Vamos a Jugar


La mente de Zabini trabajaba de una manera extraña, era un tipo de gustos muy peculiares, pero eso no demeritaba en nada su mente maquiavélica, no por nada era un digno elemento Slytherin. Muchas de las veces hacia creer que actuaba sin pensarlo, pero eso estaba muy lejos de la realidad, pues actuaba de tal manera que todo pareciera que era una casualidad cuando desde un principio sabia mover los hilos para salirse siempre con la suya.

En el colegio mantuvo un perfil bajo, por decirlo de alguna manera, pero eran sus ideas las que terminaban ganando, aun cuando hiciera pensar a los demás que era todo lo contrario. Podía si quería, emplear las sutilezas de tal manera en que todos terminaban ajustándose a su voluntad.
Draco lo sabía, era precisamente el conocimiento que tenia sobre el carácter de su amigo, lo que lo hacía temer sobre sus planes de esas vacaciones y todo ese asunto absurdo de jugarle una broma a Granger.

Ahora lo importante era descubrir que tramaba y tratar de reducir los daños colaterales que siempre se presentaban cuando tenía una genial idea que involucraba jugar con las mentes de otras personas. No quería que sus juegos terminaran rompiendo la reciente amistad que tenia con la castaña.

Por su parte, Hermione se leyó y memorizo aquel loco compendio de reglas y código que le habia proporcionada Blaise y con el cual se regía, mas le valia estar preparada para cualquiera de sus "geniales ideas". Pensaba que verse arrastrada a tomar por fin unas merecida vacaciones no será tan malo, pero se replanteo las cosas una vez que todos estaban en el aeropuerto dispuestos a tomar sus primeras vacaciones muggles.

No ayudaba mucho para calmar sus alterados nervios que ninguno de sus acompañantes hubiera viajado antes en avión, mucho menos que Zabini estuviera tan eufórico que poco le faltaba para ponerse a gritar y saltar de emoción sobre su asiento cuando este despego y que la azafata hubiera tenido que amenazarle con darle un sedante si no dejaba de poner a los demás pasajeros de los nervios por su excesiva felicidad.

La castaña trato de tener pensamientos positivos lo que duro el viaje en avión, tratando de repetirse que no podría ser tan malo, intento dormir un poco, pero esta vez fueron Draco y Alexander los que terminaron alterándola tanto que tuvo que refugiarse un rato en el baño para poner distancia de por medio.

Blumer y Malfoy se conocían desde la infancia, habían sido buenos amigos por decirlo de algún modo, digamos que entre ellos siempre fueron demasiado competitivos, luchan por el puesto de líder, de ahí que chocaran con frecuencia al no ponerse de acuerdo.

La familia de Alexander se había mudado poco antes de que recibiera su carta de Hogwarts por cuestiones de negocios, por lo que el pelinegro termino estudiando en Durmstrang, por lo que solo volvieron a verse brevemente durante el torneo de los tres magos, lo que le valió no verse involucrado en la guerra y comprobar que seguían siendo demasiado competitivos entre ambos para su propio bien.

No es que se odiaran realmente, sino que se reconocían como rivales, lo cual, los mantenía siempre luchando en diversos desafíos en los que ninguno de los dos desistía hasta el final. No fue casualidad que Blaise le pidiera ayuda precisamente a Alex para hacerle aquella broma a Hermione, sabía de antemano que el pelinegro no se negaría a sabiendas que era para darle un buen susto a Draco y de paso al líder del escuadrón de aurores al que había sido integrado recientemente, nada más y nada menos que Harry Potter.

Con lo que no contaba Zabini, era que ese viaje no saldría como lo había planeado, pues Harry y Ron estaban tan arrepentidos por todo lo ocurrido que habían decidido formar parte de la excursión vacacional que tenía prevista, con todo y sus respectivas novias. Por supuesto que no lo supo hasta que llegaron a aquella playa paradisiaca y semi virgen donde solo había muggles.

-¿Tu los invitaste? -Le pregunto con cautela, señalando hacia el mostrador donde se encontraban registrándose en ese momento sus amigos.

-Sí, ¿Por qué? -Contesto con molestia la castaña.

-No por nada leoncita, no tienes por qué sacar tus garras, era solo una pregunta. -Dijo fingiendo inocencia, incluso mostrándose ofendido por la hostilidad.

-Lo siento Blaise. -Se disculpo. -La verdad es que no pude negarme a que nos acompañaran, estaban tan preocupados después de tu bromita que no hubo manera de convencerlos que no corría peligro con ustedes. -Admitió con las mejillas enrojecidas.

-Tienen razón en desconfiar. -Dijo guiñándole un ojo.

-¿A qué te refieres? -Pregunto desconcertada

-A eso dos. -Señalo a Draco y Alexander que no le quitaban los ojos de encima. -Parece que quieren comerte con la mirada.

-¡No digas tonterías! -Avergonzada le dio un ligero golpe en el hombro.

-Solo digo la verdad amor.

-Basta Blaise, que aun no te perdono por lo que me hiciste pasar como para que ahora me salgas con otra broma pesada.

-Como quieras cariño -Se encogió de hombros.

En ese momento se acercaba Harry seguido por su novia y un desconfiado pelirrojo.

-Tenemos un problema

-¿Qué paso Potter? -Pregunto el rubio sin poder ocultar el desdén que sentía por el.

-Hay sobrecupo en el hotel y por un error en el sistema cancelaron nuestras reservaciones.

-¿Y eso que quiere decir? -Dijo Pansy sin comprender ni media palabra de lo que acababa de decir.

-Quiere decir que tendremos que compartir habitaciones.

