S-9
[]
Odiaba las risas de ese hombre y esa mujer, más que todo de ellos, odiaba sus risas.
—mocoso inútil, levántate y limpia esto. — el más alto de esos dos le pateo los restos del plato cuando iba a tomarlo y se fue riendo. La mujer solo se fue entre las mismas risas.
Sus manos eran pequeñas y estaban lastimadas por hacer tareas muy pesadas sin descanso, siendo menos que un pobre sirviente.
—YiXing, para, yo lo hago. — un niño más alto y de cabello rojo, detuvo sus manos y se encargó de recoger los pedazos rotos de cerámica.
—pero tus manos están heridas. — respondió tomando una de las manos vendadas del pelirrojo. —estuviste golpeando madera de nuevo. — afirmo mirándolo con reproche.
—no puedo evitarlo, debo ser fuerte para poder sacarnos de aquí. — el niño más grande le tomo de la mano y lo llevo a un cuarto oscuro y con una sola cama. —vamos a dormir, mañana vendrán los otros cerdos y tendremos mucho trabajo.
—quiero irme pero no antes de hacerlos pagar. — murmuro con odio, enterrando su rostro en el pecho del pelirrojo. —quiero que ardan hasta ser carbón.
—lo harán, te lo juro. —le acaricio el cabello hasta que se durmió, impidiéndole ver la sonrisa retorcida que puso el otro desde la mención del fuego como arma de asesinato.
YiXing fue el nombre que le pusieron desde que tiene razón. Cuando llego, ChanYeol ya estaba ahí y este le explico lo único que debía entender:
—te robaron, somos sus esclavos hasta que tengamos edad para otra cosa.
ChanYeol era el hijo legítimo de ese par de escoria, ocho años mayor que YiXing y con una extraña fascinación por el fuego. La madre de Yeol fue la que le heredo el intenso color en su cabello mientras YiXing ignoraba de quienes había heredado cada color de ojo.
Ese era otro motivo por el que los mayores lo insultaban: sus ojos.
Desde pequeño aprendió a dejar de llorar y pedir que no lo lastimaran, todo a base de golpes y gritos. A sus escasos siete años era más arisco que un anciano y ya había visto el asesinato de cinco personas a manos de sus "padres" y todo por algo que odiaba igual que a ellos: dinero y drogas.
Aquel hombre y aquella mujer eran un despreciable par de adictos que se metían de todo, robando y matando para conseguir cada vez más.
Como los odiaba...
A mita de año para cumplir ocho, la droga se les acabo a los adictos y cuando su proveedor los visito para cobrar una vieja y gran deuda, le encontraron el otro uso del que le hablo ChanYeol.
—denme al niño y les perdono toda deuda. —ofreció mirándolo con lujuria. YiXing ya sabía identificar los deseos lujuriosos y desde que sus captores le empezaron a comprar a ese hombre, la noto hacia él. —es más, si me lo entregan mañana por la noche, les traeré algo bueno para pasar el rato.
Sintió la bilis subirle por la garganta cuando el degenerado se lamio los labios mirándolos y el par drogadicto asentía prometiéndole que se lo tendrían listo y limpio.
El hombre se marchó después de que sus captores golpearan a ChanYeol al intentar oponerse al acuerdo, nada los haría cambiar de parecer. O eso creyó.
A la mitad de la noche, después de que milagrosamente logro dormirse, escucho los aullidos de dolor de sus "Padres" y la risa histérica de ChanYeol, porque solo había otro menor en esa casa aparte de él.
Se levantó con incertidumbre, caminando hacia donde los gritos y las suplicas se hacían más y más fuertes. Paso por la habitación de los adultos y se quedó mirando de más toda la sangre que adornaba la cama y como se arrastraba por el piso hasta atravesar todo el pasillo y más allá.
— ¡NO! ¡POR FAVOR! —grito la madre de ChanYeol, tan histérica como para romperme los oídos.
— ¡¿POR QUÉ, POR QUE?! — los sonidos de lo que parecía un gran cuchillo cortando carne, amortiguaban a medias los gritos del hombre.
