Capítulo 65: Maldición VII

Jackie contó los minutos mientras esperaba que el teléfono volviese a sonar. Cuando pasaron los quince minutos, se puso nerviosa. Que Tom tuviera una idea era una buena señal, y no saber cuál era la estaba carcomiendo por dentro. Por un momento se sintió como Marco.
El espejo comenzó a sonar y Jackie casi se le echó encima para responder.
—¿Tom?
—Sí.
—¿Qué has descubierto? —preguntó, impaciente.
—¿Tienes el libro de "Folclore pagano de los cimientos del averno. Volumen tres" cerca de ti?
Jackie rebuscó en la pila de libros que tenía cerca de su laptop y fue descartando uno a uno de forma rápida hasta dar con el que necesitaba.
—Lo tengo —dijo, con el libro en mano.
—Ve a la página doscientos quince.
La chica hizo caso y buscó la página pasando las hojas con poco cuidado. Cuando llegó, se fijó que el artículo estaba en el "capítulo siete del libro: lugares de poder". La página en la que estaba hablaba del lago de los recuerdos desperdiciados, o también conocido como el lago del arrepentimiento.
—¿Qué pasa con esto, Tom?
—Lee.
Jackie leyó el primer párrafo, el cual hablaba de cómo Flynn Daemon, explorador, encontró e investigó aquel sitio con la ayuda de sus amigos eruditos. Hablaba de dónde encontraron el lago, de cuanto se estimaba que era su antigüedad y de las cosas que habían ocurrido allí. Por lo general, así solían ser todos los textos al principio, luego hablaba de aquello que hacía especial al lago. Y esa fue la parte en la que leyó con detenimiento. Por lo que decía el texto, Jackie entendía que, ofreciendo un tributo, el lago era capaz de transportar a al individuo a un recuerdo que tuviese y recrearlo como si fuese auténtico. Sin embargo, eso no servía. Por lo que Jackie entendía, era como mirar fotos del pasado o alguna grabación de antaño. Era solo eso, una forma de revivir el momento.
—Tom, si no es la luna auténtica, no funcionará, ¿no?
—En principio no debería, pero observa una de las especificaciones que pone en el párrafo: "todos los efectos ambientales, atmosféricos o de cualquier otra índole que puedan afectar al entorno, serán iguales y su afección será la misma para el individuo, como si este volviera a revivir esa experiencia" —dijo Tom, y Jackie repasaba el texto con los ojos mientras él lo terminaba de leer, y sentía que una parte de su interior se llenaba de esperanza—. Además, más abajo cuenta algunas experiencias de individuos que han utilizado el lago. Quienes lo han hecho se han quemado en el recuerdo, han comido algo o incluso hecho un tatuaje. Todo aquello que los afectaba directamente en el recuerdo perduraba incluso después de salir de él. Sin embargo, lo que ocurría ahí, los cambios o cosas distintas que podían ocurrir en ese recuerdo no afectaban a la realidad como lo haría un viaje en el tiempo.
—Espera, estás yendo muy rápido —dijo ella.
—Mira, dicho de otra forma. Si vas al recuerdo teniendo hambre y comes una manzana del recuerdo, calmarás el hambre, pero esa manzana no desaparece de la línea temporal. Como si nunca te la hubieses comido —dijo Tom, dejando una pequeña pausa—. ¿Sabes lo que eso significa?
—¿Crees que funcionará? —preguntó Jackie, dando a entender que había comprendido el significado de la explicación de Tom.
—No lo sé, pero parece prometedor. Valdría la pena intentarlo.
Jackie volvió a sentir que la esperanza regresaba. "Tal vez sí funcione esta vez ", pensó. "Esta vez tal vez sea la definitiva.
—Hablaré con Star —dijo Jackie.
—Y yo con Marco. Debemos organizarnos.
—Tom —hizo una pausa—, bien hecho.
—No se me habría ocurrido sin ti. Ahora, vamos a trabajar, hay una maldición que romper.

Todo pasó muy rápido. Una llamada de parte de Tom y, al día siguiente, tenían todo preparado para realizar un nuevo ritual. Un nuevo intento por romper la maldición.
Marco pensó que Jackie y Tom eran los que más empeño le estaban poniendo a aquel asunto, pese a no ser ellos quienes tenían la maldición. En parte lo hizo sentirse, mal, porque le daba la sensación de no estar aportando la suficiente ayuda. Así que, como mínimo, Marco se dijo que haría todo lo posible por seguir las indicaciones de ambos para no perturbar el proceso. Por suerte, era sábado, así que no tendrían que preocuparse del colegio.
