Capítulo 1
Esto tendrá pocos capítulos... espero... Oh bueno, aún si no tiene pocos capítulos, tendrá pocas palabras por cap. :v
A lo mucho 6000 por cap. o menos... No... de hecho siendo sincera solo quería escribir a lo mucho 2000 por cap... pero no se como llegue a las 5700 palabras -_-)...
TEMÁTICA: Omegaverse escolar.
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Internado Zukunft
Un Internado Alemán, alejado de las ciudades pero que a la vez tiene muchos puntos claves de conexión. Creado para familias adineradas que deseen darle una buena educación a sus hijos.
Aquel internado se había posicionado como el número 1 debido al alto promedio que tenían sus estudiantes. El cual superaba por mucho a otros lugares.
Incluso habían catalogado a aquel internado como un punto clave para el futuro del mundo, puesto que si alguien entraba a estudiar ahí, tenia un futuro marcado, ya que además d estar afiliado a excelentes universidades a nivel mundial, sus alumnos casi siempre conseguían la universidad de sus sueños.
Pero que pasaría si aquel gran prestigio se viera amenazado solo por un pequeño grupo.
Un grupo al cual incluso los profesores de aquel plantel no quería desafiar, ya sea por que les daba miedo, por que no estaban aptos, o por que simplemente les parecían molestos.
Un grupo que había sido capaz de espantar a 14 profesores nuevos en solo 3 semanas.
Era algo perturbador visto desde ese punto, pero tampoco era como si regañarlos sirviera, puesto que ya se había intentado.
Y echarlos tampoco era una opción, puesto que se crearían rumores sobre aquel internado. Rumores los cuales podrían afectar notoriamente la reputación del plantel.
Cuando eso sucede. ¿Cuál es la mejor manera de actuar?.
(...)
*Pasillos del Área Académica*
Por aquellos lugares y rumbo a un salón en especifico, dos personas se dirigían hacia aquel aula. Uno inconsciente sobre lo que sucedía en aquel lugar y el otro rogando internamente para que todo salga bien.
—Director— Le agradezco el apoyo...—
—Niccolo se siente algo nervioso—... No me agradezca... después de todo... esto también me beneficia a mi... Soy yo quien debería agradecerle por esta oportunidad...—
—Director— No... definitivamente yo le debo mucho... luego de que el antiguo profesor renuncio... comencé a entrar en pánico...—
—Niccolo—... Nunca me dijo por qué renuncio el anterior...—
—El Director siente algo de presión en esa pregunta— ¡Ah!... pues... tuvo... algunos... problemas... familiares. Por lo que se vio en la obligación de renunciar...—
—Niccolo— entiendo...— ignorante a lo que sucedía, simplemente termina creyéndole al director—
—El director se siente algo nervioso mientras más se acercan al salón— Escuche... el aula que cuidara... tiene unos alumnos... muy... hiperactivos... De vez en cuando les gusta hacer bromas.... así que... le pido tenga la mente abierta...—
—Niccolo— ... ¿Qué tan hiperactivos?...—
—Director— ¡Nada excedente! Su antiguo tutor solía decir que son una maravilla... Solo que... tiene que mantenerse tranquilo con algunos de ellos... Le prometo que en cuanto se gane su cariño, ellos realmente serán más calmados—
—Niccolo—... ah... claro... no se preocupe...—
Se empiezan a oír los alborotos provenientes del aula al que se acercan.
—Director— Jajaja... ya están bromeando entre ellos... son unos... amores...—
Al ser un novato en el tema, Niccolo no sabia muy bien como debía de tratar a sus alumnos. Hace unas semanas recién se había graduado como profesor. Ya de por si le había sorprendido bastante cuando lo aceptaron como profesor en aquel internado.
Era como un milagro para él. Pero aún siendo un novato en el tema... ¿Estaba bien que los que parecían ser sus alumnos, hicieran tanto escandalo en pleno horario de clase? Se suponía que cuando un profesor no asistía, los alumnos debían tomar la obligación de continuar la clase por su cuenta, pero claramente esto no estaba pasando allí.
—Director— Deme... un momento para conversar a solas con ellos...—
—Niccolo—... Seguro..—
El director entra a aquel salón rápidamente, cerrando la puerta para que Niccolo no escuchara nada.
—El director entra molesto— ¡Guarden silencio de una vez imbéciles!—
Todos los alumnos lo miran fijamente, siguiéndole la corriente solo por diversión.
—Director— Bien... tienen suerte hijos de...— contiene sus palabras— luego de buscar por 72 horas... finalmente conseguí a alguien que se ofreció a darles clases... Compórtense bien con él... por que les juro... que si le hacen algo... Esta vez me asegurare de que los próximos profesores sean personas del ejercito, además les pediré a sus padres que firmen un acta en donde se les permite cualquier tipo de trato hacia ustedes... están advertidos—
Todos asienten al unísono.
El director vuelve a abrir la puerta.
—El director vuelve a simular una sonrisa— ¡Profesor Niccolo! ¡Ya puede entrar!—
—Niccolo se siente bastante nervioso al presentarse ante todos ellos—... U-Un gusto...—
En aquel instante trato de analizar a todos los alumnos presentes.
