¿Me invitas a jugar?

Desde aquel momento ya nada volvió a ser igual, una inmensa felicidad llenaba mi ser, David y yo éramos amigos y aunque solo tuviera un amigo y todos los demás niños me molestasen, ahora el ir ala escuela comenzaba a tener sentido para mi.

Aquel día yo llegué muy feliz a mi casa y le conté a mi hermano como me había ido, él se puso contento de que al fin tuviese un amigo pero.. a pesar de que yo estaba igual contento, tenía un sentimiento que no me podía explicar..
¿Porque me sentía nervioso a su lado?
¿Porque me costaba hablar cuando estaba con el?
¿Porque sentía que el me opacaba en todo?
Eran solo unas de las preguntas que pasaban por mi mente.

Cada día que pasaba, David y yo nos íbamos haciendo más y más amigos, sin importar cómo era mi forma de ser, David no dejaba de tratarme tan bien.
Así poco a poco nos fuimos conociendo más, me enteré que tenía dos hermanos y que él era también mi nuevo vecino.

No pasó mucho tiempo cuando decidí invitarlo a mi casa a jugar, no era algo que me gustase mucho, sinceramente no me gustaba que gente que no fuera de mi familia fuera a mi casa, pero decidí hacer una excepción ya que..
¿Quien puede decirle que no a una sonrisa tan linda como la de David? ... además, el me lo había pedido varias veces y era mi único amigo.. sentía que se lo debía..

Así pues un viernes en la tarde saliendo de la escuela mi madre pasó por nosotros y nos llevó a casa, inmediatamente que llegamos David se emocionó al ver mi casa, no paraba de decir que parecía un castillo y rápidamente me pregunto que a donde estaba mi cuarto.

Cuando llegamos a mi cuarto, David, al igual que como ocurrió con su hermano Sebastian, se emocionó de ver todos mis juguetes, la verdad estaba algo nervioso porque a pesar de que David era mi amigo yo no quería prestar mis cosas.. y no sabía como decirle..

Antes de que yo pudiera decir algo, David se sentó, abrió su mochila y sacando un juguete, me dijo en un tono tan amable y alegre: ¿Que te parece si jugamos a los Max Steels?, no te preocupes, ya se que a ti no te gusta prestar tus juguetes, por eso traje el mío!. Cuando dijo eso yo me sentí tan apenado inmediatamente pensé que su hermano Sebastian le había hablando cosas malas de mi, pero aún así David parecía no estar enojado así que le conteste con toda tranquilidad: Me parece buena idea.

Estuvimos jugando muy tranquilamente por un buen rato, hasta que mi madre llamó a la puerta y nos dijo que bajáramos a comer pues la comida ya estaba lista, bajamos David y yo muy contentos, realmente nos la habíamos pasado súper jugando, era la primera vez que me divertía con una persona ajena a mi familia, David parecía entenderme en todo, y una vez en la mesa, David no paraba de decirle a mi madre lo contento que estaba de haber venido a jugar conmigo y lo bonita que era nuestra casa, desde luego a mi madre le agrado mucho conocer a David también.

Una vez que terminamos de comer, mi madre nos dijo que tenía que volver al trabajo, ella era una mujer muy ocupada, trabajaba en una universidad dando clases, así que mi hermano quedaría a cargo del hogar, le pidió también que debía de llevar a David a más tardar a las 6:00 pm a su casa, y una vez dicho eso se fue, no sin antes despedirse de beso de cada uno de nosotros.

Cuando mi madre se fue, mi hermano rápidamente nos vio con una sonrisa y nos pregunto: ¿Que les parece si jugamos vídeo juegos? A lo que los dos sin dudarlo respondimos con un SI.

Mi hermano se llama Josué y es el mejor hermano del mundo, el siempre es muy atento conmigo y es con él con quien juego siempre, cuando mis padres se enojan conmigo es mi hermano quien me consuela, por eso lo quiero mucho, él es la única persona que me puede llamar la atención sin que me enoje.

Así pues subimos los 3 al cuarto de mi hermano a jugar, y una vez entrando, mi hermano saco una variedad de juegos de todas las consolas y me dijo: ¿Dani, que te parece si dejamos que David decida que juego jugar? A lo que yo respondí con un: ¡Claro! El juego que David eligió era uno que a mí me gustaba mucho, era el de súper smash bros, por lo que no tuve ningún problema con la elección de David, ya que a mi parecer yo era realmente bueno en ese juego, aunque no más que mi hermano claro.

Así que comenzamos a jugar los tres, para mi sorpresa David estaba usando a mi personaje favorito "Link" y era realmente bueno, mi hermano por su parte uso a "Lucas", las partidas estaban pasando y yo era quien casi siempre quedaba en 3º lugar, por lo que me empecé a sentir algo mal de siempre perder, así que le dije a David: ¡Quiero una batalla solo contra ti, para ver quien es mejor con Link! A lo que él no se negó.

Jugamos la primera ronda ambos teníamos 5 vidas, y empecé dando el primer golpe, después el me bajo una vida, pero conseguí empatarlo y me puse a la cabeza por unos momentos, pero al final el me ganó, nos habíamos quedado con una vida los dos, pero él consiguió derrotarme, David muy emocionado me dijo: ¡Fue muy buena batalla Dani, de verdad casi me ganas! Yo me sentí muy mal de ser vencido y le dije: ¡Ganaste solo por suerte, quiero la revancha! A lo que David emocionado me dijo que si.

