PESADILLAS
Era un sueño en el que Sasuke y Naruto se encontraban de casualidad en medio del mar, cruzaban unas cuantas palabras y por alguna razón comenzaban a discutir...
Eran sueños repetidos y muy persistentes.
-- ¡¿Eres imbécil verdad?!
Los gritos, la violencia y las miradas llenas de desprecio. Casi siempre era lo mismo. Sasuke estaba cansado de todo eso.
-- ¡Ya deja de pelear conmigo!
Justo después de estampar un golpe en su mejilla, Sasuke parpadeó sorprendido.
-- Tu... ¿Qué haz dicho...?
-- Sasuke... -- El pelinegro se apartó con premura de Naruto. Parecía que algo no andaba bien -- ...tienes que dejarme ir...
-- Dejarte ir... -- contrajo la mandíbula formando una mueca de descontento. Tomó a Naruto por el cuello de su ropa y lo miró directamente a los ojos -- ...¿Acaso te estás burlando de mí?
-- Oye...
-- ¡Respóndeme!
La mano de Naruto acarició la mejilla del pelinegro con una ternura extraña.
Luego, el chico de cabello rubio sonrió.
-- Oye... Tienes que despertar...
Esa noche, Sasuke despertó a las tres de la madrugada con cierto mareo en la cabeza. El sueño, casualmente se dió el mismo día que Naruto regresó al pueblo.
Luego de caminar de regreso a su casa, y después de una inesperada tarde de trabajo en el supermercado, Sasuke se quedó en cama con una profunda opresión en el pecho.
Los recuerdos de su adolescencia regresaron para atormentar su tarde.
No fue sino hace diez años que las acciones de su amigo despertaron el sentimiento de reencor en el corazón de Sasuke.
Sasuke había terminado su chequeo y estaba listo para regresar a casa.
Su madre le llamo al celular para saber cómo estaba y a qué hora estaría de regreso. Eso era bastante normal viniendo de su madre, pero lo que le causó extrañeza fue la voz de su padre de fondo.
El casi nunca estaba en casa.
-- ¿Sucedió algo importante? -- inquirió el pelinegro a su madre.
-- Será bueno hablar de eso en cuanto llegues al pueblo. Cuídate mucho de camino al terminal.
-- Madre, ya le dije que estoy en el terminal...
-- ¿Enserio?. Ay, perdóname... Últimamente olvido las cosas.
-- Sabes... Me parece bueno que papá también esté ahí. ¿Cómo está él...?
-- He... Está esperándote.
-- ¿Por qué? Eso no pasa todos los días....
-- Hablaremos de ello cuando llegues a casa. Tu solo cuídate, ¿entendido?
Había algo que sus padres no podían contarle por vía celular. Eso si que era merecedor de un centenar de dudas.
Sasuke se preocupó y marcó al número de Naruto para ver si sabía algo, pero a pesar de repetidos intentos, su amigo no contestó el celular.
Necesitaba regresar lo antes posible, pensó con una impaciencia creciente.
Tomó el primer bus a casa e intentó dormir, pero no pudo con la incertidumbre y al final gastó todo su saldo con solo marcarle a Naruto.
¿Qué estaba pasando?, ¿Por qué Naruto no respondía el celular?
Su hermano lo recibió en el terminal y cargó sus cosas hasta la camioneta de sus padres. Itachi no dijo ninguna palabra hasta que llegaron a casa.
-- ¿Cómo te fue en el chequeo? -- preguntó.
Sasuke dudó un poco en responder -- Bien... como siempre...
Itachi sonrió de lado -- Que bueno...
En cuanto llegaron a casa, su hermano le pidió que por favor esperara afuera. Obviamente le dejó un paraguas para la lluvia, pero no lo entregó directamente.
Unos minutos después, Sasuke buscó el paraguas en el asiento trasero y lo abrió para cubrirse de la lluvia.
El pelinegro sentía que no soportaría la tensión generada por la casa; la terraza, la puerta y las ventanas se habían transformado en una pintura, una pared de quién sabe cuántos centímetros de grosor.
Se sintió en un mundo aparte.
De pronto la puerta se abrió y de ella salió Sakura, quien al ver a Sasuke corrió por la terraza para recibirlo.
-- Eres tú, Sasuke, ¿cuándo llegaste?
-- ¿Y tú qué haces aquí?
Ella se detuvo a mitad de camino como si hubiera hecho algo malo -- Bueno... Yo....