La mayoría lo miraba entre un cierto tono de tranquilidad y burla. O al menos eso fue lo que se le paso por la cabeza al verlo. Sentía como si fuera el blanco de algo, pero quería creer que solo se lo estaba imaginando.
Entre todos los alumnos, a su vista solo 5 destacaban por el comportamiento que mostraban en aquel instante.
Había un rubio con muchas negras y lentes que lo miraba con una sonrisa algo maliciosa.
También un peli rosa que conversaba discretamente con un pelinegro, dándose una sutil sonrisa algo sádica a su parecer.
Un peli celeste que estaba quedándose dormido mientras hablaban.
Y un albino al que parecía no importarle lo que pasara, pues este tenia su vista puesta en la ventana.
De alguna manera, al solo ver eso una especie de escalofríos recorrió su cuerpo.
—Director— Muy bien chicos... Él es Niccoló Carpediem... Un universitario graduado de Italia que viene realizando prácticas. Y como esta en ese trabajo tan importante, le ofrecimos el puesto por sus grandes avances universitarios. Incluso se salto varios años y a penas tiene 20 años ¿Sorprendente verdad?—
—Niccolo siente algo de vergüenza por el tipo de presentación que le estaban dando—«... A nadie le interesa saber eso...»—... Por favor pare...—
—Director— Bueno profesor, estos serán sus alumnos. Son bastante... alegres... denles un tiempo para conocerlos mejor y vera que los... amara...—
—Niccolo—«... No suena muy convencido...»—... c-claro...—
—Director—Bueno, yo ya me retiro... pero si necesita ayuda solo dígame. Mi oficina esta cerca, así que llegara rápido— sale de salón, pero vuelve a entrar en solo unos segundos— Es enserio, si me necesita por favor venga— vuelve a salir por un segundo para luego volver a entrar— Pero no se vaya por favor— sale y entra — Me hará mucha falta— sale y entra — ''Nos'' hará falta— sale y entra —Ya puede empezar su clase...— sale y entra— Adiós...— sale y entra— O bueno, mejor un ''Nos vemos''...— sale y entra — Sí, el "nos vemos" es mejor'— sale y entra — Nos vemos— finalmente se va del salón—
—Niccolo ve completamente confundido su situación—«... Eso fue extraño...»—
Los alumnos esperan unos segundos más para asegurarse de que el director realmente se ha retirado, y en cuanto finalmente lo confirman, simplemente comienzan a divertirse.
—Niccolo—... B-Bueno... ya que... ya me presente ante ustedes... quisiera saber... sus nombres...—
—Lawless— Sí, sí, no se moleste, ya nos tomaron lista, guárdeselo para otro momento—
—Niccolo puede sentir algo de incomodidad ante aquellas palabras—... y-ya veo... entonces lo hare después... Entonces... podrían decirme... en qué tema se habían quedado con su antiguo profesor...—
—Tsubaki— Sí, realmente nunca avanzamos algo parecido—
—Niccolo lo mira algo confundido— ¿Qué quieres decir?...—
—Tsubaki— Nuestro profesor decía que nuestras clases eran inservibles con personas como nosotros así que al final simplemente nos dejaba en paz. Le recomiendo hacer lo mismo—
Parte de los alumnos comenzaron a reír discretamente.
—Niccolo puede sentir algo de presión—... p-pero... el director... me dijo q¡¡...!!— voltea rápidamente al sentir como un objeto se le fue arrebatado—
—Lawless sostiene alegremente su maleta— Veamos, siempre tuve curiosidad por saber que tipo de cosas llevaban los profesores en estas cosas—
—Niccolo trata de recuperar su maleta— E-Espera...—
—Lawless termina lanzándoselo a Tsubaki— ¡Pase largo!—
—Tsubaki atrapa la maleta— ¡100 puntos!—
—Niccolo— T-Tengan cuidado con eso. Adentro...—
—Belkia— ¡Estoy libre Tsubakyun!—
—Tsubaki— ¡Ahí te va!— lanza con todas sus fuerzas aquel maletín—
—En aquel instante Belkia tenia la posibilidad de atrapar el maletín, pero decidió errar a propósito, dejando que el maletín se impactara con fuerza en el piso— vaya, lo siento, lo siento, no lo vi bien—
—Niccolo se acerca bastante preocupado hacia su maleta, abriéndola rápidamente para verificar el interior de su maleta—... No puede ser...—
El interior estaba hecho un desastre, la tinta que tenia se había destrozado, derramando su contenido en todo el interior de este y dañando algunas hojas importantes que estaba llevando, esto incluía parte del material que el director le había entregado.
