Capítulo 73: El inicio de la rivalidad

- Que quieres hacer qué? - preguntó Moon, todavía incrédula por lo que su hija le había pedido.

- Quiero conocer toda la historia de Mewni, todo aquello acerca de los monstruos y nuestra relación con ellos.

Moon se pasó los dedos por los ojos y luego se pellizcó la piel de su mano para cerciorarse de que no estaba soñando. Un leve dolor apareció en la parte superior de su mano, lo cual le indicó que estaba despierta. Pero eso no acabó de convencerla del todo acerca de lo que su hija le estaba diciendo.

- Te encuentras bien? Acaso has tomado algo que no debías, algún alimento sospechoso... algo? - inquirió ella.

- Mamá, es en serio, quiero conocer todo acerca de Mewni y su pasado con los monstruos.

A pesar de que su hija estaba hablando en serio, y de que ella estaba convencida de que así lo era, seguía pareciéndole extraño que quisiese aprender algo. Le llenaba de orgullo e ilusión pensar que su hija quería aprender acerca del pasado de Mewni, pero su confusión por el repentino interés era mayor que cualquier tipo de orgullo y alegría.

- Porqué de repente tanto interés? - quiso saber.

- Necesito saber la historia del reino y sus enemigos si algún día quiero ser reina, no?

- Oh, Star, eso es maravilloso. - dijo la madre mostrándose ilusionada.

- Bueno, me vas a ayudar?

- No. - respondió sin más - Desafortunadamente para ti, no dispongo del tiempo necesario para poder contarte los años y años de historia de Mewni. Pero sí que puedo decirte donde aprenderlos. Si vas a la biblioteca del castillo y preguntas al bibliotecario acerca de lo que quieres saber, él te dirá los libros que debes leerte para conocer aquello que buscas.

- Es necesario tener que leer para ello?

- Si. Ahora ve y aprende, hija, hazme sentir orgullosa. - decía su madre acercándose a la puerta y abriéndose la para que fuese cuanto antes a la biblioteca y comenzase a leer.

Star fue dejada en medio del pasillo con el claro objetivo de conocer la historia de Mewni a través de la lectura. Aunque su primera misión fue encontrar la biblioteca. En primer lugar, no sabía que había una biblioteca en el castillo, aquel sitio era tan grande como el infierno, y, tal y como había visto ese mismo día, ocultaba habitaciones que está aún desconocía. De hecho, dudaba que algún día pudiese llegar a conocer todas las habitaciones del castillo. Se preguntó si su madre las conocería todas.

Dejando de lado sus pensamientos, comenzó a buscar la biblioteca por todo el castillo. Cómo no estaba segura de donde se hallaría, fue preguntando a los distintos guardias que se encontraba por el camino. Sin embargo, estos no parecían estar del todo seguros de la ubicación exacta de aquella habitación, por lo que le daban indicaciones inciertas a la chica, haciendo que se perdiera en aquel laberinto. Subió y bajó escaleras varias veces, se metió en pasillos que no había visto antes, y pasó al lado de muchas puertas muy variopintas. Al parecer, eran escasos conocedores de la ubicación de la biblioteca, así que preguntó a un par de guardias más veteranos con los que consiguió encontrarse. Estos se mostraban más seguros de lo que decían.

- Oh, sí, sí. La vieja biblioteca. Cuando yo nací ya tenía telarañas en sus telarañas. - recordaba este - Si bajas por las escaleras al final del pasillo, verás tres caminos, debes tomar el de tu izquierda y caminar hasta encontrarte con la quinta puerta de tu derecha, debes entrar y subir la escalera de la derecha hasta que esta se termine. Si lo hiciste bien, deberías de haber llegado a la biblioteca. - terminó de indicarle el anciano.

- Gracias. - dijo la chica yéndose por el pasillo que le habían dicho.

- No sabía que tuvieses tan buena memoria. - le dijo su compañero - Te has mostrado muy seguro al darle las indicaciones a la chica.

- Qué chica? - preguntó este, confundido.

