1 de Enero de 2002.

Desde que Logan y su madre entraron a esta extraña y falsa realidad por decisión de su padre, ambos se asombraron al ver lo parecida que era al mundo real. La gran diferencia era que no habían paredes que separaban a las diferentes sociedades.

Logan, con sólo once años, sonrió y sus ojos brillaron cómo si hubiese visto las mismísimas estrellas caer lentamente a la tierra. Agarró la mano de su madre, entusiasmado, preguntándole si su hogar sería el mismo que el del mundo real y si su padre también vendría. Obviamente no recibió respuesta.

Siendo un niño todo lo asombraba, incluso no tenía miedo en ir hacia las diferentes sociedades y aprender de sus ideas y culturas, supuso que para eso su padre le dio una libreta y un lápiz. Dibujaba torpemente lo que le llamaba la atención hasta que notó a un chico de su edad sentarse a su lado en el suelo: cabello marrón corto, pálido, ojos amarillos con unos jeans y zapatillas negras, su camisa era lila y su sonrisa parecía amistosa, así que Logan le devolvió la sonrisa.

- ¿eres nuevo? -. Preguntó, cuando recibió un sí cómo respuesta no pudo evitar reír un poco -. Lo suponía. Mi nombre es Deceit

- soy Logan -. Extendió su mano en forma de saludo y Deceit aceptó -, soy de la sociedad científica, ¿y tú?

- de la sociedad magica

Hablaron un poco, se conocieron mejor y demás hasta que la madre de Logan llegó y agarró a su hijo del brazo, levantándolo del suelo bruscamente, asustando un poco a Deceit cuando vio tal brutalidad.

10 de Abril de 2002.

Logan recurría a Deceit cuando su madre no dejaba de insultarlo, siempre lloraba y ella le decía poco hombre por eso. Deceit le aseguraba que llorar estaba bien, lo abrazaba y luego jugaban a algo para dejar atrás los malos pensamientos.

Deceit siempre fue la única persona que lo mantenía vivo, por eso le resultaba difícil aceptar que su sociedad lo eligió para sus "inocentes experimentos" cuando vieron los grandes potenciales que tenía usando su magia.

- ¿Logan? -. Tocó la puerta de la habitación del anterior mencionado -, ¿puedo entrar?, la sesión ya acabó

Logan odiaba ver a su único amigo sentado a un lado de uno de los científicos mientras éstos le inyectaban cosas en los brazos, nuca o espalda para anotar las diferentes reacciones en la futura magia de Deceit.

- sé que no te gusta, pero estoy bien -. Mentira. Siempre mentía -. ¡Sal de ahí así podemos jugar a algo!

No hubo respuesta. Deceit apoyó su frente sobre la puerta, sus manos deslizándose por la madera y terminando en la perilla, pero no intentando darla vuelta porque sabía muy bien que Logan cerraba la puerta con llave.

- iré al laboratorio, Deceit -. Dijo el hombre de anteojos, papeles en sus manos y pasos firmes hacia la puerta

- ¡o-okay! -. Sonrió y lo saludó -, ¡nos vemos mañana!

13 de Junio de 2002.

La sesión que le dieron a Deceit fue una de las peores que los ojos de Logan vieron en su vida. Solo con ver a su amigo atado de brazos y piernas, gritando, siendo inyectado, fue todo lo que tuvo que ver para que intente soltarse de su madre e ir a ayudarlo.

- ¡D-Deceit! -. Las lágrimas salían sin control de sus ojos, estirando su brazo con falsas esperanzas para agarrar la perilla de la puerta y entrar

- ¡Logan, silencio! -. Su madre lo arrastró por el pasillo

La sangre que salía de las heridas del chico magico le daba sensaciones de querer vomitar a Logan, sus nervios, estrés y ansiedad se mezclaban, dándole ataques de pánico inusuales.

Entró a la habitación junto a su madre, aún luchando por su libertad.

- ¡eres un desastre! -. Elevó su mano y al segundo le dio una cachetada a su hijo

El silencio se hizo presente. Logan dejó de llorar y, sin expresión alguna, miró hacia abajo para no tener que enfrentar el odio de la persona que le dio la vida. ¿De verdad es tan malo en todo?.

- ¡no sé porque acepté darte a luz, maldito inútil! -. Lo empujó un poco -, ¡ni siquiera puedes ayudar a tu sociedad!, ¡lo único que haces es aferrarte a una persona, tener sentimientos innecesarios!

Sentimientos.

