COMIENCEN A CORRER
En éste pasado no muy lejano...
¿Cómo haces para que dos personas te acompañen a un lugar distante?. Esa pregunta no dejaba en paz a Naruto, en especial cuando tenía en cuenta la posibilidad de que sus vidas correrían peligro. No se sentía capaz de mantener una nueva mentira, mucho menos ahora que estaba recuperando de a poco la confianza de sus amigos.
-- Fuu... -- Cargó el mentón sobre la palma de su mano mientras miraba el mantel de la mesa.
Se sintió agobiado.
-- Una excusa... No, mejor ni pensar en una. Quiero decir, la verdad no es mi mejor opción ahora, pero si al menos intento explicarlo, tal vez... -- mordió su nudillo en medio de un bostezo. Tenía sueño. No podía concentrarse.
-- Sakura... -- musitó entredientes -- ... y Sasuke... ¡Sasuke...! -- De pronto cabeceó -- Es cierto, ese sujeto me impide pensar claramente. Voy a entrar en crisis por lo que me dijo ésta tarde... ¡Ahh, no puedo dejar de pensar en lo que dijo! -- Se cubrió la boca para no hacer mayor escándalo.
Cuando eran adolescentes, Sasuke padeció de mareos debido a su baja presión sanguínea. A fin de mes viajaba a la ciudad. Los mareos en Sasuke eran algo normal de los tiempos en que todavía eran adolescentes. PERO SOLO EN ESOS TIEMPOS.
"Dejé de ir hace mucho tiempo"
Naruto enderezó su columna. ¿Sasuke enfermo?, ¿Todavía?. Sakura solía decir que todo estaba en orden, porque mientras Sasuke viajara a la ciudad para hacer su chequeo médico, no había nada que temer.
Ahora que eran adultos, era extraño que todavía tuviera rastros de esas molestias.
Y AÚN MÁS PREOCUPANTE... "Dejé de ir hace mucho tiempo"
-- ¿Por qué dejó de ir a la ciudad?. De verdad no lo entiendo.
Tomó su celular y marcó al número de Sakura, estaba seguro de que ella le daría una buena explicación.
-- ¿Sigues despierto, papá?
Naruto canceló la llamada a la velocidad de la luz. Luego dirigió la atención hacia su hijo.
-- Si... ¿Tu también? -- le dedicó una sonrisa nerviosa.
Menma tenía los ojos prácticamente cerrados. Le daba pereza intentar abrirlos -- Ehh... estaba esperando que llegaras. Por alguna extraña razón, no puedo dormir... -- murmuró mientras frotaba sus párpados en el intento fallido de opacar el sueño de sus ojos.
-- Lo siento, ya voy... -- su hijo ladeó la cabeza pues aún se sentía adormilado -- Oye, aún si necesitas compañía, sería bueno que trataras de dormir si no estoy cerca.
-- Hmm... últimamente no puedo, es muy raro.
-- Espero que no sea porque estás demasiado preocupado, aunque tendría mucho sentido. Han pasado muchas cosas últimamente, y tu solo eres un pequeño niño molestoso. Qué vas a saber tú sobre cómo enfrentar todo eso.
-- Me ofende, pero no diré nada.
-- Sabes que lo digo en broma jaja. Siempre me tendrás aquí para lo que necesites... -- Naruto desordenó el cabello de su hijo para mofarse de él. Menma apenas levantó la mano para quitarse a su padre de encima. No tenía mucha energía.
-- Nah... también puedo arreglármelas por mi cuenta. Enserio-tteba...
Naruto parpadeó al escuchar su muletilla en las palabras de su hijo.
Una leve sonrisa se dibujó en su rostro.
-- ¿Ah si?
Menma alzó la vista dejando ver el gris de sus ojos. Ese era un par de ojos muy bonito, pensó su padre.
-- Te lo demostraré cuando sea grande.