Tras caminar por un rato y subir un centenar de escalones, Star por fin pudo llegar hasta la puerta de entrada de la biblioteca. Estaba respirando de forma entrecortada por haber subido tantos escalones. Intentó reponerse y luego abrió la puerta. Frente a sus ojos se mostró una enorme habitación, la cual se veía más grande por dentro de lo que aparentaba por fuera, donde había varias mesas a la izquierda de la entrada para que la gente pudiese leer en paz, y varias estanterías que eran casi tan altas como el techo. La inmensidad de aquel sitio era sobrecogedora.

- Disculpa. - pronunció una voz a su derecha, la cual provocó que Star voltearse a ver - En que puedo ayudarte, joven Butterfly?

Detrás del mostrador estaba sentado aquel que debería de ser el bibliotecario. Era un pingüino con traje y corbata de color beige. Parecía tener una mirada estática.

- Hola, soy Star Butterfly. Sr... - intentó leer la placa en su pecho con el nombre del tipo - Alfred. Vengo en busca de libros que puedan informarme acerca de la historia de Mewni y su conflicto con los monstruos.

- Veo que has elegido un tema propio del que corresponde a una futura reina, conocer el legado de tu pueblo y los motivos de nuestra causa es muy importante para una futura reina. - opinó al oír la petición de la joven - Sígueme.

Alfred llevó Star a varias estanterías que había allí. De cerca, a la chica le pareció que estas eran todavía más altas, no quiso imaginarse cuántos libros debería de haber allí. Mientras estaba entretenida mirando los distintos libros que había a su alcance, el pingüino tomó una escalera corredera que le ayudó a alcanzar un libro en específico. Cuando bajó se lo entregó a la chica y le dijo que lo siguiera otra vez. Fueron recogiendo varios ejemplares mientras iban pasando por las distintas estanterías. Así, la joven Butterfly comenzó a cargarse de libros y libros hasta que Alfred tomó el último y llevó a la chica hasta una mesa. Al dejar los libros sobre la mesa, Star soltó un suspiro de alivio. Fueron siete los ejemplares que Alfred le hizo cargar para que ella pudiera informarse de lo que buscaba saber.

- Muy bien. Tenemos "El origen de la rivalidad", el más indicado para comenzar. "Atacar o ser comido" perfecto para entender cómo se sintieron nuestros antepasados. Solaria, la reina con mayor número de muertes confirmadas" un tributo a la reina que se enfrentó a un sinfín de monstruos en su época. "Ellos no son Mewmanos" nos ayuda a recordar porqué luchamos. "Más allá del reino" una pieza trepidante. "Un amor prohibido y odiado. Eclipsa, la reina indecente. - arrugó un poco su expresión al oír las palabras que decía acerca de Eclipsa - Y, "Todo el mundo odia a Droly", imprescindible. Tómate el tiempo que quieras para leértelos, y léetelos las veces que quieras. Estaré detrás del mostrador si necesitas alguna cosa.

Star estuvo sentada como por cinco minutos delante de aquella columna de libros sin tocar siquiera alguno de estos. Le daba miedo abrir alguno y darse cuenta de que no sería capaz de soportar más de dos o tres líneas de lectura sin quejarse por el aburrimiento. Sabía que necesitaba leérselos, pero era preciso hacer acoplo de una enorme fuerza de voluntad para conseguirlo.

Abrió el primero de ellos, el de "El origen de la rivalidad". Comenzó a leer las primeras líneas e intentó mantenerse a un ritmo de lectura constante. Pasados diez minutos, se fue a buscar a Marco, obligándolo a ayudarla en su investigación del pasado de Mewni.

Marco significó un avance importante en la investigación, debido a que era alguien aplicado a los estudios, no tuvo inconveniente en leerse los libros que debería haberse leído Star. Aun así, le dio una pequeña reprimenda a la chica por no intentar, con más ahínco, leérselos ella misma. Los años en la académica Ledge le sirvieron para estudiar la historia de Mewni, historia de la cual en la academia estaban bien informados, por lo que esta era fiable. Aunque no se mencionaban hechos aislados como la hija de Eclipsa que tuvo que ser criada por Hekapoo, debido a la controversia que podría haber generado y a la mala imagen que daría al reino.

