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Iba corriendo con todas sus fuerzas intentando escapar de él, miraba hacía atrás por encima de sus hombros, pero su mapa mental de la escuela le falló, y llegó a un pasillo sin salida…

"No puede ser" paso por su cabeza al detener su paso, aún dándole la espalda al pelinegro.

Dio la vuelta lentamente encontrándose con el rubio, y ahora de alguna rara forma pelinegro, sediento y cansado de correr.

—Te dije que te detuvieras. -entre alientos dijo mientras se componía-

—Lo sé… es mi culpa. -respónde muy en tono bajo pero el pelinegro llego a escucharla-

El vampiro sediento por la sangre fresca de la castaña se acercaba lentamente… la agarró de los hombros de ella acercándola a él y con su mirada hacia el cuello de la castaña.

—Si vas a hacer eso -pausó la castaña para subir la mirada hacia los ojos del pelinegro sin miedo– debes complacerme a mí como humana.
–sonrió provocativa, agarró de su cuello y lo acercó alzándose para poder estar a la altura del pelinegro-

Él mismo se abajó dándole esa sonrisa que ella hace meses buscaba…

Un 13 de octubre adoptan a una joven de 18 años en el orfanato de Busan, se la llevaron a un pequeño pueblo medio olvidado de Corea del Sur, donde la ingresaron a una nueva escuela… Sophia por fin se había encontrado en esa familia que no tuvo en todos sus años en el orfanato.

Esa calidez que nunca recibió, esa preocupación que nadie tuvo por ella… esa hermosa sonrisa que le brindaba… "¿acaso de verdad se siente así tener una madre?" Ella pensó, pues la habia adoptado una mujer de clase media, y  soltera. Osea todas su atención, era para Sophia.

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>Al iniciar en su nueva escuela…

Sophia se quedó asombrada al ver que su nueva escuela, era bastante grande para el pueblo en el que ahora vivía y linda a la vez. Al entrar en ella, al seguir caminando por el pasillo de la escuela Sophia se emocionó más, al pensar lo bonito que seria estudiar en un lugar así...

Era su primer día de clases y la emoción corría por su cuerpo, más los nervios le hacían temblar las piernas, temía no caerle bien a sus compañeros… Sophia siempre ha sido buena en clases pero suele distraerse con las provocaciones de la vida… los chicos guapos~

—Ya puedes entrar. -me dice la maestra que me acompañaba desde que llegué al lugar, indicando que ya podía entrar a su aula asignada, donde estarían sus nuevos compañeros-

Todos se quedan viendo a Sophia y la maestra la saluda.

—Hola soy la maestra Kenia Bradly pero me puedes decir Sr.Bradly… -con una gran sonrisa se presenta y continúa diciendo- ¡escuchen todos, tenemos una nueva alumna! -después de eso la maestra le susurra a Sophia que se presente-

—Hola a todos, soy Sophia. -algo tímida con voz media baja dijo-

Hubo un pequeño silencio entonces la señorita bradly habló…

—Bien, Sophia puedes ir a sentarte… -sophia hizo lo que le indicaron-

Sophia estaba dirigiéndose a sentarse cuando vio a un chico un poco aislado de los demás estudiantes… tenía el cabello un poco largo, con un hermoso color rubio oro, sus ojos aún eran más lindos de color marrón claro y su piel blanca con un ligero tono bronceado…

Sophia se quedó asombrada por tal hermosura de chico…

Casi pasó una 1h y sophia de vez en cuando le tiraba una miradita al chico... minutos después tocaron el timbre, el chico se levantó y salió casi primero que todos los demás...

Y así pasó una semana, se encontró una amiga, ella es algo más baja que Sophia, se llama Soojin Chang... ha sido su única compañía en estos días.

Por el lado de Sophia...

Ya era lunes otra vez, Soojin no pudo asistir el día de hoy, por lo que me propuse hacer más amistades o por lo menos hablar con alguien más...

Al salir al primer receso salgo del aula con la esperanza de poder hablar con alguien, pero nadie nunca se me acercaba, así que decidí ir detrás de ese chico que me generaba tanta curiosidad… se dirigía a un lugar donde parecía que no iba nadie, y de la manera más cuidadosa que podía iba detrás para que el rubio no se diera cuenta.

Al llegar al lugar que se dirigía, me dí cuenta que era simplemente la cancha de basketball, simplemente se fue a sentar a las gradas.

—¿Ahora te vas a dedicar a seguirme? -me miró sin ninguna expresión en su rostro, mis nervios se comenzaban a alterar-

Yo aún debajo de las gradas algo lejos de él, pero se dió cuenta.

Esa mirada penetrante hacía que mi corazón se acelerara, me quedé sin poder hablar por unos segundos, mis nervios se hacían más y más fuertes… “Esa mirada sin expresión y al parecer sin importarle lo que veía por alguna razón me hace sentir importante.” pasó por su mente mientras él esperaba una respuesta y ella perdida en sus pensamientos.

—Ya piérdete. -volteó su mirada nuevamente a la cancha, al parecer perdido en sus pensamientos-

“¿Por qué razón no lo he visto hablar con alguien desde que llegué?... acaso su compañero de travesuras no vino o qué?”. Aún sin decir nada, yo seguía de pie mirándolo pero perdida en mis pensamientos sobre él.

Decidí subir a donde él se encontraba aunque eso indicaba que había una gran probabilidad de que él me tirara desde allá arriba por entremetida.

—¿Por qué no hablas con nadie? -lo saque de sus pensamientos pero no movió ni un dedo de su hermoso cuerpo-

“Que insistente es esta…" Pasó por la mente del pelinegro pero miró algo que no estaba bien.