Naruto lo desafió con la mirada -- Preferiría no esperar tanto-ttebayo. Ojalá sea pronto.
-- Jajaja. Suenas taaan viejo...
-- Solo digo que no me hagas esperar. Me gustaría verte hacer valer tu fuerza, ya sabes, esas cosas que hacen los chicos valientes como tú.
-- Me gusta como suena eso. ¿Ser valiente implica estar preocupado?. En ese caso, tal vez estoy un poco preocupado. Solo un poco, papá... -- Menma miró la pantalla del celular que estaba sobre la mesa -- Por cierto... ¿vas a llamar a alguien?
Naruto también le echó un vistazo a la pantalla -- Mmm... -- titubeó -- ...Ya es muy tarde, será mejor que vayamos a dormir.
Menma sonrió con somnolencia -- Deberías dormir en la cama, papá.
-- Gracias. Pero está bien si duermo en el suelo, Menma.
-- Esto... ¿puedo usar tu teléfono para jugar? Será solo un momento -- sonrió con inocencia.
Parecía sospechoso, pero Naruto prefirió ignorarlo. Estaba hablando de su hijo por todos los cielos.
-- Está bien. Pero no te quedes hasta muy tarde.
Había algo en la actitud de su padre que lo tenía ansioso. Naruto actuaba con más seriedad de la que Menma estaba acostumbrado a sentir en él.
El joven estaba seguro de que su padre todavía no hablaba con toda la verdad frente a Sakura y a Sasuke. Debido a eso, seguro tendrían que quedarse unos días más, y sin embargo, al joven no le pareció del todo conveniente.
Su madre no estaba con ellos, estaba completamente sola y desprotegida.
La ansiedad era un sentimiento muy comprensible, después de todo cualquier hijo se preocupa por su familia. Menma tenía todo el derecho de estar ansioso.
A la mañana siguiente, una nota sobre la mesa advirtió que Naruto se había levantado temprano. El rubio avisó que llegaría a la hora del almuerzo, y fue de ésta forma que se permitió salir a caminar. No llevaba rumbo específico, pero tampoco estaba tan perdido con las calles del pueblo.
Sus pulmones aspiraron profundamente el aire fresco que le ofreció la llovizna de la mañana.
-- El muelle... -- Naruto musita en voz baja mientras sus ojos se maravillan con el paisaje del lago.
En el muelle habían más botes, pero la arena y el agua eran la misma de hace diez años.
Se arrodilló en el borde del muelle y recordó de manera muy breve su niñez. Sus compañeros estaban ahí, jugando en la orilla del lago.
A comparación de esa imagen en su cabeza, Naruto encontró notables diferencias entre sus amigos del pasado y los del presentes. Eso lo llenaba de nostalgia. Antes de llegar todavía los recordaba como esos chicos adolescentes que había dejado atrás.
Sakura. Ella había recortado un poco su cabello. Respecto a su cuerpo era más alta y más delicada que antes. Y por otro lado estaba Sasuke, él también se veía distinto, y no estaba seguro sí era más alto que antes pero definitivamente había crecido.
El tema del cabello... ¿Acaso estaba de moda cambiarse el look?
Naruto frotó su cabeza en busca de mechones largos, pero el suyo estaba irremediablemente corto. ¿Cuántos años tendrían que pasar para tener igual o más largo su cabello, digamos, en comparación al de Sasuke?
Naruto sonrió de lado mientras pensaba en ello.
-- De verdad pasaron diez años eh...
-- Hola... -- Una voz cercana llamó su atención -- ... voy a acompañarte un momento, espero que no te moleste...
Cuando el rubio volteó, sus labios ahogaron cualquier sonido que intentara escapar de su garganta. Parecía una alucinación. Ojalá hubiera sido una de esas.
-- Que gusto verte, Uzumaki... ¿Cómo has estado?
Naruto parpadeó. Una parte de él creyó que seguía dormido y que todo era parte de un sueño. Pero no era así.