No fue tarea difícil terminar de leerse todos aquellos libros, los cuales refrescaron un poco su memoria acerca de lo que ya había estudiado, y de paso, enriquecerse de pequeños datos que desconocía. Cómo el hecho de que, sin siquiera conocerlo y tan solo enterarse de él por la lectura de un libro, ya sentía odio hacia Droly, a nadie le caía bien Droly.

En tan solo un día, el humano se había leído todos los libros, su capacidad de lectura rápida fue perfeccionada en la academia, que, a pesar de los años, aún seguía presente en su persona. Cuando el chico acabó el último de los libros, provocó un ligero sonido al cerrar la cubierta de golpe. Star, quien dormía en su silla con un hilo de baba colgándole del mentón, se despertó y se limpió sus ojos con sus manos.

- Ya has acabado? - preguntó aún con somnolencia.

- Si, ya he terminado.

- Uh, que bien. - arrimó su silla a la mesa y también a su compañero - Cuéntame, qué dicen estos libros?

- Bueno, a la par que leía, iba haciendo un resumen en mi cabeza, así podría explicártelo mejor, pero necesito un par de hojas y un lápiz, me será más fácil de esa forma.

Se levantó de su sitio y fue a pedirle a Alfred los elementos que necesitaba. No hubo problema alguno para que el pingüino le proporcionase al humano los objetos que solicitaba. Volvió a su sitio y extendió el papel sobre la mesa, tomó el lápiz y se dio un par de golpes en el mentón con él. Cuando decidió por dónde empezar la historia, acercó la punta del lápiz y comenzó.

- Bien, la historia comienza así...

Siglos y siglos atrás en el tiempo, Mewni no era el reino por el cual hoy se le conoce, sino un concepto que se formaría tiempo después. El origen no se centra en la propia Mewni, sino en su pueblo, los mewmanos. Los mewmanos eran criaturas con afinidad por la magia. Todo mewmano poseía en su cuerpo vestigios de magia que expandían sus capacidades físicas, permitiéndoles una mayor tolerancia a las enfermedades y a los cambios climáticos, pudiendo soportar bajas temperaturas en las que un cuerpo ordinario habría cedido y colapsado. Las heridas en sus pieles cerraban con una facilidad que, incluso los animales, no llegaban a poseer. La magia de por sí, era consideraba un atributo correspondiente a la raza y una característica envidiable por otros.

Los mewmanos se dividían en tribus de centenares de habitantes. Eran pequeños pueblos que rara vez superaban los doscientos habitantes pero que se conocían entre ellos y en más de una ocasión se reunían para hacer comercios y celebraciones. Por lo que la comunicación entre pueblos era constante y los mantenía informados del estado de cada uno de ellos. Así fue como llegó a oídos mewmanos el ataque que habían sufrido varios de sus viajeros que se dirigían a uno de los pueblos a comerciar. Dijeron que el ataque fue producido por criaturas del bosque, criaturas más peligrosas que los animales, criaturas "diferentes". Estas criaturas poseían algunas características similares a las de los animales, como garras, cuernos y cuerpos repletos de pelo, escamas o plumas, estos caminaban y pensaban como cualquier otro mewmano. Se les dio a aquellas criaturas el nombre de monstruos.

Con el tiempo los ataques de estos monstruos fueron siendo más frecuentes, por lo que los mewmanos tomaron medidas para enfrentarse a ellos. Los monstruos fueron detenidos, al menos varios de ellos, no todos los mewmanos conseguían vencer a los monstruos en los pasos a otros pueblos, además, estos comenzaron a ser mayores en número durante los ataques. El odio que creció en los corazones de los mewmanos provocó que los más radicales encontraran tribus de monstruos y arrasaran con ellas. Los primeros ataques solo consiguieron animar a los siguientes, haciendo mucho más sólida la ya evidente enemistad entre monstruos y humanos, provocando ataques más brutales por parte de ambos bandos. Más el bando de los monstruos superaba en fuerza y número al de mewmanos.

