1.2
Senti como una de las empleadas de la cafetería se acercaba a la mesa de atras.
— ¿Que le puedo servir caballero?— pregunto en un tono amable.
— Un té, eso estaría bien.— enseguida que escuche el tono de su voz, mi espalda se tenso aún mas que sentir su olor.
— En un segundo se lo traigo.
Me cásen de esperar una respuesta suya y volví hablarle, pero no en mi mente.
— No sabía que los vampiros se daban el lujo de venir por un té en una cafetería en este pueblo, cuando si ni siquiera se molestan en consumirla.—
— Vengo en zon de paz.— aclaró suavemente, siempre con ese maldito tono despreocupado.
— ¿Que mierda quieres? Nunca te pasas por estos lugares, si no estas aquí para buscar problemas conmigo, no se para que otra cosa mas sería.— me recoste mas comodamente en mi silla.— Ademas tu aroma me revuelve el estomago, mejor dime que quieres y desaparecete.—
— Sabía que no me soportabas, pero no creí que me despreciaras tanto.
— No te he matado por una razón del que estas muy conciente, pero no me pongas a prueba Edward...
— Bien, seré rapido.
Ante esas palabras le senti moverse, vi su espalda pasar por mi lado sentandose enfrente mío.
Tal como esperaba, no me sorprendió ver su rostro después de tres años. Siempre con ese rostro tan palido y con tremendos ojos oscuros. Es como un muñeco viviente imitando ser un humano, desagradable.
Sus labios se formaron en una media sonrisa, lo que me hizo sentir mas asqueado con su presencia.
— ¿Que mierda te parece gracioso?
— Es divertido que mi olor te parezca tan desagrabable, cuando el tuyo no se queda atras de lo repulsivo.
Que hijo de puta...calmate Jacob, se pacifico, se un niño bueno.
— Es bueno saber que compartímos el mismo sentir, ¿deberiamos ser amigos?
— Eres el menos que pensaría que podríamos ser amigos, no hagas ofertas tan atractivas.—
— No solo haces que se me pierda el apetito, además me haces perder mi valioso tiempo al tener que escucharte, maldito vampiro.—mis palabras parece que no hicieron un efecto en el, ya que en respuesta sonrío amable mente.
— ¿Maldito vampiro? Wow, tu insulto sigue siendo igual después de tres años amigo.
— ¿No captaste el sarcasmo?, no te ofreci a ser mi amigo, jamas sería amigo de un asqueroso...
— Vampiro ¿no?
— Te lo pregunto nuevamente, ¿estas buscando que te mate?
Edward aparto la mirada de mi y la poso en el cristal a nuestro lado que daba a la vista a la vecindad.
— Necesitó tu ayuda.—
Pense haber escuchado una chiste, que no pude evitar escupir una risita. El poso su mirada en mi seriamente, exigiendome una explicación del porqué me resulto tan gracioso sus palabras.
— ¿Empezaste a fumar algo? — pregunte pensando que debía estar loco para creerse con el derecho de pedirme un favor.— Déjalas, te afectan la mente, y te disecarás más de lo que ya estas.— le respondi haciendo una seña a la mesera que me atendió.
— Si no estuviera de verdad apurado, no te lo estuviera pidiéndo Jacob.— explico, se acerco y coloco sus hombros sobre la mesa pareciendo un poco tenso.
— No te ayudare, jamas lo haría.— le aclaré provocándo que una expresión irritable se formara en su rostro.
— Pero...
— Hasta nunca "amigo", no quiero volver a verte en mi camino ¿capish?.— le aclare mirandolo fijamente.
Luego le entregue a la mesera el pago de los servicios, más propina y me levanté de la mesa sin haber comido nada.
Ya me dirigía hacia la salida cuando sus palabras detras de mi me detuvieron.
— Te aconsejo que me escuches ahora, no querrás ver cuando me pongo insistente Jacob.— mi respuesta a eso fue reirme.
Me giré hacia el rapidamente con un rostro burlón.
— Te tengo ganas desde hace ya tres años, te aconsejo que no me provoques mas.
— Entonces, no me hagas provocarte.— me reto descaradamente.
Mi reacción fue rodar los ojos exasperado, no iba a matarlo hoy, solo por que tenía otras cosas mas que hacer en que gastar mi energía.
— Vete al infierno.— sin más abandoné la cafetería y volví a la tienda de Lenneth.
— ¿Que haces tan rápido acá?
— Lenneth por favor, dame las piezas para irme.
— Pues ayudame a buscarlas, he encontrado solo cinco.
— Vale.— me adentre con el en su almacén. Luego de veinte minutos tenía en una caja todo lo que necesitaba.
— ¿Cuanto te debo?
— Dejémoslo en $100, así la próxima me aseguras que vendrás con mejor ánimo.— rode los ojos. Me acerqué a el y lo abracé como despedida.
