Maratón 5/5 parte 3. Final del especial. Lean nota al final, por favor.

-Gracias, Sally.

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Rompí en carcajadas. Percy se había devorado casi literalmente toda la comida azul que Sally le había preparado, quedando con la boca azul.

-Poisson, ahora en adelante te llamaré Poisson Bleu.- Logré decir entre carcajadas.

-¿Poisson Bleu? ¿Pez azul?- Me preguntó Piper con un acento perfecto.

-Si, ah; hija de Afrodita.- Le contesté y me recordé su linaje en voz alta.

-¿Sabes francés?- Me preguntó.

-Soy francesa.- Le expliqué con una disimulada incomodidad.

-Pareja europea.- Afirmó Leo en tono de broma, causándome una sonrisa tensa.

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Estábamos jugando sobre un tapete de colores y a Annabeth le tocó girar una ruleta también de colores. Al final todos terminamos enredados y doliéndonos el estomago y las mejillas de tanto reír.

-Mano derecha al aire.- Ordenó. Logré hacerlo, pero mi hermano no y con una carcajada enorme cayó sobre el colorido tapete. Retuve una carcajada, pero inevitablemente caí. Luego nos siguieron los demás con carcajadas enormes, acompañado un dolor de mejillas y estómago.

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-Ponte esto.- Me ordenó Piper. Me di la vuelta para cambiarme, no me importaba cambiarme con ellas en el cuarto. Piper soltó una exclamación al verme sin camiseta y Annie me miró con los ojos como platos. Instintivamente me encogí de hombros.

-¿Qué pasa?- Balbuceé.

-Por los Dioses, esa cintura no es natural.- Me respondió Piper, estupefacta.

-¿Usas o usaste corsé alguna vez?- Me preguntó Ann.

-Si. Era obligatorio.- Le respondí con la cabeza gacha, a lo que entendió perfectamente. Cuando trabajaba en el bar, era obligatorio el uso de corsé; mi cintura ya era pequeña, pero el corsé me hizo un reloj de arena, casi literalmente. Will dijo que so empeoraba mi asma, al comprimir mis pulmones y prácticamente cambiar de lugar mis órganos. (N/A: Soy feminista y no me puedo callar a cerca de estos temas; el corsé era mortal. Googleenlo en Wikipedia o en páginas web de salud -preferentemente salud femenina-. Yo con todo gusto me arrojo el discurso, pero se aburrirían.)

    No volvimos a hablar del tema, pero mi extraña tortura de muñeca viviente prosiguió.

......

Miré el abismo sin estrellas frente a mi. Adoraba poder disfrutar de la vida otra vez, pero había cosas tan simples como las estrellas que extraño con fervor; como el cielo estrellado que hace siglos contemplé, sin prestarle atención, con ignorancia.

    Sally entró en silencio al pequeño balcón de su apartamento. Me dedicó una cálida sonrisa, que le devolví inevitablemente. Me sorprendía el hecho de que no me odiase por ser hija de Poseidón. Hablamos sin palabras, ella viéndome con cariño, y yo, con gratitud.

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Pedimos un taxi para el regreso al campamento, junto con el auto de Sally. Fui en el auto de Sally de copiloto, junto con Percy, Annabeth y un risueño e hiperactivo Leo. Nos la pasamos a carcajada limpia recordando la Nochebuena y Navidad, junto con lo malos chistes de Leo que eran tan tontos que terminabas riéndote.

Bajamos todos cerca del campo de fresas, dejando a un confundido taxista mortal. Íbamos camino a la entrada, después de haberle pagado al taxista y despedido de Sally, cuando nos encontramos al campamento con un aura apagada. Inmediatamente fuimos a la Casa Grande para ver que sucedía.

......

Spoiler:

-¡¿Una maldita profecía?!- Me quedé helada...

Fin spoiler. Yo se que me aman ;v. Perdón por no actualizar DX