Eventualmente, acabó por surgir una idea, unificar los pueblos. Fue una idea difícil de consolidar, pero estaba claro que la unión sería la solución para poder hacerle frente a los monstruos. Poco a poco los pueblos se fueron movilizando a un punto central, el cual estaba próximo a varios abastecimientos de agua, comida y recursos. Llevó tiempo poder movilizar a todos los pueblos, pues estos eran atacados durante la movilización, pero, los escoltas que ayudaban a proteger a los viajantes consiguieron reducir los daños producidos por sus asaltantes. Una vez conseguida la movilización, los mewmanos crearon unas barreras hechas de madera y fortificaron sus casas con piedra. Además, en el centro de aquella unificación crearon un cuartel en donde se reunirían las presencias estratégicas para las batallas y el líder que los guiaría. Así fue como se creó el primer reino de mewmanos, el reino de Mewni.

Durante varios años los mewmanos pudieron anular todos los intentos de ataque al reino, allí fue donde mantuvieron a raya a los monstruos. Sin embargo, estos aprendieron a cooperar entre ellos y crearon ejércitos para atacar, los cuales no pudieron diezmar las defensas mewmanas, pero, aun así, dejaban grandes destrozos en los muros y alguna que otra vez, en la ciudad. Se dieron cuenta de que, si seguían así, pronto destruirían todo y acabarían con el reino. El líder de guerra y sus estrategas tuvieron que pensar profundamente de qué forma podrían arreglar el asunto. Uno de los presentes planteó su idea, concentrar toda la magia de los mewmanos en un solo individuo para que este tuviese el poder necesario para defender a todo el reino. Una de las capacidades de los mewmanos era poder usar la magia de su cuerpo para ayudar a otros a potenciar la curación de sus heridas, se necesitaba de varios mewmanos para ayudar a otros a cerrar heridas graves, por lo que uno por sí solo era incapaz de ser de mucha ayuda. Recientemente habían oído hablar de una mujer que al ser curada absorbió la magia de los mewmanos que la ayudaron a sanar sus heridas. La mujer había obtenido más magia, y los otros mewmanos se quedaron sin nada. Esa mujer podría ser la clave para convertirse a alguien capaz de contrarrestar las fuerzas enemigas.

Tras un periodo de consolidación, todo el pueblo aceptó otorgarle su magia a la mujer designada a ser la salvadora del reino. Cada mewmano en el reino le otorgó su magia a la mujer, todos y cada uno de ellos, hasta los más pequeños y los recién nacidos lo hicieron, convirtiendo así a esa mujer en la única mewmana portadora de magia del reino y en la mujer más poderosa todo Mewni. Se le conoció por el nombre de Crisol Butterfly.

- Oh dios mío. Esa fue la primera Butterfly? - preguntó emocionada.

- Bueno, no la primera de todas las Butterfly pero si la primera en poseer todo el poder de la magia.

Los ojos de Star brillaban con emoción al saber cuál fue el origen de su familia.

- Sigue. - ordenó la chica llena de ilusión por conocer el resto de la historia.

Aquel fue el inicio de una nueva forma de defensa. Crisol Butterfly fue sobrecargada de poder mágico, tanto que cuando liberaba magia no podía evitar que esta se saliese de control y amenazara la integridad física de sus compañeros. Como el tiempo que disponían para defenderse de los ataques era limitado, tuvieron que dejar a Crisol en primera línea de batalla. Por lo que, cuando los monstruos estaban cerca, ella liberaba toda la magia que exuberaba su cuerpo, esta era lanzada en forma de rayos de energía que causaban gran daño a los enemigos en vastas áreas de efecto. Al principio el enemigo se mostró confundido e intentó volver a atacar, pero Crisol repetía la misma acción, dejando fuera de combate a todo aquel que se ponía delante de ella. Fue así como los monstruos anunciaron la retirada y huyeron.

