No quiero que me guste.
-¿Celoso yo?-se ríe.-Tu lo flipas.
-Bueno, bueno..-me río, colocándome a su lado.-¿Donde vamos a cenar?
-Ya no quiero cenar contigo.-me mira.
-Oye.-me quejo.-Eso es mentira y lo sabes.
-Puede.-sonríe.-Me apetece cenar por la calle.
-Bueno, pues luego pasas a por mi.-digo, parando en la puerta de mi casa.
-¿Que vas a hacer ahora toda la tarde?-se ríe, parando delante de mi puerta.
-Mis padres están trabajando, Carla con sus amigas, esta claro.-digo obvia.-Dormir.
-Como no.-se ríe.-¿Y no puedo colarme en tu casa y dormir también?
-Podrías.-abro la puerta.-Pero tienes una casa.
-Ya.-se ríe desde la puerta.-Pero estará Jesus con Ann seguro, aparte de mis padres, y te puedo asegurar que ahí no puedo dormir.
Me meto a mi casa dando una carcajada, pero sin cerrar la puerta.
-Oye.-digo desde el salón.-Ahora puedes colarte si quieres.
Y a los pocos segundos oigo como la puerta se cierra y como Dani aparece en el salón.
-Harías lo que fuera por pasar tiempo conmigo, eh.-digo divertida, levantándome del sofá.-Vamos a mi habitación, que como vengan mi padre y mi madrastra y te vean aquí me espera un sermón del bueno.
-¿Porque?-dice divertido, subiendo las escaleras detrás de mi.
-Lo de traerse chicos a casa es solo cosa de Carla.-me río, abriendo la puerta.
-¿Vamos a dormir los dos en tu cama?-me mira, pillo.
-No.-me río.-Tu al suelo, o al sofá, donde quieras.
No me hace caso y se tumba en la cama, ocupando exactamente la mitad.
-Eres imposible.-suspiro, tirándome a su lado.-Cada uno a un lado de la cama.-le señalo.-Ni se te ocurra tocarme, guaperas.
Y lo único que oigo es su risilla nerviosa que es increíble la sensación que causa a mi.
Y minutos después, me quedo dormida.
*Narra Dani*
Sonrío tiernamente mientras la veo dormir.
¿Porque tiene que ser tan bonita?
Extiendo uno de mis brazos y le acaricio la mejilla con la llena de mi dedo pulgar.
Y no se porque, pero sonríe, como si estuviera despierta.
Como si mi roce le hiciera sentir bien.
¿Nunca os a pasado eso de que echas de menos a una persona al instante de irse?
Pues desde que la conozco me pasa.
Es tan increíblemente diferente a las demás que hace me que guste.
Pero esta claro que no me puedo obsesionar con nadie.
Y de repente ocurre. Le conoces. Te enamoras de cada sonrisa. De cada tontería. De sus chistes, de sus gracias. De la forma en la que se peina. Las caras que te pone. Sus miradas, forma de caminar, de vestir. De sus gestos. Sus manías. Sus canciones favoritas. Sus detalles. De cada lunar que tiene en cada parte de su cuerpo .La manera tan peculiar que tiene de hacerse querer, de llamarte idiota. Y todo cambia. Para bien o para mal. Y sabes que es ella y nadie más. Y te acuerdas del primer encuentro, la primera tarde, la primera frase. El primer abrazo. Cuando te enseño a creer en ti, a valorarte más. A caminar de la mano, a ver la vida desde la curva de su sonrisa.
Ese fragmento me viene a la mente una y otra vez.
No se, es raro.
Veo como abre los ojos poco a poco y los cierro yo enseguida.
Me da miedo que me pille mirándola.
*Narra Diana*
Abro los ojos lentamente para encontrarme a Dani cerrándolos rápidamente.
Sonrío instantáneamente y me incorporo.
-Se que estas despierto.-me río.
-Tss.-susurra.-Estaba bien así.
-¿Mirándome?-me río.
-Puede.-admite.
Y justo el ruido de la puerta de la entrada cerrarse hace que me incorporé rápidamente y me asome a la ventana.
-Mierda.-murmuro.-Han venido antes de tiempo.-miro el reloj.-Los tres.
Dani comienza a reírse y lo miro mal, haciendo un gesto con la mano para que se calle.
Oigo pasos subir por las escaleras, y sabiendo que dentro de unos segundos entrara alguien, hago que se levante.
-¡Escóndete!-susurro.-¡Metete en el armario y no hagas ruido!
Lo empujo y cierro la puerta, voy hasta la cama y me lanzo rápidamente, cierro los ojos y justamente la puerta de la habitación se abre.
-Diana despierta.-me zarandea Carla.-Dicen que bajes.
Abro los ojos y doy un soplido.
Carla pone una cara extraña y comienza a olisquear el aire.
-¿Que haces?-me río.
-Huele a Dani.-dice seria.
-¿Enserio?-comienzo a reír a carcajadas, y oigo a Dani reír también, a lo que río más fuerte para que no se note.-A lo mejor es que ha venido antes a traerme un boli que me deje en su estuche.
-¿A tu habitación?-dice, levantando una ceja.
-Por supuesto.-me cruzo de brazos.-Tengo las cosas aquí.
-Vale.-va hasta la puerta.
-Vale.-la miro.
-¿No vienes?-pregunta.
-Ahora bajo.-digo, buscando mis chanclas debajo de la cama.
Miro como desaparece y suspiro aliviada.
-Espera aquí.-susurro al armario, saliendo de mi cuarto dejando la puerta cerrada.
Bajo al salón y nos informan que harán un viaje de negocios que durará una semana y que nos cuidemos, y tal, y cual.
Total, que mañana se van y tendré la casa para mi sola, bueno, estará Carla, pero la ignoro siempre así que.
Vuelvo a subir a mi habitación después de informar a mi padres que cenare fuera con "Ann" y que no llegare tarde.
La puerta del armario esta abierta, al igual que la ventana.
Seguramente haya salido por ahí, pero se podría haber matado.
Voy hasta la cama y veo que hay un conjunto y una nota.
"Ponte eso esta noche, vendré a por ti a las ocho y media."
Me río instantáneamente y cojo el movil.
-Ea mono.-envió.-Te podrías haber matado.
-Oh.-envía.-¿Te estás preocupando por mi?
-Nah.-contesto.-Por cierto, ¿y ese conjunto?
-Te quedara bien.-apunta.-Aunque todo te queda bien.😏😉
-😒.-envió, soltando una carcajada.-Mejor voy a ducharme, adiós mono.
-¿No era un conejo?-pregunta.
-Eres de todo.-admito.
-Tonta.
-Adiós.-me río.-Luego nos vemos, guapo.
-Lo sé.-contesta.-Que soy guapo, digo.
-Creído.
-Fea.
Y lo dejo en visto, sonriendo mientras voy hasta la ducha.
Lo que siento cuando estoy con Dani es raro, no se, algo se despierta dentro de mi.
Algo remueve mi cuerpo cuando lo tengo cerca, y eso, me da miedo.
Porque creo que me gusta, y no quiero.
No quiero que me guste nadie.
He oído que se sufre, y yo no quiero sufrir.
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