—Belkia ve alegre la situación— ¿Qué paso? ¿Se malogro el material? Pues que mal, parece que la clase se retrasara un día más—
—Niccolo se levanta con la maleta—... Realmente no... solo debo pedirle prestado el material a algún otro profesor...—
—Tsubaki— ¡¿Pero dónde esta la diversión en ello?! ¡No sea aguafiestas!— le tira un pequeño golpe en la espalda, dandole un toque de fuerza para que Niccolo cayera al suelo—
—Niccolo termina cayendo al suelo con algo de fuerza, soltando nuevamente su maleta para amortiguar el golpe de la caída, mas al final termino golpeándose las rodillas—«... D-duele...»—
—Tsubaki comienza a reír— Lo siento, creo que se me paso la mano—
—Niccolo—... N-No te preocupes...—
—Tsubaki le extiende la mano— Vamos, déjeme ayudarlo—
—Una parte de Niccolo ya le tenia desconfianza en Tsubaki, por lo que no sabia si era buena idea aceptar su ayuda—... p-pues...—
—Tsubaki— Vamos no sea tímido profesor. No le hare nada malo—
Niccolo comenzaba a extender la mano para aceptar su ayuda, más antes de que alcance a tomar su mano, un papel termino por caerle en la cabeza llamando su atención, evitando que tome la mano de Tsubaki y haciéndolo voltear al lugar de origen del papel.
—Kuro— Lo siento, iba a pararme pero me dio flojera...— lanza un bostezo—... solo quería recordarle que... no debe ser... tan crédulo...— vuelve a recostarse sobre su carpeta para descansar—
Si bien no le había dicho algo directo, una parte de Niccolo entendió a lo que se refería, por lo que en lugar de aceptar la ayuda de Tsubaki, decide levantarse por cuenta propia.
—Tsubaki retira su mano— Que aburrido... ¡Ah!... ¿Qué es eso?...— centra su mirada en el cuello de Niccolo—
Al momento Niccolo termina dirigiendo sus manos a su cuello, dándose cuenta de que su camisa se había entreabierto al momento en el había caído, dejando ver su collar anti mordidas, de esos que solo usaban los omegas para evitar ser marcados por alguien no deseado.
Naturalmente al darse cuenta, su primera acción fue tratar de esconderlo otra vez, mas ya era tarde pues casi todos sus alumnos ya lo habían notado.
—Lawless— ¡Oh! Profesor ¿Es un omega?—
Aquellas palabras fueron la clave para llamar la atención de aquella persona a la que parecía no importarle absolutamente nada de lo que estuviera pasando.
En aquel momento, Illdio finalmente se digno a voltear, viendo por primera vez a Niccolo, y dándose cuenta de la situación en la que se encontraba.
—Niccolo siente algo de incomodidad—... S-Sí...—
—Lawless— ¡Perfecto! Siempre tuve algunas dudas respecto a los omegas. Con usted aquí creo que esa duda finalmente se resolverá—
—Niccolo trata de no incomodarse—... ¿Qué cosa?...—
—Lawless lo mira burlesco— ¿Ustedes también se masturban?—
—Niccolo termina entre avergonzado y asqueado— ¡¿Q-Qué?!—
—Lawless termina abrazando por eo hombro— Vamos, no se haga el santo. Sé que como omegas que son también tienen ese tipo de necesidades ¡Ah! ¿Ahora que me doy cuenta, seguramente que lo hacen, por algo tienen lo del celo. En ese caso ¿por dónde le gusta más?—
Esas preguntas claramente estaban fuera del lugar, y lo único que Niccolo podía hacer para no exaltarse era permanecer callado evitando todo contacto visual con lawless.
—Illdio mira algo molesto que lawless —... Oye lawless... No sé si te has dado cuenta pero no es el único omega en el salón—
Y efectivamente, Niccolo no era el único omega. Habían cerca de 7 omegas en el salón, los cuales también miraban con algo de desprecio a Lawless por haber dicho aquellas palabras.
Normalmente estarían del lado de Lawless al saber que solo estaban bromeando con el, pero ni ellos podían evitar ofenderse con esas bromas.
—Al percatarse de la situación Lawless opta por soltarlo para librarse de los aprietos en los que se estaba metiendo— Vamos, solo era una broma, no se lo tomen en serio—
—Niccolo susurra—... Ni siquiera yo debo ser un experto para saber que no tienes pareja por eso...—
—Lawless tiene el presentimiento de que dijo algo— ¿Dijiste algo?—
—Niccolo—... N-No...—
—Tsubaki— ¡Ah! ¡Profesor! Aprovechando que finalmente llegó y que nunca me aprendí la tabla del 7. ¿Le importaría enseñarme?—
—Niccolo—«... ¿Debo tomarlo enserio o solo se están burlando?...»—
—Lawless— Oiga profesor, ¿no cree que seria buena idea si sale por voluntad propia? Podría ponerse peor si sigue con nosotros por mucho tiempo—
—Niccolo—«... ¡¿Qué tipo de alumnos son estos?! ¡No me prepare para esto!»— termina cerrando los ojos con fuerza debido al miedo—
—Tsubaki se acerca—Oiga, oiga ¿me escucha?— lo toma con algo de fuerza de la camisa—... Si le hablo escúcheme... No es muy agradable ser ignorado...—
Con aquella acción había llegado al límite, el miedo se había apoderado del cuerpo de Niccolo, por lo que sus acciones eran casi improbables.