Volvimos a jugar y nuevamente perdí pero esta vez David se había quedado con dos vidas y eso me hizo sentir peor, nuevamente me sentí superado por David y sin decir nada, volví a poner de nuevo la partida, pero para mi mala suerte David me volvió a ganar por tercera vez y esta vez solo pude bajarle dos vidas, parecía que él mejoraba cada vez y yo empeoraba, me sentí tan humillado de que me hubiese ganado 3 veces seguidas y en frente de mi hermano, así que me enoje muchísimo, y sin pensarlo le arrebaté el control a David y lo azote al piso muy cerca de donde él estaba.

Mi hermano al ver lo que hice, se enojo y levantándome la voz me regaño diciendo: ¡Daniel, eso no se hace, discúlpate con David!
Yo estaba muy enojado y simplemente me quede callado. Esto provocó que mi hermano me volviese a decir con un tono más enojado: Daniel, te dije que te disculparas con David! Si no lo haces le voy a decir a nuestra madre como te has portado! Cuando dijo eso no pude evitar empezar a llorar, no solo por miedo a que mi madre me pegara, sentía feo que mi hermano me hablase en ese tono, como lo había dicho antes yo quiero muchísimo a mi hermano, y lo único que quería era impresionarlo, no que me regañara..

Sin embargo, ese día lo recordé muy bien por lo que hizo David en aquella ocasión..

Cuando David vio que comencé a llorar, rápidamente se puso en medio de mi hermano y de mi y le dijo a mi hermano con voz un poquito asustada: No es necesario que lo acuses, yo ya lo perdone e inmediatamente me extendió la mano y me dijo con una voz tan llena de cariño: ¿Amigos? Yo me encontraba aún sollozando y antes de que pudiera estrechar la mano de David, él buscó la mía y la estrechó y con esa voz llena de cariño y de inocencia me dijo: ya no llores Dani, ¿me perdonas por hacerte enojar?

Nuevamente me había hecho sentir tan especial, él no tenía porque disculparse y sin embargo lo hizo, lo hizo porque apreciaba a su amigo a pesar de que esté fuera un grosero..

Afirme con la cabeza mientras me secaba la lagrimas y antes de que pudiera decir una palabra, David se acerca a mi y me da un abrazo..finalmente yo le respondo el abrazo y le susurro al oído: Perdóname..

Luego de aquel momento acompañe a mi hermano a dejar a David a su casa.. no dejaba de sorprenderme, que a pesar de lo que había ocurrido, David no dejaba de estar alegre.

Cuando estábamos por llegar a su casa, David muy emocionado la señala y nos dijo: ¡miren esa es mi casa, no está tan bonita como la suya, pero son bienvenidos cuando quieran ir! Mi hermano le contesto con una sonrisa diciendo: Muchas gracias David, eres muy amable.

Cuando llegamos a su casa la madre de David abrió la puerta y enseguida nos dio las gracias por haberlo traído y le pregunto a mi hermano como se había portado.
A pesar de lo que había ocurrido, David no dejaba de decirle a su madre que se había divertido conmigo..

Y antes de que se metiera David a su casa, se acercó a mí y me dijo: ¡Gracias por invitarme a tu casa Dani, me la pase excelente..espero que un día tú vengas a mi casa a jugar!
Y finalmente se despidió de mi con un fuerte abrazo..

Continuará...

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Nota: En este capítulo Daniel comienza relatando un poco de lo que ocurrió momentos después de lo narrado en el capítulo anterior, se aclara que en este capítulo la edad de Daniel es de 7 años y la de David de 6 años y ambos se encuentran cursando 1º de primaria.

Descripción de Josué:
Josué es el hermano mayor de Daniel y es 3 años mayor que él, en este capítulo el tiene 10 años.

Josué es un (niño/joven) muy inteligente, muy responsable, muy ordenado y muy maduro aún desde los 10 años,  esto debido a que su padre no está con ellos la mayor parte del tiempo y por ello asume que él es el hombre de la casa y ejemplo para su hermano.

Josué es muy cariñoso con su hermano Daniel, lo quiere y lo cuida mucho pero no por ello le pasa por alto las cosas que él hace mal. Se dice que él siempre quiso un hermano menor, y se puso muy contento cuando Daniel nació, debido a que a su madre le costó mucho volverse a embarazar.

Josué tiene una altura bastante normal para su edad, no es ni muy alto ni muy bajo, sus ojos son café claros y usa lentes, tiene el cabello ondulado y es de complexión media, al igual que Daniel él es de test blanca.

Josué destaca más académicamente que deportivamente y debido a esto sus padres lo elogian mucho, también por esto Daniel quiere ser el mejor en la escuela, porque quiere parecerse a su hermano, no por ganar el reconocimiento de sus padres si no el de su hermano. A Daniel le gusta que su hermano lo reconozca.

A pesar de vivir en las mismas condiciones económicas que Daniel, Josué es humilde y no le gusta presumir nada de lo que tiene.

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