-- ¿Qué está pasando? -- preguntó de nuevo, pero Sakura solo se acercó a él para saludarlo apropiadamente.
-- ¿Todo fue bien con tu chequeo...? -- preguntó con la voz temblorosa -- ¿cómo estás, llegaste bien...?
-- Sakura...
-- Lo sé, lo sé. Todo es muy sospechoso pero solo intento relajarme antes de hablar contigo al respecto... -- Sasuke guardo silencio. Aveces había que hacerlo cuando Sakura se ponía histérica -- ...Te lo explicaré pronto... haré lo que pueda, mejor cómo pueda.
Era difícil para Sakura tener que dar explicaciones que para ella "eran las más complicadas". Ella sabía que podía intentar ser suave, pero su brusquedad en el habla era algo innato e incontrolable.
Los padres de Naruto estaban dentro, pero en realidad no parecían preocupados.
Los padres de Sasuke estaban ahí para apoyar a la familia Uzumaki con lo que fuera necesario. Ellos insistían en seguir buscando...
¿Cómo podía compartir una noticia tan extraña cuando ella apenas la había comprendido?
-- ¿Sakura...?
-- Lo siento, lo siento... -- una vez más. Tratando de recuperar el aliento.
-- Sakura. Deja de hiperventilar.
-- ¡No me regañes!
-- No te estoy... -- se llevó una mano a la sien y mordió el interior de sus labios para darse paciencia -- ...Solo intenta relajarte...
La pelirrosa chilló de puros nervios -- ...Es Naruto, Sasuke... Todo se trata de Naruto.... -- La joven inhaló profundamente para darse fuerzas -- Jam... ¿tu recuerdas a Hinata, verdad?
-- ¿Qué tiene que ver ella con Naruto...?
-- Ellos... No sé qué clase de relación tenían, pero ahora nadie sabe dónde están... -- desvío la mirada en varias direcciones para no mirar a Sasuke a los ojos -- ...Digo. Ambos huyeron la tarde del día que te fuiste a la ciudad. Seguramente en la noche. O tal vez en la madrugada del día siguiente. Todavía no hay nada claro...
Sasuke parpadeó desconcertado -- ¿Segura que estamos hablando de la misma persona?
-- Sus padres están ahí. La tía Kushina y el señor Minato están con tus padres...
Sasuke miró su casa por sobre el hombro de su compañera. La necesidad de entrar a su casa empezó a acumularse en la suela de sus pies, quería hablar de inmediato con las personas que estaban ahí dentro.
-- ¿Sasuke...? -- La pelirosa se sorprendió de lo rápido que Sasuke había desaparecido.
La puerta de la terraza se abrió de par en par llamando la atención de todos los que estaban dentro de la vivienda. El pelinegro de pronto sintió que la sala era más pequeña de lo que estaba acostumbrado.
Minato y Kushina estaban ahí, tal cual le había mencionado su amiga. Por otro lado su padre también estaba ahí, Fugaku estaba de pie mientras que su esposa Mikoto, osea su madre, se encontraba sentada en el sofá. Itachi también estaba ahí junto a su madre.
El joven de ojos negros enderezó su columna para mostrarse firme ante los invitados. Se acercó de llano a los padres de Naruto con una mirada férrea y analítica -- Buenas noches -- saludó con sutileza.
Sakura apareció segundos después, bajo el mismo umbral, de la misma puerta.
Ella corrió hasta Sasuke y jaló su brazo para llamar su atención -- ¿Qué haces?. Por qué entras de esa manera...
-- Tranquila. Es mi casa de todas formas.
-- Sasuke, ¿Por qué miras de manera tan grosera a los padres de tu amigo? -- preguntó su padre con cierto aire de desaprobación.
-- Solo trato de entender por qué se ven tan tranquilos. Nada más, padre.
Minato suspiró con aire solemne y dió un paso al frente para poner una de sus manos en el hombro de Sasuke -- Ninguno de nosotros está tranquilo. Solo nos mantuvimos pacientes hasta tu llegada, Sasuke.
Kushina decidió al fin sentarse en el mismo sofá en el que estaba Mikoto.
-- Sakura... Sasuke... -- Kushina los llamó en un tono firme pero suave -- ...Ustedes son los amigos más cercanos de nuestro hijo. Esperamos que puedan entender la situación...
Sakura dejó el brazo de Sasuke para enfocar su atención en la madre de su compañero desaparecido.