—Niccolo termina golpeando a Tsubaki con su maletín inconscientemente — ¡¡No me adelante 3 años de universidad solo para soportar esto!!— su instinto termina por obligarlo a salir corriendo del lugar completamente aterrorizado de sus estudiantes—
Tsubaki termina cayendo al suelo luego de recibir aquel golpe.
Todos los demás alumnos ven impactados a Tsubaki, excepto lawless, el estaba matándose de la risa.
—Belkia se acerca preocupado junto con Otogiri— ¡¡¿Tsubakyun?!!—
—Tsubaki comienza a levantarse adolorido—... E-estoy bien... solo fue un golpe... omega... No estoy... tan mal...— realmente le dolía horriblemente pues no solo le había caído la fuerza de Niccolo, sino también la fuerza del maletín que este llevaba—
—Otogiri lo mira algo molesta— ¿Ósea que las omegas no tenemos fuerza?—
—Tsubaki—¡No quise decir eso!—
—Kuro— Son estresantes, cállense ya...— se cubre con su cuaderno para evitar el ruido—
—Tsubaki— Si no vas a ayudarnos solo cállate—
—Illdio— ¿Realmente piensan seguir haciendo eso?...—
—Lawless—Ahh, por qué siempre eres un aguafiestas...—
—Illdio lo mira algo fastidiado— No me llames así—
—Lawless— Es que es la verdad... Ya sabes como funciona esto. Viene un maestro, lo molestamos hasta que decida irse, y de ese modo evadimos las responsabilidades. Es pan comido—
—Illdio— Pero ese era un omega—
—Tsubaki— Papá dice que sin importar el género todos somos iguales... así que deben afrontar el mismo trato...—
—Illdio—... Ustedes realmente no tienen límite...—
—Tsubaki— Ya cálmate... El tipo no parece ser tan valiente, así que seguramente no durara mucho con nosotros. Yo le doy menos de 3 días—
—Lawless— ¡Ah! Entonces apostemos por ello. Yo le daré algo más de fe luego de ver el golpe que te propino, así que iré por 1 semana—
—Kuro levanta su cuaderno —... ¿Qué apostaran?—
—Lawless— Yo apuesto mi mesada de un mes—
—Tsubaki— Entonces hare lo mismo—
—Kuro—... mmh... entonces me uno a la apuesta—
—Lawless— ¡Perfecto!— se levanta de su asiento emocionado— ¡Oigan chicos! ¡Apostaremos para ver cuanto tiempo dura el profesor nuevo!—
El resto de los alumnos se acercan emocionados para unirse a las apuestas.
—Alumna— ¿Cuánto hay en juego?—
—Lawless— Hasta el momento dos mesadas, pero ya que más se van a unir, mejor apostemos por fechas más exactas—
—Tsubaki— Entonces le doy a los 3 días exactos—
—Lawless— Y yo a la semana exacta—
—Kuro—... Yo... creo que le daré 10 días—
—Lawless comienza a anotar todo en su cuaderno—Bien, uno a la vez menciónenme cuanto apuestan y por cuanto tiempo—
El resto de los estudiantes comienzan a lanzar sus apuestas.
A todo esto Illdio simplemente se separa de ellos.
—Illdio—«... Realmente no cambian... ahh...»— se dirige a la puerta— «Bueno, iré por algo de comer»—
Calmadamente sale del salón rumbo a una maquina expendedora, dejando el alboroto del aula atrás.
Illdio sabia de antemano como eran sus hermanos. Hasta cierto punto le incomodaba lo que hacían, pero curiosamente nunca los detenía, puesto que sus bromas casi nunca incluían el maltrato físico, además de que como casi todos sus profesores eran alphas u betas, todos siempre trataban de enfrentarlos de una manera algo agresiva.
Pero ahora era distinto, el profesor que había llegado no era un alpha o un beta, sino un omega... Y por si fuera poco, no tenia casi nada de carácter.
Recordaba a la perfección que el tipo e bromas que sus hermanos habían estado usando al comienzo, pues ya los habían aplicado con sus antiguos profesores. En aquel momento sus antiguos profesores habían reaccionado bruscamente y hasta en cierto punto habían amenazado con golpearlos.
En cambio ahora este había permanecido en control, pero al mismo tiempo bastante asustado.
Le preocupaba saber que tan lejos podrían llegar sus hermanos, sabiendo que seria más fácil para ellos humillarlo.
Una parte interna los maldecía por no haber escuchado todo lo que su padre había dicho ese día.
(⁓⁓⁓)
—Papá—¿Omegas? Bueno, no tienen por que tener un trato especial, de hecho muchos se molestan cuando lo reciben. Después de todos ellos siguen siendo como cualquier otra persona, el ser Alpha, Omega o Beta no cambiara ese hecho.—
—Illdio— Oye padre...—
—Papá— ¿Qué pasa Illdio?—
—Illdio— Si los otros se están yendo, por qué yo debo quedarme—
—Papá— Por qu¡espera ¿qué?!—
Al instante dirige su mirada a la puerta, notando que Tsubaki(el ultimo en salir) termina de cerrar la puerta rápidamente, dejándolos dentro solo a él y a Illdio(quien esta abriendo el 3° paquete de dulces).
