ESPECIAL NAVIDEÑO 1/3.
Maratón 5/5 Parte uno.
Narra Nico.
Miré hacia arriba y ví como empezaban a caer los blancos copos de nieve, hermosos, pero fríos. Quirós había logrado convencer a Dionisio de hacer nevar en el campamento.
Caminé hacia el comedor y observé en silencio a los atareados hijos de Demeter hacer crecer un gran pino en el centro del comedor, al igual que en las esquinas de cada mesa unas preciosas Nochebuenas. (N/A: Flor en multimedia) Todo tenía que quedar perfecto, habíamos invitado al Campamento Júpiter, dormirían con sus hermanos griegos, por lo qué Hazel estaría con Sirène y yo. Probablemente me preguntaría escandalizada por qué duermo con Sirène sin ser hermanos ni estar casados; había adquirido la maña de junto al calor corporal de mi novia, aunque no habíamos pasado a más.
Obviamente, nadie en el Campamento Mestizo ni Júpiter era Cátolico o Cristiano -más bien ningún semidios, criatura o monstruo- pero aún así lo celebraban. Era más bien una excusa para juntarse todos los que se quedaban en el campamento y celebrar todos y recibir regalos.
La idea era pasar la Nochebuena y Navidad con Sally, la amorosa y encantadora madre de Percy, junto con todos los siete de la profecía, Sirène y yo; para luego volver al medio día de Navidad al Campamento Mestizo para continuar la celebración y no perdernos el intercambio de regalos. Al principio me negué rotundamente, pero de alguna manera mi hermanita y Sirène lograron convencerme.
-¡Nico, ven y ayuda por favor!- Gritó Hazel, subida en una alta escalera rodeando los pilares del inexistente techo del comedor con luces de colores y guirnaldas.
-¡Ahí voy!- Le respondí corriendo en su dirección. Estaba aburrido y pues ya qué, además Hazel me regaña si no le ayudo a una dama.
-¿Qué necesitas?
-Ayuda a poner las luces en los pilares que faltan, que estás alto.- Me ordenó. Tenía sentido, los pilares medían alrededor de 2 metros con 30 centímetros. Yo medía 1.88 metros.
Caminé hacia el pilar que inútilmente Sire estaba intentando decorar. La tomé por sorpresa alzándola por la cintura y sentándola en mis hombros.
-¡¿Eh?!.- Exclamó y sonrió al ver que era yo. Se agachó y dejó un beso en mi frente, para luego proseguir con su tarea de enrollar el cable de luz en el pilar, logrando alcanzar el final de este.
-Nico, ¿podrías bajarme?- Me preguntó una vez terminada su tarea. No respondí, si no que caminé hasta el siguiente pilar y casi sin dificultad recogí el cable con focos alrededor del suelo. Se lo pasé y ella pareció entender, por lo que esta vez comenzó a enrollar el cable de arriba para abajo.
.....
-¡Hey!- Nos llamó...
........
Partiré el especial a la mitad y mañana publicaré la continuación.
Laura.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top