Si Dios tiene a sus favoritos, estoy segura de que yo estaría al rincón compartiendo bocadillos con Lucifer y Lilith, que, si bien toda esa cosa religiosa nunca se me ha dado, es interesante el concepto de toda esta ruina de vida que tengo. Y con ello me refiero a que ese maldito hombre es mi padre, encadenado de manera inhumana siendo experimentado por el mismo Mengele. Esta en un estado demasiado crítico, a tal grado de no saber si me entristece o me alegra que no me haya reconocido en cuanto me miro.

Patrick solo pudo decirme; "Yo que tú, debería cuidarme de lo que piense Mengele, está detrás de tus ojos. Tú sabes que el color es una propiedad bastante codiciada ¿no?"

Escomo si todo en mi se fusionara, estoy del otro lado de la reja cuidando todo el desastre mientras él estuvo sufriendo. Por lo que hice lo impensable.Intente acabar con su dolor, de verdad que lo intente. Juro por dios que no era mi intención dejarlo mal herido. Pero, esa cosa no dejaba de sangrar, Patrick llego y le proporciono una fórmula que curo sus heridas, e incluso volvió su piel blanca como la nieve. Por lógica me regaño dándome un sermón que debía huir en lugar de enfrentarme a sus ataques (si mentí por ello) desearía haber terminado con su existencia en lugar de ver como está mutando, e inevitablemente Patrick le ha colocado la etiqueta de "experimento84B" quisiera poder intentar recuperarlo, es mi única familia, él estuvo para mí que si bien mi madre no aceptaba mucho eso, jamás entenderé porque quería tratarme como una maldita sirvienta que se fue intensificando cuando mi padre no estaba en casa es decir fue peor cuando se fue a la guerra. Tengo suficiente de escribir de mi disfuncional familia, tengo misiones, soy una mujer con una jerarquía de la cual debo respetar. ¿o no es así? ¡dios! Quien encuentre esto,se dará cuenta de mi incompetencia escribiendo porquerías en lugar de como van las cosas dentro de las instalaciones; como por decir, la Gestapo es ahora un sujeto de pruebas con asteroides en los músculos, en ocasiones la ponen a pelear con animales como búfalos o incluso leonas para comprobar la medida dela fuerza del cuerpo humano.

 Aún tengo grabado el toque de sus manos sobre mi piel, por lo que no siento remordimiento al verla suplicar por comida o incluso migajas ¿me he convertido en el monstruo? ¿siempre fue así? Patrick se ha vuelto más abierto hacia conmigo, supone que soy su aliada en toda su mierda,en realidad solo espero ver lo que me sirve y lo que no; cosas como que compiten con un médico en Japón por ver que avances son los más importantes,Mengele que está intentando armar el mejor ejercito; me sorprende que la gente lo alabe cuando lo que ha creado son personas sin conciencia para darse cuenta que les atan bombas alrededor de su cuerpo para explotar sin compasión en el campo de batalla, es una de los armamentos más usados últimamente, mientras que el Führer este arriba este tipo de cosas no van a parar de la nada, mucho menos cuando empiecen a aliarse más países en su contra. Es interesante como dentro de los muros de los cálidos cuartos privilegiados somos como reyes, comiendo a nuestras anchas carne, frutas, verduras mientras afuera a duras penas dan agua de llave y pan duro si tienen suerte esta aun sin hongos. Por mi parte de las misiones de exiliar personas inocentes han quedado atrás para que empiece aquedar la huella de esta cruel mujer que soy, necesito más información y para ello es requerido que actúe más como ellos enfrente. Así que si, ahora estoy torturando a gente que no lo merece para poder ganar esta guerra, Magda por su parte me ha reprochado al parecer en ocasiones olvida como es que esta guerra está siendo controlada y por ello necesitamos ser las mejores que estén en las trincheras. Magda simplemente dijo que le daba asco mi manera de trabajar, pero en su lugar tengo a un Patrick dándome información todo el tiempo y alabando mi genética, mientras ella se queda archivando ordenes de los muertos por mi causa.

No sé quien está más segura fingiendo ser quien no es.