—Su padre termina sorprendido al notar que solo Illdio esta presente— ¡¿En qué momento se levantaron?!—
—Illdio continua comiendo— Dijeron que los aburriste...—
—Su papá termina decepcionado—... ya... veo...—
—Illdio—... ¿Acaso olvidaste decirles algo?...—
—Papá—... Bueno... algo por el estilo... aunque... solo es un complemento... y... no... ya no importa— se deprime—
—Illdio—... mmh... si te hace sentir mejor entonces yo terminare de escuchar lo que tengas que decir...—
—Su padre lo mira feliz— ¿Te he dicho que eres mi favorito?—
—Illdio— No, nunca—
—Papá— Pues ahora lo sabes— alegremente vuelve a afinar su voz— Entonces... ¿en que me quede?... ¡ah sí!...
Te decía que todos somos iguales en ese aspecto... sin embargo... Como alphas que somos siempre debemos darles algo más de respeto o amabilidad hacia los omegas—
—Illdio— Pero dijiste que todos debíamos ser tratados iguales...—
—Papá— ¡Sí! Pero ahí esta el truco, al decir eso tampoco me refiero a que debas de tratar a los omegas como una especie de bebes... no, no, no. Trato de decirte que debes mantener un buen respeto hacia ellos...
¿Sabes?... Los omegas siempre son más delicados que los otros géneros... aún cuando parece que no son así... En su vida llegara aunque sea un momento en el que se muestren completamente indefensos.
Si algún día llegas a presenciar su debilidad debes apoyarlo, ya sea con tus hermanos o con cualquier desconocido, trata de darle la fuerza para que sigan e intenta respetarlos y cuidarlos, tanto como si trataras con lo más tierno del mundo—
—Illdio—... Entiendo...—
—Papá— Ahora que ya sabes eso, recuerda tenerlo en mente en todo momento, de ese modo tal vez incluso algún día termines consiguiendo un omega como compañero—
—Illdio— Mi único amor es la comida ¿Para qué necesito a un omega si ellos no se comen?—
—Su padre ríe por lo bajo— Ya lo comprenderás cuando crezcas—
(⁓⁓⁓)
Bueno, seguramente tampoco se habría quedado de no ser por la comida...
°
En cuanto llega a la maquina expendedora, saca algunos dulces que llamaron su atención, más antes de que volviera al salón, alcanzo a oír a una persona hablar del otro lado de los pasadizos, por lo que curioso a esto, decide acercarse para ver de quien se trataba.
De aquel lado del pasillo, estaba Niccolo caminando en círculos y hablando consigo mismo.
Illdio se sorprendió un poco al ver esto, pues el pensó que luego de que se fue corriendo del salón, este se había ido a quejar con el director o a llorar en cualquier otro lado.
Sin embargo, solo se lo veía bastante nervioso.
—Niccolo—... ¿Hice algo raro?... ¿Oh solo es su actitud natural?... haaa... vamos piensa apropiadamente—
—Illdio— «¿Qué esta haciendo?...»—
—Niccolo se detiene—... ahh... tranquilo... Recrea tus pasos... Primero llegue con el director... luego me presento a sus alumnos... y todo se salió de control... ¡¿Dónde esta mal mi actitud?!—
—Illdio— «No hay nada de malo contigo... el problema son ellos...»—
—Niccolo se da dos leves golpes en las mejillas— Cálmate... solo ve por otro material de trabajo e intenta arreglar tu desastre...—
—Illdio se sorprende— «¿Acaso piensa volver al salón?...»—
—Niccolo esta a punto de caminar, mas al instante una gran duda nublo su mente, haciendo que pierda las fuerzas para regresar a su salón y dejándolo sentado en el suelo—... Ahh... es inútil... no quiero volver... ¿Y si solo me voy?... No, no... ¿Dónde estaría mi sentido de responsabilidad si hiciera eso?... Aunque con alumnos así siento que en lugar de una preparatoria, esto es un cuartel para delincuentes...—
—Illdio— «Sí, todos los profesores pensaron eso»— comienza a comer—
—Niccolo—... Quiero regresar a casa...— su celular comienza a sonar—... ¿mmh?...— contesta— ¿Hola?...—
Xxxx: ¿Nicco? ¿Eres tu?
Niccolo se queda estático al reconocer la voz.
Xxxx: ¿Hola? ¿Nicco?
—Niccolo—... Número equivocado...—corta la llamada—«... Fingiré que no oí eso...»— su celular vuelve a sonar—«... Primero lo de mis estudiantes y ahora esto... ¿Qué diablos tiene el mundo en mi contra?...»— se levanta del suelo y se acerca a los bebederos—«... Debo deshacerme de esto...»—
Con mucha tranquilidad revisa su celular, asegurándose de que algunas funciones realmente estén desactivadas(Ubicación, línea, redes sociales) para finalmente dejar su celular dentro del bebedero y encenderlo, dejando que su celular se malogre hasta ya no funcionar.
—Illdio ve confundido la escena— «¿Qué esta haciendo?...»—
—Niccolo ve aliviado como su celular ya no enciende, por lo que termina por tirar su móvil a la basura—... Ahh... menos mal... Al menos eso debería recordarme que debo resistir...—
Se toma unos segundos para animarse, dándose otro par de golpes en las mejillas.