Intentó levantarse, pero el sujeto aplastó su hombro para que se quedara sentado en el mismo sitio.
Se posicionó frente a él y le dedicó una mirada tranquila.
-- Siéntate... Conversemos un poco.
Naruto frunció el ceño -- ¿Qué haces aquí...? -- preguntó con una mueca de medio lado.
-- Mirar así es grosero... ¿No ves que intento ser amable? -- lo miró desafiante -- ... ahora cállate y escucha lo que tengo que decir.
Alguien llamó a la puerta repetidas veces hasta que Kushina caminó hasta la entrada para atender. Ella recién había despertado, a diferencia de su marido que siempre se despertaba antes que los demás.
-- Buenos días, tía... ¿cómo está? -- Preguntó Sakura en cuanto Kushina abrió la puerta.
-- Buenos días querida... -- saludó Kushina con una sonrisa de medio lado -- Todo bien. ¿A qué se debe tu visita...?
-- Disculpe, ¿no la desperté, o si...?
-- No hay daño, ¿Está todo bien?. ¿Buscas a Naruto, no?
Kushina tuvo las sensación de que su hijo seguía dormido, pero no estaba del todo segura. Pensar en eso la preocupó.
-- Si...digo. No. Es que tengo una llamada perdida de él -- señaló la pantalla de su celular -- ...quise llamar en la mañana pero mandaba al buzón de voz. Tampoco quería llamarla a usted, creí que la despertaría. Por eso vine en persona.
La madre sonrió con ternura al notar la preocupación que hace tiempo no escuchaba en Sakura.
-- Pasa Sakura, no te congeles...
-- Gracias.
Entonces se escuchó a alguien correr a lo largo del pasillo.
Menma, más enérgico que durante la noche anterior, corrió descalzo hasta la entrada.
-- ¿Es usted? -- llamó con prisa -- ¿tía Sakura..? -- Ella volteó en cuanto escuchó su nombre, divisando a Menma en el pasillo.
Sakura se acercó a él y lo tomó de los hombros. Todos tenían una extraña preocupación esa mañana.
-- ¿Naruto sigue durmiendo, Menma?
-- Mi... papá... -- Menma regresó la mirada al pasillo detrás de él -- ¿no... no está en la cocina?
El teléfono de Kushina comenzó a sonar.
-- Dime cariño... -- en cuanto atendió la llamada, la adulta frunció el ceño -- ...¿Qué?, ¿Dónde estás?
-- ¿Abuela...? -- En cuanto Menma se acercó, ella extendió su mano para acogerlo en su vientre.
-- Si, Sakura y Menma están aquí conmigo...-- dijo al teléfono -- Cariño... Sean cuidadosos...
La mayor cortó la llamada y suspiró profundamente.
-- ¿Tía... todo bien? -- preguntó Sakura, con una interrogante en su frente.
Kushina se arrodilló frente al joven de ojos grises claros.
-- Necesito que guardes la calma, pequeño.
Menma estaba a punto de salir corriendo en busca de su padre.
-- ¿Dónde está papá?
Kushina guardó su celular y se dirigió a su nieto -- Volverá pronto, está con tu abuelo.
Sakura comenzó a estudiar la sala, encima de la mesa había una nota. Se acercó para poder leerla.
-- ¿Dónde están ahora? -- insitió el menor.
-- En el muelle -- dijo Sakura, comenzando a leer la nota en voz alta -- ...Voy a estar de regreso a la hora del almuerzo. Salí a caminar al muelle. No tardo... -- Sakura se acercó a Menma y le entregó la nota -- Por mi parte estoy segura de que es su letra, ¿qué me dices tú, pequeño?
Menma frunció el ceño y le echó un vistazo a la nota -- Si...es su letra.
-- Tratemos de guardar la calma como lo pidió tu abuelo, Minato. Si tarda demasiado seremos los primeros en salir a buscarlo... -- Sakura tenía una mirada de determinación muy intensa.