Para intentar contrarrestar a Crisol, los monstruos tuvieron que idear alguna estrategia efectiva. Una aceptada por todos, fue la de atacar por varios flancos, así Crisol no sería capaz de defenderlos todos a la vez. Pero la ausencia de la magia en todo el pueblo mewmano provocó que estos tuvieran que acostumbrarse al uso de otros medios para poder defenderse, ahora que no podían contar con su curación, estos mejoraron sus capacidades de pelea con armas y se volvieron oponentes dignos de temer.

Fueron disminuyendo periódicamente los continuos ataques al reino, por lo que hubo diversos periodos de paz. Durante estos periodos, Crisol Butterfly contrajo matrimonio con el líder del reino. Se les otorgó a ambos el título de reyes, y tuvieron una hija, la cual heredó la fuerte magia que corría por las venas de su madre. Desafortunadamente para Crisol, poseer tal cantidad de magia en su cuerpo la convirtió en un ser inestable, por lo cual murió siete años después de dar a luz.

Aquel fue el comienzo de toda una generación de Butterflys, las cuales siempre eran mujeres, debido a que la característica de la magia que corría por sus venas armonizaba mucho más con el cuerpo femenino, por lo que a la hora de quedar embarazadas era casi seguro que el bebé sería una niña. Las primeras Butterflys tuvieron inconvenientes con sus capacidades mágicas, tal cantidad de magia era demasiado para un solo cuerpo, pero con cada generación, la magia en sus cuerpos disminuía y su esperanza de vida aumentaba. Por un tiempo se creyó que llegaría el día en el que la única persona con magia en el reino perdería todo el poder que sus ancestros le habían cedido. Sin embargo, a partir de cierta generación la cantidad de magia y la capacidad para manejarla sin que esta llegase a ser dañina se estabilizó. Desde entonces las mujeres Butterflys poseen una cantidad de magia acordé a sus capacidades.

- Y ese fue el resumen. - acabó de explicar el chico - En sí, esa es la historia que relata el comienzo de Mewni y su rivalidad contra los monstruos. He omitido varias historias como la aparición de Glossaryck, la alta comisión mágica, la varita y otros pueblos mewmanos que no formaron parte de la unificación del reino de Mewni, aun así, se unificaron con otros pueblos mewmanos.

Marco había acabado de explicarle a la chica la historia del origen de la rivalidad entre monstruos y mewmanos. En una hoja enorme en la mesa había ilustrado mediante dibujos y ejemplificaciones la historia que había contado para que así Star pudiera guiarse correctamente.

Esta se mostraba pensativa. Meditaba acerca de lo que acababa de conocer y aquello que le faltaba por conocer. Miró al chico un momento, el cual estaba esperando algún tipo de respuesta por parte de la chica.

- La historia es realmente interesante y me ayuda a entender muchas cosas, pero necesito saber más, como la evolución de la rivalidad entre monstruos y mewmanos, y porque hay monstruos que tienen buena relación con nosotros, como Ponyhead y Tom. - evidenció ella haciendo aún más hincapié en aquello que quería saber.

- Lo que hice fue contarte un resumen con la información del libro que relataba el origen de todo y pequeños extractos de los otros ejemplares, además de usar información que ya sabía de antemano. Pero si quieres, puedo darte un pequeño detalle sobre lo que me preguntas.

Como única respuesta, Star asintió, mostrando un rostro de interés notorio, era evidente que tenía ganas de seguir oyendo la historia, por lo que no se tardó más tiempo en empezar.

- Seré conciso. - advirtió - Verás, los años fueron transcurriendo en todo Mewni haciendo que los tiempos cambiaran, y con ellos, los rivales. Seguían siendo monstruos, pero, al parecer, tanto estos como algunas ciudades mewmanas habían desistido de la rivalidad. Sin embargo, cada tantos años aparecía un ejército decidido a derrocar a los reyes y destruir el reino. Por lo que la rivalidad iba mermando según la época. Aun así, esta se mantuvo con ciertas especies de monstruos, otros simplemente dejaron de lado la rivalidad y se centraron en tener su propia vida. Esto no significaba que algún grupo radica no desertase de su pueblo y se uniese a algún ejército para luchar. Esto último no es algo que aparezca en los libros de aquí, sino que es algo que agregué por mi propia cuenta de los conocimientos que obtuve en la academia.