—Niccolo— Bien... Ve por el material he intenta arreglar el lio que creaste— se da media vuelta con la intención de ir a la sala de profesores—
En cuanto esta por encaminarse hacia aquel lugar, la silueta de Illdio termina por asustarlo, haciéndolo caer de espaldas lanzando un pequeño grito.
—Niccolo— ¡¡¿Q-Qué?!!—
—Illdio— ¿Ah?... Lo siento, no esperaba que vinieras por aquí...—
—Niccolo trata de calmarse—... ¿Q-Quién eres?...—
—Illdio se siente algo ofendido—... ¿No me noto?... Estoy en el salón que le toco dirigir...—
—Niccolo se levanta mientras internamente trata de recordarlo—... B-Bueno...— finalmente consigue relacionar su voz—... ahora que lo mencionas creo que sí... ¿Tú nombre es?...—
—Illdio— Soy Illdio... pero lámame Ill—
—Niccolo—... B-Bueno... Ill... ¿No deberías estar en el salón con los demás?...—
—Illdio— ¿Y lo mencionas en este punto?... Literalmente saliste corriendo luego de tirarle un golpe con tu maleta a mi hermano...—
—Niccolo se asusta— ¡¿Acaso vienes por venganza?! ¡Juro que fue un accidente!—
—Illdio— ¿Qué?... No, no, de cualquier manera él se lo busco, además solo vine para comprar algo de comer—
—Niccolo— ... y-ya veo...—
—Illdio— Bueno, en parte también quisiera aprovechar para hacerle una advertencia—
—Niccolo vuelve a asustarse— ¡¿Entonces realmente vienes por una amenaza?!—
—Illdio—¡Que no! ¡No soy del tipo que disfruta amenazar a los débiles!—
—Niccolo— «Naturalmente todos me tachan de débil... aunque tampoco es como si pudiera argumentar en contra...»— ... ajaja... l-lo siento...—
—Illdio suspira pesadamente—... escuche... solo quiero recomendarte renunciar...—
—Niccolo—... Lo suponía... pero... creo que tengo que negarme...—
—Illdio— Lo digo por tu propio bien. Esos idiotas siempre comienzan de este modo, luego sus bromas van subiendo de nivel y en cierto punto ya se vuelven agresiones—
—Niccolo siente como el terror que sentía por aquellos alumnos se esparce—... Lo entiendo... pero... a penas inicie hoy... creo... que tal vez... podría seguir un poco más...—
—Illdio— ¿Entonces vas a enfrentarlos?—
—Niccolo duda—... P-pues...—
—Illdio— Lidiar con nosotros es una completa tortura. Ningún profesor o profesora que ha venido aquí ha soportado mucho tiempo con nosotros. Es así desde el año pasado...—
—Niccolo—... ¿Qué tipo de tratos llevan?...—
—Illdio— Eso depende de su resistencia—
—Niccolo—... ¿Acaso son monstruos?...—
—Illdio— No... pero si te recomiendo volver de donde vienes, hace unos segundos dijiste que querías volver a tu casa, entonces solo hazlo—
—Niccolo termina algo asustado ante esa idea—... p-pues... no es algo fácil... me arriesgue mucho al venir aquí...—
—Illdio lo mira confundido—... ¿Por qué?—
—Niccolo— E-Es solo que... mi familia... no estaba de acuerdo con mi carrera... así que... no me apoyo en ningún aspecto...—
—Illdio— Entonces no te preocupes, aún cuando no te hayan apoyado, siguen siendo tu familia, es imposible que no te vayan a recibir—
—Niccolo—... En eso tienes razón... pero... No sé si este dispuesto... creo... que prefiero este lugar—
—Illdio— Te aseguro que mientras más tiempo pases más te arrepentirás de esa decisión. Lo digo por experiencia, todos los profesores siempre decían lo mismo—
—Niccolo—¡¿Q-Qué?!—
—Illdio—¿O por qué cree que renuncio el anterior profesor?—
—Niccolo— Dijo que había renunciado por problemas familiares—
—Illdio— Apuesto a que el director lo lleno de esas estúpidas ideas...— suspira pesadamente— No fue así. Él renuncio luego de una broma que le hicieron—
—Niccolo siente algo de miedo—... ¿una broma?...—
—Illdio— Sí—
—Niccolo— ¿Q-qué tipo de broma?...—
—Illdio— Quemaron su auto—
(...)
*Oficina del director*
En aquella oficina reinaba un completo e incomodo silencio.
Niccolo había entrado para luego dejar una carta en la carpeta del director sin mencionar palabra alguna, por lo que el director solo veía confundido aquellas hojas.
