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Veracruz estaba revisando un baúl con el cual se tropezó Paraguay casi cayendo al mar, por suerte fue salvado por la jarochita.Este baúl pertenecía a un barco mucho más viejo, probablemente de la época colonial, aunque eso ya era un hecho, pues se encontró un vestido muy viejo que le regaló España.

Muchos se asomaron al ver que pedo, en ese baúl estaban muchos objetos de valor pertenecientes a la pequeña mexicana.Desde perlas hasta pequeños retratos muy bien hechos de ella.Los demás lo admitían se veía muy hermosa hasta con pintura.

De tanta curiosidad agarró un vestido, los cuales mayormente eran azules de diferentes tonos.Se lo puso y le quedaba perfectamente bien, sólo que le apretaba más de lo que recordaba.Vaya que engordo un poquito.

Salió del cuarto para enseñarselos a los demás, joder, ¿qué tan atractiva podía llegar a ser la hija de México?

-vatos creo que engorde un chingo-dijo un poco desanimada.

-no, no no no, Verá te ves divina como una diosa-dijo el peruano acercándose a la contraria.

-no lo creo-respondió mirándose al estómago, bueno una parte de su pansa, sus pechos delimitaban su vista hacia su pansita.

-a la reconcha se ve muy...ah-no podía decir nada el chileno estaba muy impresionado.El argentino se acercó a la pequeña.

-ay Che, que boludeces dices te ves muy encantadora-dijo el argentino saboreando el olor de la otra.

-¡a ver pendejos dejen a mi hermana!-dijo Sinaloa encabronado.

Todos se alejaron.

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Fin del capítulo.
Comienzo del recuerdo》》》》》》
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La Villa Rica estaba comiendo muy tranquila en su gran mansión, al rededor de ella se encontraban lujosos muebles y adornos.Aunque ella prefería las rosas de adornos y cosas más sencillas.

-ay mi querida Villa Rica-suspiro el español.-eres casi igual a Nueva España-.

-mi señor, dejé de mencionar a aquella persona aún no la conozco y me compara con él-respondió Vera.

-algún día lo conocerás te lo aseguro-dijo tranquilo entre risas-además volverás a ver a tus hermanos.-

-¿qué?-en sus ojos un pequeño brillo apareció.

-je je je, Cruz mañana verás a tus hermanos, así que prepara tu mejor traje, ellos estarán aquí-la costera terminó de comer y se fue a su cuarto.

En su mente sólo rodeaba una palabra.

Totonaca.

Él era el único que entró en su corazón.Ella era muy distante con los hijos de su padre, pero, luego apareció él entre la multitud y se volvieron los más cercanos.

Y que ella pensaba que él murió, pero, mañana él vendrá.Su corazón se llenó de paz al saber que estaba bien.

Al día siguiente se levantó templano y se arregló lo mejor que pudo.Un adorno de rosas y su vestido azul favorito y su peinado más hermoso que nunca.Estaba lista para lanzarse en aquellos brazos que le brindarán protección y amor.

Bajó las escaleras y con la vista pido ver diferentes rostros conocidos.Sus hermanos paternos, hijos del mujeriego Huasteca (bueno, así le contaba Totonaca).Pero nunca logró ver a su hermano verdadero.

Vaya que se le bajo el animó, pero no dejó de sonreír.Así comenzó su vicio de sonreír por más que duela.

La cena terminó y todos regresaron.

-oye, España-dijo tímidamente Cruz.

-mande-respondió con ternura.

-sabes ¿dónde esta mi hermanito Toto?-Preguntó con una voz esperanzadora.

-lo siento mi princesa, pero él no está aquí-respondió apartando la mirada.

-¡¿qué?!-dijo haciendo un movimiento involuntario, el cual era sonreír-¿a qué se refiere?-.

-él está muerto mi reina, el era un salvaje, era malo para ti-dijo acariciando su mejilla roja.

Quería llorar, y eso fue lo que hizo, pequeñitos arroyos de lagrimas brillosas brotaron como flores en primavera.España la abrazó y como recompensa se quedó a dormir con ella para ver si podía eliminar su llanto y calmarla.

-te quiero, ahora descansa mi pequeña emperatriz-decía el español abrazando y acariciando el sedoso cabello de Villa.Poco a poco la joven quedó dormida.

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Bandaaaaaaaaaa
Neta este capítulo salió bien pinche así.
Bien pinche poético.

No se cuál quieran flota el vestido será cualquiera de estos tres por si gustan.


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