Ahora mismo, él y Star estaban siguiendo a Tom, Jackie y Janna, los cuales iban delante y mantenían las distancias para no ser afectados por la maldición.
Ahora mismo estaban caminando por el borde de una pared de roca. Un camino natural los guiaba hacia abajo, en donde se encontraba el lago del arrepentimiento. Debido a la oscuridad, todos iban con una antorcha en la mano para ver por donde pisaban. Un paso en falso, y no habría ritual que los salvase de aquella caída sin fondo.
Estuvieron caminando por más de tres horas. Y, de no haber sido porque Tom y Jackie los habían guiado bien, probablemente se habrían perdido.
—¿Crees que funcionará esta vez? —preguntó Star.
—Espero que sí. Ya me estoy cansando de estar tanto tiempo separado de Jackie.
—Lo sé, Marco, lo sé. Yo puedo decir lo mismo. Echo de menos el contacto con Tom —dijo ella, con rostro alicaído.
—Oye —dijo Marco, colocándole una mano en el hombro—, saldrá bien. Si no es ahora será en otro momento, pero saldrá.
Ella sonrió, pero, de pronto, sus ojos se desviaron a otra parte y se abrieron como platos. Intrigado, Marco se giró hacia la misma dirección que la chica, y lo vio. Aquel sitio sin fondo desapareció para dejar a la vista un enorme lago subterráneo. El agua brillaba con luz propia, como si hubiera un sin fin de focos debajo. La luminosidad era tal, que se podía ver la arena de debajo. Era como si allí hubiese una playa de arena blanca y limpia. Del agua salían columnas de rocas que se perdían en el techo, donde la luz ya no llegaba. Todo era limpio y tranquilo. Tanto, que ambos se quedaron sin palabras.
—Llegamos —dijo Marco, aún sorprendido.
Tardaron un rato más en bajar del todo. Tuvieron que pasar por una especie de túnel natural antes de llegar a esa playa subterránea. Para cuando pusieron un primer pie en la arena, el resto ya se encontraba esperándolos. Apagaron las antorchas y caminaron hacia Janna, la cual estaba frente a un bote con remos. Tom y Jackie estaban más atrás.
Llegaron hasta ella, y esta les señaló el bote.
—Suban. Ya saben lo que tienen que hacer —ambos asintieron.
—¿Tom te dio las monedas? —preguntó Star.
Janna metió una mano en su bolsillo y le entregó a Star dos monedas grises y brillantes con el símbolo celta del alma.
—Recuerden, solo tienen una oportunidad —advirtió Janna—. Lo cual me recuerda... —Buscó en su mochila y sacó un cilindro de cristal en cuyo interior había dos rosas. Janna las sacó de su interior y luego se las entregó a Star—. No las pierdan.
Star asintió. Y luego se subió al bote. Marco comenzó a empujar para meterlo al agua, luego se subió y comenzó a remar. Estaba nervioso. No era la primera vez que intentaban romper la maldición, pero cada intento se sentía como el primero: una sensación de ilusión y anhelo porque esta vez funcionase. Pese a lo que le había dicho a Star, él en verdad quería que esta vez funcionase.
—Creo que ya estamos lo suficientemente lejos —dijo Star.
—¿Lo hacemos aquí? —preguntó Marco, un poco inseguro y otro poco ansioso.
La chica asintió. Esta le entregó una moneda y una rosa, los cuales Marco aceptó. Juntos, caminaron hacia la punta del bote y colocaron las monedas en sus manos, listos para lanzarlas al aire.
—Nos vemos en el baile —dijo Marco.
—Nos vemos en el baile —correspondió Star.
Ambos levantaron el dedo pulgar, lanzando las monedas y haciéndolas girar. Cuando cayeron al agua, se hundieron sin control hasta perderse en el fondo y desaparecer.
Pasaron unos segundos en los que no ocurrió nada, y que pusieron a Marco más tenso que nunca. Entonces, del punto en el que habían caído las monedas, la luz desapareció, y la oscuridad comenzó a expandirse como una cortina negra. Pronto, la misma engulló el bote, sumiendo a ambos en una negrura total. Marco pudo ver las mejillas de Star brillando, y estiró la mano hacia ella para no perderla. Cuando sintió su mano, se aferró a ella sin pensarlo, y las mejillas de la chica se apagaron. Todo se volvió oscuridad. 
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Comienza el ritual. Ahora Marco y Star tendrán que enfrentarse al pasado una vez más, mientras qeu Tom y Jackie solo pueden permanecer a la espera. ¿Funcionará esta vez?
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