sonrío un poco y me quito una lagrima.
-No me gusta hablar de esto.-suspiro.-Venga, vamos a... a hacer otra cosa.
-Siempre que lo necesites me tendrás aquí. ¿Vale?-me acaricia la mejilla.
-Claro.-sonrío un poco.-Gracias.
Caminamos en silencio hasta la orilla y nos quitamos los zapatos.
Paseamos mojándonos los pies y hablamos animadamente.
-¿Sabes?-digo,mirando al frente.-Me estas empezado a caer mejor de lo que pensaba.
-Eso no significa que valla a dejar de ser un chulo contigo, eh.-me mira, riendo.
-No te he dicho que dejes de serlo.-sonrío.
De repente Dani me quita las sandalias y echa a correr.
Este quiere guerra.
Corro detrás de él hasta que lo alcanzo, me tiro a su espalda como un koala haciendo que caigamos los dos al suelo.
-Eres muy lento.-me río, a pocos centímetros de el.
-O tu muy rápida.-sonríe.
Me quito de encima de el un poco incomoda, ha sido raro, no se, la sensación.
-Deberíamos irnos.-sonrío, algo incomoda.-Es tarde, y mañana madrugamos.
-Claro.-se levanta.-Vamos.
Y volvemos en silencio todo el camino, hasta que llegamos a la puerta de mi casa.
-Nos vemos mañana.-me sonríe.
-No hay mas remedio.-sonrío, acercándome para darle dos besos.-Me lo he pasado muy bien.
-Yo también.-sonríe mordiéndose el labio.-Aunque de casi me mates, cabrona.
-Te ha encantado.-me río, abriendo la puerta de casa.-Adiós guapearas.
-Adiós fea.-me guiña el ojo, antes de irse con la moto.
-Ya estoy en casa.-grito, entrando por la puerta.
Y después de saludar a mi padre y a su mujer, subo a mi habitación a darme una ducha.
Minutos después me siento en la cama y busco por las redes sociales información de Dani, como famoso, claro esta.
Así que su ídolo es Alejandro Sanz, eh.
Qué suerte.
El me ha comprado una pulsera muy bonita, y no pienso dejar que sea mas cabezota que yo.
Bajo corriendo las escaleras y toco varias veces al despacho de mi padre.
-Buenas noches, papi.-saludo, y me siento enfrente de el.-Oye.-pongo cara de cachorrillo.-¿Puedo llamar a el tito Alejandro?
Alejandro Sanz, si, el famosísimo Alejandro Sanz, es el mejor amigo de mi padre desde la infancia, y bueno, es como si fuera mi tío.
-¿Que estas tramando, Ratillla?-me tiende el teléfono.
-Ah.-me río.-Cotilla.
Y después de hacerle una mueca rara subo de nuevo a mi habitación y marco corriendo su numero.
-Titoo.-saludo, sonriente.
-Princesa.-oigo su risa.-¿Que pasa?
-¿Cuando tenias el concierto aquí en Madrid?-me muerdo el labio.
-La semana que viene. ¿Por?-pregunta.
-Haber.-suspiro, riendo.-¿Tu sabes quien son los Gemeliers?
-Claro.
-Pues Dani, un componente del dúo, es tu fan numero uno, es mi amigo y me preguntaba si..
-Me encantara invitarlos a cantar conmigo.-se ríe.-¿Se lo dirás?
-Mañana mismo.-me río.-Te debo una.
-Haber cuando nos vemos, pequeña.-dice.-Os echamos de menos por aquí.
-Nos veremos cuando vengas eh.-me río.-Bueno, tengo que irme, ya sabes, si no bajo a cenar Mara se enfada.-me río.-Adiós.
-Adiós princesa.
Y cuelgo con una sonrisa.
Me tiene demasiado mimada.
Y justo cuando cuelgo, Ann llama a mi móvil.
Acepto la llamada y me río al oírla correr.
-¡Me ha besado!-grita, emocionada.-Tia, mi ídolo me ha besado.
-Uuhhh.-me río.-Dios, que monada.
-Lo sé.-se ríe.-¿Y tu que?
-Bien, supongo.-admito.-Quizá demasiado bien.
-¿A que te refieres?-pregunta.
-A que...-suspiro.-Tengo miedo a que me empiece a gustar Ann.
-Pues estas jodida.-susurra.-Creo que ya te gusta, Diana.
Me quedo unos minutos en silencio, y luego me decido a hablar.
-Mañana por la tarde te quiero en mi casa.-suspiro.-Va a ser duro no compartir colegio.
-Tenemos que hablar.-se ríe.-Estaré allí nada mas salir de clase.
......
Me coloco la falda del uniforme y me miro al espejo.
Odio las faldas dios.
No soporto llevar falda, porque yo soy de sentarme cómoda y eso de llevar falda me lo impide, no se si me entendéis.
Cuando ya llevo el uniforme completamente impecable, voy hasta el baño y me hago una trenza de raíz y sin maquillarme, bajo a desayunar.
El timbre comienza a sonar y aparecen por la puerta Tatiana y Nicoll, que me miran con indiferencia.
Enseguida baja Carla y las saluda.
Y minutos después, salimos las cuatro de casa.
El colegio no esta muy lejos, así que no tardamos nada en llegar.
Hemos llegado algo pronto, por lo que voy y me siento en un banco mientras miro el movil.
-Hola Diana.-levando la mirada y veo a Jesus, que en sonríe.
-Hombre.-le doy dos besos.-El ligón.
-¿Te lo ha contado?-se ríe.
-Un pelín.-sonrío.-¿Te gusta?
-Me encanta.-admite.
Y se, que por el brillo de sus ojos dice la verdad.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top