La guardiana del Gato
Epilogo
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Marinette estaba tan enfrascada en lo que podía suceder en cualquier momento, que ni siquiera se percató de que estaba apretando con mucha fuerza, el oso blanco de peluche que tenía entre sus brazos.
Chat Noir iba a dar una entrevista en solitario y lo que pudiera decir, realmente le preocupaba. ¿Por qué Ladybug pensó que eso sería buena idea?
Ella fue la primera en poner límites, pero también la primera en caer ante los encantos del gato.
—Menos mal que el peluche no es real —la voz de Wayzz la sobresaltó, liberando el agarre del osito de felpa que tenía.
—Sí, Marinette —exclamó Tikki que estaba sentada en el escritorio frente a ella, comiendo galletitas—. Se que estás nerviosa, pero él lo hará bien. Tiene buen manejo de cámaras.
—Sí, lo sé —dijo, observando el peluche que tenía en sus manos. Adrien se lo había dejado en el balcón la noche anterior, con una nota diciendo que se encargaría de arreglar los dimes y diretes que habían estado afectándola últimamente.
Confiaba en él, claro, pero pensar en Chat solo ante los medios, era algo que la hacía temblar. ¿Qué iría a decir?
—¡Ya empezó! —exclamó Barkk, que estaba sentado frente a la pantalla.
Marinette tomó el mouse de su computadora, para subir el volumen y suspiró, confiando en que Chat lo haría bien.
—Esta noche nos acompaña nada más y nada menos que Chat Noir —dijo Nadja con una sonrisa.
—Buenas noches —saludó el chico a la cámara, usando las dos manos.
—Nos alegra volver a verlo. Ha estado algo desaparecido últimamente.
—Sí —dijo, llevando la mano a la nuca—. También me alegra estar aquí, sobre todo sin Ladybug, ustedes saben, ella controla mucho lo que digo.
Y aunque eso provocó risas en el estudio, hizo que Marinette gruñera desde su habitación.
—Hablando de Ladybug, ¿Qué pasa con ella? —preguntó, entrando de lleno al tema candente—. ¿Se han peleado? ¿Es por sus amoríos con los otros portadores? ¿Se ha sentido engañado por ella?
Ante aquellas preguntas, Chat Noir cambió completamente su semblante, haciendo que incluso la periodista lo notara.
—Acepté venir aquí, porque hay varias cosas que quiero aclarar —le dijo, elevando su dedo índice—. Punto número uno, no, no he peleado con Ladybug, y si bien es cierto, a veces tenemos nuestras diferencias, es porque somos humanos y es parte de la convivencia de las personas que suelen ser completamente distintas. Con respecto a que no he estado apareciendo mucho en escena, es porque, aunque muchos lo olviden, detrás de esta máscara hay un ser humano, una persona que estudia, trabaja, convive con amigos, con familia, así como cualquiera de ustedes.
—Sí, pero el mal nunca descansa...
—Por eso tenemos un gran equipo de apoyo —le recordó Chat Noir—. Y eso me lleva al segundo punto, Usted tiene una hija, ¿no? —le preguntó, señalándola—. La pequeña Manon si no me equivoco.
—Así es —dijo, algo incómoda por la sacada a colación de su hija.
—Bueno, pongámoslo así. En unos años más, Ladybug elige a su hija para ser una superheroína —cuando Nadja iba a intervenir, Chat levantó su mano para que no lo interrumpiera—. Y ella es una superheroína genial, lucha muy bien, se gana la atención de la gente, pero... no es porque sea una excelente heroína, sino porque su traje es ajustado a su cuerpo y tiene más química con ciertos portadores. ¿Cómo se sentiría usted?
—Indignada —respondió sin pensar mucho—. Es mi hija después de todo.
—Pero usted no lo sabría —le recordó con una sonrisa—. Usted desconocería que esa superheroína es su hija, incluso podría estar juzgándola, así como lo hizo con Ladybug, sin saberlo —al ver que la periodista se quedó pensando, continuó—. Así como estaría usted, también podrían estar los padres de Ladybug, ¿No se han puesto a pensar en la familia de ella? Personas que desconocen que su hija se desvive por la ciudad, que pone en peligro su vida por gente que solo se preocupa en si está o no saliendo con otro superhéroe, ¿es justo?
—No, claro que...