Nunca vio a su madre ser feliz con su padre. Ambos se casaron por sus éxitos académicos, pensaban que juntos conseguirían grandes cosas y que un hijo aumentaría esa idea. Su madre nunca quizo tenerlo y aceptó cuidarlo al final cuando su marido le aseguró que todo iría mejor. Digamos que ninguno de los dos realmente lo amaba.

- ¡eres y siempre serás una decepción! -. Lo señaló con malícia, viendo a Logan apartar la mirada -. ¡Te odio!

Odio.

Seamos sinceros, Logan estaba sintiendo mucho odio ahora mismo. Su madre salió de la habitación, enojada, pensando que nada de lo que dijo afectaría a Logan. Que equivocada que estaba.

Aquí estamos, Logan encima de ella, tirando de la soga que apretaba el cuello de su madre a la vez que ésta gritaba que se detenga entre lloriqueos estúpidos. Sus ojos bien abiertos mirando fijamente a su madre, su respiración y corazón agitados, sus brazos sacando la fuerza que jamás pensó que tendría. No estaba asustado. Dejó de luchar cuando la mujer murió en la cama. No estaba triste.

No se arrepentía de nada.

14 de Junio de 2002.

- vi lo que hiciste ahí, Logan -. Deceit dijo con una sonrisa

- ¿de qué hablas? -. Verlo feliz lo confundía y asustaba

- mataste a tu madre -. El silencio bastó para confirmar su teoría -. Sé que te trataba mal, pero llegar a matarla fue algo extra, Logan

- tú no sabes nada, Deceit -. Todo lo que aprendió durante estos últimos meses era suficiente para ver que su supuesto amigo había cambiado. Mentía y mentía sin parar, metiéndolo en problemas muchas veces. La relación que ambos tienen es tóxica y Logan lo estaba viendo ahora -. No hables sin saber de la vida de los demás

- bueno, tienes razón, pero nosotros somos amigos -. Se cruzó de brazos, sus ojos amarillos brillando unos cincos segundos y su sonrisa aumentaba con cada palabra venenosa que decía -. Además, aceptar tus fallos es normal, siempre habrá sangre en el suelo

Logan no lo miró, frunció el ceño y puso su atención en su libreta.

- ¿verdad? -. Logan dejó salir un grito de su boca cuando Deceit tomó la forma de su madre, otra virtud que su sociedad le dio gracias a todos sus experimentos, Deceit nunca pudo manejar ese poder muy bien -. ¡Oh, mi hijo me aniquiló porque le decía la verdad!

- ¡Deceit, basta!

- ¡no puede controlar sus impulsos asesinos por dos minutos, ya me está gritando sin razón!

- ¡fuera de mi habitación!

Deceit se fue corriendo por esos grandes pasillos entre risas, alegrándose de jugar con los sentimientos de Logan.

- ¡recuerda mis palabras y piensa en tus actos, Logan!

15 de Junio de 2002.

Logan encontró a Deceit ahorcado en su habitación, pero no pudo llorar, sus ojos detectando todos los movimientos que los compañeros de su ausente padre hacían. Deceit lo hizo sin razón, o tal vez sí había una razón: intentar hacerlo sentir mal. Que perdida de tiempo.

Estando en su habitación completamente solo le hizo pensar que todo esto fue su culpa, cosa que ya no podía pensar, su mentalidad se formó luego de matar a su madre para que piense que la culpa la tenían los demás por hacerlo enojar cuando no debían.

Escribió todos sus patéticos pensamientos en la última hoja de su libreta.

15 de Junio de 2007.

- ¡Logan, corre! -. Roman le ordenó -, ¡corre y no mires atrás!

Y eso hizo. El Rey había sido poseído por algo o alguien, y verlo tan monstruoso, aterrador y fuera de lugar le dio cierto miedo a Logan. Ignoró al futuro Rey, a los guardias y a sus ideales. Sólo quería ir a casa.

Cerró la puerta detrás de él, intentando respirar, arreglándose los anteojos y corbata. El cálido ambiente de su apartamento lo calmaba más de lo que esperaba.

Odiaba Junio, le traía malos recuerdos siempre. Cerró los ojos y esperó por lo mejor.

20 de Octubre de 2018.

Logan abrió los ojos. Estaba vivo y en el mundo real. Verificó si su arma seguía escondida en sus ropas y se levantó de la cama, era de día y la luz del sol que entraba por su ventana lo demostraba.

- aquí estoy, espera por mí, Deceit