—Director—... No lo entiendo...—
—Niccolo habla algo preocupado— Es mi carta de renuncia...—
—Director—...—
—Niccolo— Lo siento... sé que a penas inicie hoy... pero... creo que no estoy al nivel que necesita...—
—El Director habla desesperado— ¡¿Te hicieron algo?! ¡Si es así deja que yo lo solucione!—
—Niccolo evade la verdad—... N-No... es solo que...—
—Director— ¿Qué cosa?—
—Niccolo—....Es que... ¡¡Sus alumnos me dan miedo!!—
—Director— ¡¡¿Ah?!!—
—Niccolo— Siento como si fuera vigilado constantemente... temo por mi vida... Además de sus horribles bromas... ¡¿Por qué no me dijo que el anterior profesor había renunciado luego de que esos chicos quemaran su auto?!—
—El Director se siente algo culpable por eso— Es que... si te lo decía... seguramente no hubieras aceptado—
—Niccolo— ¡Pues lo siento pero tiene razón! ¡No quiero formar parte de algo así!—
—El Director comienza a calmarse ante esas palabras —... Entiendo...—
—Niccolo puede sentir algo de alivio al oír esas palabras pues significaba que lo estaba escuchando—... Director...—
—Director—... Tienes buenos motivos... y... no puedo obligarte a pertenecer aquí... puedes tomar la decisión que prefieras... Así que solo hay una cosa que puedo hacer...— toma la carta de renuncia de Niccolo y lo abre—
Niccolo finalmente podía sentir como toda esa tensión cubierta en él iba disminuyendo, pues podría librarse fácilmente de ese lio. Ya luego podría buscar otro trab...
°
Sus esperanzas se hicieron añicos al ver como el director comenzó a destrozar la carta de renuncia que había escrito, dejándolo en un pequeño trance.
—El Director tira todos los papeles en su pequeño tacho de basura—... ahh...—
—Niccolo lo ve impactado—... ¿Q-Qué hace?...—
—El Director hace una reverencia en su mesa— ¡¡Por favor no te vayas!! ¡¡Eres mi ultima oportunidad!!—
—Niccolo— ¡¿Qué?!—
—Director— ¡¡Los profesores ya no quieren venir aquí!! ¡¡Dicen que no están dispuestos a soportar a un montón de ricos malcriados!! ¡¡Incluso trate con los del ejercito!! ¡¡Los del ejercito!! ¡¡Pero ninguno quiso aceptar!! ¡¡Tu eres mi ultima esperanza para mantener esta preparatoria en pie!! ¡¡Te subiré el sueldo si quieres pero por favor no te vayas tu también!! ¡¡No me abandones!! ¡¡Solo debes ganar algo de actitud como los otros profesores!!—
—Niccolo— ¡¡¿Qué diablos dice?!!—
—Director—¡¡Te suplico que no me dejes!!—
—Niccolo— «¡¡Este tipo esta loco!!»— se levanta rápidamente de su asiento completamente asustado— ¡Lo siento! ¡Yo tampoco puedo resistir todo esto! ¡Y ya renuncie así que déjeme en paz!—trata de salir lo más rápido que puede de la dirección—
—El director lo sigue rápidamente— ¡¡Espera por favor!!—
A penas y consigue salir de la dirección cuando el director termina por tomarlo del abrigo haciendo que este caiga al suelo junto con él.
Para su mala suerte, al ser la hora del almuerzo, varios alumnos estaban rondando por los pasillos por lo que todos terminaron viéndolos, quedando entre impactados y sorprendidos.
Niccolo se levanta lo más rápido que puede para evitar más humillación, pero el director seguía insistiéndole, terminando por arrodillarse frente a él para suplicarle que se quede.
—Director— ¡¡Por favor solo inténtalo un poco más!! ¡¡Realmente confió en ti!! ¡¡Por eso te pido que me ayudes con eso!!—
Los alumnos no podían creer lo que veían.
El director se estaba humillando por una persona que no conocían, muchos ya sacaban teorías en su cabeza sobre el nuevo profesor(Niccolo), creyendo que era una especie de amante del director.
—Niccolo siente toda la presión de los alumnos sobre él— ¡¡Ya pare por favor!!—
—Director— ¡¡Entonces retráctate y dejare de hacerlo!!—
—Niccolo— ¡¡No puede obligarme a eso!!—
—El director continua suplicando, pegando su cabeza al suelo mientras se arrodilla— ¡¡Por favor!! ¡¡Te lo suplico!!—
Niccolo puede sentir la presión social acumulándose.
—Niccolo— ¡L-Levántese!—
—Director— ¡¡Lo hare solo si me prometes que te quedaras!!—
—Niccolo termina cediendo por la presión de la mirada de los estudiantes— ¡¡E-Esta bien!! ¡¡Pero ya levántese por favor!!—
—El director termina levantándose satisfecho muy rápidamente— Bien, ya lo prometiste, así que ni siquiera pienses en irte. Te presentare al resto de los profesores más tarde, pero por el momento que te parece si vas a acomodar adecuadamente tus cosas en tu habitación, después de todo recién llegaste. Cancelare las clases de tus estudiantes por el momento, pero mañana empieza con fuerza por favor. Ahora iré a decirle a los guardias que se aseguren de que no escapes y todas esas cosas. Gracias y buena elección— entra nuevamente en la dirección, dejando a un Niccolo completamente shockeado—
Niccolo permaneció en aquel lugar inmóvil durante unos segundos, pero no duro mucho cuando noto que todos seguían mirándolo, por lo que sale del lugar completamente avergonzado, rumbo a la azotea.