- Y que hay de los monstruos que no son agresivos, como los del reino Pony o los goblins, o los pixis... - se detuvo a pensar un momento - bueno, los pixis no.

- Eso es algo un tanto más complicado. A aquellas criaturas que no eran agresivas, como los Ponys, pixis y varios animales antropomorfos, no se les consideraban monstruos, sino criaturas mágicas. Que a mí parecer es lo mismo, realmente, un monstruo y una criatura mágica son solo criaturas de distintas razas, pero los monstruos, por ser enemigo de los mewmanos, se le llamó así para dejar una connotación de peligro. Y los goblins son un caso particular, pues, al principio eran criaturas agresivas, literalmente atacaban a lo que fuese que se les acercase, pero con el tiempo fueron ganando inteligencia y volviéndose más... digamos, razonables. Aun así, su instinto caótico perdura hoy en día en forma de locura. Eso son solo algunos de los ejemplos de las criaturas que fueron excluidas del término "monstruos". Ahora, las criaturas mágicas también tenían conflictos con los monstruos, por lo que compartieron enemigos en común con los mewmanos, lo cual conllevó a que se formarán alianzas y pactos de no agresión entre reinos mewmanos y varios de los reinos de las otras razas. Es decir, algo similar a la unificación que hicieron los mewmanos, pero sin reunirlos todos en un solo sitio.

Durante toda la explicación y al final de esta, Star se mantuvo con la silla echada hacia atrás sobre sus patas traseras, de brazos cruzados y con el lápiz entre su nariz y su labio superior. Tenía la vista fijada en un punto, como si su mente estuviese atrapada en un pensamiento del cual no quería salir.

- Puedo comprender que hubiese una parte de los monstruos que sí mereciera recibir un contraataque por parte de los mewmanos, es decir, hasta hace unos cuantos meses tu y yo estábamos pateando los traseros de Ludo y sus secuaces. Pero la rivalidad que nació en una época anterior a esta no debería prevalecer en esta. Hay un montón de monstruos que no son malos, si, los hay que sí lo son, pero también hay mewmanos malos. Lo que quiero decir es, qué importa que tiempo atrás hubiese habido guerras entre nuestros antepasados? Los tiempos cambian, y nosotros también. Deberíamos intentar vivir en un reino en el que no seamos enemigos de los monstruos, al menos, no de aquellos que no buscan guerras y batallas. Si seguimos preservando el odio de nuestros ancestros, nunca podremos tener una vida pacífica.

Al oír esas palabras por parte de la chica, Marco mostró una expresión atónita. No había esperado tales palabras de su amiga, la creía más impulsiva y salvaje, aunque cuando le pidió que le ayudase con unos libros una sensación extraña dentro de él le dijo que algo peculiar iba a ocurrir.

- No sabía que tuvieses ese espíritu, Star. - expresó con simplicidad.

- Es que el juicio de Eclipsa me hizo pensar que el motivo principal por el que se la condenó fue por enamorarse de un monstruo, y eso no debería ser así. Todos somos libres de amar a quien queramos sin importar su raza. - expresó ella, mirando a su amigo y esperando una respuesta.

- Creo que por fin estás actuando como una futura reina, y por tus palabras, me arriesgaría a decir que tienes algo en mente, me equivoco?

- Crees bien. - afirmó esta y se le acercó pasándole el brazo por el hombro y rodeándole el cuello - Marco, me ayudarás a hacer la primera unificación entre monstruos y Mewmanos. - le dijo dibujando un arco con su otra mano, buscando crear una imagen mental en la mente del muchacho.

Esa misma tarde, ambos comenzarían la preparación para la que sería, la primera unificación entre monstruos y mewmanos.

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Así es como la pequeña Butterfly comenzará su pequeño plan para dejar atras la rivalidad entres los mewmanos y los monstruos. A ver que tal le va.

Como siempre, es un placer traerles material de entretenimiento. Hasta otra.

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