-- Naruto es responsable de sus actos de aquí en adelante, y estoy segura de que lamenta ciertas cosas -- comentó, bajando la mirada con lástima -- Pero tenemos que pedirles algo que tal vez suene... cómo decirlo...
Minato se acercó a su esposa para sonreír un poco y darle a ánimos. El marido levantó la cabeza para dirigirse a ambos jóvenes -- Va a ser duro, muchachos. Pero Naruto confía en que podrán sobrellevarlo...
-- No comprendo, Minato. ¿Usted sabe algo de Naruto que el mismo no podía decir? -- inquirió la pelirrosa, con un signo de pregunta en su frente.
-- Entonces lo tenían todo planeado -- sentenció Sasuke, mirando a ambos con desdén -- ...Por eso no les molesta, por eso no están preocupados por él...
Itachi, quién observaba de manera distante, frunció el ceño -- ¿Sasuke...?
Su amiga lo miró preocupada -- Sasuke...
El jóven de ojos negros clavó su mirada en la pareja.
-- Ustedes dejaron que Naruto se fuera con ella...
No odiaba a la pareja por nada, pero había algo que le molestaba. Algo que ni él podía comprender del todo...
Tal vez estaba un poco celoso de la chica que se había fugado con Naruto, pero estaba más molesto con el idiota de su amigo por no haber mencionado nada al respecto.
Estaba tan confundido que prefirió desviar la mirada con recelo y salir de ese lugar.
La lluvia era mucho mejor que esas asfixiantes paredes de su casa.
La pelirosa no hizo más que mirar a Sasuke atravesar el umbral de la entrada.
Quizo perseguirlo, pero la voz de Minato la obligó a detenerse.
-- Sakura. Naruto no va a regresar pronto, pero prometió regresar en cuanto tuviera la oportunidad...
Ella bajó la mirada, desanimada pero todavía optimista -- ¿Naruto dijo eso...?
Minato hizo un gesto afirmativo con la cabeza.
-- Él... -- Kushina habló ésta vez -- ...confiaba plenamente en que ustedes iban a entender.
-- Tal vez con el tiempo... -- señaló Sakura, encogiéndose de hombros con un puño a cada lado.
-- Los quiero, cuídense mucho mientras no estoy... Tal vez es lo que intentaba decir con todo lo anterior.
Sakura sorprendió a todos cuando se volteó a mirarlos con una lágrima resbalando por su mejilla izquierda.
Ya no estaba dispuesta a oír más.
-- Tía... ¿Luego hablamos, si? -- torció una sonrisa forzada antes de correr en busca de Sasuke.
Temía que su compañero fuera hacer alguna locura. Sin embargo, grande fue su sorpresa al ver que su amigo solo se había quedado parado en medio del patio.
Estaba completamente expuesto bajo la lluvia.
Sakura caminó a paso tranquilo hasta quedar a un lado de él. Se quitó el impermeable que traía puesto y cubrió su espalda para protegerlo de la lluvia.
Sasuke la miró de reojo con una mirada muy miserable, una que podía compartir, incluso con Sakura.
Sakura no dejó de mirar el perfil decaído de su amigo. Sus ojos dejaron de ser tan negros como de costumbre.
Los ojos de Sasuke estaban muy apagados.
Sakura parpadeó al ver las lágrimas de Sasuke asomándose por las cuencas de sus ojos.
-- Sasuke no...
El pelinegro no esperó a que ella se acercará para abrazarla. Estaba muy agradecido de tenerla al menos a ella para poder llorar...
Y si...
Sakura también estaba llorando.
Sakura soltó un suspiro entrecortado. Podía sentir la tristeza, perdiéndose en el aire luego de golpear su corazón.
Tan pocas veces lo había visto llorar. No era bueno verlo así porque no estaba segura de ser suficiente para consolarlo. Pero gracias a ella, Sasuke podía estar más tranquilo ahora.
-- Es demasiado extraño, Sasuke...
Él tomó aire hasta llenar sus pulmones. Debía dejar de llorar en algún momento.
-- Naruto... Tal vez hay algo más que estamos ignorando...
Sasuke estaba completamente de acuerdo con su compañera -- Hay que investigar su casa...
-- ¿Qué?
-- Tal vez haya algo ahí... -- se limpió las lágrimas con su manga -- ...Una nota o algo que pueda explicar lo que...
-- ¿Pero dices que vayamos ahora? -- lo interrumpió -- Digo... ¿Justo ahora?