-¡Estás loco Harry, si crees que voy a compartir habitación con ello! -Dijo un enfadado pelirrojo.

-Pues es eso o buscar en otro hotel, pero como están las cosas dudo mucho que haya algo disponible.

-¡Genial! -Dijo con sarcasmo Alexander.

-El sueño de mi vida es compartir con las despreciables serpientes. -Ron se dio cuenta que habia cometido de nuevo un grave error cuando vio los rostros de odio de los Slytherin, y de recepción de Hermione.

-Nadie te tiene aquí a la fuera Ron, viniste por que asi lo quisiste y puedes irte en el momento que quieras. Lo mismo va para ustedes. -Dijo señalando inquisitiva a Harry y sus dos amigas. -Son bienvenidos para quedarse pero de ningún modo voy a permitir que sigan con las mismas tonterías, mucho menos con la hostilidad de siempre ¿Le quedo claro también a ustedes? -Esta vez se dirigía también al resto del grupo.

Todos a excepción de Alex asistieron con un movimiento de cabeza.

-De acuerdo. -Dijo con firmeza la castaña intentando dejar atrás el mal humor que comenzaba a hacer mella en sus nervios. -¿Cuántas habitaciones hay disponibles?

-Solo dos.

-¡Perfecto! -Aplaudió Luna con entusiasmo, rompiendo la tensión y haciendo sonreír a la mayoría. Hermione suspiro.

-De acuerdo, entonces chicos en una habitación y chicas en otra.

-Por supuesto que no. -Otra vez era Ron protestando sin meditar la diarrea verbal que salía de su boca.

-Entonces que propones Weasley, que nos separemos por casas Slytherin en una habitación y Gryffindor en otra.

-Yo soy Ravenclaw, ¿Me quedo fuera por eso? -Pregunto con tristeza la rubia.

-Aquí nadie se queda fuera, mucho menos porque mi hermano es un estúpido falto de cerebro. -Bufo Ginny.

-No me insultes.

-Pues entonces contrólate. -Esta vez era Harry quien lo reprendía. -Estamos aquí para divertimos y descansar, no para seguir con viejas rencillas.

-Que quede claro que esta es solo una excepción y que no sierva de precedente, pero esta vez te concedo la razón Potter. -Dijo una sonriente Pansy.

-Por nosotros no hay problema de cómo nos acomodemos. -Aclaro el rubio. -Si se sienten mas cómodos dividiéndonos de nuevo, que así sea.

-¡No! -Exclamo airada la castaña. -Me niego a seguir con lo mismo. Ustedes tres síganme. -Dijo arrebatando una de las llaves de la mano de Harry y señalando a las chicas, que por su bien no se atrevieron replicar.

-Ni hablar Weasley te toca conformarte con nosotros o largarte. -Sonrió el moreno. -Anda Potter o quieres hacerle compañía a tu amiguito.

-Es mejor que vayamos ya a instalarnos y dejar el equipaje. -Dijo resignado, esperando que Ron los siguiera, la idea de estar solo en territorio de serpientes le ponía los pelos de punta.

Hermione estaba de mal humor, Ron había logrado ponerla de malas con sus impertinencias, sabía que lo que pedía no era algo sencillo, pero tampoco era imposible que hicieran una tregua para intentar llevar las cosas con tranquilidad, además de todo ellos se habían incluido en el viaje sabiendo de antemano que iría con su nuevo y peculiar grupo de amigos. Ahora solo esperaba que las cosas no se pusieran mas tensas y que al fin entendiera que la guerra había terminado.

La habitación era sencilla pero cómoda con camas dobles, por lo que Ginny y Luna se quedarían en una mientras que Pansy y Hermione compartían la otra. Y por raro que pareciera la morena parecía contenta con la austeridad del lugar, pues nunca había estado en un lugar como ese.

-Por fin podrás estrenar los trajes de baño que compramos. -Emocionada Pansy comenzó a cambiarse sin pudor alguno delante de las demás.

La castaña ya estaba acostumbrada de la liviandad de la morena, por lo que solo rodo los ojos, ante la incomodidad evidente de sus otras dos amigas.

Mientras tanto en la habitación que compartirían los chicos las cosas se estaban complicando. Ron y Harry compartirían una de las camas como era obvio, el problema radicaba que a Draco y a Alex no les apetecía compartir cama.

-Pues se joden princesitas o comparten la cama entre ustedes o conmigo.

-Podemos usar un poco de magia y resolver el problema.

-Sabes lo que dijo Hermione sobre usar magia ¿Verdad?

Para la sorpresa de Harry y Ron, esas palabras bastaron para que Draco desistiera de sus intenciones de utilizar magia.

-Siendo así prefiero quedarme con Draco. -Acepto Alexander.

-Opino lo mismo. -Admitió el rubio de inmediato. -Es lo más conveniente.

-¿A qué te refieres? -Pregunto el moreno

Draco y Alexander intercambiaron miradas y dijeron a la vez. -Por nuestra salud mental.

-Eso me ofende. -Dijo teatralmente llevándose una mano al corazón.

-Si claro.

Harry tuvo miedo de preguntar a que se refería, era mejor limitarse a seguir la corriente, pero algo le decía que había una historia tras esa declaración que prefería no conocer.

Hacía rato que los chicos estaban en la alberca esperando a que se dignaran en llegar sus acompañantes. A pesar de las caras largas no habían peleado mas, sin embargo sus rostros pronto cambiaron su expresión cuando las chicas arribaron al lugar.

Blaise sonrió con malicia al ver las bocas abiertas de Alex y Draco al ver a Hermione. El juego o mejor dicho SU juego estaban por comenzar.

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