—Lo sabía—expresa una de las niñas equis de aquel grupo—Sabía que eran novios, una de mis amigas quería con el pero ella los vio besándose en la clase varías veces.

Me quede sería y Rapunzel también, por fortuna ella veía todo, <<chismosa>> así que ella sabía que no era verdad. Si me gustaba ✔️, si era mi crush ✔️, pero nunca anduvimos porque no era su tipo y de cierta forma lo agradezco.

—Solo me bece con el dos veces y la primera no me beso...bien, no me deje y la segunda pues fue por un reto, si si me gustaba pero nunca fuimos nada—. Por algo se hacen los chismes, carajo.

—Pero bueno no fueron novios—negué nuevamente—¿Entonces no has tenido novio?—suspiré al recordar a mi ex novio...bien mi primer novio.

—Si, si he tenido novio pero no me enamore de él—exprese rápidamente.

—Nunca te enamores—todas lo dijeron al mismo tiempo. Para ser sincera, de toda la platica esas dos cosas son las que más recuerdo, pero más, más esas palabras " Nunca te enamores". Tal vez eran una niñas mecas, pero tenían más experiencia que yo además en verdad quisiera enamoradme, no sé qué realmente como se siente estar enamorada. Lamentablemente hablaron muy rápido.

—No quiero enamorarme—exprese con firmeza—No es por ser grosera, pero tan solo con escuchar las experiencias de mis amigas y ahora—para que no se sintieran excluidas—no quiero hacerlo—. Hablando con sinceridad, digamos que un 40/50.

—Además, Mery es muy inofensiva, es como la más pequeña de todas. Yo a quien quiera hacerte daño, le parto la madre—.Simplemente sonreí al escuchar aquellas palabras por parte de Anna, pero no sabía que me cambiarían la vida o por lo menos mi punto de vista.

Antes de ir al siguiente capítulo hay una de las chavas equis que es importante en esta trama. Su nombre es Laura, ella me caía de lo más genial, sabíamos todo y nos teníamos una confianza enorme o eso creía. Ya había varias veces que ella me acompañaba a mi casa, nos contábamos todo y ese día no fue la excepción. Un día antes, decidí dar un gran salto en mi persona...depilarme las cejas, jamás me había echo un arreglo en mi rostro, ni siquiera pintarme lo labios o enchinarme las pestañas., me había fascinado se los juro, lamentablemente, nadie lo notó, solo ella. Estaba dispuesta a llamarla mejor amiga, hace mucho no sentía esa necesidad o lo sentía que alguien valiera realmente la pena para ese gran nombre, bueno solo con Many, pero jamás se lo dije y agradezco no a verlo echo porque después perdí toda comunicación con el y bueno pasaron cosas que no quiero mencionar aquí.

**Consejo**

Si ven que se llevan súper bien con una persona y están a punto de ponerle "mejor amiga" o "mejor amigo", háganle una prueba, no cualquier persona se lo merece.

El día se había nublado un poco pero las clases habían terminado y el turno de la tarde se hizo presente, ya se que horror. Nos habíamos encontrado unos amigos que querían con Marie y con otra niña llamada Argelia, era tan divertido hasta que vi cómo se acercaba Hipo hacia nosotras.

—Mira ahí vienen mis dos mejores amigos. Tony e Hipo—al escuchar su nombre me puse un poco roja, ya que me recuerda aquel beso que le di en la mejilla, qué pena. Laura se llevaba muy bien y bueno le hablaba a mi crush...Tony, era perfecto, alto, ojos verdes, rubio, le gustan los cómics, es perfecto, o eso creía.

—Oye Mery—Volteo a ver a Marie—¿Crees que antes de irte me puedas acompañes a ver mi novio?—suspiré con pesadez y simplemente asentí, pero yo no quería estar con Hipo, no con Tony, aunque en ese momento pensaba que era lo contrario, aunque tenía una ligera espinita pero no quería aceptarlo.

Al estar María con su novio decidí regresar y justamente pude escuchar por parte de Hipo.

—Mery se hizo algo en sus cejas, se ve muy hermosa—me sonroje un poco y no pude ver a otra persona solo a él. No sé qué es lo qué pasó, el solamente se agachó y miraba la baraja que tenía en sus manos.

—Gracias—exprese con gentileza, Rapunzel, me vio y me dijo que me veía bien pero también dijo que no lo había notado, creo que ella también se dio cuenta. Falsa.

Tome a Laura para ya irnos y decidí despedirme con toda seguridad de el, pero me temblaron las piernas y no supe qué hacer así que simplemente le dije:

—Adiós—Bese su mejilla y corrí para estar aún lado de Laura. Mi corazón latía con fuerza y no quise voltear a verlo.

Maratón!!!