— ¡ChanYeol, por favor! — la mujer empezó a gritar más fuerte justo cuando el padre de Yeol berreaba de dolor a un nivel que no podía soportar sin que su corazón se agitara de pavor.
Escucho el sonido tan característico de las llamas quemando y se apresuró a entrar a la sala, la cual estaba casi vacía. Lo que vio casi lo hizo gritar.
— ¡YIXING, YIXING! ¡DETENLO, POR FAVOR! —grito la mujer al momento en que lo vio, llena de sangre, golpes y un líquido inflamable.
Miro a la mujer que más odiaba y después siguió el rastro del fuego que empezaba a consumirla, mirando al imbécil que más odiaba... ardiendo con las piernas machacadas por el machete que ChanYeol llevaba en una mano. Y ChanYeol, salpicado de sangre, riendo como desquiciado mientras les lanzaba más gasolina.
Los gritos continuaron pero YiXing ya no reaccionaba, ni siquiera cuando les pidieron perdón intento detener el fuego. La ira, el resentimiento y el odio que les tenía guardado desde años, desembocaron en su propio grito y su posterior lanzamiento de lo que quedaba de la gasolina.
ChanYeol grito eufórico, alzando los brazos mientras volvía a reírse. YiXing cayó en cuanta de lo que había hecho cuando los cuerpos se carbonizaron y las llamas se extinguieron, solo entonces gimió aterrorizado.
—oh, dios, ¿Qué hicimos?
El pelirrojo de 15 años se giró de perfil hacia él, dejando de relamerse los labios. —T-Tenía que hacerlo, ¡DIJERON QUE IBAN A VENDERTE! —exclamo bajando sus manos, sin importarle rozar el moretón de su pómulo derecho. —YiXing, jamás vas a dejarme ¿verdad? — pregunto acercándose a pasos lentos, haciéndolo respingar y retroceder. —P-Pero no le dirás a nadie que fui yo ¿verdad? ¡No puedes decirle a nadie!
YiXing tuvo miedo de ChanYeol, de esa mirada. El adolescente le tomo de las muñecas entre un tembloroso llanto, aun con el suyo de fondo.
—T-Tengo miedo...— gimió mirándolo con pánico.
— ¡No pasa nada! — exclamo tomándolo de las mejillas. —Te gusta el fuego ¿verdad? Es hermoso...— volteo una vez más a los cuerpos calcinados y lo arrastro a la habitación que compartían. —van a tardar un poco en darse cuenta de lo que paso, es de noche. Recoge lo que puedas, nos vamos de esta pocilga.
Aun con su pequeño cuerpo no tardo en juntar todo lo que pudiera servirles y se dejó cargar de caballito por el mayor, recargando su cabeza en su hombro mientras este los alejaba de la casa que ahora ardía en preciosas y agresivas llamas.
.
Abrió los ojos, encontrándose con un cuarto blanco y un delicioso aroma a café de grano. La cabeza le dolía y sentía un asqueroso sabor seco en la boca.
—hey, despertaste por fin. — Kris entro con un vaso de jugo de naranja, sonriéndole cálidamente. — ¿Te duele algo?
El azabache negó, sentándose en la cómoda cama de sabanas oscuras. El de pelo plateado le dio el jugo con una pastilla pequeña y blanca, recibiendo una mirada interrogante.
—tranquilo, es para la fiebre.
Confiado y aún demasiado cansado como para protestar, se tomó la pastilla y le dio profundos tragos al jugo, haciendo reír al mafioso. El alto le extendió la mano y le puso un cambio de ropa ligero, guiándolo al baño.
—Tendrás que disculparme porque estuve limpiando tu piel con un trapo húmedo, sudaste mucho con la fiebre. Toma un baño mientras preparo algo ligero para ti. —susurro dándole un beso en la cien antes de irse.
YiXing se tardó más de lo usual en el baño, intentando relajarse de las oscuras memorias que no quería recordar. Encontrarse con Gao fue la oportunidad de empezar de nuevo, a pesar de lo oscuro de sus actividades, sin ChanYeol... o eso creyó.