—Eso me lleva al tercer punto —dijo Chat Noir, mostrando tres dedos de su mano derecha, manejando completamente la situación para que no lo distraigan de su objetivo—. Ladybug y yo, no somos más que socios. Puede que de vez en cuando nos echemos unas bromas o juguemos como para romper la tensión de poner nuestra vida en riesgo a cada rato, pero eso es todo. Yo la quiero mucho, es una persona maravillosa y no sé quién sea ella tras la máscara, pero lo que sí sé muy bien es que la Ladybug que lidera este equipo es espléndida y realmente no me gustaría que esa persona brillante o este equipo genial que hemos logrado formar en todo este tiempo, se eche a perder por situaciones que no vienen al caso. No lo olviden, detrás de cada máscara hay una persona y puede que no lo sepan, pero podrían estar frente a su hijo, su nieto, un amigo o alguien a quien aprecian mucho. ¿Creen que Ladybug tiene tiempo para salir con alguno de nosotros? —negó con la cabeza—. Ella, cuando se quita la máscara, tiene una vida normal y estresante, como todos nosotros.
—Supongo que eso debe ser muy agotador —preguntó Nadja, sorprendida, pues apenas podía hablar luego del bombardeo que había recibido de parte del superhéroe.
—Sí —afirmó, con un gesto de la cabeza—, sobre todo cuando no puedes disfrutar esta peligrosa labor, porque debes cuidar todos tus pasos para que no te saquen de contexto.
—Así que por eso has pedido esta entrevista.
—Sí —contestó, enlazando los dedos de las manos—. Quería dejar en claro que este equipo de superhéroes no tiene tiempo para el romance. Tenemos vidas que proteger.
...
Chat Noir estaba sentado sobre los cojines que Marinette tenía en su balcón, observándola expectante. Sus ojos brillaban esperando saber qué reacción tendría la chica después de la entrevista que dio para ayudar a apaciguar los comentarios malintencionados.
Marinette solo estaba quieta, sentada frente a él, mirándolo fijamente mientras mantenía en sus brazos el osito de felpa que él le había regalado.
—Chat Noir se portó bien, ¿no? —dijo el superhéroe al ver que la chica no comentaba nada— ¿No merezco un premio? —señaló su mejilla con el dedo índice, pero lo único que consiguió es que Marinette hiciera que el peluche le diera el beso —. Eso no es gracioso.
—¿Qué quieres que te diga? —comentó, volviendo a abrazar el peluche— ¿Qué me encantó que digas que te controlo?
—¿Cuál es la mentira? —bromeó, haciendo que Marinette se levantara de golpe, y él también para poder frenarla—. Ya, ya, era una broma, era una broma —dijo, abrazándola.
Ella se resistió un poco, pero se dejó abrazar. Perdía completamente las fuerzas cuando él la rodeaba con sus brazos.
—Gracias —le dijo, haciendo que el chico se separara de ella, sorprendido.
—¿Qué has dicho? —preguntó, haciéndose el que no había escuchado, pero ella solo lo miró de reojo.
—Sé perfectamente que escuchaste muy bien con tus dos pares de orejas.
Chat Noir sonrió y volvió a abrazarla, haciendo que Marinette soltara el peluche sobre los cojines para también abrazarlo.
—Te extrañe tanto —comentó Chat, apoyando su mejilla sobre la frente de Marinette.
—Nos vimos hoy —le recordó.
—Pero no es lo mismo. Ladybug y Chat Noir son solo amigos... —recordó, enlazando sus manos en la espalda baja de Marinette, para poder mirarla a los ojos—... Y Adrien y Marinette están en un limbo extraño, para que Lila no le diga nada a mi padre o trate de ponernos en contra.
—Igual fue bastante curioso enterarme por ella de que el chico perfecto es el aportador número uno de imágenes de Ladybug para el Ladyblog. —Marinette vio las mejillas sonrojadas del superhéroe y sonrió.
—Qué puedo decir, soy el mejor fan de ambas versiones de la mejor chica que he conocido...
—Chat...
—Igual, me gusta la clandestinidad de esta combinación porque siempre hemos sido más sinceros en esta versión de nosotros.
—Es verdad... —afirmó—. Solo espero que todo vaya bien de aquí en adelante.
—Ya verás que sí —confirmó el chico, dándole un beso en la frente—. Mientras estemos juntos, los dos contra el mundo... todo tendrá solución.
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Ambos se quedaron un rato más en brazos del otro, sin imaginar, que unas semanas después, ese amor que tenían, enfrentaría la prueba más dura de toda esa cruzada y que el saber sus identidades, los protegió, como verdaderos guardianes de toda la cruda realidad.
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El Rincón de la que escribe:
¡Y ahora sí!
Esta historia se va a terminados.
Muchas gracias por su apoyo, por continuar acompañándome en este y en cada cosa rara que publico.
Estoy investigando para unos nuevos proyectos y sacar del hiatus otros tantos, así que estén atentos 😉
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¡Nos leemos pronto!
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Aquatic~
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27 de Noviembre 2021 – 14 de Febrero 2022
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