Menma bajó la mirada. Tenía un mal presentimiento.
-- Si...
Kushina y Sakura se miraron entre si, tratando de sostener un pequeño suspiro de alivio. Pero Menma no estaba tranquilo con esa nota ni menos con la poca información que le entregó su abuela.
-- ¡Menma, espera!
El menor tomó un abrigo cualquiera y abrió la puerta de golpe, exponiendo su cabello a la misma lluvia que había el día anterior.
-- ¡Iré a buscarlo de inmediato, no importa cómo pero lo encontraré!. ¡No intenten detenerme... Ay! -- alguien lo tomó del brazo para detenerlo -- ¡Quien quiera que seas!, ¡quítame tus manos de encima!
-- ¿Por qué haces tanto alboroto, Menma?
-- Ah... -- el menor alzó la vista para ver al sujeto que sostenía su brazo. Su voz era muy familiar -- Tío... Sasuke... -- se apartó de golpe e intentó correr de nuevo, pero Sasuke estampó una mano contra su cara para detenerlo -- Nu impurta quíen su atruvuese un mi camunu. ¡Bahh! ¡Iré con mi papá, sea como sea!
-- Ni lo pienses... -- Sasuke sostuvo hábilmente a Menma antes de cargarlo en sus brazos -- ...Sin Sakura no vas a ningúna parte.
-- ¡Bájeme!
-- ¿¡Sasuke?! -- Sakura corrió a recibir a su amigo -- Te pedí que no salieras del auto, todavía no te recuperas del...
-- Estoy bien. Hay cosas más importantes de qué preocuparse... -- miró despectivamente al menor en sus brazos
-- Ah... ¡Yo no! -- Exclamó el menor entrando en desesperación cuando sintió la mirada de Sasuke sobre él -- ¡Hablamos de mi padre!
-- Por eso te estoy mirando, tarado. Por que es TU padre.
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Narra Naruto.
La belleza del lago pasó a segundo plano. Sabía que debía salir de ahí a toda costa, llamar a mis compañeros para asegurarme de que estuvieran bien.
También estaba la posibilidad de que Hideki ya supiera el paradero de cada uno. Pensar en eso me ponía de los nervios...
¿Qué podía hacer para protegerlos a todos?
-- Hay preparativos para la carrera -- comentó divertido -- No te escondas. Tienes que jugar, eres el único que puede jugar por el resto.
-- Jamás fuimos tan buenos como para jugar a las escondidas contigo.
-- Así es. Ninguno de ustedes era tan bueno para jugar a las escondidas. ¿Pero tu sabes como proteger al resto a costa de tu propia felicidad, verdad?. Puedes esconder bien a otros si te lo propones.
-- ¿Qué es lo que te hace hablar de esa manera?
-- Estás en éste pueblo por ciertas personas que desconozco. Estoy seguro que los ocultaste durante todo éste tiempo, por miedo a que yo los encontrara. Jamás me los presentaste, ni tampoco creo que lo hagas. Incluso si te lo pido amablemente, no lo harás.
-- ¿A qué quieres llegar con eso?. Estás aquí por Hinata y Menma, no intentes sacarme el nombre del resto de personas que me importan.
-- Te importan muchas personas, Naruto. Ese es tu problema, y ahora también es el mio. Se podría decir que somos iguales...
-- Tu solo llegaste como si nada y te metiste en la vida de una pobre chica, arruinando todo los planes que tenía para su futuro -- Hideki no se inmutaba, eso me molestaba -- No vuelvas a decir una tontería como esa. Tu y yo no somos iguales.
-- Estoy aquí por ellos al igual que tu. Ellos son lo único que tengo ahora... -- su labio tembló un poco cuando dijo eso -- Haces... haces que todo mi esfuerzo suene como algo repugnante... No soy eso. No lo entiendes...
Demonios. Este tipo... ¡¿Qué se supone que debería entender?!