— Gracias amigo, nos veremos mañana.
— Cuidate, mandale saludos a tu padre de mi parte.
— Lo hare.— sali de su tienda y me dirigí caminando de regreso a la autopista en donde dejé mi motocicleta.
Me dispuse a tararear una canción, de una vez, agradeciendo al notar que la humedad se había desparcido un poco.
De hecho, se volvio una caminata un poco mas animada que la anterior.
Pero todo mi buen humor se fue de la misma forma que vino, al ver que mi motocicleta no estaba donde la había dejado.
— Malditos rateros....— maldije casi lloriqueando viendo las huellas que había dejado mi motocicleta en el pasto.
Pero luego, vi que unos metros mas lejos de mi había un papel tirado en el suelo, que cuando la agarre en mis manos y leí las palabras plasmadas en ellas, tomandome un breve momento para procesarlas, jure que antes de matarlo le haría pasar una tortura inhumana.
"En mi residencia en la tarde, si no llegas, despidete de tu motocicleta Jacob, por que la haré trizas con mis manos"
— ¡Sos cabron!— grite con todo lo que mis pulmones me permitieron.
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No espere que diera la tarde para ir a recueprar mi motocicleta. Fui hasta mi casa a dejar las piezas, y rapidamente agarre las llaves de mi caminoneta y me dirigí hasta la residencia de los Cullen.
Decir que no estaba nerviso y estresado estaría siendo un completo mentiroso. No dejaba de preguntarme; ¿estaría Bella en casa con ellos? ¿como reaccionaría al verla?
Dios, había trabajado tanto por superarla que me daba pavor volver a la misma situación después de tantos años. Tampoco en el fondo no quería verla en los brazo de Edward, como antes había estado ella en mis brazos.
¡Joder me volvere loco!
Estacione mi camioneta aun lado y me baje en un segundo. Me acerque a la casa y la mire con curiosidad, perfecto, estaba exactamente igual a la ultima vez que la vi.
Supongo que son cosas de vampiros también, si ellos atravez de los años no envejecen, tampoco creó que dejen que su lujoso y querido hogar lo hiciera también.
— Ya debio haberme olido, tambien lo hago, ¿por que demonios no sale?— me pregunte sin ninguna intención de acercarme más, o tocar la puerta.
Cuando ya estaba listo para ir hacia mi camioneta y tocar la bocina, lo vi abrir la puerta y caminar hacia mi.
— Entra para hablar.— pidio.
— No hay que hacer un experto para saber que ninguno de los tuyos querrá un lobo en su casa.— aclaré sin ninguna intención de entrar.—Y ahora me parece muy extraño que tú lo quieras asi.— le cuestione mirandole fijamente.
El nego cruzandose de brazos.— Tu no eres cualquier lobo, pasa por favor.—
— Ah, ¿ahora soy especial?, soy igual que los otros, y a uno al que le deberías temer mucho.— casi me dan ganas de golpearlo al verlo rodar los ojos por mis palabras.
— No me mataras ahora, leo tu mente, ¿recuerdas? Entra, ademas estoy solo yo.—
Sin tener ganas de discutir mas y alargar esta visita, me resigne.— Lo que sea.— me encogí de hombros y a regaña dientes le segui.
Al seguirlo me dirigió a un cuarto que reconoci como el comedor, ¿por que demonios tendría un comedor unos vampiros?, me pregunté mirando los alrededores curioso.
— Sientate.—me pidió señalandome una silla.
— No, habla, quiero mi moto e irme.— le apresure sintiendome ya impaciente.
— Necesitó tu ayuda.—
— ¿No me escuchaste bien en la cafetería?, no moveré un dedo para...—
— ¡Estoy desesperado!— de pronto este tono despreocupado y ese aura tranquila que desprendía, se convirtio en un majo de tensión que se olía a kilómetros.
— ¡No es mi problema tu asuntos!— le aclare, aun así sorprendido por verlo en ese estado.
— Estoy solo.— esas palabras llamaron más mi atención.
— ¿Solo?...¿donde estan todos los tuyos? ¿donde esta ella?— pregunte extrañado.
— Todos se han ido, ella también se ha ido.— no entendía nada.
— ¿Todos? ¿aquienes te refieres con todos?— le interrogué acercadome unos asos a el preocupado.— ¿Le hiciste algo a Bella?— pregunte ya alterado ante esa posibilidad.
— Nunca le haria daño a Bella, ¿que mierda supones?— respondió molesto por la pregunta.—Creo que famila me abandono, y Bella se fue con ellos.— aclaro de una vez mostrandome una carta.
La agarre de sus manos en un segundo, y la comence a leer.
"Hemos decidió irnos, hay algo que vi la semana pasada sobre tu futuro que es necesario desaparecer de tu vida. Cada uno de nosotros tenemos nuestro destinó escrito, decidimos que no interferiríamos en como debe ser el tuyo. Tu existencia depende de ello, no quiero que te pase nada hermano.