Una vez que se asegura de que esta alejado de todos, no puede evitar lanzar un grito de impotencia por todo en lo que se había metido.
—Niccolo— ¡¡Maldición!! ¡¡Sabia que era mala idea venir aquí!! ¡¡Pero regresar tampoco es una opción!! ¡¡En este punto ya me tienen atrapado!!... con esos... monstruos...—
Maldice internamente toda su situación preguntándose qué iba a hacer ahora.
Nunca se había quedado en una situación tan estresante desde que fue a la universidad. Y ahora tenia que educar a un montón de alumnos con finta de maleantes, asegurándose de que sus notas mejoren y que su estatus de los más odiados baje.
Parecía una tarea casi imposible, pero era su única opción.
¡Sí! No era tiempo de lamentarse, era tiempo para recuperar energías y esforzarse por volver a iniciar.
—Illdio aparece—¿Entonces te quedaras?...—
En aquel instante casi le da un infarto a Niccolo, pues no se dio cuenta de que había alguien más con él.
—Niccolo voltea completamente asustado—¡¡¿Q-Qué haces aquí?!—
—Illdio— Te seguí luego de ver la escena que armo el director—
—Niccolo trata de calmarse—... N-No aparezcas de repente—
—Illdio— Lo siento, me gano la curiosidad—
—Niccolo—... ahh... ya no importa...—
—Illdio— ¿Y bien? ¿Sobre le pregunte?...—
—Niccolo se siente incomodo—... S-Sí...—
—Illdio— ¿Es por el drama qué armo el director?...—
—Niccolo—... Mentiría si dijera que no...—
—Illdio— Bueno, entonces será mejor que vayas ganando resistencia, aunque parece que ya la tienes—
—Niccolo— Realmente no tengo algo parecido... solo me esfuerzo por no morir...—
—Illdio— Pues si te hace sentir mejor mejor, déjame decirte que nunca había visto a todos mis hermanos tan estresados y animados a la vez. Si sigues intentándolo tal vez consigas un notable cambio—
—Niccolo trata de entender el motivo de sus alumnos para hacer ese tipo de juegos hacia los maestros, mas no se le ocurría algo, aunque con Illdio ahí, tal vez podría hacerse una idea— Tu... sabes... ¿Por qué hacen eso?...—
—Illdio— No lo sé... tal vez lo hagan para no aburrirse... Yo simplemente me divierto con las estupideces que hacen; además me dan comida por no delatar sus acciones, así que es un doble combo para mi—
—Niccolo—«¡¿Entonces son abusivos por naturaleza?! ¡Rayos!»—... y-ya veo...—
—Illdio— Sigues pensando demasiado en el asunto... Si realmente te da miedo solo dile firmemente al director que quieres renunciar, y si sigue sin permitírtelo, contacta a algún familiar o a un abogado...—
—Niccolo recuerda toda su situación—«Eso es imposible por muchos motivos...»—... Agradezco tu preocupación... pero... creo que... lo intentare...—
—Illdio— ¿Enserio?...—
—Niccolo— Pues... no soy un experto en esto... ni mucho menos soy un ser sociable... pero... me esforzare para encajar...—
—Illdio lo mira algo sorprendido—... Entonces buena suerte...—
—Niccolo— Solo espero no recibir daños...—
—Illdio— Tranquilo, si veo que puedes llegar a salir lastimado entonces te avisare, pero no les digas quien los delato—
—Niccolo parece algo sorprendido con su actitud—... Eres más amable de lo que pareces...—
—Illdio—... No, No lo soy... Si lo fuera entonces en lugar de advertírtelo solo los detendría...—
—Niccolo— Bueno... tienes razón... pero entonces ¿Por qué lo haces?—
—Illdio— Solo no me gusta lastimar lo tierno y lindo...—
—Niccolo— ¿Tierno?... y ¿lindo?— su mente trata de relacionarlo con algo presente en el salón— ¡Ah! ¿Es por las omegas que hay en el salón?—
—Illdio— En parte sí... aunque también es por usted—
—Niccolo— ¿Tierno... y... lindo?... ¿Yo?...—
—Illdio— Sí—
Aquel comentario termina creando unos breves segundos de silencio.
—Niccolo se siente algo incomodo—... y-ya veo... gracias... supongo...—
—Illdio—... ¿Se lo creyó?...—
—Niccolo— No, ni siquiera paso por mi cabeza—
—Illdio ríe por lo bajo— Solo lo hice por que mi padre me hablo de eso—
—Niccolo— Ah, eso tiene más sentido—
—Illdio— ¿Verdad que sí?—
Continuara...
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Yo cuando empecé a escribir esta historia: Sí, me gusta ver juntos a Illdio y Niccolo :3
Yo ahora que lo público: ChIngA Tu mAdRE Illdio, te quiero pero te pasas de lanza >:''u y... resiste Nicco :'u que yo aún te quiero, no te mueras, vive para ver el fin de ese mundo, eso solo fue un accidente <:''u
(Quien se lee el manga entenderá)
Me despido, hasta la proximaaaaaaaaaaaaaaaaa
BYE
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