-- ¡Entiendo más cosas de las que tu crees! -- grité molesto. De verdad detesto cuando tengo que repetirle que nadie depende de su felicidad -- Me contaste muchas cosas, e incluso eh tratado de pensar que existe alguna forma de convencerte de hacer lo correcto, pero... ¡Pero eres tan terco!
-- No quiero hablar de cosas correctas o incorrectas hoy. Solo me interesa ganar éste juego.
-- Sigo pensando que es estúpido... -- Recibo una cachetada tan fuerte que me hace escupir sangre. Acaricio mi mejilla, estando al borde de las lágrimas -- No quiero arriesgar a mi familia de nuevo, ¿por qué no lo comprendes?
-- ¡Esa iba a ser MI familia, imbécil!
-- En algún punto, incluso tu serías infeliz junto a una esposa y un hijo que no te ama...
-- ¿Te estás buscando otra paliza, verdad?
-- Y tu estás peleando por algo que perdiste hace años. ¿No ves que quiero hacerte un favor?. Vete y haz tu propia vida con personas que de verdad estén dispuestas a hacerte feliz... -- mis lagrimas comienzan a correr. Mierda, ¿por qué soy tan emocional? -- ...Porque incluso yo eh perdido la fé... Y de verdad creía en ti...
-- Ese es el problema... -- mis ojos parpadearon con sorpresa en cuanto vi una lágrima recorrer la mejilla de Hideki. Su rostro seguía en completa seriedad -- ...Naruto. Nadie querrá a alguien que no entiende tan bien las cosas como tu... Nadie va a querer a un tipo como yo...
-- Eso no lo sabes, Hideki...
-- ¡Pero quiero pelear por ésta familia, trata de entender eso! Al menos eso...
-- ¡Es que no vale!. Tal vez suene un poco frío pero necesitas irte, de una vez por todas.
-- Olvídalo Naruto. Ya sabes las reglas. No intentes nada que pueda romperlas porque me enteraré... y haré que lo lamentes.
-- Hideki, ya déjalo...
Él se fue en cuanto terminó de decir lo que necesitaba. Sentí que el juego no iba terminar bien. Tuve miedo por él y por mi familia, y cuando consideré sus palabras me preocupé aún más.
"Haré que lo lamentes"
Debo regresar... Debo correr... ¡Debo asegurarme de que estén bien!
-- Mi familia... -- Hideki me observó por última vez y comenzó a correr delante mio, en dirección a la calle que llevaba al centro -- ...mi amigos... -- Por las dudas saqué mi celular para revisar las conversaciones con ella. Me sorprendió encontrar mensajes escritos por cuenta propia -- ...Hinata... ¿Hinata está de camino a...? -- casi lanzo mi celular al lago por la impotencia y rabia que tenía, pero una mano amiga sostuvo mi muñeca justo a tiempo.
-- Hay que salir de aquí, Naruto.
-- ¿Papá...?
-- Luego me explicas. Ahora vamos, hay que regresar.
-- No, yo... Necesito alcanzarlo. ¡Debo llegar al terminal antes que él!
-- ¿De qué hablas, hijo? -- Minato frunció el ceño.
-- Corremos peligro papá. Si no logro llegar a tiempo será nuestro fin. Es mi culpa, pero enserio necesito que me ayudes ahora. Debo llegar pronto, de lo contrario ella... de lo contrario todos...
-- Vaya... Si puedes explícame todo en el camino. No te entiendo nada... -- papá sostuvo mi brazo. Motivándome a levantar la cabeza y correr.
-- Ah... Terminal. ¡El terminal, papá!
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Narra Sasuke.
Menma iba pegado a la ventana de atrás. Sakura conducía mientras yo intentaba tomar mi siguiente medicamento de la tarde.
-- ¿Dónde se supone que los encontraríamos?
Al fin había logrado sacar la pastilla del blíster para dejarla en mi lengua -- En esa calle que...