Se puso de pie de frente hacia mi sin mirarme, mirando algo por encima de mí cabeza… quería saber lo que era pero me distrajo un poco lo que quedó frente a mis ojos. “Se ve tan varonil, tanto que desde que lo vi en el aula no he podido despegar la vista de sus pechos.”

—Veo que ya le tiraste el ojo, pero sabes que conmigo no tienes competencia. -eso me sacó de mis pensamientos, era la voz de otro chico que estaba unos metros más lejos de nosotros-

Al voltear me encontré con un pelinegro, un poco más alto que el rubio a mi lado, con su cuerpo bien formado por el gym, pero lo que más llamó su atención eran sus ojos con un color algo peculiar… eran ¿amarillos?, pero un amarillo algo extraño...

—No comiences con tus tonterías, ella es muy inocente. -muy serio y al parecer muy enojado dijo el rubio-

—Es eso, o la quieres solo para ti. -con esa sonrisa traviesa que le contestó alteró un poco más al rubio- Ya déjala, ni siquiera la conoces.

—Chicos, saben que no pueden estar en la cancha, por favor salgan. -por la bocina de la cancha nos indicaron desde la direccion, rompiendo la tensión que habia en el lugar-

Comenzamos a caminar hacia la puerta por donde habíamos entrado al lugar anteriormente.

—Muchas gracias por su colaboración. -terminó de decir la voz que provenía de la bocina-

Inmediatamente terminó de hablar el pelinegro dio la vuelta hacia nosotros, pues él iba más adelante, el rubio y yo nos detuvimos inmediatamente pues no entendíamos que sucedía… estar más cerca hacía sentir una vibra extraña, y ya sus ojos no me brindaban curiosidad, sino miedo.

—¿No te piensas mover de ahí? O ¿quieres que te quite de un golpe en esa cara de mierda? -le dice a mi ahora acompañante, pero sin quitarme la mirada de encima… ya si me sentía en peligro, y nerviosa-

—¿Cuál es tu maldito problema Namjoon? Cada que ves una mujer te vuelves un puto maníaco, lleno de deseo por probar su sangre bajo la luna llena... Pareces un lunático, si tanto deseas tenerla no seas un imbécil y hazlo con buenas intenciones,  no baboseando en cara que nadie es competencia para ti.
-dijo el rubio que estaba a mi lado… en ese momento toca el timbre para entrar.

Estaba ida... "¿que fue todo eso?... bajo la luna llena, ¿qué mierda fue todo eso?" Paso por mi mente mientras hablaba.

—Y ahora si me disculpan, tengo una clase importante a la cuál asistir. -dice el rubio nuevamente dándoles la espalda a la castaña y el pelinegro-

El pelinegro no dice una sola palabra, se queda mirándome esperando ver a través de mis ojos su reflejo y luego de 5 segundos responde.

—No me hagas sacar a la luz tu secreto Jungkook -sin quitar la mirada de mi le dijo y el rubio se detiene en seco. Continúo diciendo...- Sabes perfectamente que conmigo no te puedes hacer el listo... Recuerda que fuimos muy buenos amigos, y tus secretos los tengo a mi merced, para como y cuando quiera utilizarlos, no te quieras hacer el héroe delante de ella, sé perfectamente a quien ella elegirá y que no te quede ni la menor duda que ese seré yo, y si llega a ser necesario clavar en tu pecho una daga y llevarte hasta la luz del sol para que te pudras en el gobernado de tus ante-ancestros, por ella créeme que lo haré. -termina de decir el pelinegro acercándose al rubio para así mirarlo a los ojos-

"Okay, ya si se están pasando... ¿esto es acaso una actuación o que?, parece una película." Me quede perpetua, esl pasaba por mi mente al él rubio terminar de hablar.

El pelinegro no responde, pero a su vez me mira ansioso. Y sin haberlo esperado se acercó hacia mi y me tomó de la muñeca llevándome hacia el pasillo de la escuela, me empujó hacia una de las aulas que estaban aun vacías, cerró la puerta de golpe y me pegó a la pared posando su mano encima de mi cabeza. -no entendía lo que pasaba hace rato y mucho menos ahora, simplemente lo observo detenidamente intentando entender el porqué se estaban peleando de esa manera por ¿mi?... por lo tanto me quedo callada hasta esperar a que él diga una palabra.

—Mírame a los ojos y dime que no vas a dejar que ese imbécil te toque con sus asquerosas manos -dice el rubio seriamente y en su cara puedo notar lo desesperado que está-

—Está bien, no te preocupes por nada, no le permitiré que me haga nada que yo no quiera, pero por favor, dime el porqué están peleando. -El rubio me dio una mirada que me indicó que no iba a decirlo, me sentía tan confundida que solo me enojaba cada vez más por la situación, así que quité mi mirada de él-

—Aún no te puedo decir nada, pero créeme que él no tiene buenas intenciones, es lo unico que debes saber.  -Nos quedamos un momento en silencio, porque a pesar de mi enojo por desconocer toda la razón por la que está pasando todo esto me brinda seguridad, no solo con las palabras, siento que puedo confiar en él-

El rubio rápidamente rompe el silencio y dice.

—Discúlpame creo que empezamos con mal pie... me llamó Jungkook, y para mi es un placer conocer a una chica tan linda como tú.

"¡Huy pero que ricura!, que lindo se ve siendo educado... Já si pudier escuchar los pensamientos no pelearia con nadie si se trata de mi atención."

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