¿Qué diría Kris, SeHun o el propio TaiYu al saber que él y ChanYeol eran hermanos? No creyó que después de "ese" incidente, ChanYeol terminara en el bando contrario de la mafia y que lo buscaría a espaldas de su jefe. Tampoco creyó que se encontrarían entre sangre y fuego, de la misma manera en la que su miedo hacia el piromaníaco empezó. Que Yeol muriera en esa explosión no fue realmente planeado, no fue su intención, enserio que no.
Entonces, ¿Qué significaba ese patrón tan característico en el incendio de la ciudad? No había otro asesino que lo empleara de esa forma tan única y esperaba que YiFan no ligara de alguna manera su reacción con la mafia, porque estaba seguro que ya había visto sus tatuajes mientras limpiaba su piel.
—YiXing, ¿Todo en orden? ¿Necesitas ayuda? — YiFan dio suaves toquecitos en la puerta, interrumpiendo sus pensamientos.
Cerro la llave del agua y se enrollo en la enorme toalla que el alto le dejo, estirando su mano para dar dos toques suaves en la puerta. Ese era el código entre ellos dos: un toque es sí, dos toques es no.
—entiendo, la cena esta lista. No tardes. — le respondió con un suave toque antes de esperar un poco más para salir.
.
La cocina de YiFan era muy buena, deliciosa como la de JungKook y llenadora. ¿Quién diría que el jefe de LOTTO sabia cocinar tan bien? El hombre estaba más que completo, dejando de lado su oficio.
En el poco tiempo que llevaban conociéndose, entendió que el peliplateado le gustaban cosas muy simples como los programas de variedades, los documentales, el helado solo, sodas de naranja y accesorios discretos. Kris tenía cierto gusto con lo que hacía y podía verlo en sus ojos cada que juzgaba los acontecimientos que hacían sus diablos. YiXing no era idiota y entendía que a ese mundo oscuro se le llegaba a agarrar el gusto.
— ¿Por qué no hablas? — esa pregunta lo hizo despegar sus labios de la cuchara, mirándolo con sorpresa. —vamos, no estoy molesto, solo quiero saber. Hablaste en medio de tu fiebre y dijiste algo... muy especial.
YiXing llevo su diestra a su garganta, presionando an varios puntos. YiFan no le despego la mirada hasta que lo vio carraspear y empezar a toser violentamente.
—hey, hey, basta. — se levantó de su lugar y se acercó a darle golpecitos en la espalda. —tu voz salió horriblemente ronca y baja pero te escuche, no necesitas forzarte a hablar.
YiXing estiro sus manos para tomar el pequeño pizarrón que YiFan le había comprado y escribió con rapidez.
"Quemaron mis cuerdas bucales en cierto grado pero puedo hablar en cortos periodos."
Los ojos de Kris brillaron. — Dijiste "Quémalo todo".
Lay sintió su corazón detenerse. —"¿Quemar?"
— ¿Quién eres realmente, YiXing? —cuestiono tomando su muñeca, levantando la tela de su playera para acariciar el tatuaje de ala negra. —esto, le pertenece a SeHun. Y esto, — acaricio el dragón en su clavícula, engrosando su voz. —le pertenece a Gao.
De nuevo su corazón se detuvo, empezando a pensar en todas las posibilidades:
1- Matar de alguna manera a YiFan y huir.
2- Decirle la verdad.
3- Suicidio.
—entonces ya no tengo porque seguir ocultándome, sabes quién soy. — volvió a hablar con una sonrisa que lo desconcertó. —si hubieses querido matarme ya lo hubieras intentado, ¿Debo suponer que no quieres hacerlo? O mejor, ¿Alguno de tus jefes sabe de nuestros encuentros?
YiXing negó bajando la mirada. —n-no... sabe n-nadie. — contesto con una voz tan ronca y rota que podía lastimar tus oídos. Quizás si se movía lo suficientemente rápido, podría no recibir tanto daño de parte del mayor.
—Fuiste muy confiado en dejarte en mis manos con ese desmayo y la fiebre.
— ¿P-Por qué...?—intento armar una oración de nuevo, volviendo a toser de manera brusca. YiFan le paso el pizarrón y el plumón. —"¿Por qué no me has matado?"