-- ¡Papá!
Me aferré al asiento cuando Sakura frenó el auto.
-- Uy... casi pasamos de largo -- Acaricié mi garganta en cuanto noté que me había tragado la pastilla -- ¿Sasuke, necesitas agua?...
-- No gracias... -- tragué pesado -- ...Ya no...
Dejé eso de lado y giré sobre mi hombre para ver a Menma. Él abrió su puerta en cuanto Naruto y Minato entraron en su rango de visión, corrió para abalanzarse sobre su padre con una preocupación entrañable. Tal vez propio de un chico como él.
-- Tuve un mal presentimiento. No estabas en casa, dejaste una nota y todo... -- Sakura y yo bajamos del auto, ella sacó un paraguas del asiento trasero -- ...papá... todo fue una experiencia horrible...
Fruncí el ceño cuando Naruto nos observó de reojo. Menma rodeó su cuello y él solo se arrodilló para abrazarlo con fuerza mientras se disculpaba.
Sus ojos estaban un poco rojos...
¿Acaso había llorado?
-- Menma, necesito que me escuches...
El cabello de Naruto estaba muy mojado a comparación de su hijo, y su mirada era muy suspicaz. Sus ojos... ¿qué fue lo que pasó?
-- ¿Qué sucede, papá...?
Naruto tomó el rostro de su hijo con ambas manos y sonrió con determinación -- Tengo que hacer algo importante. Prométeme que te mantendrás a salvo en casa y que no saldrás hasta que regrese.
-- ¿Q-qué? -- todos miramos a ese rubio despeinado pues nos había tomado por sorpresa. Eran muchos rostros confundidos -- No entiendo... ¿Por qué quieres que te deje solo...? ¿Acaso no confías en mi?
Naruto soltó una pequeña y suave carcajada -- ¿Me estoy contradiciendo, verdad? -- comenzó a reír de manera lamentable. Noté que Sakura estaba preocupada, no sé precisamente por qué, pero lo supe por la manera en que sujetaba el paraguas. No dejaba de acariciar el mango y jugar con sus dedos -- ...Lo siento... ustedes son... yo solo... Agh. Sabes, tenía la esperanza de que me dejarían hacer ésto por mi cuenta. No quiero involucrarlos más... sería muy irresponsable de mi parte...
-- Naruto.
Él alzó la vista en dirección a Sakura. Sus ojos azules... incluso su mirada era incapaz pedir ayuda, pero seguramente la necesitaba.
Ella se veía dispuesta a brindarle todo el apoyo que quisiera, incluso si Naruto parecía oponerse.
-- Dime, Sakura.
Mi compañera suspiró de manera breve -- Ya es muy tarde para pensar en nuestra seguridad. No podemos entender lo que pasa si no hablas con nosotros.
Naruto miró el suelo como si estuviera meditando las palabras de Sakura. Luego, de un solo parpadeo, sus ojos se fijaron en mi.
-- En ese caso, ¿debería soltar todo lo que sé...?
Sonreí al estar de acuerdo -- Me gusta cómo se oye eso...
-- ¿Cómo podemos ayudarte, Naruto? -- preguntó Sakura, lista y dispuesta para escuchar.
Una risa divertida se escapó de su garganta -- Claro... Tenían que llegar ustedes dos, ¿no? -- soltó una sonrisa tan amplia y divertida que hasta sus ojos se cerraron por la grandeza de sus mejillas.
Parecía tan feliz de que nosotros estuviéramos ahí, junto a él. Tanta era la sinceridad del gesto, que no pude evitar el sentirme conmovido por su bella sonrisa.
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Sakura y Menma regresaron en auto para dejar a Minato en casa. Por otro lado, Sasuke acompañó a Naruto hasta el terminal, el cual quedaba muy lejos de su posición actual.
Corrieron y atravesaron diferentes calles del centro para llegar a su destino.