Tal vez, no lo entiendas ahora, pero es como esto debe suceder. No nos vas a poder encontrar, nuestros padres han bloquedo por completo toda tu conexión con nostros. No se como lograrán hacerlo, pero cuando estes leyendo esta carta no podras sentirnos igual que antes, ni nosostros a ti. Bella esta bien, te prometo que estará bien en nuestras manos. Volveremos cuando ya pueda ver que tu futuro corra como debe ser, hermano te amo."
— Alicee
— ¿Que demoniso le pasa tu familia?— pregunte muy consternado con la carta.
Se la devolví rapidamente y el se tranquilizo un poco al contarme toda la situación.— No veo en donde pueda cuadrar aquí, tu familia te dejó con una razón, y parece que Bella esta de acuerdo con ello, ¿por que no esperas a que vuelvan.
— Bella no me dejaría, sea cual sea la razón.— mentiría si dijera que sus plabras me tomaron como un balon en el estomago, ¿celos? lo mas probable.— Ademas, todo esto es muy extraño.— aclaro mientras me enseñaba un cuaderno con una letra muy diferente.— Esta no es la letra de Alicee, ni de ninguno de ellos.—
— ¿Que supones?— pregunte intrigado.
— Algo malo debe estar pasadoles, y no los puedo localizar de alguna forma para ayudarlos.— explicó desesperado.
Yo guarde silencio para pensar muy bien en sus palabras. Si aceptaba ayudarlo estaría metiendome en graves problemas con mi manada, tambien esta el punto de que no estoy interesado en relacionarme con Edward o cualquier otro vampiro muevamente pero...no puedo ignorar el hecho de que Bella este involucrada y este en peligro.
— Te ayudaré a arrastrearlos, luego de que vea que Bella esta bien, será todo.— aclaré de mala gana.
Mis palabras parece que fueron suficiente, que sonrió un poco aliviado.
— Muchas gracias Jacob.—
— No agradezcas, no estoy contento con esto, pero no quiero que nada malo le pase a Bella.—
El asintio con la mirada en el suelo. Bien, otra mierda mas en este dia, ya me volvía a involucrar con esta especié de locos.
Aclaré mi garganta.— Las cosas las vamos hacer a mi manera.— me acerque a uno de los sofas que había y me sente en el borde de ella.
Todo el tiempo sentí la mirada de Edward fija en mi.
— No podre salir de Oregon, si no antes hablar con mi padre.—
— ¿Por que?— exigio saber extrañado.
— ¿Te haces tonto o que? Soy parte de una manada, no puedo irme asi como asi. Necesito el consejo de mi padre para que la manada no me heche a un lado por involucrarme contigo, por mas que les intente ocultar nuestro acuerdo se enteraran algun día y estare fuera.— explique sintiendo como el estrés empezaba a darme calor.
— De acuerdo.— acepto entendiendo por completo que yo manejaría este asunto.
— Bien, ahora que todo esta claro y ya tienes mi apreciada ayuda.— me levante dando un suspiro.— Corre y monta mi motocicleta en mi cajuela, mas te vale que no le vea un...
— Le arreglé la goma, tomalo como un pago por tu ayuda.— aclaro antes de que pudiera terminar mis palabras pasando por mi lado directo a donde estaba mi camioneta.
— Siempre creyendose la gran cosa.— murmure cerrando la puerta de tras de mi.
Vi como ya la motocicleta estaba en la cajuela y el me esperaba ya sentado en el asiento del copiloto sentado.— ¿Como le haremos con el asunto de tu olor si vamos a estar juntos por más de un día?— pregunte muy serio con ese asunto.
— Me lo dices a mi, ¿preguntame como se siente oler a perro humedo la mayoría del dia?—
¡Jo! ¡Esta vez se paso de la raya!
— ¡Yo no huelo a eso! Soy un lobo limpió idiota.— gruñi queriendo sacar mis garras y enterrarselas.
— Yo nunca te mentiría.— se defendió con ese aura de superioridad.
— ¡Preferiría que lo hicieras, me estresas tu sincerida y luego me da calor!— cuando senti que me estaba quejando como un niño sin control me oblique a tranquilizarme.— No te vuelvas a meter con mi ingiene.— le amenace sientiendome ofendido.
El se encogio de hombros riendose, haciendo que mis ganas de enterrarle mis garras aumentarán. Gruñi disuesto a ignorarlo, arranqué la guagua y me dirigí a mi casa.
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Pregunta aca discreta entre tu y yo;¿donde puedo conseguir mas fanfics de ellos?, sindo sincera solo estoy escribiendo esta historia por que no tengo mas lecturas de ellos y necesito crear contenido de ellos para quitar mis ganas😭
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