—No quiero matarte. — la sinceridad en su voz y la intensidad de su mirada, le acelero el corazón. —YiXing, ¿Tú quieres matarme?
No tardo nada en negar mientras su rostro se descomponía, sintiéndose débil por querer lanzarse contra YiFan y abrazarlo. —"No quiero".
El mayor le tomo de las mejillas y junto sus frentes, calmando su agitada respiración. —Somos de la mafia, no tenemos derecho a enamorarnos. Mucho menos si es entre enemigos.
De nuevo volvió a negar, agarrando las mejillas de Kris. —No q-quiero, no...— alcanzo a decir antes de toser de nuevo. —Tú no, YiFan.
Los labios del líder de LOTTO le respondieron, haciéndolo olvidarse de su pesar por un momento. —solo porque dijiste mi nombre. — le respondió con una sonrisa, una demasiado sincera.
.
—Largo. — SeHun exhalo el humo de su quinto cigarrillo, haciendo que Changmin rodara los ojos con exasperación.
—vamos, hombre, que ya regresara cuando quiera. — respondió dándose la vuelta, con dirección a la puerta. —está bien, sabes que volverá a ti.
—jodete, cabrón. — bufo recargando su cabeza en el respaldo de la silla.
Lay había salido por la mañana desde hace dos días y lo único que dejo dicho era que estaba bien y que quería distraerse un poco. Para SeHun era primordial tener a Lay consigo en el mismo espacio aunque fuera a metros de distancia. Le hervía la sangre cuando el chico salía de sus terrenos y se escondía de su radar, por mera diversión.
Justo cuando empezaba a ver cierto animal entre los dibujos que dejaba EM, Lay no estaba para sacar su frustración. Pero se lo haría pagar.
.
— ¿Dices que EM causo el incendio de la calle?
—"Si es quien creo que es, me necesitan." — YiXing estaba a horcajadas en el vientre de YiFan, usando solo la camisa del alto.
— ¿Sabes quién puede ser? —el mayor le tomo la cadera, masajeando la zona donde había dejado varios hematomas de besos y marcas de dedos.
El azabache asintió, escribiendo en el pizarrón. —"Alguien más peligroso de lo que imaginas."
— ¿Hay alguna forma de lograr atraparlo? — Kris masajeo los hombros contrarios, dejando un par de besos por su camino. — ¿Qué hay de sus huellas? ¿Cómo es que es tan cauteloso?
—"es obvio que jamás hallaran huellas." —escribió en el pizarrón, manteniendo su rostro sin expresiones.
— ¿Por qué no? —aquella respuesta lo hizo fruncir el ceño.
—"EM no tiene huellas dactilares".
.
JongIn tomo la cadera de BaekHyun, dándole una sonrisa ladeada antes de verlo desaparecer entre la gente con uno de sus tantos disfraces. Mientras BaekHyun buscaba información en el mundo tangible, el mismo JongIn lo haría en la red.
Jimin era muy bueno buscando información pero era demasiada y un par de manos extras nunca le venían mal. Tendría suficiente tiempo para buscar información en lo que BaekHyun terminaba su trabajo, así podrían recompensarse juntos.
BaekHyun tacho el segundo nombre de su lista, torciendo los labios. Su primera opción no sabía nada que pudiera servirles de EM y realmente no le gustaba seguir caminando por la ciudad cuando empezaba a hacer un frio jodidamente insoportable para alguien sensible a el.
Estaba tarareando la canción del hombre que amo, cuando alguien pasó a paso rápido y pesado y cruzo la calle. Volvió a torcer los labios, mirando de mala manera al alto hombre de cabello oscuro, sintiendo de inmediato que lo conocía aun de espaldas. Siguiendo su curiosidad y olvidando su misión, se vio siguiendo de lejos al hombre hasta que entro a una construcción y este se detuvo, girando su cabeza hacia él.
El corazón se le detuvo, obligándolo a detenerse a la par que cubría sus labios con sus manos y ahogaba un sollozo.
— ¿C-ChanYeol?...
.
¿Qué tal? ¿Se esperaban eso? Juegue
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top