En cuanto lograron llegar, se dieron cuenta de que el bus que esperaban todavía no llegaba. Naruto buscó a Hideki con la mirada, y le sorprendió no encontrarlo.
-- ¿Alguna señal de Hideki...? -- Sasuke preguntó en voz baja para no llamar la atención de las personas que estaban en los alrededores.
-- Nada, Sasuke. Todavía no puedo encontrarlo...
El pelinegro gruñó fastidiado -- ¿Cómo es? -- preguntó.
-- Un verdadero idiota. No quiere entender nada de lo que le digo y... ¡Es demasiado terco!
-- Me refiero a lo físico, tarado... -- El rubio parpadeó avergonzado -- ¿Qué trae puesto?
-- Una chaqueta café y una gorra azul. Tiene el cabello ondeado, similar al de Menma. Una mirada muy estática y además trae ojeras... Creo que es lo que más destaca... -- Naruto se veía tan frustrado como Sasuke.
Se podía decir que compartían el mismo nivel de ansiedad.
-- Santo cielo... no sé cómo me permití ésto.
-- Por favor Naruto. Justo ahora no necesito tus lamentos, mejor concéntrate.
-- Lo sé... lo siento. Es solo que... -- El rubio se sentó en una de las bancas para luego despeinar su cabello por tercera o segunda vez en la tarde -- ...tengo tanto que perder...
Había una anciana que comenzaba a ganar interés en la conversación. Sasuke suspiró con desgano al darse cuenta de que la señora no les quitaba la mirada de encima. Después de unos segundos se decidió y tomó el brazo de Naruto.
-- ¿Qué haces...?
-- Vamos a un sitio en donde no nos vean...
Naruto parpadeó confundido.
-- Hay un sitio detrás del los baños, mis jóvenes muchachos -- una anciana soltó ese comentario -- es un sitio para las parejas~
El comentario de la anciana hizo saltar el corazón de Naruto -- ¿Q-qué cosa...? Ah, cómo cree señora. Nosotros no...
-- No somos pareja -- sentenció el pelinegro antes de tomar la muñeca del rubio -- ...Solo somos viejos amigos.
-- Si jóven. Es lo que suelen decirme...
Sasuke evitó a toda costa el contacto visual con ella.
Los ancianos ojos de la mujer se llenaron de picardía cuando notó la mano de Sasuke en la muñeca de Naruto -- Es lo que todos dicen... -- una sonrisa ladina recalcó unas cuantas arrugas en la piel de la anciana.
-- Pensándolo mejor. Gracias por sugerir el lugar, señora.
-- No hay de qué.
Sasuke tomó el comentario como una buena recomendación y decidió llevar a Naruto hasta detrás de los baños para poder hablar con más calma.
-- ¿Hay algo de Hideki que no me hayas dicho?
-- Eh... -- Naruto meditó un poco sus palabras -- ...Ya había dicho todo antes. Pero, personalmente, siento que solo está haciendo lo que cree justo. No se detendrá a menos que le demostremos que está equivocado.
-- Me parece que haz hablado bastante con él. ¿Desde cuando es así?
-- Me eh visto en la obligación de hacerlo bajo ciertas circunstancias. Hace cinco años que mantengo conexión directa con él...
-- ¿Menma lo sabe...?
-- No... -- Naruto bajó la mirada -- ...Ninguno de ellos, ni Hinata o Menma, ninguno necesitaba saber.
-- Bien. Pero... -- Sasuke dudó en si seguir preguntando más sobre Hideki. Las dudas que restaban tenían un valor demasiado personal -- ...¿No hay nada más?, ¿Seguro?
-- Creo que no... -- Naruto titubeó -- ...No. Nada más.
-- ¿Estás... completamente seguro de eso...?
Naruto asintió con firmeza. Una pequeña idea entusiasta se cruzó por su cabeza, pero prefirió ignorarla -- Si. Ahora vamos a echar un vistazo. Tal vez el bus ya llegó...