Sasuke se apartó de ella para mirar la camioneta. Su compañera lo observó incrédula.
-- ¿Acaso sabes manejar...?
-- La idea es no llamar la atención -- le regañó -- Aunque supiera, no estoy tan loco para conducir esa cosa.
-- ¿Entonces caminamos...?
-- Entonces caminamos.
Ambos cruzaron una última mirada de confidencialidad antes de coger el camino que lo llevaría a la casa de los Uzumaki.
Sakura quedó un poco intrigada cuando Sasuke supo cómo abrir la ventana del cuarto de Naruto, pero prefirió no interrogar nada.
Comenzaron a urgar entre sus cosas con toda libertad. Su ropa, sus cuadernos, su cama...
Luego tenían que ordenarlo todo, porsupuesto.
-- ¿Encontraste algo...?
-- No. Todo está igual.
Sasuke suspiró agobiado y se sentó en el suelo, derrotado.
-- ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué tuvo miedo de decirnos algo?
Sakura guardó silencio. Ni siquiera ella tenía una respuesta para eso.
-- No lo entiendo...
Ambos se quedaron quietos, mirando el suelo, perdidos en el desconcierto. Sakura le dió unas palmaditas en la espalda a su compañero y suspiró profundamente -- Volvamos antes de que tus padres se preocupen.
-- Si... -- Sasuke parpadeó y se puso de pie -- tienes razón. Volvamos.
Cuando fue demasiado tarde y el cielo se oscureció, cada familia regresó a su hogar correspondiente.
Sasuke se encerró en su cuarto y se tiró sobre la alfombra.
-- No entiendo... nada...
Frunció el ceño mientras miraba el techo y las paredes con un aire de culpa.
Se sentía responsable de los actos de su amigo.
Tal vez, si hubiera estado más atento a la forma de actuar que tenía. O si hubiera tomado más en cuenta las conversaciones que Naruto mantenía en el chat de su celular.
Pequeñas cosas que pudieron hacer la diferencia. Pensaba él.
Se cubrió el rostro con ambos brazos y gruñó para sus adentros.
-- ¡Maldición! -- jaló el cubrecama por fastidio y una guitarra golpeó con fuerza su nariz -- A...uch...
Tomó asiento y masajeó la curva de su nariz. ¿Por qué la guitarra estaba ahí?
Sujetó el cuello de la guitarra y la inspeccionó. Luego recordó que la había olvidado en el terminal de buses. De nuevo. ¿Por qué estaba ahí?
"LLAMADA ENTRANTE/ SAKURA:
Sasuke. Olvidaste tu guitarra en una banca del terminal. Si... Naruto perdió un juego de piedra papel o tijera, así que le tocó devolverla. Obvio, no te preocupes, está en buenas manos jajaja"
Había olvidado esa llamada.
Levantó la guitarra y vió la nota que estaba pegada en ella.
"Olvidaste ésto en el terminal,
Sakura lo siente por no haber podido enviarte la guitarra por encomienda, somos pobres. Yo también lo siento..."
-- Vaya... -- sonrió con sorna -- ésta nota, y éstas palabras... Este papel me hace creer que todo este tiempo quizo ocultar los planes de ésta tarde. Si eso es cierto, no puedo imaginar el nivel de su hipocresía.
No puedo creer que sea el mismo Naruto que conozco. De verdad que no puedo.
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Unas patitas correteaban por el piso de madera. Sasuke supo al instante que se trataba de su mascota, un felino siamés color ceniza, de orejas y hocico negro, con un pelaje corto e increíblemente suave.
Era su pequeño compañero de hogar desde los 18 años. Cuando su hermano, casi en broma se lo regaló para su cumpleaños diciendo "para que no te sientas tan solo".
Una broma frívola, pero que al tratarse de su hermano Sasuke la tomó amigablemente.
Se tendió sobre su cama mientras esperaba la presunta aparición del felino por el pasillo.
El felino dió un salto, apareciendo por el costado de la cama para luego frotar su cuerpo en la mano de Sasuke. Se acomodó sobre su vientre y cerró sus ojos conforme su espalda era acariciada por la mano del pelinegro.
Sasuke contempló la ventana de su cuarto, prestando atención al cielo nublado de la tarde.
De pronto sus párpados se hicieron pesados y al igual que su gato se quedó dormido.
Para su sorpresa, la pesadilla en la que discutía con su mejor amigo no se repitió.
Ese fue un pequeño alivio.
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