Cuando Naruto dio un paso al frente su cuello fue aprisionado en un profundo y sentimental abrazo.
-- ¿S-sasuke...?
-- Todo va a salir bien.
Naruto sintió que se le formaba un nudo en la garganta.
-- Oye, oye... ¿Por qué me abrazas?
-- Necesito que sepas que no te odio... -- Sasuke le dió un par de palmadas en el hombro -- solo estaba molesto por todo el tiempo que estuviste callado. Pero ahora entiendo mejor tus razones. ¿Querías protegernos a cualquier costo?. De verdad fuiste un dramático, con eso de ir a vivir tan lejos con Hinata...
-- Espera... ¿por qué supones que es un lugar lejáno...?
-- No supongo nada. Menma le envió un mensaje de texto a Sakura y nos explicó todo, muy claramente.
Naruto comenzó a recapitular las acciones de su hijo para descubrir cómo había logrado dar con el número de Sakura.
"Esto... ¿puedo usar tu teléfono para jugar? Será solo un momento"
Fue con su propio teléfono.
En ese momento... Naruto no supo si debía dar las gracias o prepararle un sermón a su hijo sobre no meterse en las conversaciones de su celular sin previa autorización.
-- ¿Sabes que luego tendré que regañarle, verdad?. Será tu culpa... -- Naruto hundió su rostro en el cuello de Sasuke.
-- Más bien, es tu culpa por no haber explicado por tu cuenta.
-- Supongo que imaginé demasiados escenarios en donde tú y Sakura me golpeaban por decirles la verdad.
Sasuke sonrió con sorna -- Tarado...
-- O tal vez solo tenía miedo. Igual que ahora... -- Sasuke apartó a Naruto de si mismo para poder verlo a los ojos. El rubio mantenía una mirada seria que daba lástima -- De verdad... no quiero perder a nadie el día de hoy.
Sasuke sonrió de lado y despeinó su cabello -- No perderemos a nadie más... ¿me oyes?
Naruto alzó la vista para mirar el profundo par de ojos negros que tenía al frente.
Tanto que lo había extrañado, y todo por culpa de sus malas decisiones. En el fondo, Naruto todavía no podía perdonarse a si mismo. Eso era bastante triste y desalentador...
-- Sasuke... yo...
Naruto vislumbró una silueta detrás de Sasuke.
-- Mierda -- Sus ojos azules se abrieron de golpe por el miedo.
Al darse cuenta del peligro, su cuerpo reaccionó por sí solo. La mano del rubio jaló el brazo del pelinegro para invertir posiciones con él.
El impacto de algo filoso atravesando la ropa de Naruto. Esa fue la peor situación que Sasuke pudo presenciar.
-- No... -- El pelinegro tenía un puño a cada lado, ambos pegados contra la pared debido a la impotencia que estaba acumulando su mirada.
Sasuke observó los ojos de Naruto con un temor creciente. Su boca estaba abierta y su mirada no reflejaba más que dolor. Ese temor de que algo no andaba bien empeoró cuando una pequeña mancha de sangre comenzó a surgir desde el vientre de su camisa blanca.
-- Yo se lo advertí... -- el sujeto asomó su cabeza por sobre su hombro para mirar de reojo a Sasuke -- ...pero tu amigo no quiso escuchar -- su tono de voz era muy insensible.
La gorra azul... las ojeras bajo sus ojos... Definitivamente se trataba del mismo sujeto.
Él arrancó su cuchillo sin consideración del cuerpo tembloroso de Naruto, obligando al rubio a caer de rodillas por la debilidad en sus piernas.
El pelinegro se arrodilló de inmediato. Sasuke gruñó con impotencia mientras sostenía el cuerpo desfallecido de Naruto en sus brazos.
-- Que demonios hiciste... Hideki... -- Sasuke gruñó su nombre con rabia e impotencia.
-- Un gusto conocerte, Sasuke.
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